Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

viernes, 7 de enero de 2011

Marx Satanista

REVELACIONES DE RICHARD WURMBRAND

Carlos Marx y Satanás
Por José Ignacio del Castillo


Mientras el padre Llanos, Gustavo Gutiérrez –reciente Premio Príncipe de Asturias-Santillana–, Ignacio Ellacuría o Frei Betto malgastaron y malgastan su sacerdocio en descubrir los puntos de conexión entre el mensaje de puro amor de Jesucristo y la doctrina marxista (fundada sobre el odio, el engaño y la aniquilación de segmentos enteros de la sociedad), Richard Wurmbrand, un sacerdote rumano, se ocupaba con algo bastante más razonable: investigar los vínculos de Marx con el satanismo. Lo que descubrió quedó resumido en su libro Marx and Satan. Puede descargarse en inglés aquí.


Robert Payne, en su biografía del autor de Das Kapital, había sacado ya a la luz algunos alucinantes textos del joven Marx como Oulanem o El Violinista. La inquietante novedad de la tesis del libro de Wurmbrand fue descubrir que probablemente Marx jamás abandonó sus lazos con el satanismo.

No sólo Wurmbrand es de esa idea. El insigne economista e historiador de las ideas Murray Rothbard (Historia del Pensamiento Económico, vol. II) incluye a Marx dentro de la tradición gnóstica: Marx creía tener poder para descubrir el mensaje escondido que contiene las intenciones del Destino. Algo que en la tradición gnóstica sólo las mentes iluminadas serían capaces de descifrar.

Existe un conocido vínculo entre las tradiciones gnósticas y ocultistas. Aleister Crowley, el más famoso nigromante satánico del siglo XX, definía en Magic Theory and Practice el ocultismo como “el arte de causar que el cambio ocurra conforme a la voluntad” o dicho más llanamente el poder de controlar mentes y sucesos ajenos por la intención.

Es difícil saber si Marx alcanzó tal grado de megalomanía o si siquiera estaba familiarizado con esa idea. Lo que sí sabemos es que siendo joven escribió un poema titulado El Violinista en el que parece ya estar al corriente de algunos de los rituales satánicos:

“Mira esta espada: me la vendió el Príncipe de las Tinieblas, 
porque él marca el tiempo y traza los signos.
Con furia creciente toco la danza de la muerte...”