Kosovo es parte de Serbia. Este es un hecho legal y político. Kosovo quiere romper con Serbia y parece que se ha asegurado el apoyo británico y estadounidense, pero no el de Serbia ni el de Rusia, que vetará en la ONU cualquier reconocimiento de independencia. El KLA (Kosovo Liberation Army) gobierna y ha dicho que pronto declarará unilateralmente la independencia. Los Serbios no pueden permitirlo sin luchar.
Serbia, con la ayuda de Rusia, es más fuerte que el KLA, que solo puede luchar con ayuda exterior.
En los 90, Occidente suministró la fuerza aérea al KLA, que paradójicamente hasta el año 2000 fue considerada una organización terrorista por los EEUU. Pero esta vez Occidente tendrá que ser también la infantería del KLA.
Y Serbia no es el único lugar con una minoría albanesa sustancial. Una cuarta parte de la antigua república yugoslava de Macedonia es albanesa, y también quieren la independencia. Y el 50% de Bosnia-Herzegovina está compuesta de serbios. Si Kosovo declara la independencia, también podrían hacerlo los serbios de Bosnia. Entonces podríamos volver a las sangrientas guerras de los Balcanes.
Además, el principio de que un estado puede desmembrarse en contra de su voluntad traerá problemas en todo el mundo.
Hay 20 millones de kurdos en Turquía que también quieren independizarse. ¿Se lucharía por ellos también? Seguramente no, lo que muestra la hipocresía occidental en Kosovo.
Lord George "Bomber" Robertson fue uno de los propagandistas principales de la última guerra de Kosovo. Dijo que los serbios habían asesinado a 100.000 albaneses y que Occidente debía actuar. Pero la realidad es que murieron 3000 personas, menor que todos los muertos del conflicto de Irlanda del Norte, ¿alguien se imagina a la comunidad internacional bombardeando a Gran Bretaña por eso? Nadie sabe cuántos de esos 3000 muertos eran serbios o albaneses, o quién los mató y cómo.
Kosovo es el territorio de Europa donde hay más tráfico de armas, drogas, personas y prostitutas.
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