Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

viernes, 12 de junio de 2009

Daniel Estulin: Los secretos del Club Bilderberg: Prólogo


Últimamente me encuentro con mucha información sobre el Club Bilderberg, particularmente de Daniel Estulin. Me apetece seleccionar algunos fragmentos de sus libros, por si hubiera alguna conexión con los misteriosos "Ellos" de Rakovski, como veíamos en la serie Sinfonía en Rojo Mayor. Podéis leer el libro "Los secretos del Club Bilderberg" o "La verdadera historia del Club Bilderberg" en Scribd.

Para ser sinceros me extraña que alguien dé tanta información negativa sobre personas tan poderosas y tenga repercusión mediática. Otra cuestión que invita a la prudencia sobre la información de Estulin es que una parte procede del propio Club Bilderberg, y otra parte procede de los servicios secretos de diferentes paises. No digo que la información sea falsa, pero sí creo que hay que ser cauto. En cualquier caso voy a seleccionar fragmentos que me parecen interesantes.

Extraído del libro Los secretos del Club Bilderberg

En 1954, muchos de los hombres más poderosos del mundo se reunieron por primera vez bajo el patrocinio de la familia real de Holanda y la familia Rockefeller en el lujoso Hotel Bilderberg, en la pequeña población de Ooesterbeck. Durante un fin de semana debatieron sobre el futuro del mundo. Al acabar las sesiones, decidieron reunirse todos los años con el fin de intercambiar ideas y analizar la evolución internacional. Se bautizaron a sí mismos como Club Bilderberg y, desde entonces, año tras año se reúnen durante un fin de semana en algún hotel del mundo para decidir el futuro de la humanidad.

La prensa nunca ha podido entrar a las deliberaciones ni ha emitido ningún comunicado sobre las conclusiones a las que han llegado los asistentes. Tampoco ha hecho pública ninguna acta con el orden del día. Resulta sorprendente que pocos medios consideren que una concentración de personalidades así no sea noticia cuando, en cambio, cualquier viaje de algunos de ellos en solitario suele llegar a los titulares de las noticias en televisión. Yo me hice esas preguntas hace casi quince años. Empecé entonces una investigación que con el tiempo me absorbería por completo y se convertiría en el trabajo de mi vida. Lentamente, traspasé una a una todas las capas del secretismo del Club Bilderberg. A través de medios que recuerdan las tácticas de espionaje de la Guerra Fría, y en ocasiones poniendo en juego mi propia vida, conseguí lo que nadie había conseguido: conocer qué se decía tras las puertas cerradas de los lujosos hoteles en los que el Club Bilderberg se reunía. Y lo que descubrí me puso los pelos de punta. Más allá de ser un centro de influencia, el Club Bilderberg es el Gobierno Mundial en la sombra: es el que decide, con un secretismo total en sus reuniones anuales, cómo se llevarán a cabo sus planes.

Los secretos del Club Bilderberg se adentra en las reuniones confidenciales y explica por qué un grupo formado por políticos, empresarios, banqueros e individuos poderosos formaron la sociedad secreta con más poder en el mundo. Los Secretos del Club Bilderberg incluye fotografías y documentos inéditos de las reuniones y, además, detalla las acciones pasadas, presentes y futuras de sus miembros. Como escribió en su novela Coningsby el primer ministro de Inglaterra Bejamin Disraeli: «El mundo está gobernado por personajes que no pueden ni imaginar aquellos cuyos ojos no penetran entre los bastidores».

El 11 de septiembre de 2001, el Club Bilderberg, como demostraré inequívocamente en este libro, inició una guerra que «no tendrá fin mientras vivamos». Esa guerra no se libra en aras de la justicia, sino que su único fin es el petróleo. Quien la gane controlará los últimos vestigios de las reservas de petróleo y gas natural de la Tierra. La raza humana libre está en peligro de extinción y los bilderbergers lo saben muy bien. De ahí las «guerras sin fin» en Afganistán, Irak, Sudán e Irán; las que se libran en el mar Caspio y las que se librarán contra Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Siria y Venezuela dentro de muy poco tiempo. Todo forma parte de un conflicto global cuyo fin es controlar la Humanidad. Quienes controlan el petróleo controlan la Tierra. Y el Gobierno Mundial Único se aprovecha de todos los recursos tecnológicos disponibles para dominar al reticente mundo.

Pero aún hay más. También descorro el velo del lucrativo tráfico mundial de drogas y explico cómo los bilderbergers se encargan de gestionarlo. Al contrario de lo que nos han contado, la guerra en Kosovo no se libró en pro de la libertad, sino por una cuestión de drogas. La economía global asociada a las drogas genera por año, en efectivo líquido, cerca de 700.000 millones de dólares. ¿Quiénes se benefician? Las familias más opulentas y poderosas del mundo, tal como lo demuestro en el capítulo sobre Kosovo. Slobodan Milosevic era un líder bruto, pero se le quitó de en medio y, finalmente, fue asesinado porque el Imperio necesitaba beneficios ilimitados. Como el 80% de la heroína que entra en Europa lo hace a través de Kosovo, Yugoslavia estaba condenada a desaparecer.

También nos han dicho que Osama bin Laden y sus terroristas de Al Qaeda fueron quienes perpetraron los atentados del 11­S. Como el mundo estaba horrorizado, nosotros quisimos creer en otra mentira. El 11­S, tal como pongo de manifiesto en el penúltimo capítulo, guardó relación con el negocio del petróleo, o más bien con su falta, como un requisito previo y necesario para una Guerra Total que nos llevará a la Esclavitud Total que nos espera con los brazos abiertos.

Los Beatles, los Rolling Stones, Monterrey, Woodstock, la emisora Top 40 y MTV son metáforas de un lavado de cerebro devastador, cortesía del Instituto Tavistock de Comportamiento Humano. Creíamos que habíamos «descubierto» a los Beatles, a los Rolling Stones, a los Animals y a los Mamas & the Papas. Sin embargo, cruel y previsoramente, a las órdenes del Tavistock, los investigadores sociales más brillantes del planeta nos implantaron esos grupos. Formaban parte de un experimento humano de alto secreto de efectividad devastadora, que pretendía degradar al individuo y reducir su esfera de influencia espiritual. Combinados con los experimentos con LSD financiados por la CIA y los experimentos supersecretos de narcohipnosis MK­ULTRA, realizados con el fin de crear un asesino humano perfecto ­el «Candidato Manchú»­, en el primer capítulo muestro las devastadoras consecuencias de lo que, en efecto, ha sido un esfuerzo continuo durante el siglo pasado: degradar al hombre hasta dejarlo al nivel de la bestia, el sueño de Friedrich Nietzsche de hombre­-bestia visto a través de los ojos del Club Bilderberg, su extrema locura.

(Continua aquí.)

martes, 9 de junio de 2009

Sinfonía en Rojo Mayor: Parte XV (Final del interrogatorio)

Final del interrogatorio de Cristian Gueorguievich Rakovski, se inició aquí. Ver las anteriores partes empezando aquí.

G. Por esta noche, debemos terminar; pero antes de separarnos quiero saber algo más. Supongamos que todo es verdad y que se realiza con pleno éxito. “Ellos” impondrán ciertas condiciones. ¿Adivina cuáles puedan ser?...
R. No es difícil suponerlas. La primera será que cesen las ejecuciones de comunistas; es decir, de trotskistas, como ustedes llaman. Se impondrá, desde luego, fijar unas zonas de influencia… ¿cómo diría yo?..., los límites que han de separar al comunismo formal del comunismo real. En lo esencial, no será más. Habrá compromisos de ayuda mutua durante el tiempo que dure la realización del plan. Verá usted, por ejemplo, la paradoja de que una muchedumbre de hombres, enemigos de Stalin, le ayuden; no, no serán proletarios precisamente, no serán espías profesionales… En todos los rangos de la sociedad, por muy altos que sean, surgirán hombres valiosos, que ayudarán a este comunismo formal staliniano cuando pase a ser, si no comunismo real, un comunismo objetivo… ¿Me ha comprendido?...
G. Un poco; pero envuelve usted la cosa con tan oscuro casuismo…
R. Si hemos de terminar, solo así puedo expresarme. Veamos si puedo aún ayudarle a comprender. Sabido es que se ha llamado hegeliano al Marxismo. Así fue reducida la cuestión a la vulgaridad. El idealismo hegeliano es la vulgar adaptación a la grosera inteligencia occidental del misticismo naturalista de Baruch Spinoza. “Ellos” son spinozistas; acaso sea lo inverso y que el spinozismo sea “Ellos”, siendo aquél solo versión adecuada para la época de la propia filosofía de “Ellos”, muy anterior y superior… En fin, Marx, hegeliano y, por tanto, spinozista, fue infiel a su credo, pero solo temporalmente, tácticamente. No es, como el Marxismo propugna, por el aniquilamiento de un contrario el devenir de la síntesis. Es por integración superadora de tesis y antítesis como la síntesis se hace una realidad, una verdad, en un acorde final de lo subjetivo y objetivo. ¿No lo ve usted ya?... En Moscú Comunismo; en Nueva York Capitalismo. Igual a tesis y antítesis. Analice ambas. Moscú: Comunismo subjetivo y Capitalismo objetivo, Capitalismo de estado. Nueva Cork: Capitalismo subjetivo y Comunismo objetivo. Síntesis personal, real, verdad: Finanza Internacional, capitalismo-comunista. “Ellos”.

Fin del interrogatorio de seis horas.

Algún tiempo después del interrogatorio Gabriel explicó al doctor Landovski lo siguiente:
G. Quiénes son “Ellos” fijamente no lo sabemos; pero hasta el momento, se han comprobado muchas cosas de las dichas por Rakovsky; por ejemplo, es cierta la financiación de Hitler por banqueros de Wall Street. Esto es verdad, y mucho más. Todos estos meses que no le he visto a usted los dediqué a investigar sobre el informe de Rakovski. Ciertamente, no he podido identificar qué personas puedan ser tan estupendos personajes, pero sí la existencia de una especie de entorno de personalidades financieras, políticas, científicas y hasta eclesiásticas con rango, riquezas, poder y situación, cuya posición auténtica, considerada en su efecto, mediato casi siempre, resulta, por lo menos, extraña, inexplicable a la luz de un razonamiento vulgar…, porque, realmente, tienen con la idea comunista gran afinidad; claro es, con una idea del comunismo muy particular… Más eliminadas todas esas cuestiones de matiz, línea y perfil, objetivamente, como diría Rakovski, plagiando a Stalin, por acción u omisión hacen Comunismo.

L. ¿Y el embajador [Davies]?
G. Se siguió el consejo de Rakovski casi punto por punto. Nada concreto. Pero no tuvo repulsa ni se rasgó las vestiduras. Al contrario, mostró una gran comprensión para todo. No, no es él un enamorado de Inglaterra ni de Francia… Debe reflejar en ello la secreta opinión de su gran amigo Roosevelt. Discretamente, aludió a los pasados procesos y hasta llegó a insinuar cuánto se ganaría en la opinión americana con la clemencia en el próximo, en el de Rakovski. Como es natural, fue bien observado durante las sesiones del proceso de marzo. Asistió a todas solo; no le permitimos llevar ninguno de sus técnicos, para impedir todo “telégrafo” con los procesados. Él no es diplomático profesional y no debe conocer ciertas técnicas. Se vio precisado a mirar, queriendo expresar mucho con los ojos, según nos pareció, y creemos que animó con la mirada a Rosengolz y al mismo Rakovski. Este último ha confirmado el interés mostrado en las sesiones por Davies, confesando que, disimuladamente, le hizo el saludo masónico. Aún hay una cosa más extraña y que no puede ser falsa. El día 2 de marzo, en la madrugada, se recibió un radio de una estación muy potente, pero ignorada, claro es, del Oeste, dirigido al mismo Stalin, que decía: “Clemencia o crecerá la amenaza nazi”.
L. ¿No sería broma o maniobra?...
G. No. El radiograma llegó cifrado con la clave de nuestra propia Embajada en Londres. Comprenderá que es algo muy importante.
L. Pero no ha sido verdad la amenaza.
G. ¿Cómo que no?… El día 12 de marzo terminaban los debates en el Tribunal Supremo, y a las nueve de la noche se retiraba el tribunal a deliberar. Pues bien, aquel mismo día 12 de marzo, a las 5:30 de la mañana, Hitler había dado orden de avanzar a sus divisiones acorazadas sobre Austria. Naturalmente, fue un paseo militar, y Europa entera guardó un silencio sepulcral… Dígame sinceramente: ¿había motivos para meditar?..., o ¿debíamos ser tan estúpidos que creyésemos los saludos de Davies, el, el radiograma, la clave, la coincidencia de la invasión con la sentencia y el silencio europeo solo casualidad?... No, en efecto, no los hemos visto a “Ellos”, pero hemos escuchado su voz y hemos entendido su lenguaje… Por cierto, una voz y un lenguaje demasiado claros.

G. (…) Hace un mes nada más, en primero de octubre, nos han hablado por segunda vez. No menos alto, no menos claro. Hitler ha tomado parte de Checoslovaquia. Ahora no hubo silencio en Europa. Ha sido peor: Inglaterra y Francia, en forma pública, expresa y firmando, dieron su autorización a Hitler. Aún hay algo más elocuente. Alemania y Polonia se han unido para morderle a los checos. Ya han cometido juntos un delito. Esto es lo que más une a los ladrones. Han gustado la carne humana… “Ellos” nos han demostrado cómo es posible unir a dos, por mucho que se odien, si la unión es con el fin de saciar un apetito… ¿No pueden haber querido avisarnos de que con la misma facilidad unirán a Polonia y Alemania para devorar a la URSS?...

¿Se imagina usted qué arma sería contra Stalin demostrar que él ha pactado con el Führer… ¿Es nadie capaz de imaginar una explicación inteligible?... Considere nuestro propio caso. Por causa excepcional, conocemos el origen, razones y hechos del asunto… ¿Podríamos nosotros dar una explicación satisfactoria?... Comprenderá la necesidad absoluta de que todo esto sea un secreto. Un secreto auténtico. Un secreto de uno.

domingo, 7 de junio de 2009

Sinfonía en Rojo Mayor: la lucha por el poder mundial. Parte XIV: la Revolución oculta en los EEUU

Continuación del interrogatorio de Cristian Gueorguievich Rakovski, se inició aquí. Ver las anteriores partes empezando aquí.

En esta parte se revelan datos poco conocidos sobre la Revolución americana que viene desarrollándose en secreto desde casi la fundación de los EEUU.

También se explica la propuesta de Rakovsky para plantear el acuerdo entre Stalin y los EEUU. Genial Rakovsky.

R. Yo qué sé. Tan solo puedo inducir. Sigue usted con su manía del espionaje novelístico. Yo le podría fabricar para complacerle toda una historia; me sobra imaginación, datos y hechos verdaderos para darle apariencia de verdad rayando en la evidencia. ¿Pero no son más evidentes los hechos públicos?... Y ponga usted con su imaginación el resto si le place. Vea por sí mismo. Recuerde aquella mañana del día 24 de octubre de 1929. Un tiempo llegará en que será para la Historia de la Revolución un día más importante que el de octubre de 1917. El día 24 es el crack de la Bolsa de Nueva York; principio de la llamada “depresión”, auténtica Revolución. Los cuatro años de Hoover son de avance revolucionario: doce a quince millones de parados. En febrero de 1933 es el último golpe de la crisis con el cierre de los Bancos. Más no pudo hacer la Finanza para batir al “americano clásico”, aún encastillado en su reducto industrial, y esclavizado económicamente a Wall Street… Sabido es que todo empobrecimiento de la economía, sea social o animal, es un florecer de lo parasitario y la Finanza es el gran parásito. Pero aquella Revolución americana no tenía solo el fin usurario de acrecentar el Poder del Dinero, ambicionaba más. El Poder del Dinero, aunque poder político, solo se había ejercido de manera indirecta, y ahora debían convertirlo en un poder directo. El hombre a través del cual lo ejercían sería Franklin Roosevelt. ¿Ha comprendido?... Anote usted esto: en este año de 1929, el año primero de la Revolución Americana, en febrero, sale Trotsky de Rusia; el crack es en octubre… La financiación de Hitler es acordada en julio de 1929. ¿Cree usted todo casual?... Los cuatro años de Hoover son los empleados en preparar la toma del poder en EEUU y en la URSS, allí, por medio de la Revolución Financiera; aquí, por la guerra y el derrotismo subsiguiente… ¿Tendrá más evidencia para usted una buena novela imaginativa?... Comprenderá que un plan de tal envergadura requería un hombre excepcional rigiendo el Poder Ejecutivo en EEUU, destinados a ser la fuerza organizadora y decisiva: ese hombre fue Franklin y Eleanor Roosevelt, y permítame decirle que ese ser bisexual no es ninguna ironía… Había que huir de posibles Dalilas.

G. Roosevelt uno de “Ellos”?
R. Yo no sé si es uno de “Ellos” o si solo les obedece a “Ellos”… ¿Qué más da?... Lo creo consciente de su misión, pero no puedo afirmar si obedecerá por chantaje o si será uno del Mando; pero es cierto que cumplirá su misión, realizará la acción a él asignada con toda fidelidad. No me pregunte más, que yo no sé más.
G. En caso de que se decidiera dirigirse a Davies, ¿qué forma sugiere?...
R. Primeramente, deben elegir la persona… Un tipo así como el “barón”; él podría servir… ¿Vive aún?...
G. No lo sé.
R. Bien, queda la persona para vuestra elección. Deberá mostrarse vuestro enviado confidencial e indiscreto, mejor como cripto-oposicionista. La conversación será llevada con habilidad hacia la situación contradictoria en que las llamadas democracias europeas colocan a la URSS con su alianza contra el Nacional-Socialismo. Es aliarse con el Imperialismo británico y francés, un imperialismo real, actual, para destruir a un imperialismo potencial… Un eslabón verbal servirá para engarzar la falsa posición soviética con una idéntica de la democracia americana… También ella, por defender una democracia interior en Francia e Inglaterra, se ve impelida a sostener un imperialismo colonial… Como usted ve, puede plantearse la cuestión sobre una base lógica fortísima… De ahí a formular hipótesis de acción es facilísimo. Primera: que ni a la URSS ni a los EEUU les interesa el imperialismo europeo, ya que la disputa se reduce a una cuestión de dominio personal. Que ideológica, política y económicamente, conviene a Rusia y a América la destrucción del imperialismo colonial europeo, sea directo o indirecto. Más aún a los EEUU. Si Europa perdiera en una nueva guerra toda su fuerza, Inglaterra, que no la tiene propia y sí como nación hegemónica europea, desaparecida Europa como potencia, su imperio de habla inglesa, en un solo día, vendría a gravitar a los EEUU, como es política y económicamente fatal… Vea lo que usted empezó a escuchar bajo aquel aspecto de conspiración siniestra, como puede ser dicho sin escandalizar a cualquier inefable burgués americano. Al llegar aquí, puede hacerse un paréntesis de días. Luego, vista la reacción, se debe avanzar más. Hitler está lanzado; puede ser imaginada cualquier agresión, él es un agresor integral, no cabe equivocación… Y pasar a interrogar: ¿Qué actitud común deberían adoptar EEUU y la URSS frente a una guerra a la luz de que, bajo cualquier motivo, será siempre una guerra entre imperialistas que poseen e imperialistas que ambicionan?... Si la respuesta es neutralidad, nuevo argüir. Sí, neutralidad, pero ser neutral no depende solo de la voluntad de uno, depende también del agresor… Solo puede existir la seguridad de ser neutral cuando al agresor no le conviene o no puede agredir. A tal fin, lo infalible es que el agresor ataque a otra nación; evidentemente, a otra nación imperialista… De ahí a pasar, por razón de seguridad, a sugerir la necesidad y la moralidad de que si el choque no se produce por sí mismo entre los imperialistas, debe ser provocado, ha de resultar facilísimo… Y, aceptado en teoría, como se aceptará, concertar prácticamente las acciones es ya pura mecánica. He aquí el índice:

  1. Pacto con Hitler para repartirse Checoslovaquia o Polonia; mejor ésta.
  2. Hitler aceptará. Si él es capaz del bluf en su juego de conquista, tomar algo en unión de la URSS lo creerá, infalible garantía de que las democracias transigirán. No puede creer él en sus amenazas verbales, sabiendo, como lo sabe, que los belicistas son a la vez desarmistas y que su desarme es real.
  3. Las democracias atacarán a Hitler y no a Stalin; dirán a las gentes que, aún siendo igualmente culpables de agresión y reparto, la razón estratégica y logística les impone el batirlos por separado. Primero, Hitler, luego Stalin.

G. ¿Y no nos engañarían con la verdad?...
R. ¿Y cómo?... ¿Es que no queda Stalin en libertad de ayudar en la medida necesaria a Hitler?... ¿No dejamos en sus manos el prolongar la guerra entre los capitalistas hasta el último hombre y hasta la última libra?... ¿Con qué lo iban a poder atacar?... Ya tendrían suficiente las naciones agotadas de Occidente con la Revolución comunista interior, que triunfaría…
G. Pero ¿y si Hitler triunfase rápidamente?... ¿Y si movilizase, como Napoleón, a toda Europa contra la URSS?
R. ¡Es increíble!... Olvida usted la existencia de los EEUU; desecha usted el factor potencia más importante… ¿No es natural que América, imitando a Stalin, ayude por su parte a las naciones democráticas? Concertar “contra el reloj” las dos ayudas a los dos bandos combatientes asegura infaliblemente la duración indefinida de la guerra.
G. ¿Y el Japón?
R. ¿No tiene ya bastante con China?... Que le garantice Stalin su “no intervención”. Los japoneses son muy dados al suicidio, pero no tanto que sean capaces de atacar a la URSS y a China a la vez. ¿Más objeciones?...
G. No, si de mí dependiera probaría… Pero… ¿cree usted que el embajador?...
R. Creer, sí creo. No me han dejado hablar con él; pero fíjese usted en un detalle: el nombramiento de Davies se hace público en noviembre del 36; debemos suponer que Roosevelt pensó y gestionó mandarlo mucho antes, todos sabemos los trámites y el tiempo que requiere dar estado oficial al nombramiento de un embajador, más de dos meses. Debió ser acordado su nombramiento allá por agosto… ¿Y qué pasa en agosto?... Que son fusilados Zinoviev y Kamenev. Yo juraría que su nombramiento solo tiene como fin el articular de nuevo la política de “Ellos” con la de Stalin. Sí, lo creo firmemente. Con qué ansiedad ha debido ir viendo caer uno tras otro a los jefes de la Oposición en las purgas sucesivas… ¿Sabe usted si asistió al proceso de Radek?...
G. Sí.
R. ¿Lo ve usted?... Háblenle. Se halla esperando desde hace muchos meses.

(Continua aquí)