¿Los Comunistas Soviéticos destruyeron las Iglesias Cristianas pero no las Sinagogas Judías?

Cuando los Bolcheviques asumieron el control de Rusia, intentaron eliminar la religión. Su filosofía era el ateísmo y cerraron iglesias cristianas y mataron o encarcelaron al clero. Sin embargo, ¿cerraron también las sinagogas judías y mataron o encarcelaron a los rabinos?

La semana pasada me encontré la respuesta en un libro del historiador americano Edwin Schoonmaker: “Quince años después de que la revolución Bolchevique fuera lanzada para realizar el programa marxista, el redactor del American Hebrew escribía: “ni una sinagoga judía se ha destruido, a diferencia de centenares-quizás millares de iglesias católicas griegas… En Moscú y otras grandes ciudades se pueden ver iglesias cristianas en proceso de destrucción… el Gobierno necesita edificios grandes,” (American Hebrew ,18 Nov de 1932, P. 12) Judíos apóstatas, conduciendo una revolución que quería destruir la religión, pues era el “opio del pueblo”, habían respetado de alguna manera las sinagogas de Rusia. (“Democracia y dominio del mundo,” 1939, p.211)

¿Si los comunistas odiaban tanto a Dios por qué no destruyeron sinagogas también? ¿Podría ser que, desconocido por la mayoría de los judíos, el Judaísmo no es una religión, sino solamente una cierta clase de sociedad secreta como la Masonería, expresada lo mejor posible por el Comunismo? Aunque muchos judíos religiosos eran contrarios al Comunismo, la información de Schoonmaker sugiere una afinidad entre el judaísmo Talmúdico y el Comunismo pagano materialista. Mi hipótesis de trabajo es que las actividades bancarias de los Judíos Masones con sede en Londres patrocinaron a los Bolcheviques y está detrás del Nuevo Orden Mundial. El Comunismo era parte de un proceso dialéctico magnífico por el cual la “vida en los Estados Unidos… se puede combinar confortablemente con la Unión Soviética,” en las palabras de Rowan Gaither, el presidente de la Fundación Ford, al investigador del congreso Dodd Normand en 1953. Si de hecho el Comunismo y la Democracia “se están combinando confortablemente” bajo pretexto de la farsa de la “guerra contra el terror,” entonces la destrucción de la Iglesia perturbará a los cristianos y a toda la gente temerosa de Dios.