lunes, 17 de enero de 2011

Hipocresia occidental acerca de la libertad de expresión

"¿La libertad de opinión de Occidente permite cuestionarse los crímenes de América e Israel o de un suceso como el Holocausto?"
Ernst Zündel
y el Juicio por Herejía a Zündel

Con respecto a la publicación en Dinamarca en septiembre del 2005 de las viñetas de Muhammad, el primer ministro danés Anders Fogh Rasmussen dijo:
[Es] parte de nuestra sociedad [en Dinamarca] que tengamos libertad de expresión, tenemos una prensa libre y esta libertad de expresión es una parte vital e indispensable de nuestra democracia ... — Entrevista con Al Arabiya, 1 de febrero del 2006
Aunque parece que el propósito de la publicación danesa fue provocar una respuesta enojada musulmana que condujera a una reacción anti-Musulmana en Dinamarca (y en el resto de Europa), no obstante la observación del primer ministro es cierta en su país (al menos en tanto que la libertad de expresión no suponga oposición al objetivo de dominación mundial de los EEUU y la OTAN). 

Por contraste, no es cierto en Alemania. Pero eso no impidió a los editores del diario alemán Die Zeit y a muchos otros diarios europeos intentar justificar la (completamente innecesaria) republicación el 1 de febrero del 2006, de las caricaturas  sobre la base de la "libertad de expresión"; y el editor de France Soir reimprimió las caricaturfas danesas bajo un titular que declaraba: "Se tiene el Derecho de caricaturizar a Dios".

Pero debemos preguntar, junto al diario iraní Hamshari:
La pregunta importante para los musulmanes es: ¿La libertad de opinión occidental permite la consideración de cuestiones como los crímenes de América e Israel o un evento como el Holocausto? ¿O la libertad de opinión solo es buena para insultar los valores sagrados de las religiones?
La respuesta la facilita Richard Itani:
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© 2006 Studio Bendib. LLC
En muchos países europeos, hay leyes que permiten encarcelar a cualquiera que tiene el coraje de negar no solo la historicidad del holocausto judío, sino también el método por el que los judíos eran asesinados por los Nazis. En algunos de estos países la prohibición incluye a quienes afirman o intentan probar que menos de 6 millones de judíos fueron asesinados por los Nazis.
En ninguno de estos países hay leyes similares que amenacen con encarcelar o amenacen la fortuna de quienes nieguen que muchos gitanos, gays, retrasados mentales, y diversos "desechos de la humanidad" fueran también eliminados por los Nazis asesinos de judíos.
Rápidamente: ¿Qué define a un hipócrita? Respuesta: Una persona que sigue la letra de la ley, pero no su espíritu. Las leyes contra el anti-semitismo son justo eso: leyes contra el anti-semitismo aprobadas por europeos hipócritas con sangre en sus manos de sus genocidios recientes y pasados, y mucha culpabilidad que mitigar en sus corazones y mentes. —Caricaturas e Hipocresía



Ernst Zündel es uno de esos que han sido perseguidos por sostener o intentar probar que menos de 6 millones de judíos fueron asesinados por los Nazis. La tan cacareada libertad de expresión europea aparentemente no se aplica cuando esa opinión concierne a si murieron o no 6 millones de judíos a las manos de los Nazis. Ciertamente se trata de hipocresía.

Esto no es una cuestión de anti-semitismo (aunque algunos dirán que sí lo es). Es una cuestión sobre el derecho a discutir públicamente las pruebas a favor o en contra sobre las afirmaciones sobre cosas que sucedieron o no, o si sucedieron como se nos dice (dicho quizás por gente interesada en representar ciertos eventos históricos de una determinada manera).

El 9 de febrero del 2006, empezó el juicio a Ernst Zündel en Mannheim, Germany.

ErnstJohn Kaminski escribió (cuando Ernst Zündel estaba aún en la cárcel en Canadá, antes de ser deportado a Alemania, donde fue arrestado a su llegada):
Ernst Zündel aún languidece en una cárcel canadiense, en confinamiento solitario, sin muchos de los privilegios básicos de la mayoría de los prisioneros, incluso de los que disfrutan verdaderos criminales. Un verdadero héroe del movimiento revisionista del Holocausto por su destacada oposición a la versión oficial Sionista de la II Guerra Mundial, Zundel fue secuestrado por agentes estadounidenses del INS en febrero [del 2003] con la excusa de no haber acudido a una cita programada [de inmigración] (Zündel asegura que no sabía nada de ella), expulsado a Canadá (donde llevaba residiendo 42 años), y se enfrenta a ser deportado a Alemania donde podría ser encarcelado por largo tiempo, porque en Alemania es ilegal contradecir la versión judía de lo que sucedió durante la II Guerra Mundial.
En su dura prueba en la prisión canadiense, a Zündel no se le permite conocer los cargos contra él, quiénes son los testigos, o incluso cuáles son las acusaciones. Este procedimiento, permitido por la legisilación canadiense anti-terrorista, anula el derecho básico del ordenamiento anglosajón que permite que el acusado conozca los cargos contra él, conocer a sus acusadores y contradecir sus evidencias para poder ejercer su derecho a la defensa. 
Las autoridades canadienses alegan que Zündel, aún no siendio una persona violenta, es un terrorista y apoya graves actos de violencia en Canadá y otros países.
Zündel, un caricaturista premiado, artista y videógrafo, era el revisionista más conocido del Canadá. Por publicar un pequeño folleto tiotulado ¿Realmente murieron Seis Millones? fue procesado en dos ocasiones y condenado por difundir "noticias falsas."
Es importante entender que quienes discuten el relato del Holocausto no niegan que muchos judíos fueron deportados a campos de concentración y a ghettos, y que muchos judíos fueron muertos durante la II Guerra Mundial. Todos los revisionistas serios reconocen que los judíos europeos sufrieron una catástrofe durante los años de Hitler. Fueron desarraigados sin piedad, sacados de sus hogares, apiñados en horribles ghettos y en miserables campos de concentración, donde muchos de ellos murieron. Sus propiedades y derechos les fueron arrebatados.
Concediendo todo esto, los hombres y mujeres que han testificado a favor de Zündel han articulado sus razones para rechazar la idea de que hubo un programa alemán para exterminar a los judíos europeos, y para no creer los relatos sobre matanzas masivas en cámaras de gas.
Así cuando a alguien se le acusa de "negar el Holocausto" uno se tiene que preguntar: ¿Exactamente qué niegan? Si el acusador especifica lo que niega el acusado, entonces quizás se revele que eso no es lo que niega. Pero si realmente lo niega, la pregunta es: ¿Qué pruebas hay de que realmente ocurriera lo que se niega? Esto es una cuestión histórica que ha de contestarse con evidencias históricas. La respuesta no la dan las leyes que declaran ilegal presentar pruebas que "ofenden" a algún grupo religioso o étnico (especialmente si ese grupo se beneficia, o se ha beneficiado, financiera o políticamente, de la supresión de cualquier desafío al punto de vista generalmente aceptado).


Se esté o no de acuerdo con los puntos de vista de Ernst Zündel sobre lo que sucedió durante la II Guerra Mundial, el hecho es que todo tenemos el derecho a expresar nuestras opiniones siempre y cuando esa expresión no sea una incitación a la violencia (y el examen de las evidencias históricas nunca es una incitación a la violencia). Es una enorme violación de los derechos humanos encerrar a Ernst Zündel durante dos años en Canadá y negarle sus derechos básicos por expresar lo que cree (basado en las pruebas presentadas en sus escritos) ser cierto. Es también una grave violación de sus derechos que ahora esté en juicio en Alemania, donde, de ser condenado, probablemente pasaría más años en prisión.

¿De qué tienen miedo los defensores de los "seis millones", para usar el poder del estado alemán para intentar silenciar a aquellos que pueden presentar pruebas en contra?

Quizás están temerosos de un examen público de lo que sucedió entre 1917-1950 (y en particular durante los años 1939-1945) que revelaría que los judíos no fueron los únicos en sufrir. Primero hubo el genocidio armenio. después muchos millones de rusos murieron en las purgas de Stalin en las decadas de los 1920s y 1930s (como consecuencia del derrocamiento de Kerensky por los judíos liderados por Lenin). 

Durante la II Guerra Mundial murieron al menos 22 millones de no combatientes en Europa. ¿Oímos algo de los ucranianos que murieron entonces? ¿De los polacos? ¿De los rusos? ¿De los yugoeslavos? ¿Oímos algo de los nueve millones de alemanes muertos por las políticas de Eisenhower y Morganthau al final de la II Guerra Mundial? No. Solo oímos hablar de "seis millones de judíos" — una y otra vez, como un disco roto.

La cifra de los "seis millones" es la base para la Industria del Holocausto, que no se basa en asegurarse de que la crueldad Nazi no se olvide — sino de extorsionar grandes sumas de dinero a Alemania, Suiza y a cualquier otro país al que se le pueda marcar con la brocha Nazi. 

Alemania ha pagado hasta ahora 60.000 millones de $ y sus políticos continúan postrándose (como hizo Angela Merkel en el parlamento israelí en marzo del 2008). 

A finales de la década de los 1990s el Congreso Judío Mundial consiguió extorsionar $1.25o millones a los bancos suizos.

No se trata de moralidad o justicia, se trata de dinero (mucho dinero) y de avanzar más el Sionismo. Por eso es ilegal en diez países europeos (países en los que los judíos tienen una influencia desproporcionada) cuestionar públicamente el asunto de los "seis millones" — pues de hacerse el público podría darse cuenta de que no hubo (ni hay) nada especial o único en el sufrimiento judío (lo que sería un inconveniente para los sionistas), y ciertamente nada que lo pueda elevar a su estatus actual de dogma quasi-religioso que no puede cuestionarse ni tan solo en sus detalles mínimos sin recibir acusaciones veladas de herejía y demandas de castigo para el hereje que rozan la histeria.

Para más información sobre Ernst Zündel, ver The Zundelsite, incluyendo ¿Quién es Ernst Zündel?.
Ver también:

Comienza un juicio espectáculo digno de Stalin.

El juicio espectáculo a David Irving duró solo un día (20 de febrero del 2006).

La Asamblea General de la ONU adopta una resolución de condena de la negación del Holocausto

— International Herald Tribune, January 26, 2007
Otras páginas relevantes:


Norman Finkelstein on the Holocaust Industry
Mass Starvation of Germans, 1945-1950
Re-Arranging the 20th Century: Allegro, non Troppo
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