La Independiente Digital
(De aquí.)Una verdadera revolución tiene que crear una sociedad con libertad de conciencia Félix Rodrigo Mora, autor de "La Democracia y el triunfo del Estado"–cuya tercera edición está recién estrenada– y "Seis estudios" entre varios otros títulos, acaba de lanzar su último libro "El Giro Estatolátrico". Félix es uno de esos autores que pasan de cuclillas, de boca en boca –su naturalidad y afabilidad son una bocanada de aire fresco– sin embargo el contraste con su obra no podía ser mayor, si “En una época de universal engaño, decir la verdad constituye un acto revolucionario”, aquí tenemos a un coloso de la revolución, contundente, veraz, valiente, trabajador incansable, conferenciante compulsivo, igual habla rodeado de personas de todas las edades y estratos sociales en medio de la calle en una aldea, que en el centro neurálgico de su antítesis, la Universidad.
Escucharle no deja indiferente a nadie. No es común hoy en día en este país encontrar a alguien que hable claro de la historia del sistema Estatal en España, de las tergiversaciones, las motivaciones. Su cosmovisión del sistema es, en estos tiempos turbios que vivimos, indispensable.
Aprovechando que está en Barcelona quedamos con él una tarde soleada en la plaza de la Catedral y nos vamos a pasar la tarde a una cafetería para charlar sobre la amistad, las revoluciones, la Edad Media, cinturones de castidad y la vida como esfuerzo y servicio desinteresado.
Democracia etimológicamente significa “Gobierno del pueblo”, demos es pueblo y cracia Gobierno, por tanto, aplicada la palabra en el sentido exacto, vemos que eso hoy no sucede, es obvio, no hace falta ni siquiera mucho argumento para entender que hoy la sociedad está regida por unas élites hiper-poderosas que lo controlan todo; élites políticas, mediáticas, económicas, empresariales, educativas, militares, judiciales, que son ocho o diez, o quizá doce élites, bastante reducidas numéricamente, que controlan todo, ellas toman todas las decisiones (éstas élites), por tanto el Gobierno actual no es un Gobierno del pueblo, sino es el Gobierno de unas élites. Luego hacen una parodia de participación, que es lo que ellos llaman el Gobierno representativo o Democracia representativa, pero que se reduce a la elección de unos supuestos cargos gobernantes que en realidad no gobiernan, porque aunque los partidos políticos y los políticos profesionales son una gente repelente y odiosa, en realidad ellos son sólo una máscara, quien toma las decisiones y tiene el poder, pues, son la gente que opera en la empresa, la banca, el ejército y los políticos son sólo la máscara, o quizá una cortina, que se cubre como en estas habitaciones antiguas para que no se vieran los trastos, se ponía una cortinita que lo hiciera bonito. La palabra democracia sólo seria auténtica si se buscara una fórmula por la cual la toma de las decisiones la hiciera el conjunto de la población adulta, hombres y mujeres, ya sé que eso es muy difícil, pero las cosas valiosas son muy difíciles, nunca son fáciles.
"La universidad hay que entenderla como lo que es: una parte del aparato de Estado que cumple una función propagandística"
"Una sociedad libre, pero libre con responsabilidad, que es la única manera de ser libre, tiene que ser una sociedad sin Estado"
En tu libro “Seis Estudios” analizas el mundo universitario de manera crítica ¿Podrías hacer un resumen de dicho análisis?
El mundo universitario es analizado, efectivamente, en el capítulo final de “Seis Estudios”, yo pensé mucho en incluir ese capítulo en la forma que está hecho –me llevó todo un verano de trabajo– porque en primer lugar, hoy no existe un movimiento universitario con tal nombre, eso es una cosa de los años 70, lo que sí existe son explosiones como la de anti-Bolonia, que en definitiva pues, son de tipo corporativo, lo que se pretende es mejorar las condiciones laborales de los estudiantes una vez hayan acabado la carrera. A mi, las luchas de este tipo, aún cuando sean justas, me interesan poco porque no pretenden transformar el conjunto de la sociedad, sino simplemente mejorar ciertas cuestiones y hacerla más funcional en conjunto. La universidad hay que entenderla como lo que es: una parte del aparato de Estado que cumple una función propagandística. La universidad es propagandística, no se diferencia mucho del mundo de lo mediático, el mundo de lo mediático va dirigido a todo el mundo, y la universidad a una supuesta élite. Y esto no se cuestiona nunca por parte del movimiento estudiantil, no se cuestiona qué es la universidad, sino sólo de qué manera los estudiantes podemos vivir mejor cuando acabemos la carrera o en el presente.
Por tanto, este no-cuestionamiento para mi lo hace poco válido, es más, yo entiendo que hasta que eso no se haga no se podrá crear un movimiento estudiantil: ahora es muy débil, e incluso la vida cultural ajena a lo académico es muy débil. Hay muy poca vida cultural, muy poca vida política en las universidades, muy poca vida artística, se están allí unos años y la gente lo soporta como puede.
Hace poco leí un informe dónde decía que casi el cuarenta por ciento de los y las universitarias padecen depresión en un grado grave, y a mi no me extraña, porque la universidad es deprimente, con su frialdad, su indiferencia... Bueno, se podrían buscar fórmulas de transformación radical, pero yo prefiero considerar el asunto desde el punto de vista de que la universidad no tiene sentido en una sociedad libre. La gente tiene que ocuparse de la elaboración de ideas en el conjunto de su vida, y ahí yo insisto en la creación de grupos de reflexión, de esto que se llama ahora lluvia de ideas, elaboración de pensamientos, yo en eso creo mucho, a partir de mi experiencia en “Los amigos de Ludd”, es curioso que ahora, toda la gente que formábamos parte de “Los amigos de Ludd”–que no éramos gente especial– ha salido gente realmente preparada que edita en alguna revista... Creo que esa experiencia se podría generalizar, pero no estoy seguro que eso sea hacedero, no tengo mucha esperanza no, la situación en el movimiento universitario es mala. Yo voy bastante a unas y otras universidades, procuro hablar con la gente, escuchar, y bien, solamente cuando se plantee la cuestión numero uno: ¿Qué es la universidad ? ¿A quien sirve ? ¿Qué hace ? ¿Qué son sus productos ? Cada vez lo que se elabora allí es más deficiente, y eso lo tengo bastante claro, lo que yo llamo productos ideológicos.
Hace poco leí un informe dónde decía que casi el cuarenta por ciento de los y las universitarias padecen depresión en un grado grave, y a mi no me extraña, porque la universidad es deprimente, con su frialdad, su indiferencia... Bueno, se podrían buscar fórmulas de transformación radical, pero yo prefiero considerar el asunto desde el punto de vista de que la universidad no tiene sentido en una sociedad libre. La gente tiene que ocuparse de la elaboración de ideas en el conjunto de su vida, y ahí yo insisto en la creación de grupos de reflexión, de esto que se llama ahora lluvia de ideas, elaboración de pensamientos, yo en eso creo mucho, a partir de mi experiencia en “Los amigos de Ludd”, es curioso que ahora, toda la gente que formábamos parte de “Los amigos de Ludd”–que no éramos gente especial– ha salido gente realmente preparada que edita en alguna revista... Creo que esa experiencia se podría generalizar, pero no estoy seguro que eso sea hacedero, no tengo mucha esperanza no, la situación en el movimiento universitario es mala. Yo voy bastante a unas y otras universidades, procuro hablar con la gente, escuchar, y bien, solamente cuando se plantee la cuestión numero uno: ¿Qué es la universidad ? ¿A quien sirve ? ¿Qué hace ? ¿Qué son sus productos ? Cada vez lo que se elabora allí es más deficiente, y eso lo tengo bastante claro, lo que yo llamo productos ideológicos.
¿ Cuál es tu opinión sobre la educación en el hogar, por parte de la propia familia ? ¿Crees que la educación primaria debería ser una opción libre y no obligatoria como es en el caso del territorio español ?
Por supuesto, la educación tendría que ser libre, la imposición de la escuela estatal es una cosa intolerable, porque la decisión fundamental sobre los hijos y las hijas, la debe de tener la familia, y no digo sólo el padre y la madre, sino toda la familia, incluso los abuelos, los tios... o sea la familia extensa...¡y hasta los vecinos! Por supuesto, esto tendría que admitirse, creo que en algunos casos se semi-acepta y hace poco han sacado un libro, precisamente un amigo mio –que tiene una pequeña editorial y ha editado a una mujer francesa un libro de auto-educación en el hogar, no me acuerdo del título ahora exactamente– él tiene un hijo que nunca ha ido al colegio, el niño tendrá ahora doce o trece años y él y su compañera se han encargado de educar al niño.
De todos modos, para mi sería mejor la opción de una educación de tipo colectivo, en que se eligiera, junto con otros niños y niñas, el temario, la forma, o incluso en algún caso las personas, que no tiene por qué ser una sola persona en el sentido de siempre, sino que puede combinarse, encargándose los propios padres y madres también, eso tal vez incluiría un elemento de colectivismo y vida colectiva que si el niño se queda en casa no tiene. Eso está claro, pero a veces esto es difícil de hacer, porque la gente no sabe donde dejar a los niños, muchas veces se llevan al colegio porque en algún sitio hay que dejarlos mientras vas al trabajo. Pero claro, los elementos negativos de la escuela primaria están claros.
Aunque yo me preocupo más siempre de la universidad. A mi me ha interesado más digamos la vida adulta, yo considero que una persona es adulta desde los catorce años, aunque aquí ahora la gente está muy infantilizada, y en la enseñanza media pues todavía siguen siendo niños, son más adultos cuando llegan a la universidad. Sobre la cuestión de la escuela primaria, pues no tengo una opinión muy formada, no es algo que me haya suscitado mucha atención, aunque reconozco que en este asunto hay una cuestión de primerísima importancia, porque quizá el carácter de una persona está formado ya a los ocho o diez años, luego ya todo lo que hay es añadidos, añadidos cuantitativos o ampliaciones, pero el carácter o la manera de ser se forma muy pronto en el ser humano, antes de la llegada de la edad adulta.
De la universidad a mi me preocupa más quizá el profesorado que el alumnado, la función de la universidad como creadora de productos intelectuales, de contenidos, porque, no nos engañemos, lo que la gente ve en televisión o en medios de difusión masivos, si se buscan las raices, acaban en la universidad, en la universidad se hacen cosas muy perversas por parte del profesorado. Por ejemplo, toda la publicidad comercial, que es una forma, quizá de las peores, de adoctrinamiento de masas, está hecha desde cátedras universitarias que se dedican a esto de los creativos, y ellos son los que aportan las orientaciones, porque no podemos olvidar que la publicidad son consignas, consignas que moldean las mentes para seleccionar una conducta determinada, y no sólo para vender, vender es una parte, hay que crear primero el hábito del consumo y una idea sobre la vida para que la venta sea adecuada, no es solo compre esto o vaya a tal sitio, entonces en ese sentido yo me enfrento con la universidad como un centro de elaboración de ideas que a mi ver son inquietantes. Aunque no siempre, de vez en cuando claro, como no, uno encuentra en la universidad cosas muy interesantes y personas que trabajan allí que hacen aportaciones, pero son una minoría.
"Los individuos no maduran porque el Estado está ahí, sustituyéndolos, es como un padre, un padre que luego cuando se enfada se pone violento y pega palizas a la gente."
"La Revolución Francesa es un crecimiento del Estado, del aparato funcionarial, de los impuestos cobrados, acaba en una cosa horrible que es Napoleón."
"Es necesario que el poso que hay todavía de todo este izquierdismo rancio desaparezca."
¿Cuál es la naturaleza histórica y en esencia del Estado y que funciones realiza? ¿Con que objetivos se creó y que concepción social y política existía antes de su creación?
El Estado, yo no he entrado mucho en su origen en el pasado. Si sé cuando se creó aquí, pero en otros sitios de Asia, por ejemplo, existe el Estado desde hace miles de años. Nuestro Estado actual es una creación de los siglos XIII-XIV, antes existía el Estado Romano, el estado Visigodo, el estado Islámico, después hay un colapso, una pérdida en la alta Edad Media en el norte de la Península; y hay un consenso, creo que en eso estamos de acuerdo mucha gente, de que el Estado actual se crea en los siglos XIII-XIV. Sobre todo el Estado Castellano que luego será el Estado Español, en el que se disuelve lo que era el Estado de la Corona de Aragón y por lo tanto el Estado Catalán se va disolviendo a partir del siglo XV, lo absorbe el Estado. Aunque eso es una cuestión complicada, que no tengo muy clara. La esencia del Estado es múltiple. Hay autores que definen el Estado como fuerza, hay un polítólogo alemán de principios de siglo, Otto Hintze, a mí me ayudó mucho la lectura de Hintze, él define al Estado sobre todo como ejército, y también va por ahí Max Webber, que dice que el Estado es el que ejerce el monopolio legal de la violencia, quien tiene el poder de ejercer la violencia a través del ejército y la policía es el Estado. Pero esa cuestión es restrictiva por mucho que esto sea verdad: que el Estado sobretodo es un aparato militar. Luego cumple más funciones, cumple una función educativa, una función ideológica, por ejemplo.
Todos los Estados hasta ahora siempre han tenido una religión, íntimamente vinculada, ahora ya como la religión en occidente ha decaído necesitan unos aparatos de adoctrinamiento. Hay que tener en cuenta que todo el mundo mediático está muy subvencionado, no solamente la prensa está subvencionada, sino las televisiones, toda la industria del espectáculo y del ocio está muy subvencionada, y lo está desde que existe.
El Estado, yo no he entrado mucho en su origen en el pasado. Si sé cuando se creó aquí, pero en otros sitios de Asia, por ejemplo, existe el Estado desde hace miles de años. Nuestro Estado actual es una creación de los siglos XIII-XIV, antes existía el Estado Romano, el estado Visigodo, el estado Islámico, después hay un colapso, una pérdida en la alta Edad Media en el norte de la Península; y hay un consenso, creo que en eso estamos de acuerdo mucha gente, de que el Estado actual se crea en los siglos XIII-XIV. Sobre todo el Estado Castellano que luego será el Estado Español, en el que se disuelve lo que era el Estado de la Corona de Aragón y por lo tanto el Estado Catalán se va disolviendo a partir del siglo XV, lo absorbe el Estado. Aunque eso es una cuestión complicada, que no tengo muy clara. La esencia del Estado es múltiple. Hay autores que definen el Estado como fuerza, hay un polítólogo alemán de principios de siglo, Otto Hintze, a mí me ayudó mucho la lectura de Hintze, él define al Estado sobre todo como ejército, y también va por ahí Max Webber, que dice que el Estado es el que ejerce el monopolio legal de la violencia, quien tiene el poder de ejercer la violencia a través del ejército y la policía es el Estado. Pero esa cuestión es restrictiva por mucho que esto sea verdad: que el Estado sobretodo es un aparato militar. Luego cumple más funciones, cumple una función educativa, una función ideológica, por ejemplo.
Todos los Estados hasta ahora siempre han tenido una religión, íntimamente vinculada, ahora ya como la religión en occidente ha decaído necesitan unos aparatos de adoctrinamiento. Hay que tener en cuenta que todo el mundo mediático está muy subvencionado, no solamente la prensa está subvencionada, sino las televisiones, toda la industria del espectáculo y del ocio está muy subvencionada, y lo está desde que existe.
Por tanto, el Estado cumple estas funciones, también una función económica, legislativa; por ejemplo, establece políticas arancelarias, políticas monetarias, la política laboral, las leyes sobre las relaciones laborales las establece el Estado, te dicen cuál es el salario mínimo y todo esto, ahora lo están revisando para la cuestión de las pensiones. Por lo tanto podríamos decir que la esencia del Estado es: que sustituye a la sociedad civil en la toma de decisiones, hay una toma de decisiones que hace el Estado y que no hace la sociedad civil. La sociedad civil, como mucho, puede protestar en la calle, elegir a este u otro partido, pero no tiene capacidad de elegir a lo que es el meollo del Estado, tampoco a los grandes cuerpos de funcionarios con sus dieciseis ministerios.
Cuando nosotros vemos como ha evolucionado la sociedad, por ejemplo en la agricultura –que yo la he estudiado mucho desde hace muchos años– pues tienes que entenderlo desde el Ministerio de Agricultura, o sea, pasa esto porque el Ministerio de Agricultura saca un conjunto de leyes. En los años 20 en España se introduce el cultivo de remolacha azucarera, que antes no existía, porque el Estado decide que hay que hacerlo por una metas estratégicas. Ahora se promueve el maíz transgénico por ley, porque hay que hacer la competencia a Estados Unidos para no quedarse estratégicamente demasiado dependientes de ellos en pienso. También se trae mucho maíz transgénico de fuera... y no transgénico. Por tanto, la función del Estado es, en condiciones normales, la toma de decisiones. Esto crea una minoría de edad de la sociedad, la sociedad no madura y los individuos no maduran porque el Estado está ahí, sustituyéndolo, es como un padre, un padre que luego cuando se enfada se pone violento y pega palizas a la gente. Esto sucede aquí en la Guerra Civil, que está mal explicada, no es una guerra del fascismo contra el pueblo, sino del Estado contra el pueblo, el fascismo era sólo una política. Ya anteriormente sin acudir a eso, por ejemplo en el verano de 1873, como Primera República hay una movilización muy fuerte de la gente, sobre todo en Cataluña, entonces el Estado interviene y mata a bastante gente. Todo esto se ha tapado mucho, a ver si se hace un buen libro sobre este asunto, sobre el verano aquel famoso. Y entonces en la Guerra Civil es lo mismo, el franquismo no es más que el Estado. Hay que tener en cuenta que Franco es el jefe del ejército, y detrás de él no solo va el ejército, va la mayoría de la policía, casi todo el poder judicial, y los altos funcionarios, los cuerpos de altos funcionarios son decisivos, el cuerpo diplomático, el cuerpo de registradores de la propiedad.
Hay una serie de altos cuerpos y sobre esto es muy difícil encontrar información, yo tardé muchísimo en encontrarlo, ellos operan en la sombra, tienes que mover muchos libros y papeles para enterarte. Son cuerpos que se coactan a sí mismos, ellos tienen un sistema y tienes que cumplir una normativa muy estricta para formar parte de ese cuerpo. Luego tienen unos ingresos muy fuertes directos, pero también indirectos, ellos tienen a su servicio muchos edificios del Estado, desde casas de recreo, aviones, o sea que no es solamente el salario que les puedan dar sino que tienen a su servicio una parte importante. Otra parte del aparato de Estado es los partidos políticos, que ahora estan en muy mal momento, son muy odiados, y ellos viven de su presupuesto, es enorme, ahora estoy hablando de memoria, pero son muchos miles de millones de euros legales, luego hay una parte alegal y otra parte ilegal. Ellos son un cuerpo específico de funcionarios del Estado. El Estado crea una situación de crisis social permanente porque la gente no madura suficientemente al no hacerse cargo de todas las funciones, se nos mantiene en una especie de infantilismo creciente a medida que el Estado aumenta.
Cuando nosotros vemos como ha evolucionado la sociedad, por ejemplo en la agricultura –que yo la he estudiado mucho desde hace muchos años– pues tienes que entenderlo desde el Ministerio de Agricultura, o sea, pasa esto porque el Ministerio de Agricultura saca un conjunto de leyes. En los años 20 en España se introduce el cultivo de remolacha azucarera, que antes no existía, porque el Estado decide que hay que hacerlo por una metas estratégicas. Ahora se promueve el maíz transgénico por ley, porque hay que hacer la competencia a Estados Unidos para no quedarse estratégicamente demasiado dependientes de ellos en pienso. También se trae mucho maíz transgénico de fuera... y no transgénico. Por tanto, la función del Estado es, en condiciones normales, la toma de decisiones. Esto crea una minoría de edad de la sociedad, la sociedad no madura y los individuos no maduran porque el Estado está ahí, sustituyéndolo, es como un padre, un padre que luego cuando se enfada se pone violento y pega palizas a la gente. Esto sucede aquí en la Guerra Civil, que está mal explicada, no es una guerra del fascismo contra el pueblo, sino del Estado contra el pueblo, el fascismo era sólo una política. Ya anteriormente sin acudir a eso, por ejemplo en el verano de 1873, como Primera República hay una movilización muy fuerte de la gente, sobre todo en Cataluña, entonces el Estado interviene y mata a bastante gente. Todo esto se ha tapado mucho, a ver si se hace un buen libro sobre este asunto, sobre el verano aquel famoso. Y entonces en la Guerra Civil es lo mismo, el franquismo no es más que el Estado. Hay que tener en cuenta que Franco es el jefe del ejército, y detrás de él no solo va el ejército, va la mayoría de la policía, casi todo el poder judicial, y los altos funcionarios, los cuerpos de altos funcionarios son decisivos, el cuerpo diplomático, el cuerpo de registradores de la propiedad.
Hay una serie de altos cuerpos y sobre esto es muy difícil encontrar información, yo tardé muchísimo en encontrarlo, ellos operan en la sombra, tienes que mover muchos libros y papeles para enterarte. Son cuerpos que se coactan a sí mismos, ellos tienen un sistema y tienes que cumplir una normativa muy estricta para formar parte de ese cuerpo. Luego tienen unos ingresos muy fuertes directos, pero también indirectos, ellos tienen a su servicio muchos edificios del Estado, desde casas de recreo, aviones, o sea que no es solamente el salario que les puedan dar sino que tienen a su servicio una parte importante. Otra parte del aparato de Estado es los partidos políticos, que ahora estan en muy mal momento, son muy odiados, y ellos viven de su presupuesto, es enorme, ahora estoy hablando de memoria, pero son muchos miles de millones de euros legales, luego hay una parte alegal y otra parte ilegal. Ellos son un cuerpo específico de funcionarios del Estado. El Estado crea una situación de crisis social permanente porque la gente no madura suficientemente al no hacerse cargo de todas las funciones, se nos mantiene en una especie de infantilismo creciente a medida que el Estado aumenta.
Por ejemplo, el estado del bienestar es la forma máxima del intervencionismo del Estado, en la cual al individuo se le ahogan sus cualidades personales, de todo tipo. Como yo digo, lo que no se ejercita se atrofia, entonces, si no se ejercita la toma de decisiones, se atrofia. Una sociedad libre tendría que ser también una sociedad muy plural, muy variada puesto que el ser humano es variado, mientras que la normativa Estatal todo lo centraliza “¡esto es así y sólo hay una norma!” Casi todas las leyes son una para todos, tienen pequeñas variantes en las autonomías pero que son muy pequeñas, vas a mirar y se diferencian en poco. Por tanto, una sociedad libre, pero libre con responsabilidad, que es la única manera de ser libre, tiene que ser una sociedad sin Estado. Yo esto, cuando me di cuenta más claramente es al ver como el Estado había destruido el mundo rural tradicional. Eso lo estudié mucho, mucho más de lo que aparece en mi libro “Naturaleza Ruralidad y Civilización” yo tengo todavía montañas de papeles.
En cuanto a la segunda pregunta, los objetivos del Estado, bien, es la cuestión del poder, parece mentira pero hay algo perverso en el ser humano por la importancia que le da al poder. Nos tenemos que dar cuenta que las riquezas sólo es poder económico. Entonces un señor que es multimillonario, a parte de las satisfacciones, como diria yo, sensuales que se pueda dar con su riqueza –que algunos no se la dan porque trabajan dieciseis horas– lo único que hacen es proporcionarte una capacidad de mando sobre los demás. Puedes invertir aquí, invertir allá, imponer unas normas de trabajo, o desinvertir y llevarte la fábrica a otro sitio si no te gusta.
En cuanto a la segunda pregunta, los objetivos del Estado, bien, es la cuestión del poder, parece mentira pero hay algo perverso en el ser humano por la importancia que le da al poder. Nos tenemos que dar cuenta que las riquezas sólo es poder económico. Entonces un señor que es multimillonario, a parte de las satisfacciones, como diria yo, sensuales que se pueda dar con su riqueza –que algunos no se la dan porque trabajan dieciseis horas– lo único que hacen es proporcionarte una capacidad de mando sobre los demás. Puedes invertir aquí, invertir allá, imponer unas normas de trabajo, o desinvertir y llevarte la fábrica a otro sitio si no te gusta.
El Estado es una forma de poder y la función suya es mandar, esto es lo que hace años se llamaba la erótica del poder, pero en los políticos se encuentra un gusto perverso en mandar en los demás. Esto es una perversión de la mente, porque, por ejemplo en las sociedades anteriores, en las sociedades sin Estado, la satisfacción fundamental está en la colaboración con los otros, eso produce una satisfacción. Todavía nos queda algo, cuándo estamos con unos amigos a los que queremos, o familiares, entonces allí encontramos la satisfacción de querer, procuramos no ser impositivos, queremos que las cosas se busquen por consenso, a veces incluso pensando que tenemos razón nos callamos y así debe ser. Entonces, esos son los restos que quedan de una sociedad sin Estado. Con Estado no puede ser así, porque el Estado tiene un elemento coercitivo, que esta ahí. Las sociedades anteriores al liberalismo en el Estado Español no eran exactamente sociedades sin Estado, sino sociedades en donde el Estado era muy débil, sobre todo hasta el siglo XVIII. La capacidad que tenia el Estado de imponer, sus dos funciones digamos eran imponer normas de conducta y prohibir, hay leyes impositivas y leyes prohibitivas. Por eso cuando yo me opongo a la revolución liberal, no me opongo porque antes no hubiera Estado sino porque hay un crecimiento del Estado, cualitativo y cuantitativo, hay un desarrollo muy rápido, pero claro, antes también había Estado, yo me opongo a la Revolución Liberal, no porque defienda la anterior, sino porque creo que en algún momento las clases populares, que eran antes rurales –el noventa y cinco por ciento de la gente en algunos territorios vivía en el campo, o el noventa en otros, en Cataluña, si nos situamos en el mil ochocientos, quizá fuera el noventa por ciento– pues tendrían que haber tenido lucidez y valor y acabar con la forma de Estado precedente, con el Estado del siglo XVIII, que era más fácil, era muy débil, sobre todo en el terreno administrativo, tenia muy poca capacidad de intervención, no tenia un sistema educativo propio, bueno, lo podía tener la iglesia, pero en muchos sitios los niños se educaban en casa. Entonces, había Estado pero era un Estado débil, y lo que se tenia que haber hecho es acabar con él.
Por algún motivo que no he conseguido averiguar, en las sociedades pre-liberales, o sea pre-modernas, para mí liberal, moderno y capitalista son sinónimos, bueno no exactamente, pero es la misma cosa en diversas caras, pues esto no tiene lugar, se podía haber hecho, incluso se podía haber hecho sobretodo en el siglo XII o siglo XIII, es el momento cuando más que Estado había una cosa muy embrionaria. Pero no se hizo, entonces el Estado ha ido creciendo y creciendo, hasta que ahora ya , lo característico de las sociedades actuales es su hiper-estatización, en todas partes. Por ejemplo, el estado del bienestar la gente cree que es una cosa de Europa, y muchos países del Tercer Mundo lo están montando, Marruecos, Indonesia, se está empezando allí. Hace poco leí un artículo que citaba ocho países de lo que nosotros llamamos Tercer Mundo, que estaban creando ya su Estado de bienestar según el modelo Europeo, claro todavía muy embrionario, pero, si les dejan en cuarenta o cincuenta años, o quizá menos ya estará desarrollado.
Claro, de siempre el Estado ha sido enemigo de la libertad, otra gente piensa que no, otra gente piensa que el Estado garantiza la libertad, porque tiene una policía que te protege, un sistema de leyes... pero yo pienso que un sistema de leyes también lo puede hacer la gente, reunida en asambleas, como se hacia en los fueros y cartas medievales, que se redactaban por el vecindario y en vez de que te tengan que proteger, que eso suena fatal, porque claro, quien te protege te ofende, lo lógico es una auto protección. Yo no creo en la bondad de la especie humana, pues quizá siempre haya gente que atente contra la libertad, no tengo una visión idílica, pero es mejor que nos auto-protejamos, y además, el Estado te protege de ¿qué? Yo hablaba hace poco con una mujer de un pueblo de Navarra, muy mayor y me decía que cuando ella era niña no pasaba nada en el pueblo “ni siquiera cerrábamos las puertas por la noche, a veces ni las entornábamos, simplemente si hacia frio la cerrabas y en verano la dejabas abierta, la gente entraba y salia de las casas, no teníamos ninguna noción de que nadie nos fuera a hacer nada, eso es ahora, ahora es cuando tenemos miedo, de lo que nos puedan hacer, a otra gente, a que nos roben, a que entren en casa, por lo tanto no necesitábamos para nada a la guardia civil” : estaba ahí para lo que estaba, para cumplir una función coercitiva, frente a las leyes de caza, de pesca, lo que era pagar impuestos, sobre todo. Durante mucho tiempo la función principal de la guardia civil fue recaudar tributos. El Estado necesitaba dinero y la Guardia Civil iba a cobrarlo por ahí y a veces de forma muy violenta. Ahora ya, como te tienen más controlado por los bancos pues te cobran directamente, hay un procedimiento, pero antes era más difícil, tenias que dar el dinero en metálico, iban casa por casa, me refiero antes de la Guerra Civil, incluso todavía un poco en los años cuarenta.
"Ahora está de moda decir: todo esto es una porquería... Y ¿que ganas diciendo que esto es una porquería? ¿Y que haces? Diseña una sociedad que te guste como substitución ¿no?"
"Hay que profundizar desde la crítica a los partidos hasta la crítica del sistema en su conjunto"
"Es curioso que cuando Franco vuelve a la misoginia pura y dura, no se inventa leyes nuevas, vuelve al código civil de 1889"
La concepción popular sobre la Edad Media, transmitida por los textos escolares y los medios de comunicación e información, corresponde a una sociedad con muchas menos libertades que nuestra sociedad actual. Según tus estudios e investigaciones, ¿es eso así realmente o por el contrario hay un elemento de mitificación en la concepción de dicha época ?
Bueno, sobre eso hay opiniones. La Edad Media es una época muy difícil de entender, sobre todo porque sobre ella se ha arrojado aquel estigma de la edad oscura, aunque eso ahora ya no se dice, se cortaron un poco y ya no se dice, pero se ha dicho hasta hace poco.
En primer lugar la Edad Media tiene tres partes; la alta Edad Media, incluso seria la primera parte de la alta Edad Media, hasta el siglo VII, luego sería la alta Edad Media, hasta el siglo VIII – IX, la Edad Media central, que serian los siglos X, XI, XII y XIII, y la baja Edad Media. Para mi la más interesante para la Península ibérica, es lo que seria la Alta Edad Media B, o sea siglos VIII , IX, X. Pero la cronología no es uniforme en toda Europa. Una cuestión de la idea de la Edad Media académica es que la hace uniforme, o sea te dice, lo mismo es en Alemania, que en la Península Ibérica, que en Irlanda, y no, hay una gran diversidad. No se puede aplicar nada prácticamente de lo que se diga en Alemania en la Península Ibérica. Hay una autora muy buena –tiene un libro que se llama “ Zamora en el siglo X”– que se dedica a estudiar la condición de la mujer en Zamora en el siglo X, imagínate tú si ha llovido, y ella dice, “no, las cosas del centro de Europa no son aplicables en la Península Ibérica.”
Para mi, la Edad Media sobre todo son los siglos VIII – X. Lo que yo digo en parte lo defiende otra gente, por ejemplo aquí en Catalunya hay una escuela de historiadores que admite que en ese período hay una comunidad campesina bastante soberana, que tiene comunales, y que toma decisiones sobre ello. Pero luego ellos dicen que a partir del año mil todo eso cambia. Yo creo que no, y eso es una cosa que han cogido de una escuela de historiadores Franceses, que yo no se si es verdad o mentira para el Estado Francés, pero aquí no es verdad. Aquí hay un ritmo distinto, hay unas variantes que están vinculadas a muchas particularidades de la Península Ibérica, voy a poner dos: aquí el siglo XIX es un siglo de guerras, en Francia no ¿eso porque? Y aquí hay una guerra civil que en Francia no la hay. Hay otra tercera particularidad, toda Europa se enzarza en dos guerras mundiales mientras que España no participa. Eso indica unas particularidades muy profundas de la historia que vienen muy de lejos. Eso ya lo decía Ortega, tiene un texto que dice: “La clave de la historia de España, en su lenguaje España, está en la Edad Media.” Yo estoy de acuerdo pero de otra manera porque Ortega era bastante facha y yo no, pero estamos de acuerdo que allí está quizá la clave, incluso hasta de acontecimientos muy actuales, hay una continuidad, los pueblos tienen continuidades.
La revolución liberal se hace contra la Edad Media en definitiva, y entonces se crea una escuela de denigración, hay que denigrarla, sobre todo en Francia, que es la escuela Jacobina, también para ocultar sus crímenes. Y luego se hacen cosas como por ejemplo, toda esta historieta del derecho de pernada –esto lo hizo un historiador francés– o jus primae noctis, supuestamente el derecho de los señores feudales a dormir con la novia la primera noche, el derecho de pernada y también todo esto del cinturón de castidad, todas estas cositas... Hay un historiador por ahí muy bueno que dice: “todo esto se inventa en el siglo XIX para ocultar el hecho puro y duro que los capataces y jefes de las grandes empresas dónde trabajaban mujeres las violaban en masa, entonces para ocultar este hecho se inventan todas estas historietas que no tienen base.” Bueno, parece que cinturón de castidad sólo hay uno en Italia y es del siglo XV, que ya estamos en el Renacimiento, y no se sabe bien lo que es, parece ser un artilugio que apareció en una momia de mujer. Luego una experta en el asunto me ilustró, yo no tenia ni idea pero parece ser que hoy en dia se comercializan... incluso me dió una web donde se pueden encontrar, la perdí claro ¡para que quiero yo un cinturón de castidad!
La Edad Media aquí es un período interesante porque en él se crea la sociedad rural popular tradicional que va a desaparecer hace treinta años, quizá hace veinte en Galicia.Y quienes lanzan tantos dardos y venablos contra ella, bueno pues el mundo rural es una continuidad suya, hay en este sentido continuidad y quienes lo hemos vivido, yo lo he vivido, nos ha parecido bastante bueno, y si quereis entrar en mi página buscar el texto este del hombre gallego, que está escrito con el corazón, yo lo colgué porque me pareció buenísimo, bueno este hombre tendrá ahora cuarenta años, él lo vive, cuenta cómo se tienen que ir de la aldea a la Coruña y cuenta que para ellos eso fue un desastre, una tragedia personal y cuenta como en Galicia el veinticinco por ciento de las mujeres se hundió en la depresión; estoy hablando de los años 80. A mi me gustó mucho porque es asombroso que las cosas que él cuenta coinciden con mi experiencia personal totalmente, hasta en detalles ¿Que es ahora mi aldea? Mi aldea es solo un polígono industrial horroroso, como el pueblo de mi padre, han puesto ahí una explotación de pizarra, llegas y dices, esto antes era un pueblo y ahora este lugar es un horror, yo hace casi treinta años que no voy porque si fuera no soportaría el choque, paso por al lado y no entro a verlo, no lo soportaría. Entonces la comprensión del mundo rural es complicada, es difícil. El único autor del ruralismo bueno que queda, que es Santiago Araúz de Robles, escribe sobre unos pueblos de la provincia de Guadalajara, a Santiago yo le conozco, le conozco porque le felicité por su maravilloso libro, el tendrá ahora setenta y tantos años, y él escribió “ Los pueblos también están abandonados.” Y claro, ante todo esto, ellos no saben muy bien que decir, inventaron aquello del feudalismo en la Edad Media, ya Sanchez Dragó nos dijo que en la Península Ibérica no había habido feudalismo, eso es verdad.
Hay muchos libros, y claro se ha creado un mito de una Edad Media horripilante. Mi intención no es una defensa cerrada, yo creo que el mundo rural tradicional tenia fallos grandes, estructurales, que intento explicar en mis libros, que no se han entendido, porque quizá la gente quiere fallos concretos, y no, eran fallos de meta-estructura, en la última concepción no era una sociedad ideal, una sociedad que sea convivencial tiene un problema, ya que una sociedad no puede ser sólo convivencial, tiene que ser también reflexiva, si no hay una idea de verdad que guíe a esa sociedad, entonces esa sociedad se derrumbará, porque no es capaz de utilizar suficientemente el entendimiento. Eso es un fallo, pero claro a la gente no se le ocurre pensarlo. En la medida que su base era religiosa, porque la verdad era la religión, no la verdad reflexionada, hay un fallo ahí estructural, y había más fallos. El hecho mismo de que ellos no quisieran nunca poner fin al embrión de Estado, que era la Corona, aunque no está muy claro que en la Alta Edad Media hubiera una Corona, ahora hay una escuela de historiadores que lo niega. A mi me gustaría que surgiera en la universidad alguien que fuera imparcial frente a la Edad Media, que fueran imparciales, que no fueran siempre a por todo el chorro de cieno, cuando aquí hay instituciones, vale, sería muy malo pero el concejo existía, a ver ¿dónde hay aquí una asamblea donde la gente tome decisiones fundamentales?... además, había una asamblea muy formalizada, porque aquello no era una asamblea de éstas de facultad, sino era un sitio muy formalizado, se tocaba la campana, se reunían, se votaba a mano alzada... yo he leído actas de reuniones del concejo en el siglo XVIII y son impresionantes, se anotaba tantos a favor, tantos en contra y tantos se abstiene; se hace esto, punto. Que me digan ahora donde hay eso. Sitios dónde el noventa y tantos por ciento de la tierra era comunal, y luego claro, la concepción que había detrás de esto, una concepción convivencialista. Pero el asunto de la Edad Media tendrá mucho que debatir, a mi me gustaría hacer una contestación general y quizá la haga, porque mi libro no es una contestación a la gente que dice cosas porque no acabaría nunca, mi libro es una investigación en sí misma. Dicen tantas cosas, yo leo cientos de versiones y a cuál más estúpida, y además incoherentes entre ellas, es como en lo del Pallars Sobirà, uno dice : “no, no, el campesinado estuvo muy de acuerdo con la privatización del comunal” y parece que el autor que yo he leído está de acuerdo, pero luego le dedica un capítulo que se llama “ La resistencia vecinal a la privatización del comunal”, pues entonces ¿en que quedamos? ¿estás a favor o estás en contra? porque me estoy haciendo un lío, no digas una cosa en la página cincuenta y otra en la página cien. Pero bueno, es lo normal...
La revolución liberal se hace contra la Edad Media en definitiva, y entonces se crea una escuela de denigración, hay que denigrarla, sobre todo en Francia, que es la escuela Jacobina, también para ocultar sus crímenes. Y luego se hacen cosas como por ejemplo, toda esta historieta del derecho de pernada –esto lo hizo un historiador francés– o jus primae noctis, supuestamente el derecho de los señores feudales a dormir con la novia la primera noche, el derecho de pernada y también todo esto del cinturón de castidad, todas estas cositas... Hay un historiador por ahí muy bueno que dice: “todo esto se inventa en el siglo XIX para ocultar el hecho puro y duro que los capataces y jefes de las grandes empresas dónde trabajaban mujeres las violaban en masa, entonces para ocultar este hecho se inventan todas estas historietas que no tienen base.” Bueno, parece que cinturón de castidad sólo hay uno en Italia y es del siglo XV, que ya estamos en el Renacimiento, y no se sabe bien lo que es, parece ser un artilugio que apareció en una momia de mujer. Luego una experta en el asunto me ilustró, yo no tenia ni idea pero parece ser que hoy en dia se comercializan... incluso me dió una web donde se pueden encontrar, la perdí claro ¡para que quiero yo un cinturón de castidad!
La Edad Media aquí es un período interesante porque en él se crea la sociedad rural popular tradicional que va a desaparecer hace treinta años, quizá hace veinte en Galicia.Y quienes lanzan tantos dardos y venablos contra ella, bueno pues el mundo rural es una continuidad suya, hay en este sentido continuidad y quienes lo hemos vivido, yo lo he vivido, nos ha parecido bastante bueno, y si quereis entrar en mi página buscar el texto este del hombre gallego, que está escrito con el corazón, yo lo colgué porque me pareció buenísimo, bueno este hombre tendrá ahora cuarenta años, él lo vive, cuenta cómo se tienen que ir de la aldea a la Coruña y cuenta que para ellos eso fue un desastre, una tragedia personal y cuenta como en Galicia el veinticinco por ciento de las mujeres se hundió en la depresión; estoy hablando de los años 80. A mi me gustó mucho porque es asombroso que las cosas que él cuenta coinciden con mi experiencia personal totalmente, hasta en detalles ¿Que es ahora mi aldea? Mi aldea es solo un polígono industrial horroroso, como el pueblo de mi padre, han puesto ahí una explotación de pizarra, llegas y dices, esto antes era un pueblo y ahora este lugar es un horror, yo hace casi treinta años que no voy porque si fuera no soportaría el choque, paso por al lado y no entro a verlo, no lo soportaría. Entonces la comprensión del mundo rural es complicada, es difícil. El único autor del ruralismo bueno que queda, que es Santiago Araúz de Robles, escribe sobre unos pueblos de la provincia de Guadalajara, a Santiago yo le conozco, le conozco porque le felicité por su maravilloso libro, el tendrá ahora setenta y tantos años, y él escribió “ Los pueblos también están abandonados.” Y claro, ante todo esto, ellos no saben muy bien que decir, inventaron aquello del feudalismo en la Edad Media, ya Sanchez Dragó nos dijo que en la Península Ibérica no había habido feudalismo, eso es verdad.
Hay muchos libros, y claro se ha creado un mito de una Edad Media horripilante. Mi intención no es una defensa cerrada, yo creo que el mundo rural tradicional tenia fallos grandes, estructurales, que intento explicar en mis libros, que no se han entendido, porque quizá la gente quiere fallos concretos, y no, eran fallos de meta-estructura, en la última concepción no era una sociedad ideal, una sociedad que sea convivencial tiene un problema, ya que una sociedad no puede ser sólo convivencial, tiene que ser también reflexiva, si no hay una idea de verdad que guíe a esa sociedad, entonces esa sociedad se derrumbará, porque no es capaz de utilizar suficientemente el entendimiento. Eso es un fallo, pero claro a la gente no se le ocurre pensarlo. En la medida que su base era religiosa, porque la verdad era la religión, no la verdad reflexionada, hay un fallo ahí estructural, y había más fallos. El hecho mismo de que ellos no quisieran nunca poner fin al embrión de Estado, que era la Corona, aunque no está muy claro que en la Alta Edad Media hubiera una Corona, ahora hay una escuela de historiadores que lo niega. A mi me gustaría que surgiera en la universidad alguien que fuera imparcial frente a la Edad Media, que fueran imparciales, que no fueran siempre a por todo el chorro de cieno, cuando aquí hay instituciones, vale, sería muy malo pero el concejo existía, a ver ¿dónde hay aquí una asamblea donde la gente tome decisiones fundamentales?... además, había una asamblea muy formalizada, porque aquello no era una asamblea de éstas de facultad, sino era un sitio muy formalizado, se tocaba la campana, se reunían, se votaba a mano alzada... yo he leído actas de reuniones del concejo en el siglo XVIII y son impresionantes, se anotaba tantos a favor, tantos en contra y tantos se abstiene; se hace esto, punto. Que me digan ahora donde hay eso. Sitios dónde el noventa y tantos por ciento de la tierra era comunal, y luego claro, la concepción que había detrás de esto, una concepción convivencialista. Pero el asunto de la Edad Media tendrá mucho que debatir, a mi me gustaría hacer una contestación general y quizá la haga, porque mi libro no es una contestación a la gente que dice cosas porque no acabaría nunca, mi libro es una investigación en sí misma. Dicen tantas cosas, yo leo cientos de versiones y a cuál más estúpida, y además incoherentes entre ellas, es como en lo del Pallars Sobirà, uno dice : “no, no, el campesinado estuvo muy de acuerdo con la privatización del comunal” y parece que el autor que yo he leído está de acuerdo, pero luego le dedica un capítulo que se llama “ La resistencia vecinal a la privatización del comunal”, pues entonces ¿en que quedamos? ¿estás a favor o estás en contra? porque me estoy haciendo un lío, no digas una cosa en la página cincuenta y otra en la página cien. Pero bueno, es lo normal...
Y ahora pues, a veces me achuchan mucho, llegan feministas a las charlas y me dicen: “no, es que la situación de la mujer...” y yo ahora estoy metido en el lio de recopilar foros y cartas donde establezcan la participación de las mujeres en todas las formas de toma de decisiones, por ejemplo, es muy interesante el foro de Nájera, que dice en latín: “este feudo lo hemos hecho los vecinos de Nájera” dice viris et mulieribus(hombres y mujeres)...un texto del siglo XI. O una carta que se observa en Ávila el siglo XII dice: “El concejo de la ciudad de Ávila, hombres y mujeres”, entonces eso es muy interesante. Pero claro son trabajos de investigación que es una verdadera paliza, la recopilación de foros de León que són sólo tres províncias, la actual León, Zamora y Salamanca, en total son dos tomos de setecientas páginas cada tomo, muchos de ellos están en un latín macarrónico y otros en el antiguo idioma Leonés que tampoco es moco de pavo, que hoy se ha perdido. Y ya tengo recopilado como veinte citas.Yo les digo, yo viví hasta los trece años en este mundo y yo no tengo ningún recuerdo de preterición u omisión de la mujer, lo que si había era una división de funciones, relativa también, pero es más, yo me he criado en la casa de mi madre que eran diez hermanos de los cuáles ocho eran mujeres, y no se me hubiera ocurrido de pequeño nunca pensar que eran inferiores o marginadas en algo, eso lo empecé a pensar cuando fuí a la mili, con dieciocho años me llevaron ahí, que entonces te lo contaban los oficiales en las charlas teoréticas. Pero claro, el estamento académico necesita denigrarlo porque es necesario para resaltar el mundo actual. El mundo actual es urbano, y la gente está muy descontenta en la ciudad, ahora hay una ola de descontento como nunca. Yo conozco montones de personas, algunas absolutamente ajenas a toda inquietud política que me lo dicen “ yo me quiero ir de aquí”, y gente que yo digo : ¡Joder! ¡Pero si esta gente vota al PP! Madre mía, me quedo atónito.
Y bueno, una de mis luchas es con la gente de la nueva ruralidad, siempre se lo digo pero nunca me hacen caso, tampoco me tienen porque hacer, sería bueno hacer un manifiesto, un manifiesto de por que la ciudad es negativa, y luego establecer una página web o un blog meramente para proporcionar orientación e información que sirva de ayuda a la gente que se quiera ir, porque hay gente que lleva ya mucho tiempo viviendo en el mundo rural, explicarles desde como buscar una casa, hasta decirles mira el problema principal que te vas a encontrar es éste y éste, pero no se hace.
Y claro ellos siguen presionando, por ejemplo, esta mañana estaba preparando la charla de mañana en Pallars Sobirà y te das cuenta de todos sus truquitos, en el libro del comunal allí en el Pallars Sobirà, primero sacan lo que les parece, y en segundo lugar malinterpretan. Ellos creen que la gente en el siglo XIII tenía la mentalidad actual, que sólo nos interesa el dinero y lo material. Era otro mundo, ellos no pensaban si el comunal era rentable o no, pensaban en las categorías convivenciales, ahora es una sociedad volcada en el dinero, antes era una sociedad de la convivencia. Eso no quiere decir que eso sea perfecto, es muy bueno, pero eso tiene también defectos gordos. Aquí hay una creencia que todas las sociedades humanas del pasado se tiene que juzgar por la actual, y eso es imposible, porque ha habido miles de sociedades supongo yo. Pero claro detrás de eso hay un elemento denigratorio, yo tengo muchos libros leidos que presentan al mundo rural como un mundo de barbarie, de sub-humanos.
Ahora voy a hacer una introducción para la revista Raices de Extremadura, el número dos, a una obra de un amigo mio que vive allí; Félix Barroso Gutierrez, que él es un especialista en Las Hurdes, Félix es un hombre impresionante, además es un hombre del mundo antiguo, la típica persona que canta que baila, que se ríe, de palmaditas en la espalda, un chiste por allí... no paras de reirte no, y él se dedica mucho a la música tradicional, yo le conocí por su CD, tiene un CD editado de música de Las Hurdes que me parecía maravilloso entonces no paré hasta que no me dieron su teléfono, y ya nos hemos hecho amigos. Pues yo siempre le digo : "Barroso ¿cuándo vas a escribir algo sobre Las Hurdes?", y me dice “ya Las Hurdes no existen, ya hace cuarenta años que fueron destruidas, el franquismo las destruyó”. Félix tendrá ahora cuarenta y cinco años, y él tiene muchas grabaciones de personas mayores de por allí. Se lamenta de la cantidad de mentiras y calúmnias que se han lanzado sobre Las Hurdes, es impresionante.
Y bueno, una de mis luchas es con la gente de la nueva ruralidad, siempre se lo digo pero nunca me hacen caso, tampoco me tienen porque hacer, sería bueno hacer un manifiesto, un manifiesto de por que la ciudad es negativa, y luego establecer una página web o un blog meramente para proporcionar orientación e información que sirva de ayuda a la gente que se quiera ir, porque hay gente que lleva ya mucho tiempo viviendo en el mundo rural, explicarles desde como buscar una casa, hasta decirles mira el problema principal que te vas a encontrar es éste y éste, pero no se hace.
Y claro ellos siguen presionando, por ejemplo, esta mañana estaba preparando la charla de mañana en Pallars Sobirà y te das cuenta de todos sus truquitos, en el libro del comunal allí en el Pallars Sobirà, primero sacan lo que les parece, y en segundo lugar malinterpretan. Ellos creen que la gente en el siglo XIII tenía la mentalidad actual, que sólo nos interesa el dinero y lo material. Era otro mundo, ellos no pensaban si el comunal era rentable o no, pensaban en las categorías convivenciales, ahora es una sociedad volcada en el dinero, antes era una sociedad de la convivencia. Eso no quiere decir que eso sea perfecto, es muy bueno, pero eso tiene también defectos gordos. Aquí hay una creencia que todas las sociedades humanas del pasado se tiene que juzgar por la actual, y eso es imposible, porque ha habido miles de sociedades supongo yo. Pero claro detrás de eso hay un elemento denigratorio, yo tengo muchos libros leidos que presentan al mundo rural como un mundo de barbarie, de sub-humanos.
Ahora voy a hacer una introducción para la revista Raices de Extremadura, el número dos, a una obra de un amigo mio que vive allí; Félix Barroso Gutierrez, que él es un especialista en Las Hurdes, Félix es un hombre impresionante, además es un hombre del mundo antiguo, la típica persona que canta que baila, que se ríe, de palmaditas en la espalda, un chiste por allí... no paras de reirte no, y él se dedica mucho a la música tradicional, yo le conocí por su CD, tiene un CD editado de música de Las Hurdes que me parecía maravilloso entonces no paré hasta que no me dieron su teléfono, y ya nos hemos hecho amigos. Pues yo siempre le digo : "Barroso ¿cuándo vas a escribir algo sobre Las Hurdes?", y me dice “ya Las Hurdes no existen, ya hace cuarenta años que fueron destruidas, el franquismo las destruyó”. Félix tendrá ahora cuarenta y cinco años, y él tiene muchas grabaciones de personas mayores de por allí. Se lamenta de la cantidad de mentiras y calúmnias que se han lanzado sobre Las Hurdes, es impresionante.
Analizas las revoluciones acontecidas a lo largo de la historia con cierto escepticismo respecto a su validez y autenticidad en cuanto a sus objetivos, ¿han existido realmente auténticas revoluciones contrarias radicalmente a las opresiones y dictaduras, o han sido meros intentos faltos de substancia en su concepción y desarrollo?
Nosotros ahora está claro que vivimos una época de escepticismo político, las cosas que han pasado han sido tan terribles... no merece la pena hacer una revolución para acabar como China claro, explotando a medio mundo y divididos la sociedad entre una minoría de multimillonarios y una gran masa de gente que está obligada a trabajar quince horas y que les ponen rejas en las ventanas de las fábricas en la segunda planta para que no se suiciden en masa. Hay revoluciones que ahora ya están agonizantes, que a mi nunca me han convencido lo más mínimo, como la Cubana. Tuvo mucho apoyo popular pero ahora ya no suscita ningún atractivo, y otras más cercanas en el espacio, como la revolución Argelina, que ha sido un horror, para mi es el paradigma de revolución horrible, que crea un régimen ultra-horrible, y la carnicería sigue allí, ahora ha habido una guerra civil entre el fascismo Islámico y el Estado, con lo cuál se habla de más de doscientos mil muertos desde el año 1992 hasta hoy y sigue. Entonces la idea de revolución está desacreditada. Yo creo que eso es justo, eso es un avance, y quería ir a la revolución por excelencia que es la Revolución Francesa. La Revolución Francesa sigue mitificada, aunque ahora ya no se habla de ella, es curioso. La Revolución Francesa ha sido mitificada pero también bien estudiada, hay por ahí algunos autores que la presentan con toda frialdad. Hay algún autor como Bertrand de Jouvenele que dice: “La Revolución Francesa básicamente es un crecimiento del Estado.” Antes de la revolución, el Estado nunca consiguió reclutar más de doscientos mil soldados y Napoleón llegó a dos millones.
Antes era muy difícil cobrar los impuestos al campesinado porque el mundo rural no estaba bien controlado por el Estado y luego se les cobraba hasta el último franco. Se impone allí un sistema centralista, y lo que era el idioma Francés que ante lo hablaba sólo una minoría muy pequeña pues se impone, y lleva a un colapso a muchísimas lenguas, no sólamente a lenguas de raíz latina como es el caso del Catalán o la Lengua d'Oc, sino también el Euskera; el Euskera casi desaparece en lo que se llama Euskadi Norte, y también en Bretaña, el Bretón, que es una lengua Celta muy interesante y parecida a las que se hablaban en la Península Ibérica antes de la llegada de los Romanos en el lado centro y oeste. Aquí se hablaban lenguas ibéricas que no eran indoeuropeas. Muy parecido al Bretón, quizá muy parecido a las lenguas de la meseta. Yo leí un libro en francés que me llamó mucho la atención, porque es un chico de allí, que cuenta como les castigaban y pegaban por hablar en Bretón, cuando él era pequeño, y las cosas que pasaban, como ridiculizaban su cultura. Me identifico mucho con estos procesos de resistencia.
Y en éstas condiciones lo que tenemos que tener en cuenta es que en la situación actual la revolución ya no es atractiva, pero al mismo tiempo es necesaria. Lo que ha salido de ahí es una creencia en que nos basta con pequeñas transformaciones, y esto es muy desolador, porque esto nos impide tener una visión de conjunto. Decimos, bueno, esto es como es todo y ya está, y nosotros buscamos este pequeño cambio aquí y allá. Yo no digo que no haya muchos cambios por los que luchar y comprometerse, pero ¿cuáles en primer lugar ? Y en segundo lugar pues que tenemos que tener una posición diferente respecto a la revolución. La Revolución Francesa, como decía antes es esto, un crecimiento del Estado, del aparato funcionarial, de los impuestos cobrados, acaba en una cosa horrible que es Napoleón. Napoleón mete a Europa en una guerra de veinte años que es muy, muy sangrienta. Se dice que dos millones de Franceses mueren en las batallas de Napoleón. Pero no te dicen que hay un momento que Napoleón no puede seguir. Lo que destruye a Napoleón no es la batalla de Waterloo, lo que le destruye es que ya no había gente para el ejército. He leído otro texto muy dramático que dice que en un viaje que hace Napoleón al sur de Francia, las mujeres le salen a la calle diciéndole: “¡Ya no hay jóvenes a los que puedas llevarte!” y él encarcela y mata a algunas de aquellas mujeres. Ya no queda nadie, porque todos, o están muertos, o están mutilados, o están en el ejército. La Revolución Francesa inicia la época de las matanzas y de las carnicerías, aquí mismo se dice que la entrada de Napoleón originó un millón de muertos. Cataluña sufre mucho, quizás sufre más Castilla, sobre todo en la zona de Soria y Guadalajara, que es una de las zonas de más resistencia, y bueno, pues Alemania sufre mucho, el Tirol, Italia, a la que saquea despiadadamente. Aquí también robaron muchísimo tesoro artístico, y una parte de él ya no volvió aquí. Entonces la Revolución Francesa tiene que ser desmitificada pero ahora nosotros tenemos que pensar en una transformación de conjunto, porque eso ha creado como una desolación, es decir, un “bueno y ahora ¿que?”.
Antes era muy difícil cobrar los impuestos al campesinado porque el mundo rural no estaba bien controlado por el Estado y luego se les cobraba hasta el último franco. Se impone allí un sistema centralista, y lo que era el idioma Francés que ante lo hablaba sólo una minoría muy pequeña pues se impone, y lleva a un colapso a muchísimas lenguas, no sólamente a lenguas de raíz latina como es el caso del Catalán o la Lengua d'Oc, sino también el Euskera; el Euskera casi desaparece en lo que se llama Euskadi Norte, y también en Bretaña, el Bretón, que es una lengua Celta muy interesante y parecida a las que se hablaban en la Península Ibérica antes de la llegada de los Romanos en el lado centro y oeste. Aquí se hablaban lenguas ibéricas que no eran indoeuropeas. Muy parecido al Bretón, quizá muy parecido a las lenguas de la meseta. Yo leí un libro en francés que me llamó mucho la atención, porque es un chico de allí, que cuenta como les castigaban y pegaban por hablar en Bretón, cuando él era pequeño, y las cosas que pasaban, como ridiculizaban su cultura. Me identifico mucho con estos procesos de resistencia.
Y en éstas condiciones lo que tenemos que tener en cuenta es que en la situación actual la revolución ya no es atractiva, pero al mismo tiempo es necesaria. Lo que ha salido de ahí es una creencia en que nos basta con pequeñas transformaciones, y esto es muy desolador, porque esto nos impide tener una visión de conjunto. Decimos, bueno, esto es como es todo y ya está, y nosotros buscamos este pequeño cambio aquí y allá. Yo no digo que no haya muchos cambios por los que luchar y comprometerse, pero ¿cuáles en primer lugar ? Y en segundo lugar pues que tenemos que tener una posición diferente respecto a la revolución. La Revolución Francesa, como decía antes es esto, un crecimiento del Estado, del aparato funcionarial, de los impuestos cobrados, acaba en una cosa horrible que es Napoleón. Napoleón mete a Europa en una guerra de veinte años que es muy, muy sangrienta. Se dice que dos millones de Franceses mueren en las batallas de Napoleón. Pero no te dicen que hay un momento que Napoleón no puede seguir. Lo que destruye a Napoleón no es la batalla de Waterloo, lo que le destruye es que ya no había gente para el ejército. He leído otro texto muy dramático que dice que en un viaje que hace Napoleón al sur de Francia, las mujeres le salen a la calle diciéndole: “¡Ya no hay jóvenes a los que puedas llevarte!” y él encarcela y mata a algunas de aquellas mujeres. Ya no queda nadie, porque todos, o están muertos, o están mutilados, o están en el ejército. La Revolución Francesa inicia la época de las matanzas y de las carnicerías, aquí mismo se dice que la entrada de Napoleón originó un millón de muertos. Cataluña sufre mucho, quizás sufre más Castilla, sobre todo en la zona de Soria y Guadalajara, que es una de las zonas de más resistencia, y bueno, pues Alemania sufre mucho, el Tirol, Italia, a la que saquea despiadadamente. Aquí también robaron muchísimo tesoro artístico, y una parte de él ya no volvió aquí. Entonces la Revolución Francesa tiene que ser desmitificada pero ahora nosotros tenemos que pensar en una transformación de conjunto, porque eso ha creado como una desolación, es decir, un “bueno y ahora ¿que?”.
"Las sociedades actuales cada vez son mas homogéneas, nos dejan ser heterogeneos en algunas cosas, como poder llevar un pendiente en una oreja si eres un hombre"
"No puede haber una sociedad libre con trabajo asalariado, porque uno pierde la libertad civil en el acto de trabajar. El acto de trabajar tiene que ser colectivista en el sentido del por qué y para qué, mientras que ahora trabajar es: aquí hay un salario y tu te callas y haces lo que yo te digo, y eso es una tiranía intolerable"
Mi idea es que hay que repensar la idea de revolución, yo entiendo que la revolución tiene que tener un elemento, sobre todo la libertad con responsabilidad, tiene que tener una idea de la libertad, no una sociedad post revolucionaria productivista como era la del movimiento obrero. Por ejemplo, a veces se me pregunta : “¿y que piensas del colectivismo aquí en la guerra civil ?” y yo les digo que no estaba mal, pero que en primer lugar era muy productivista, y en segundo lugar, yo entiendo que una revolución no se define por su economía, se define por las relaciones sociales que crea, por las formas de gobierno participativo, yo creo que ya nadie va a hacer una revolución para estar mejor económicamente, eso será por supuesto una meta, porque no puede haber gente que se muera de hambre, pero se hará una revolución para cambiar las maneras de vivir y las formas de ser de los seres humanos, y eso es un cambio frente a las revoluciones obreristas, dónde se cargaban mucho las tintas en la pobreza y en la miseria y no se veían otros elementos decisivos como, por ejemplo, la capacidad de que todo el mundo tenga una vida intelectual satisfactoria que no sea ir a la universidad a que te den un rollo de horas y horas ininteligible, aunque a veces si es inteligible es peor ...
Todo el mundo tendría que tener la preocupación por saber y por conocer, es una necesidad humana y es una gran satisfacción, pocas satisfacciones son mayores que cuando dices: “esto lo entiendo”, desde saber hacer un trabajo hasta entender algo, o cuando dices: “he hablado con esta persona y me ha explicado esto, bien, lo he entendido.” Eso es una gran satisfacción, y al mismo tiempo nos mejora como seres humanos. El entendimiento, quizá desde tiempos de los Griegos es el elemento definitorio, el pensante es el ser humano. Igual el aspecto convivencial, el aspecto de la pluralidad, las sociedades actuales cada vez son mas homogéneas, nos dejan ser heterogeneos en algunas cosas, como poder llevar un pendiente en una oreja si eres un hombre... pero te dejan ser heterogeneos en cuatro cositas, en todo lo demás hay una uniformidad creciente.
Entonces, una sociedad libre del futuro tiene que ser una sociedad en donde estemos unidos por unos puntos básicos, como es que el Gobierno tiene que ser por asamblea, no puede haber autoridades de ningún tipo, el trabajo tiene que ser tarea de los que se implican en él, y no de alguna autoridad llamada empresario; pero luego tiene que haber las diversas y plurales maneras de entender el mundo, que es lógico en el ser humano, el ser humano es general, todos tenemos un fondo común, aspiramos a la verdad concreta, pero con una gran variedad, mientras que las revoluciones del pasado eran todas uniformistas. La revolución rusa era tan uniformista que al final todo el mundo iba vestido de la misma manera, eran uniformistas hasta en lo ridículo. Entonces la reflexión sobre una revolución es importante, pero lo que yo he avanzado es poco, he desmontado más bien la idea de las revoluciones del pasado y ahora queda avanzar en la creencia. Pero ya es mucho con que estemos de acuerdo en que es necesario pensar en una transformación cualitativa del sistema, y no sólamente en pequeños cambios, mucho más ahora cuando la sociedad actual se desploma en cambios muy fuertes.
Entonces, una sociedad libre del futuro tiene que ser una sociedad en donde estemos unidos por unos puntos básicos, como es que el Gobierno tiene que ser por asamblea, no puede haber autoridades de ningún tipo, el trabajo tiene que ser tarea de los que se implican en él, y no de alguna autoridad llamada empresario; pero luego tiene que haber las diversas y plurales maneras de entender el mundo, que es lógico en el ser humano, el ser humano es general, todos tenemos un fondo común, aspiramos a la verdad concreta, pero con una gran variedad, mientras que las revoluciones del pasado eran todas uniformistas. La revolución rusa era tan uniformista que al final todo el mundo iba vestido de la misma manera, eran uniformistas hasta en lo ridículo. Entonces la reflexión sobre una revolución es importante, pero lo que yo he avanzado es poco, he desmontado más bien la idea de las revoluciones del pasado y ahora queda avanzar en la creencia. Pero ya es mucho con que estemos de acuerdo en que es necesario pensar en una transformación cualitativa del sistema, y no sólamente en pequeños cambios, mucho más ahora cuando la sociedad actual se desploma en cambios muy fuertes.
Ayer una persona me decia: “¡No estoy de acuerdo con lo que dijiste ayer en la Universidad que en los próximos cinco años va a cambiar todo mucho!” Bueno, pues qué quieres que te diga, léete un poquito de problemas económicos actuales, léelo por ti mismo, claro no es mi función convencer, sólo proporcionar argumentos. Yo creo que sí va a haber cambios. Hay un período que se ha acabado, el período de estabilidad que empieza con la Segunda Guerra Mundial, aquí ya en los años 50 pues ya es una etapa de bienestar creciente que ha durado hasta hace dos años. Pues se tendrán que debatir muchos modelos de sociedad, hasta ahora nosotros quizá teníamos el modelo Marxista, hoy ya perdido, por suerte. El modelo anarquista, que bueno no se acaba de definir y se agarra mucho a argumentos del pasado, tiene que actualizarse, yo tengo muchísimos amigos anarquistas, pero tienen que actualizarse, no pueden vivir siempre en la guerra civil, yo a veces se lo digo : “¡os voy a regalar un calendario que ponga : Año 2011, no 1937!” Y luego otras revoluciones posteriores pues hoy están desacreditadas.
Yo animo a que se haga un esfuerzo reflexivo, y que proyectemos sobre la idea de revolución aquellas necesidades fundamentales del ser humano, pero también una revolución al fin y al cabo es un acto político, no puede resolverlo todo, tiene que crear un marco, dónde luego sea la creatividad de las personas y de los colectivos lo que siga avanzando. Entonces sería tener una visión mesiánica, igual que estoy en contra del estado del bienestar, no se podria estar a favor de una revolución del bienestar. La revolución destruye lo existente y crea un espacio de libertad donde las personas, los individuos, los colectivos y los pueblos que se unan libremente puedan desarrollar su creatividad y elegir sus formas de realización y de servicio mejores. Y eso es muy distinto de lo del pasado. Hoy la juventud no quiere saber nada de ésto, hay una juventud profundamente conservadora, y quizás sea una etapa necesaria. Me decían que había habido esta mañana una convocatoria por algo de los estudiantes y que había ido muy poca gente, y yo no sé si llorar o celebrarlo, porque es necesario que el poso que hay todavía de todo este izquierdismo rancio desaparezca, el otro día me dieron una revista de no sé qué movimiento comunista y me parece tremendo que en el 2011 se sigan con estas cosas.
La idea de las revoluciones era crear un orden político y económico que hiciera una sociedad de hiper-abundancia, dicho claro y pronto, era eso. Hay un libro Italiano que lo tradujeron unos amigos mios, que lo dice abiertamente : La idea de la revolución Marxista no era más que crear el capitalismo perfecto, un sistema hiperproductivista, en dónde la gente se satisfaciera por un consumo fantástico, y en eso fallaron. Entonces claro, mutila otros aspectos de la vida humana, ya sabemos que tenemos que comer y que tiene que haber una economía que sea relativamente eficiente, pero no tenemos porqué vivir para la producción, en todo caso la producción tiene que ser un elemento para la vida, como decía una frase muy antigua que luego se olvidó y aquí estamos. Si alguna sociedad se planteó una revolución más allá del productivismo quizá fue la alta Edad Media, lo que pasa es que ellos jugaron con una base que hoy no existe: que los pueblos libres del Norte que estaban poco romanizados, los pueblos pirenaicos, los cántabros, los astures, los vascones. Pero desde luego esa sociedad no tenía fines económicos, ellos estaban influidos por el cristianismo revolucionario, y partían de la idea de la noción de amor, creían que había que buscar la maximización de las relaciones entre las personas para la reducción del conflicto personal al mínimo, y esto es cierto. Yo de pequeño de eso me daba cuenta, era una sociedad pensada para que llevarse bien fuera la clave. Por lo tanto se eliminaba la propiedad privada, porque la propiedad privada enfrenta; igual el sentido de posesividad.
Y sobre la toma de decisiones: una sociedad dividida en mandantes y mandados no puede ser una sociedad convivencial porque al que le mandan siempre se siente mutilado, ya que es innato en el ser humano tomar decisiones sobre su propia vida, tanto como ser colectivo como ser individual. La gente de antes lo que quería es llevarse bien, entonces toda la sociedad se estructuraba sobre ese llevarse bien, ayudarse, y yo eso lo he vivido de pequeño mucho y era agradable, en éstas aldeas remotas dónde yo me he criado pues eso era fundamental, había muy poca idea de la propiedad privada; las casas estaban abiertas, no era gente que se ofendiera fácilmente. Y luego en contra de eso, surge la sociedad del individualismo y de la competitividad, pero la competencia no es sólo un elemento económico, es un elemento que organiza la vida toda, y esperemos quizá que haya una revolución futura. Pero hoy por hoy el asunto es muy poco probable, quizá los aparatos de poder tengan tanta fuerza que ya no haya salida a la situación actual, quizá la humanidad se haya metido en un callejón sin salida, eso es muy dramático decirlo, pero yo no quiero vivir en el mundo de las utopías porque para mí el valor principal es afrontar lo real con valentía, o sea las cosas son así, las aceptamos, no nos asusta, no nos dejamos asustar, pero no nos engañamos, porque es peor.
Yo animo a que se haga un esfuerzo reflexivo, y que proyectemos sobre la idea de revolución aquellas necesidades fundamentales del ser humano, pero también una revolución al fin y al cabo es un acto político, no puede resolverlo todo, tiene que crear un marco, dónde luego sea la creatividad de las personas y de los colectivos lo que siga avanzando. Entonces sería tener una visión mesiánica, igual que estoy en contra del estado del bienestar, no se podria estar a favor de una revolución del bienestar. La revolución destruye lo existente y crea un espacio de libertad donde las personas, los individuos, los colectivos y los pueblos que se unan libremente puedan desarrollar su creatividad y elegir sus formas de realización y de servicio mejores. Y eso es muy distinto de lo del pasado. Hoy la juventud no quiere saber nada de ésto, hay una juventud profundamente conservadora, y quizás sea una etapa necesaria. Me decían que había habido esta mañana una convocatoria por algo de los estudiantes y que había ido muy poca gente, y yo no sé si llorar o celebrarlo, porque es necesario que el poso que hay todavía de todo este izquierdismo rancio desaparezca, el otro día me dieron una revista de no sé qué movimiento comunista y me parece tremendo que en el 2011 se sigan con estas cosas.
La idea de las revoluciones era crear un orden político y económico que hiciera una sociedad de hiper-abundancia, dicho claro y pronto, era eso. Hay un libro Italiano que lo tradujeron unos amigos mios, que lo dice abiertamente : La idea de la revolución Marxista no era más que crear el capitalismo perfecto, un sistema hiperproductivista, en dónde la gente se satisfaciera por un consumo fantástico, y en eso fallaron. Entonces claro, mutila otros aspectos de la vida humana, ya sabemos que tenemos que comer y que tiene que haber una economía que sea relativamente eficiente, pero no tenemos porqué vivir para la producción, en todo caso la producción tiene que ser un elemento para la vida, como decía una frase muy antigua que luego se olvidó y aquí estamos. Si alguna sociedad se planteó una revolución más allá del productivismo quizá fue la alta Edad Media, lo que pasa es que ellos jugaron con una base que hoy no existe: que los pueblos libres del Norte que estaban poco romanizados, los pueblos pirenaicos, los cántabros, los astures, los vascones. Pero desde luego esa sociedad no tenía fines económicos, ellos estaban influidos por el cristianismo revolucionario, y partían de la idea de la noción de amor, creían que había que buscar la maximización de las relaciones entre las personas para la reducción del conflicto personal al mínimo, y esto es cierto. Yo de pequeño de eso me daba cuenta, era una sociedad pensada para que llevarse bien fuera la clave. Por lo tanto se eliminaba la propiedad privada, porque la propiedad privada enfrenta; igual el sentido de posesividad.
Y sobre la toma de decisiones: una sociedad dividida en mandantes y mandados no puede ser una sociedad convivencial porque al que le mandan siempre se siente mutilado, ya que es innato en el ser humano tomar decisiones sobre su propia vida, tanto como ser colectivo como ser individual. La gente de antes lo que quería es llevarse bien, entonces toda la sociedad se estructuraba sobre ese llevarse bien, ayudarse, y yo eso lo he vivido de pequeño mucho y era agradable, en éstas aldeas remotas dónde yo me he criado pues eso era fundamental, había muy poca idea de la propiedad privada; las casas estaban abiertas, no era gente que se ofendiera fácilmente. Y luego en contra de eso, surge la sociedad del individualismo y de la competitividad, pero la competencia no es sólo un elemento económico, es un elemento que organiza la vida toda, y esperemos quizá que haya una revolución futura. Pero hoy por hoy el asunto es muy poco probable, quizá los aparatos de poder tengan tanta fuerza que ya no haya salida a la situación actual, quizá la humanidad se haya metido en un callejón sin salida, eso es muy dramático decirlo, pero yo no quiero vivir en el mundo de las utopías porque para mí el valor principal es afrontar lo real con valentía, o sea las cosas son así, las aceptamos, no nos asusta, no nos dejamos asustar, pero no nos engañamos, porque es peor.
Un término muy recurrente en tus libros, artículos y charlas es la expresión “libertad de conciencia”, ¿ en qué consiste y qué importancia tiene dicha libertad ?
Pues eso está muy en relación con lo que decíamos antes. Una verdadera revolución tiene que crear una sociedad con libertad de conciencia. Eso es algo que nunca nadie se ha planteado, sin embargo la libertad de conciencia es fundamental, la libertad de pensar. Todo ser humano tiene un mundo interior formado desde reflexiones a emociones, a gustos estéticos, a miedos... son parte importante de la vida humana, eso lo veo yo mucho en las iglesias románicas cuándo representan al monstruo, y siempre llega el típico erudito que no se entera de nada y dice : “Representa el infierno,” no, representa el mundo interior de nuestros terrores. Y esto tiene que ser libre, el mundo interior de la persona no puede ser creado desde afuera, desde el poder. Si puede ser creado en la relación con los demás, es imposible una creación individual del propio yo, uno es niño, y la propia familia te da un montón de categorías mentales, de hábitos, de pensamientos, gustos, hasta gustos sobre esta comida sí y esta no. Por lo tanto, la creación libre de la vida interior se hace con el yo y con los iguales, los iguales es la gente que no tiene poder sobre ti, sólo te convence, o no te convence, pero eso es. Entonces la libertad de conciencia es hoy la libertad más negada, porque se ha creado un aparato de aleccionamiento que ha ido creciendo desde el siglo XVIII hasta hoy.
En la segunda parte de mi libro lo estudio, primero se empieza en la revolución liberal con la escuela primaria, luego se crea la industria del libro, luego el periódico que llega muy potente en el siglo XIX, luego viene la radio, luego el cine, yo soy muy hostil al cine porque me parece que es un aparato de adoctrinamiento colosal. Eso no quiere decir que no haya películas buenas, pero yo me refiero al cine como gran negocio. Cuándo yo era joven había estos cines de barrio, donde la gente entraba y se tragaba dos películas cuatro veces por semana, aquello era tremendo, te dejaban el cerebro planchado. Y además el cine tiene un gran poder de penetración, porque es una sala oscura, se combina sonido, luz, música, actores, paisajes... ya algo de eso había en el teatro, pero el teatro no tenía tanta capacidad de penetrar. Las películas de Hollywood de los años cincuenta son terribles, sobre todo ya con el cine en color, es algo que supera la mente humana, la mente humana queda colapsada. Yo recuerdo haberlo hablado esto con gente muy mayor, que ellos fueron sacados de los pueblos por el cine. En su pueblo no había cine pero iban a un pueblo grande de al lado, iban a ver una película, imaginaos un hombre o una mujer que en el año cincuenta viera una película de Hollywood, por ejemplo en el cincuenta y cinco, con aquellas actrices tan espectaculares, o con estos tios tan guapos, Gary Cooper, la gente se quedaba... era todo un impacto. Ellos volvían a su pueblo o su aldea y ya no querían saber nada de aquello, querían ver ese mundo, era una absorción. Entonces eso es un atentado a la libertad de conciencia.
La pregunta es ¿cómo tener una sociedad donde haya libertad de conciencia? Quizá no pueda haber nunca una libertad de conciencia total, pretendo sólo una libertad razonable en la cual no haya unos aparatos de adoctrinamiento, y eso plantea unos problemas complicadísimos, también de tipo económico, porque no olvidemos que ahora quizá un tercio por ciento de la economía se dirige a la violación de la libertad de conciencia. Entonces, la creación de este tipo de sociedad con libertad de conciencia razonable para todos exigiría unos cambios tremendos, habría que desmontar toda la industria de la manipulación de las mentes y substituirlas por procedimientos que tampoco es tan fácil de decir cómo deberían ser. Claro, la libertad de conciencia presupone que todas las ideas puedan llegar a todas las personas en igualdad de condiciones, no puede haber un emisor privilegiado, entonces cada uno tiene que ser emisor y receptor digamos de una manera pareja. Eso no es siempre posible, se plantean montones de problemas, a lo mejor doscientos o trecientos problemas, pero esto no debe asustarnos, si nosotros tenemos clara la idea de crear una sociedad con libertad de conciencia suficiente luego los demás problemas se podrán ir enfrentando y resolviendo, primero en el pensamiento y luego en la práctica. No debemos dejarnos intimidar, es como un Gobierno por asambleas, las asambleas cumplen una función política, pero las asambleas no pueden coartar la libertad individual en lo que la libertad tiene de razonable en lo personal. Por lo tanto, en cuanto a la libertad de conciencia ¿cómo se haría ? Pues se haría. Lo que no hay derecho es que hoy por ejemplo exista algo que se llama publicidad comercial, daros cuenta, un anuncio para que fuera admisible tendría que tener un anuncio y un contra-anuncio ¿no? Alguien que dijera “esto”, y alguien que dijera inmediatamente en el mismo tiempo “eso no es así” , y otro que dijera “los anuncios son una chorrada”. Otra cuestión es eliminarla, o reducirla a lo que puede ser una guía telefónica, si alguien necesita un servicio o un bien, lo busca, que no haya una agresión al individuo, si alguien necesita por ejemplo una escoba, pues busca “escobas” y ve quien tiene escobas y ya está, eso no es agresivo, ahora es agresivo.
Por ejemplo, el sistema universitario tendría que substituirse por otro en el cuál la auto-creación de ideas fuera una actividad común de la gente, habría gente que no querría participar mucho en esto, quizá no sería homogeneo, pero bastaría con que un tercio de la población se implicara para que ya no fuera opresiva, y para que ningún producto intelectual elaborado pudiera difundirse especialmente. Una sociedad en la cuál las cosas circularan con rapidez y la gente se adheriera a lo que mejor le pareciera. En el mundo tradicional era bastante parecido, si alguien creaba algo, la gente se adhería a eso porque se transmitía boca a boca, o a veces había estos pliegos de ciego. En Galicia hubo un caso curioso; en el siglo XVIII Galicia conoce una revolución agrícola de la leche, dónde los rendimientos agrícolas se incrementan ¡en un cincuenta por ciento! No sabemos cómo se ha hecho, yo lo cuento en mi libro de Galicia, lo había estudiado mucho antes de escribir el libro, y ¿cómo se hizo?, pues de alguna manera se generalizó otro tipo de agricultura, que en la época la hacía el campesinado, porque es verdad que en los monasterios cobraban el diezmo, pero no intervenían para nada en la dirección de la vida económica, eso era cuestión de la gente y luego entregabas una décima parte de tu cosecha al monasterio. Una parte de ese diez por ciento se la llevaba la Corona. Entonces claro, ¿cómo se hizo? Porque incrementar en un cincuenta por ciento los rendimientos es muchísimo. O por ejemplo, como circulaban los romances, de un romance puede haber trescientas versiones, pero es el mismo romance. En cualquier caso se trataría de que no haya una situación en que una minoría impone sus ideas, o ahora ya ni siquiera eso, ahora ya se impone un bloqueo de la mente que impide pensar, ya es un sistema por el cual se elimina, ahora estamos pasando quizá de “te impongo las ideas del poder” a “ya ninguna idea”. Esto además tiene un elemento degenerativo, dos o tres generaciones sin uso de la inteligencia llega a la atrofia de la inteligencia. Esto nos presenta un mundo de la peor ciencia-ficción, un mundo de sub-humanos. Y bueno, pues esto es grave, y nos permitiría quizá una sociedad en la que la libertad de conciencia creara un tipo de ser cualitativamente superior. De mi libro me dicen: “No, es que tu eres muy humanista.”Y yo digo: “Sí, bueno ¿y qué tiene de malo?”
Pues eso está muy en relación con lo que decíamos antes. Una verdadera revolución tiene que crear una sociedad con libertad de conciencia. Eso es algo que nunca nadie se ha planteado, sin embargo la libertad de conciencia es fundamental, la libertad de pensar. Todo ser humano tiene un mundo interior formado desde reflexiones a emociones, a gustos estéticos, a miedos... son parte importante de la vida humana, eso lo veo yo mucho en las iglesias románicas cuándo representan al monstruo, y siempre llega el típico erudito que no se entera de nada y dice : “Representa el infierno,” no, representa el mundo interior de nuestros terrores. Y esto tiene que ser libre, el mundo interior de la persona no puede ser creado desde afuera, desde el poder. Si puede ser creado en la relación con los demás, es imposible una creación individual del propio yo, uno es niño, y la propia familia te da un montón de categorías mentales, de hábitos, de pensamientos, gustos, hasta gustos sobre esta comida sí y esta no. Por lo tanto, la creación libre de la vida interior se hace con el yo y con los iguales, los iguales es la gente que no tiene poder sobre ti, sólo te convence, o no te convence, pero eso es. Entonces la libertad de conciencia es hoy la libertad más negada, porque se ha creado un aparato de aleccionamiento que ha ido creciendo desde el siglo XVIII hasta hoy.
En la segunda parte de mi libro lo estudio, primero se empieza en la revolución liberal con la escuela primaria, luego se crea la industria del libro, luego el periódico que llega muy potente en el siglo XIX, luego viene la radio, luego el cine, yo soy muy hostil al cine porque me parece que es un aparato de adoctrinamiento colosal. Eso no quiere decir que no haya películas buenas, pero yo me refiero al cine como gran negocio. Cuándo yo era joven había estos cines de barrio, donde la gente entraba y se tragaba dos películas cuatro veces por semana, aquello era tremendo, te dejaban el cerebro planchado. Y además el cine tiene un gran poder de penetración, porque es una sala oscura, se combina sonido, luz, música, actores, paisajes... ya algo de eso había en el teatro, pero el teatro no tenía tanta capacidad de penetrar. Las películas de Hollywood de los años cincuenta son terribles, sobre todo ya con el cine en color, es algo que supera la mente humana, la mente humana queda colapsada. Yo recuerdo haberlo hablado esto con gente muy mayor, que ellos fueron sacados de los pueblos por el cine. En su pueblo no había cine pero iban a un pueblo grande de al lado, iban a ver una película, imaginaos un hombre o una mujer que en el año cincuenta viera una película de Hollywood, por ejemplo en el cincuenta y cinco, con aquellas actrices tan espectaculares, o con estos tios tan guapos, Gary Cooper, la gente se quedaba... era todo un impacto. Ellos volvían a su pueblo o su aldea y ya no querían saber nada de aquello, querían ver ese mundo, era una absorción. Entonces eso es un atentado a la libertad de conciencia.
La pregunta es ¿cómo tener una sociedad donde haya libertad de conciencia? Quizá no pueda haber nunca una libertad de conciencia total, pretendo sólo una libertad razonable en la cual no haya unos aparatos de adoctrinamiento, y eso plantea unos problemas complicadísimos, también de tipo económico, porque no olvidemos que ahora quizá un tercio por ciento de la economía se dirige a la violación de la libertad de conciencia. Entonces, la creación de este tipo de sociedad con libertad de conciencia razonable para todos exigiría unos cambios tremendos, habría que desmontar toda la industria de la manipulación de las mentes y substituirlas por procedimientos que tampoco es tan fácil de decir cómo deberían ser. Claro, la libertad de conciencia presupone que todas las ideas puedan llegar a todas las personas en igualdad de condiciones, no puede haber un emisor privilegiado, entonces cada uno tiene que ser emisor y receptor digamos de una manera pareja. Eso no es siempre posible, se plantean montones de problemas, a lo mejor doscientos o trecientos problemas, pero esto no debe asustarnos, si nosotros tenemos clara la idea de crear una sociedad con libertad de conciencia suficiente luego los demás problemas se podrán ir enfrentando y resolviendo, primero en el pensamiento y luego en la práctica. No debemos dejarnos intimidar, es como un Gobierno por asambleas, las asambleas cumplen una función política, pero las asambleas no pueden coartar la libertad individual en lo que la libertad tiene de razonable en lo personal. Por lo tanto, en cuanto a la libertad de conciencia ¿cómo se haría ? Pues se haría. Lo que no hay derecho es que hoy por ejemplo exista algo que se llama publicidad comercial, daros cuenta, un anuncio para que fuera admisible tendría que tener un anuncio y un contra-anuncio ¿no? Alguien que dijera “esto”, y alguien que dijera inmediatamente en el mismo tiempo “eso no es así” , y otro que dijera “los anuncios son una chorrada”. Otra cuestión es eliminarla, o reducirla a lo que puede ser una guía telefónica, si alguien necesita un servicio o un bien, lo busca, que no haya una agresión al individuo, si alguien necesita por ejemplo una escoba, pues busca “escobas” y ve quien tiene escobas y ya está, eso no es agresivo, ahora es agresivo.
Por ejemplo, el sistema universitario tendría que substituirse por otro en el cuál la auto-creación de ideas fuera una actividad común de la gente, habría gente que no querría participar mucho en esto, quizá no sería homogeneo, pero bastaría con que un tercio de la población se implicara para que ya no fuera opresiva, y para que ningún producto intelectual elaborado pudiera difundirse especialmente. Una sociedad en la cuál las cosas circularan con rapidez y la gente se adheriera a lo que mejor le pareciera. En el mundo tradicional era bastante parecido, si alguien creaba algo, la gente se adhería a eso porque se transmitía boca a boca, o a veces había estos pliegos de ciego. En Galicia hubo un caso curioso; en el siglo XVIII Galicia conoce una revolución agrícola de la leche, dónde los rendimientos agrícolas se incrementan ¡en un cincuenta por ciento! No sabemos cómo se ha hecho, yo lo cuento en mi libro de Galicia, lo había estudiado mucho antes de escribir el libro, y ¿cómo se hizo?, pues de alguna manera se generalizó otro tipo de agricultura, que en la época la hacía el campesinado, porque es verdad que en los monasterios cobraban el diezmo, pero no intervenían para nada en la dirección de la vida económica, eso era cuestión de la gente y luego entregabas una décima parte de tu cosecha al monasterio. Una parte de ese diez por ciento se la llevaba la Corona. Entonces claro, ¿cómo se hizo? Porque incrementar en un cincuenta por ciento los rendimientos es muchísimo. O por ejemplo, como circulaban los romances, de un romance puede haber trescientas versiones, pero es el mismo romance. En cualquier caso se trataría de que no haya una situación en que una minoría impone sus ideas, o ahora ya ni siquiera eso, ahora ya se impone un bloqueo de la mente que impide pensar, ya es un sistema por el cual se elimina, ahora estamos pasando quizá de “te impongo las ideas del poder” a “ya ninguna idea”. Esto además tiene un elemento degenerativo, dos o tres generaciones sin uso de la inteligencia llega a la atrofia de la inteligencia. Esto nos presenta un mundo de la peor ciencia-ficción, un mundo de sub-humanos. Y bueno, pues esto es grave, y nos permitiría quizá una sociedad en la que la libertad de conciencia creara un tipo de ser cualitativamente superior. De mi libro me dicen: “No, es que tu eres muy humanista.”Y yo digo: “Sí, bueno ¿y qué tiene de malo?”
"La política tiene que ser algo de los aficionados, no puede haber políticos profesionales ni funcionarios, tiene que ser algo de la gente normal"
"Se ha creado un Estado protector, un Estado-providencia, que anula las relaciones entre las personas y substituye las relaciones que había antes de ayuda mutua"
Eres muy crítico con la Constitución ¿En qué se fundamenta tu crítica?
La Constitución de 1812 y las que le siguen, que son ocho, son la norma político-jurídica que creó la sociedad actual. Entonces es lógico que si uno está descontento con esta sociedad, esté descontento con la norma legal máxima que la ordena, toda la legislación aquí se basa en leyes orgánicas que se remiten a la Constitución. El Tribunal Constitucional dictamina si una ley es válida o inválida según sea Constitucional o no, por lo tanto, es de sentido común, pero sus elementos decisivos son, primero establecer un régimen parlamentarista con el que yo no estoy de acuerdo porque no es un Gobierno directo, en segundo lugar crea un sistema de manipulación de las mentes, que da por bueno a partir del colegio y la escuela. En tercer lugar establece todas las categorías del Estado del bienestar o del paternalismo de Estado, que nos infantiliza, en cuarto lugar defiende la economía empresarial, que también es muy destructiva, no puede haber una sociedad libre con trabajo asalariado, porque uno pierde la libertad civil en el acto de trabajar. El acto de trabajar tiene que ser colectivista en el sentido del por qué y para qué, mientras que ahora trabajar es: aquí hay un salario y tú te callas y haces lo que yo te digo, y eso es una tiranía intolerable. Y luego va creando lo que es la sociedad actual en todo.
La Constitución de 1812 y las que le siguen, que son ocho, son la norma político-jurídica que creó la sociedad actual. Entonces es lógico que si uno está descontento con esta sociedad, esté descontento con la norma legal máxima que la ordena, toda la legislación aquí se basa en leyes orgánicas que se remiten a la Constitución. El Tribunal Constitucional dictamina si una ley es válida o inválida según sea Constitucional o no, por lo tanto, es de sentido común, pero sus elementos decisivos son, primero establecer un régimen parlamentarista con el que yo no estoy de acuerdo porque no es un Gobierno directo, en segundo lugar crea un sistema de manipulación de las mentes, que da por bueno a partir del colegio y la escuela. En tercer lugar establece todas las categorías del Estado del bienestar o del paternalismo de Estado, que nos infantiliza, en cuarto lugar defiende la economía empresarial, que también es muy destructiva, no puede haber una sociedad libre con trabajo asalariado, porque uno pierde la libertad civil en el acto de trabajar. El acto de trabajar tiene que ser colectivista en el sentido del por qué y para qué, mientras que ahora trabajar es: aquí hay un salario y tú te callas y haces lo que yo te digo, y eso es una tiranía intolerable. Y luego va creando lo que es la sociedad actual en todo.
El artículo número ocho de la Constitución actual dice, que en definitiva la soberanía pertenece al ejército, es el ejército el garante, es tremendo, ahí hace un juego de palabras que en definitiva resulta que ya no es el pueblo sino que es el ejército. Entonces la Constitución actual tiene que ser substituida por un sistema de autogobierno universal. Sería muy importante que el sistema se criticara más, hemos avanzado mucho respecto a hace treinta años, hoy el parlamentarismo es bastante rechazado, todo el mundo piensa que los partidos son la escoria de la escoria, pero hay que profundizar desde la crítica a los partidos hasta la crítica del sistema en su conjunto. Quizá no podamos nunca cambiar el sistema parlamentario pero sí podemos pensar otro sistema. Tenemos que reafirmarnos mucho en la idea de que somos seres con inteligencia, y aunque no podamos quizá hacer cosas sí podemos tenerlas en la mente, porque eso nos mejora como personas. Ahora está de moda decir: todo esto es una porquería... Y ¿qué ganas diciendo que esto es una porquería? ¿ Y qué haces ? Diseña una sociedad que te guste como substitución ¿no? Porque sino, te hundes. Ten en tu cabeza una alternativa que a lo mejor nunca se va a cumplir, es lo más probable, pero eso te va a mejorar como persona, te va a tener ahí de pie con tus propias ideas, porque en definitiva lo que nos pone de pie es la cabeza, no los pies. Ahora claro, sobre todo en la gente joven hay esta actitud de apatía, que no tienen ningún proyecto. Hay que tener un proyecto para todo, personal, pero también político, en lo cultural, hasta dónde cada uno dé de sí.
¿Qué es la estatolatría a la que tanto te refieres?
La Estatolatría es la desembocadura final de la Revolución Liberal, es una hegemonía del Estado, puesto que ya en sí misma la Revolución Liberal es un crecimiento del Estado, es la situación actual, se ha creado un Estado protector, un Estado-providencia, que anula las relaciones entre las personas y substituye las relaciones que había antes de ayuda mutua, antes las personas se ayudaban unas a otras, de muchas maneras, desde una manera informal hasta formal. Todavía en el siglo XIX el movimiento obrero, yo leí un libro muy bueno de un amigo mío de un pueblo de Castellón dónde él estudia el asociacionismo obrero. Pues era un pueblo pequeño, que eran siete mil habitantes dónde tenían una asociación de socorros mutuos médicos, una asociación cultural, una asociación para enseñar a la gente saberes técnicos, a buscar trabajo, dibujo lineal.... y eso hacía que la vida fuera muy agradable porque una persona pertenecía a diez o doce asociaciones y era de la junta directiva de una, de la otra, y luego tenías el sindicato pequeño, por ejemplo allí de pescadores, un sindicato de mujeres que se dedicaba a las alpargatas, entonces vivías una vida asociativa muy intensa, y eso era como una ampliación de la familia, en realidad todo eso hacía que eso fuera una gran familia. Luego había un ámbito cultural muy potente, por ejemplo, varias de estas asociaciones pues tenían x grupos de teatro, o de música, entonces todo eso lo ves con añoranza. Todo eso se ha substituido por cosas que te dan, y eso hace que la gente se retire, porque es muy distinto digamos, escuchar música que hacerla, hay una diferencia cualitativa.
El Estado del Bienestar se inventa para destruir ese mundo de lo asociativo que era tan rico, o en el interior pues era más modelo tradicional, las cofradías estas que tanto se han denigrado, sí, estaban bajo la vocación de un santo, pero eran sistemas de ayuda mutua. En muchos pueblos las cofradías substituían a las funerarias actuales, había ochenta vecinos inscritos y cuando alguien moría pues ellos hacían el entierro, lo acompañaban, pagaban la caja, atendían a la familia, había también un fondo para viudedad. Porque yo entiendo que lo que más se puede parecer a una vida satisfactoria, por lo menos para mí, es la vida colectiva, la vida colectiva con confianza, eso es lo que realmente se llama amor, sea homosexual o heterosexual; el amor es un romper las barreras de la individualidad, todos vivimos metidos en una individualidad que es una cárcel, entonces te sientes identificado con alguien de tal manera que lo compartes todo. Eso es el amor romántico. Pero eso también puede ser en el conjunto de la sociedad, por ejemplo el amor a la familia, al conjunto. Quien dice estatolatría dice cárcel del yo, ese problema ha sido muy grave, es la principal causa de depresión es este estado, una cárcel del yo. No es fácil convivir, no es fácil establecer relaciones de amistad, relaciones de amor, sean del tipo que sean, o relaciones incluso de ayuda, eso lo hemos perdido. ¿Cuánto tiempo se tardará en recuperar ? Yo sobre este asunto quiero escribir bastante. Bueno, pues la estatolatría es así, y te dicen: “¡Es que nos dan esto!" Pero bueno ¿por qué nos lo tienen que dar? Nosotros tenemos que hacerlo, nosotros. Tenemos que hacernos cargo de la totalidad de nuestras vidas y en ese hacernos cargo es cuando nos relacionamos con el otro. No haces mayor amistad que haciendo algo con la gente. Cuando hay un proyecto común es cuando se hacen las verdaderas amistades. Por lo tanto, no se trata de que el Estado nos dé más o menos, sino de que el Estado no tiene legitimidad para substituir.
La política tiene que ser algo de los aficionados, no puede haber políticos profesionales ni funcionarios, tiene que ser algo de la gente normal, que bueno, cumpla unas funciones muy rigurosamente y si le corresponde encargarse de tal asunto dos veces al mes, pues dos veces al mes. En el pueblo de mi madre había un horno colectivista, y a cada familia le correspondía llevar la leña una semana al año, los martes y viernes, el resto del año ya no tenías que hacer nada, pero bueno eso era una forma. Era muy agradable porque era casi como una gran familia, esto hacía que fueran unas relaciones muy fuertes. Yo en ese sentido quiero defender mucho la idea de la amistad, la amistad es un gran valor que se ha perdido, y también la idea del amor, quizá hace treinta años se habló mucho de sexo, y eso está bien, soy partidario de una vida sexual rica, pero el amor tiene que ser importante, hay que volver a pensar en el amor, definir el amor, bueno, redefinirlo, porque es difícil. En sus formas de amistad, compañerismo, amor erótico, amor maternal, amor paternal, bueno hay quizá una lista de treinta formas de amor, y esto creo que es una de las grandes tareas de nuestra época. Entonces aquí nunca la haremos si seguimos esperando que el Estado nos resuelva las cosas, eso es un hecho bastante claro.
La Estatolatría es la desembocadura final de la Revolución Liberal, es una hegemonía del Estado, puesto que ya en sí misma la Revolución Liberal es un crecimiento del Estado, es la situación actual, se ha creado un Estado protector, un Estado-providencia, que anula las relaciones entre las personas y substituye las relaciones que había antes de ayuda mutua, antes las personas se ayudaban unas a otras, de muchas maneras, desde una manera informal hasta formal. Todavía en el siglo XIX el movimiento obrero, yo leí un libro muy bueno de un amigo mío de un pueblo de Castellón dónde él estudia el asociacionismo obrero. Pues era un pueblo pequeño, que eran siete mil habitantes dónde tenían una asociación de socorros mutuos médicos, una asociación cultural, una asociación para enseñar a la gente saberes técnicos, a buscar trabajo, dibujo lineal.... y eso hacía que la vida fuera muy agradable porque una persona pertenecía a diez o doce asociaciones y era de la junta directiva de una, de la otra, y luego tenías el sindicato pequeño, por ejemplo allí de pescadores, un sindicato de mujeres que se dedicaba a las alpargatas, entonces vivías una vida asociativa muy intensa, y eso era como una ampliación de la familia, en realidad todo eso hacía que eso fuera una gran familia. Luego había un ámbito cultural muy potente, por ejemplo, varias de estas asociaciones pues tenían x grupos de teatro, o de música, entonces todo eso lo ves con añoranza. Todo eso se ha substituido por cosas que te dan, y eso hace que la gente se retire, porque es muy distinto digamos, escuchar música que hacerla, hay una diferencia cualitativa.
El Estado del Bienestar se inventa para destruir ese mundo de lo asociativo que era tan rico, o en el interior pues era más modelo tradicional, las cofradías estas que tanto se han denigrado, sí, estaban bajo la vocación de un santo, pero eran sistemas de ayuda mutua. En muchos pueblos las cofradías substituían a las funerarias actuales, había ochenta vecinos inscritos y cuando alguien moría pues ellos hacían el entierro, lo acompañaban, pagaban la caja, atendían a la familia, había también un fondo para viudedad. Porque yo entiendo que lo que más se puede parecer a una vida satisfactoria, por lo menos para mí, es la vida colectiva, la vida colectiva con confianza, eso es lo que realmente se llama amor, sea homosexual o heterosexual; el amor es un romper las barreras de la individualidad, todos vivimos metidos en una individualidad que es una cárcel, entonces te sientes identificado con alguien de tal manera que lo compartes todo. Eso es el amor romántico. Pero eso también puede ser en el conjunto de la sociedad, por ejemplo el amor a la familia, al conjunto. Quien dice estatolatría dice cárcel del yo, ese problema ha sido muy grave, es la principal causa de depresión es este estado, una cárcel del yo. No es fácil convivir, no es fácil establecer relaciones de amistad, relaciones de amor, sean del tipo que sean, o relaciones incluso de ayuda, eso lo hemos perdido. ¿Cuánto tiempo se tardará en recuperar ? Yo sobre este asunto quiero escribir bastante. Bueno, pues la estatolatría es así, y te dicen: “¡Es que nos dan esto!" Pero bueno ¿por qué nos lo tienen que dar? Nosotros tenemos que hacerlo, nosotros. Tenemos que hacernos cargo de la totalidad de nuestras vidas y en ese hacernos cargo es cuando nos relacionamos con el otro. No haces mayor amistad que haciendo algo con la gente. Cuando hay un proyecto común es cuando se hacen las verdaderas amistades. Por lo tanto, no se trata de que el Estado nos dé más o menos, sino de que el Estado no tiene legitimidad para substituir.
La política tiene que ser algo de los aficionados, no puede haber políticos profesionales ni funcionarios, tiene que ser algo de la gente normal, que bueno, cumpla unas funciones muy rigurosamente y si le corresponde encargarse de tal asunto dos veces al mes, pues dos veces al mes. En el pueblo de mi madre había un horno colectivista, y a cada familia le correspondía llevar la leña una semana al año, los martes y viernes, el resto del año ya no tenías que hacer nada, pero bueno eso era una forma. Era muy agradable porque era casi como una gran familia, esto hacía que fueran unas relaciones muy fuertes. Yo en ese sentido quiero defender mucho la idea de la amistad, la amistad es un gran valor que se ha perdido, y también la idea del amor, quizá hace treinta años se habló mucho de sexo, y eso está bien, soy partidario de una vida sexual rica, pero el amor tiene que ser importante, hay que volver a pensar en el amor, definir el amor, bueno, redefinirlo, porque es difícil. En sus formas de amistad, compañerismo, amor erótico, amor maternal, amor paternal, bueno hay quizá una lista de treinta formas de amor, y esto creo que es una de las grandes tareas de nuestra época. Entonces aquí nunca la haremos si seguimos esperando que el Estado nos resuelva las cosas, eso es un hecho bastante claro.
En tu libro "La Democracia y el Triunfo del Estado" mencionas que una de las metas de la masa popular era frenar, entre otras muchas medidas represivas, la instauración de la familia patriarcal por el Estado, que culminó con la promulgación del código civil en 1889. ¿Cómo crees que ese devenir histórico ha influido en la realidad actual de la mujer moderna?
El código de 1889 es un producto de la Revolución Liberal típico, vamos, cien por cien, es una copia del Código Francés de mil ochocientos cuatro, que es el código misógino por excelencia. Hay un estudio muy bueno, se editó el Código Francés de mil ochocientos cuatro por primera vez al Castellano hace cinco años. El estudio inicial es muy bueno, hay un capítulo dedicado a la misoginia, imposición de la propiedad privada. Bueno pues, aquí las cosas fueron diferentes que en Francia, la resistencia a la imposición de la misoginia es grande, ya antes la había, había una misoginia dentro de la Iglesia Católica y en las clases altas, pero no la había como un código normalizado y regularizado. La relación entre la iglesia y las clases populares era muy conflictiva, en contra de lo que se ha dicho, y la iglesia periódicamente tenía que lanzar predicadores para el control de la masa popular, como es el caso de San Francisco Javier, San Vicente Ferrer en el Pais Valenciano, ellos se daban cuenta que había un enfrentamiento entre el pueblo y la iglesia. Entonces, aquí hay mucha resistencia y tardan mucho en sacar el código.
Ese código se dedica mucho a herencias, propiedades privadas y tal, pero en lo que nos afecta tenía dos objetivos; primero legislar la inferioridad de la mujer con normas, lo que la mujer no podía hacer, había una serie de cosas que la mujer no podía hacer, salvo autorización, y algunas, incluso sin autorización. Algunas las podía hacer si la autorizaba su marido, o su padre. Y luego introduce unas normas muy sutiles para destruir la familia extensa, la familia extensa se empieza a destruir desde la legalización, cuando muchas normativas priman a la familia nuclear, es decir, hay cosas que sólo valen para padre, madre e hijo, mientras que antes la familia eran tambien los primos, primos segundos, etc. O sea, la familia extensa antes podían ser doscientas personas, yo eso todavía lo viví, por ejemplo, cuando yo era pequeño, ser primo hermano era muchísimo, incluso primo segundo, incluso alguien que era tío de tu abuelo, que tú ibas a un pueblo de al lado, y si era tío de tu abuelo podías comer en su casa tranquilamente y quedarte a dormir. Ahora yo ya he perdido el contracto con mis primos hermanos, ya no sé ni dónde viven, tengo el teléfono de alguno y poco más. Entonces todo esto claro, es el camino actual. Es curioso que cuando Franco vuelve a la misoginia pura y dura, no se inventa leyes nuevas, vuelve al código civil de 1889. Hay una normativa que dice: se cumplirá totalmente, y no con las pequeñas limitaciones que se había ido introduciendo, por una parte Primo de Ribera, cuando establece que las mujeres podían ser alcaldes en los pueblos –es la normativa alcalde y concejal– que es la primera normativa legal que permite a la mujer participar en algo político, y luego la Segunda República que había introducido también algún elemento. Bueno, pues esta cuestión es una de las cuestiones más tristes, y luego ni siquiera el franquismo lo puede mantener, tiene que hacer cambios legales, introduce una legislación para que las mujeres puedan trabajar en las empresas, aquí en Cataluña la mano de obra femenina era el cuarenta por ciento de la población activa, pero en otras cosas sí lo hizo. Y ahora pues, bueno, hay un recuerdo, parece que no, pero la familia extensa ha desaparecido totalmente, queda la familia nuclear, y también en un estado de desintegración, y es una pérdida más para las formas naturales de convivencia que yo entiendo que tienen que ser recuperadas, las de antes; la amistad, las cuadrillas de ayuda mutua, las vecindades, los vecinos antes eran sagrados, los confundías hasta con tu padre, ¡cuándo yo era pequeño acababas pensando que si tu madre era esta señora o la vecina de al lado! Y recuperar todo esto es muy difícil, la amistad misma, el compañerismo, la cortesía, por ejemplo. Es muy triste como las normas de cortesía, yo digo bueno, hay cortesía que está obsoleta, bueno pues busquemos otras normas, no podemos caer en una actitud de pura barbarie. Todo esto llevará mucho tiempo recuperarlo, desgraciadamente.
El código de 1889 es un producto de la Revolución Liberal típico, vamos, cien por cien, es una copia del Código Francés de mil ochocientos cuatro, que es el código misógino por excelencia. Hay un estudio muy bueno, se editó el Código Francés de mil ochocientos cuatro por primera vez al Castellano hace cinco años. El estudio inicial es muy bueno, hay un capítulo dedicado a la misoginia, imposición de la propiedad privada. Bueno pues, aquí las cosas fueron diferentes que en Francia, la resistencia a la imposición de la misoginia es grande, ya antes la había, había una misoginia dentro de la Iglesia Católica y en las clases altas, pero no la había como un código normalizado y regularizado. La relación entre la iglesia y las clases populares era muy conflictiva, en contra de lo que se ha dicho, y la iglesia periódicamente tenía que lanzar predicadores para el control de la masa popular, como es el caso de San Francisco Javier, San Vicente Ferrer en el Pais Valenciano, ellos se daban cuenta que había un enfrentamiento entre el pueblo y la iglesia. Entonces, aquí hay mucha resistencia y tardan mucho en sacar el código.
Ese código se dedica mucho a herencias, propiedades privadas y tal, pero en lo que nos afecta tenía dos objetivos; primero legislar la inferioridad de la mujer con normas, lo que la mujer no podía hacer, había una serie de cosas que la mujer no podía hacer, salvo autorización, y algunas, incluso sin autorización. Algunas las podía hacer si la autorizaba su marido, o su padre. Y luego introduce unas normas muy sutiles para destruir la familia extensa, la familia extensa se empieza a destruir desde la legalización, cuando muchas normativas priman a la familia nuclear, es decir, hay cosas que sólo valen para padre, madre e hijo, mientras que antes la familia eran tambien los primos, primos segundos, etc. O sea, la familia extensa antes podían ser doscientas personas, yo eso todavía lo viví, por ejemplo, cuando yo era pequeño, ser primo hermano era muchísimo, incluso primo segundo, incluso alguien que era tío de tu abuelo, que tú ibas a un pueblo de al lado, y si era tío de tu abuelo podías comer en su casa tranquilamente y quedarte a dormir. Ahora yo ya he perdido el contracto con mis primos hermanos, ya no sé ni dónde viven, tengo el teléfono de alguno y poco más. Entonces todo esto claro, es el camino actual. Es curioso que cuando Franco vuelve a la misoginia pura y dura, no se inventa leyes nuevas, vuelve al código civil de 1889. Hay una normativa que dice: se cumplirá totalmente, y no con las pequeñas limitaciones que se había ido introduciendo, por una parte Primo de Ribera, cuando establece que las mujeres podían ser alcaldes en los pueblos –es la normativa alcalde y concejal– que es la primera normativa legal que permite a la mujer participar en algo político, y luego la Segunda República que había introducido también algún elemento. Bueno, pues esta cuestión es una de las cuestiones más tristes, y luego ni siquiera el franquismo lo puede mantener, tiene que hacer cambios legales, introduce una legislación para que las mujeres puedan trabajar en las empresas, aquí en Cataluña la mano de obra femenina era el cuarenta por ciento de la población activa, pero en otras cosas sí lo hizo. Y ahora pues, bueno, hay un recuerdo, parece que no, pero la familia extensa ha desaparecido totalmente, queda la familia nuclear, y también en un estado de desintegración, y es una pérdida más para las formas naturales de convivencia que yo entiendo que tienen que ser recuperadas, las de antes; la amistad, las cuadrillas de ayuda mutua, las vecindades, los vecinos antes eran sagrados, los confundías hasta con tu padre, ¡cuándo yo era pequeño acababas pensando que si tu madre era esta señora o la vecina de al lado! Y recuperar todo esto es muy difícil, la amistad misma, el compañerismo, la cortesía, por ejemplo. Es muy triste como las normas de cortesía, yo digo bueno, hay cortesía que está obsoleta, bueno pues busquemos otras normas, no podemos caer en una actitud de pura barbarie. Todo esto llevará mucho tiempo recuperarlo, desgraciadamente.
En el mismo libro “La Democracia y el triunfo del Estado”, mantienes que el movimiento anti-globalización es una de las formas más obstinadas y más patéticas de la estatolatría. ¿Por qué?
Una frase demasiado dura, ya la he retirado. Claro, dices estas cosas y luego vas a una charla y se levanta uno diciendo: yo soy del movimiento anti-globalización. En Alcoy me dieron una tunda por esa frase. Entonces, vamos a ver, el movimiento anti-globalización tenía varias salas y era muy plural, entonces yo hago un juicio que es injusto. Eso puede servir para el ala derecha, el movimiento como era Le Monde, o era aquí el periódico El Pais, que bueno, muchos redactores del Pais promovieron y escribieron libros del movimiento anti-globalización, como Joaquín Estefania Moreira, que era subdirector de El Pais y es un ideólogo de la anti-globalización. Hay que decir que el movimiento anti-globalización hoy prácticamente ha desaparecido, y es verdad que mucha gente que ahora me ayuda a distribuir mis libros proviene de ahí, luego, estaba tirando piedras contra mi propio tejado. Lo que diré es que de todas maneras el ala más radical tenía muy poca claridad de ideas, se dedicó poco tiempo a la reflexión, y el otro ala, efectivamente era estatolátrica, porque pretendía crear un Estado muy potente que nos protegiera de los males del capitalismo mundializado. Pero el fenómeno de la mundialización es mucho más que un fenómeno económico, es un fenómeno que afecta a muchas cosas; va desde la inmigración, hasta la aculturación, la imposición del idioma inglés, y todo esto por una manía economicista se recortó. Entonces, como yo estaba un poco enfadado con ellos hace tres años y medio, cuando escribí esa parte del libro, pues metí eso ahí, pero claro, todo libro se escribe en un momento de un proceso de conocimiento, lógicamente, luego vas avanzando, ya en el otro libro empleo la expresión “ala derecha” del movimiento anti-globalización, o grupos conservadores, por ejemplo, Le Monde, no sé si sabéis que está muy vinculado a la industria armamentística, en realidad responde a un consorcio industrial que es armamentístico allí en Francia, y ellos promovieron muchos movimientos anti-globalización, hasta que ya se cansaron, no sé bien por qué, hace cinco años y lo dejaron caer. Entonces esta cuestión sería a corregir. De todas maneras es una pena que el movimiento en su base radical no hiciera más aportaciones reflexivas, era un poco insustancial, una pena. Pero bueno, todavía está a tiempo la gente que se reclama de eso para corregir esa orientación.
Una frase demasiado dura, ya la he retirado. Claro, dices estas cosas y luego vas a una charla y se levanta uno diciendo: yo soy del movimiento anti-globalización. En Alcoy me dieron una tunda por esa frase. Entonces, vamos a ver, el movimiento anti-globalización tenía varias salas y era muy plural, entonces yo hago un juicio que es injusto. Eso puede servir para el ala derecha, el movimiento como era Le Monde, o era aquí el periódico El Pais, que bueno, muchos redactores del Pais promovieron y escribieron libros del movimiento anti-globalización, como Joaquín Estefania Moreira, que era subdirector de El Pais y es un ideólogo de la anti-globalización. Hay que decir que el movimiento anti-globalización hoy prácticamente ha desaparecido, y es verdad que mucha gente que ahora me ayuda a distribuir mis libros proviene de ahí, luego, estaba tirando piedras contra mi propio tejado. Lo que diré es que de todas maneras el ala más radical tenía muy poca claridad de ideas, se dedicó poco tiempo a la reflexión, y el otro ala, efectivamente era estatolátrica, porque pretendía crear un Estado muy potente que nos protegiera de los males del capitalismo mundializado. Pero el fenómeno de la mundialización es mucho más que un fenómeno económico, es un fenómeno que afecta a muchas cosas; va desde la inmigración, hasta la aculturación, la imposición del idioma inglés, y todo esto por una manía economicista se recortó. Entonces, como yo estaba un poco enfadado con ellos hace tres años y medio, cuando escribí esa parte del libro, pues metí eso ahí, pero claro, todo libro se escribe en un momento de un proceso de conocimiento, lógicamente, luego vas avanzando, ya en el otro libro empleo la expresión “ala derecha” del movimiento anti-globalización, o grupos conservadores, por ejemplo, Le Monde, no sé si sabéis que está muy vinculado a la industria armamentística, en realidad responde a un consorcio industrial que es armamentístico allí en Francia, y ellos promovieron muchos movimientos anti-globalización, hasta que ya se cansaron, no sé bien por qué, hace cinco años y lo dejaron caer. Entonces esta cuestión sería a corregir. De todas maneras es una pena que el movimiento en su base radical no hiciera más aportaciones reflexivas, era un poco insustancial, una pena. Pero bueno, todavía está a tiempo la gente que se reclama de eso para corregir esa orientación.
¿Cómo sería tu sociedad ideal?
En un momento tan amargo y tan negro, yo no pienso en términos de sociedad ideal, sino más bien en términos de desarrollar una cosmovisión del esfuerzo. Yo creo que los problemas hoy son muy graves, que lo que se nos viene encima, o se nos está viniendo ya es aún más grave, entonces intento en mi mismo y en los demás, promover una idea del esfuerzo. Tenemos que ser personas esforzadas, en lo intelectual, en lo convivencial, por ejemplo muchas veces, en aguantar, saber callarse, no pisarle los callos a nadie. Y mi idea más bien de una sociedad ideal se define a partir de ahí, una sociedad donde la gente se esfuerce; donde haya un esfuerzo intelectual, un esfuerzo convivencial, un esfuerzo emocional, también un esfuerzo físico. Entonces ese sería quizá el modelo de sociedad ideal. Yo entiendo que la condición humana es muy trágica, nunca quizá habrá una sociedad perfecta, el ser humano tiene unas tendencias a la negatividad muy fuertes, que hay que controlar, también al bien, pero somos una unidad de opuestos, y la prueba es que la historia de la humanidad es las cosas más maravillosas y los crímenes más espantosos, y a veces incluso cometidos por la misma gente en momentos distintos. Y bueno, ¿esto se puede cambiar? quizá si, no es seguro, yo muchas veces empleo el quizá. Yo ya tengo mi edad y he visto muchas cosas, yo llevo en el compromiso político y social desde los dieciocho años, y nunca lo he dejado, lo dejé un tiempo para escribir los libros, y eso te hace ver muchas cosas, he visto subir muchas cosas y hundirse. Pero quizá mis dos ideas centrales, que son las que forman parte del título de mi web, son: esfuerzo y servicio. Entonces eso refleja mi idea de la vida, una disposición para el esfuerzo y también una disposición para el servicio. Yo entiendo que todo lo que sea individualismo es degradante, cualquier búsqueda de beneficio particular... hay una búsqueda legítima, claro, hay que comer todos los días, pero toda búsqueda de poder para sí o satisfacción para sí o del dinero para sí, entonces todo eso es degradante y se debe evitar. Pero también es la pereza, yo soy muy contrario a la pereza, creo que la vida es un esfuerzo, pero no un esfuerzo por metas viles, como puede ser enriquecerse, o mandar sobre los demás, tiene que ser un esfuerzo, primero por desmontar esos elementos negativos, y en segundo por construir lo positivo. Ahora, ¿es posible? el tiempo lo dirá. ¿Hasta qué punto se puede regenerar la humanidad? No lo sé. Creo que algo sí, pero a lo mejor mucho, mucho no.
En un momento tan amargo y tan negro, yo no pienso en términos de sociedad ideal, sino más bien en términos de desarrollar una cosmovisión del esfuerzo. Yo creo que los problemas hoy son muy graves, que lo que se nos viene encima, o se nos está viniendo ya es aún más grave, entonces intento en mi mismo y en los demás, promover una idea del esfuerzo. Tenemos que ser personas esforzadas, en lo intelectual, en lo convivencial, por ejemplo muchas veces, en aguantar, saber callarse, no pisarle los callos a nadie. Y mi idea más bien de una sociedad ideal se define a partir de ahí, una sociedad donde la gente se esfuerce; donde haya un esfuerzo intelectual, un esfuerzo convivencial, un esfuerzo emocional, también un esfuerzo físico. Entonces ese sería quizá el modelo de sociedad ideal. Yo entiendo que la condición humana es muy trágica, nunca quizá habrá una sociedad perfecta, el ser humano tiene unas tendencias a la negatividad muy fuertes, que hay que controlar, también al bien, pero somos una unidad de opuestos, y la prueba es que la historia de la humanidad es las cosas más maravillosas y los crímenes más espantosos, y a veces incluso cometidos por la misma gente en momentos distintos. Y bueno, ¿esto se puede cambiar? quizá si, no es seguro, yo muchas veces empleo el quizá. Yo ya tengo mi edad y he visto muchas cosas, yo llevo en el compromiso político y social desde los dieciocho años, y nunca lo he dejado, lo dejé un tiempo para escribir los libros, y eso te hace ver muchas cosas, he visto subir muchas cosas y hundirse. Pero quizá mis dos ideas centrales, que son las que forman parte del título de mi web, son: esfuerzo y servicio. Entonces eso refleja mi idea de la vida, una disposición para el esfuerzo y también una disposición para el servicio. Yo entiendo que todo lo que sea individualismo es degradante, cualquier búsqueda de beneficio particular... hay una búsqueda legítima, claro, hay que comer todos los días, pero toda búsqueda de poder para sí o satisfacción para sí o del dinero para sí, entonces todo eso es degradante y se debe evitar. Pero también es la pereza, yo soy muy contrario a la pereza, creo que la vida es un esfuerzo, pero no un esfuerzo por metas viles, como puede ser enriquecerse, o mandar sobre los demás, tiene que ser un esfuerzo, primero por desmontar esos elementos negativos, y en segundo por construir lo positivo. Ahora, ¿es posible? el tiempo lo dirá. ¿Hasta qué punto se puede regenerar la humanidad? No lo sé. Creo que algo sí, pero a lo mejor mucho, mucho no.
.
Ir a descargar
Ir a descargar
Añadimos un audio de la conferencia de Felix, en plaza Sol de Madrid, el 6 de junio, sobre: Procesos asamblearios en nuestra historia
Una clase magistral de nuestra historia, que nos han ocultado las élites.
No hay comentarios:
Publicar un comentario