Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

jueves, 9 de abril de 2015

El control de América del Sur por el Imperio Británico. Bolívar y San Martín agentes británicos

Transcribo parte de una entrevista que Hispanoamérica Unida realizó al Dr. Julio C. González el 30 de agosto de 2013. En esta entrevista se señalan muchas de las mentiras en las que somos educados tanto en España como en Sudamérica.

http://hispanoamericaunida.com/2015/03/28/dr-julio-carlos-gonzalez-para-unir-a-hispanoamerica-necesitamos-organizar-a-las-fuerzas-del-pensamiento/
El Doctor Julio C. González lleva 50 años como profesor de Estructura Económica en las universidades de Buenos Aires y Lomas de Zamora (República Argentina). Fue Secretario de Estado de la Presidencia de la Nación de la República Argentina desde el 4 de septiembre de 1973 hasta el 24 de marzo de 1976 (período constitucional de 1973 a 1976). Es autor, entre otros, de un voluminoso y bien documentado libro titulado “La Involución Hispanoamericana – De Provincias de las Españas en América a Territorios Tributarios – El caso argentino 1711/2010” (Editorial Docencia, Buenos Aires, 2010, rector@hernandarias.edu.ar).
...
VI. [H.U.]: ¿Cuáles serían los actos jurídicos internacionales o los tratados por los cuales deberíamos empezar para analizar la situación de Hispanoamérica?

(J.C.G.): Un gran pensador argentino, Raúl R. Scalabrini Ortiz, escribió esto en la década de los años ’30 del siglo XX:
“La ignorancia argentina es la obra de un genial pensador que la preparó para dominarnos”. 
Scalabrini Ortiz determinaba que ese gran pensador era el imperio británico a través de sus universidades. Como lo documento en mi libro “La Involución…” en la Universidad de Londres existe una asignatura denominada “Argentina”. Para evaluar las gravísimas consecuencias de esto solo cabe una pregunta de lógica elemental, ¿en qué otra universidad del mundo hay una asignatura semejante?

Los parámetros de la influencia británica sobre la Argentina están dados por estos 4 principios:
  1. “Trade, not countries” (comercio afirmado por tratados internacionales y no conquista por las armas)
  2. “Divide et impera” (divide y reinarás). Un viejo principio romano, aplicado a instituciones, hombres, ideas, conceptos.
  3. Ejercer el poder sin exhibirlo ni exhibirse (es decir en “silencio”). Un ejemplo actual es la tremenda guerra abierta entre el Gobierno Argentino y el diario Clarín, propietario este último de 274 medios, y que a su vez es propiedad de capitales británicos, y domina todos los medios de Argentina (prensa, televisión, revistas, editoriales, radiodifusión). Un ejemplo contundente de esto es la siguiente información proporcionada por el diario La Nación de Buenos Aires. +++.
  4. “Hacerles hacer a nuestros enemigos lo que nosotros necesitamos que hagan, para que se destruyan solos.” 
Un caso típico es la guerra de las Malvinas. La guerra le convenía a Gran Bretaña, porque si no había guerra, no había tratado de paz (los tratados de paz de Londres y de Madrid). Al respecto es de lectura inexcusable la obra del comodoro (R) Rubén Óscar Moro titulada “La Guerra Inaudita. Historia del conflicto del Atlántico Sur”. El autor a sus bien ganados grados de la Fuerza Aérea y en el estudio de la Guerra de Malvinas adiciona el haberse desempeñado como jefe de redacción de la Comisión Rattenbach. Esta comisión presidida por el teniente General Benjamín Rattenbach, decano de los generales argentinos, tuvo a su cargo la confección de un sumario incubado por la derrota de la Guerra de las Malvinas. Esta comisión reunió toda documentación internacional y los documentos oficiales argentinos con relación a esta cruenta guerra. El informe es pues una vivencia que tuvo el comodoro Rubén Óscar Moro como protagonista y testigo de esa guerra en los lugares de batalla. Esos tratados establecen en su articulo 5º que todas las fuerzas armadas argentinas quedan bajo el control de Gran Bretaña. Como ejemplo de ello en el Anexo 1º, punto V de los Acuerdos de Madrid, leemos o siguiente: “Visitas Recíprocas. Por la vía diplomática y caso por caso podrán acordarse visitas recíprocas a bases militares y unidades navales.” A su vez en el Anexo I – III de los mencionados acuerdos de Madrid leemos:
“La República Argentina y Gran Bretaña se han de proporcionar por escrito y con veinticinco (25) días de anticipación la información correspondiente al movimiento de sus Fuerzas Navales y sus Fuerzas Aéreas y de los ejercicios que verifiquen unas y otras dentro de las siguientes áreas: Para las fuerzas argentinas dentro de las siguientes coordenadas:
– 46ª S – 63ª W: que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo el paralelo 46ª S que cruza Comodoro Rivadavia con el meridiano 63º W (aproximadamente a 350 kilómetros al Este de Comodoro Rivadavia)
– 50º S – 63º W y 50º S – 64º W: que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo el paralelo 50ºS que cruza Puerto Santa Cruz hasta su intersección con el meridiano 63º W y el meridiano 64º W (aproximadamente 350 y 300 kilómetros al Este de Puerto Santa Cruz)
– 55º S – 64º W y 53º S – 63º W; que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo el paralelo 53º S que cruza la Bahía de San Sebastián a Norte de Tierra del Fuego hasta su intersección con los meridianos 64º W y 63º W (aproximadamente a 300 y 350 kilómetros al Este de la Bahía de San Sebastián al Norte de Tierra del Fuego).
– 60º S – 63º W y 60º S – 20º W: que es el espacio marítimo que se extiende siguiendo el paralelo 60º S que pasa cerca de las Islas Orcadas en la Antártida hasta su intersección con el segmento que va desde el meridiano 20º W (esto hace una extensión de aproximadamente 3.500 kilómetros al Este del meridiano 63º W que pasa cerca de las Islas Shetland del Sur).
Y el artículo 12 del tratado de Madrid [establece que] se promoverá la privatización de las empresas del Estado (puertos, aeropuertos, rutas de peaje, cuenca petrolera, tierras forestales) fueron entregadas por ese precio a Gran Bretaña. El artículo 16 establece que las relaciones de la República Argentina para la integración de América Latina (Mercosur) y para con la Unión Europea serán siempre conversadas previamente con Gran Bretaña. Todo esto se completó con el tratado de Londres del 11 de diciembre de 1990 (ratificado por Ley 24.184). Este tratado otorgó a todos los bienes adquiridos por Gran Bretaña un tratado de protección de inversiones . Es decir, el objetivo era el tratado de paz y los bienes argentinos que a través de este serían adquiridos por Gran Bretaña o por empresas inglesas.

VII. [H.U.]: ¿Desde cuándo comienzan a firmarse los planes y tratados que sojuzgan a Hispanoamérica hasta el día de hoy?

(J.C.G.): El primer plan para apoderarse de Hispanoamérica aparece en Londres en 1711 con la publicación de un libro titulado “Una propuesta para humillar a España. Escrita en Londres en 1711 por una persona de distinción”.

El curioso pseudónimo del autor obedece al hecho de que se trata de un plan estratégico para separar a Hispanoamérica de España (que en el siglo XIX siguen en rigurosa aplicación en España con los atisbos de secesión de Cataluña y provincias Vascongadas). Si se hubiese colocado el nombre del autor que indudablemente debe ser una persona de primer nivel en el Gobierno Británico o un príncipe o un general o un almirante, hubiese llevado a una indudable e inmediata guerra con España.

Este plan estratégico para separar Hispanoamérica de España consistía en lo siguiente:
  • La riqueza de Hispanoamérica está dada por la minería.
  • La cuenca minera de Hispanoamérica se encuentra primordialmente en el Perú y el Alto Perú (hoy Bolivia).
  • Para poder efectuar la producción minera y alimentar a los que realizan esos penosos trabajos en los yacimientos minerales es imprescindible: la carne vacuna para reponer energías que se desgastan en el arduo trabajo minero y yerba mate para depurar al organismo de los gases y toxinas que existen bajo tierra.
  • Gran Bretaña debe actuar separando a la zona minera de la zona ganadera (Buenos Aires y Montevideo) y de la zona yerbatera (Asunción del Paraguay). De esta manera, sin carne vacuna y sin yerba mate, el trabajo de la minería se paralizará y para mantener esa inactividad minera debe separarse para siempre la región productora de carne vacuno de la región productora de yerba mate.
Así habremos producido la humillación de España.

Portada del libro “La Involución Hispanoamericana. De Provincias de las Españas a Territorios Tributarios. El Caso Argentino 1711-2010″.
VIII. [H.U.]: ¿Qué actitud asumió España frente a semejante plan?

(J.C.G.): La respuesta de España a este plan se realizó en 1776. En ese año se dio una ocasión para humillar a Inglaterra e impedirle el plan de humillar a España.

En ese año España actúa de la siguiente manera:

1. José de Gálvez, Ministro de Indias de Carlos III, elabora y ejecuta la diagramación del hemisferio americano. Esto se llevo a cabo de la siguiente manera: -El 4 de julio de 1776 España independiza de Inglaterra a América del Norte y funda con un aporte decisivo de su parte los Estados Unidos de América. En “La Involución Hispanoamericana” se publica por primera vez una documentación detallada de cómo España creó a los Estados Unidos de Norteamérica (hoy primera potencia del mundo). Para ello, José de Galvez designó a su propio sobrino, el General Bernardo del Gálvez, que libró todas las batallas por tierra desde la península de Florida hasta Nueva York. Los ingleses no pudieron enviar refuerzos para combatir a los españoles porque todos los puertos del Atlántico estaban bloqueados por la Marina de Francia en virtud del Pacto de Familia del año 1700 que unió los Ejércitos de tierra y de mar de Francia y España en acciones conjuntas.

2. La independencia de Estados Unidos lograda merced a la acción de los ejércitos españoles fue reconocida públicamente de manera universal en el año 1976 con motivo del Bicentenario de la Independencia de los Estados Unidos. En esa oportunidad, los reyes de España, Don Juan Carlos y Doña Sofía, hicieron una visita oficial a Estados Unidos y descubrieron en el Capitolio una estatua ecuestre de Bernardo de Gálvez por cuya acción se logró la independencia de Estados Unidos. Este homenaje trascendental fue minimizado y en el caso de la Argentina, silenciado por todos los medios de comunicación.

3. José de Gálvez, gran desconocido para los historiadores de los Estados Unidos hizo el siguiente razonamiento: el país que hoy fundamos dentro de un siglo puede entrar en colisión con el Virreinato de Nueva España (México) y puede también proyectarse sobre el Océano Pacífico. El Pacífico, así llamado porque no existían los terroristas de mar que eran los piratas, era el mar de dominio exclusivo de España:

-España tenía tres grandes bases navales en el Pacífico que aseguraban su dominio total. Eran las mismas Monterrey en México, Callao en el Perú, y Valdivia en Chile.

-La vinculación económica con el Asia se realizaba por el Océano Pacífico de la siguiente manera: a) Viaje de ida: Callao-Filipinas-Japón-India y China. Viaje de regreso: Filipinas-Acapulco (México). Esta extraordinaria navegación era posible a veloz velocidad porque España había estudiado y colocado en las cartas marítimas las corrientes oceánicas del Pacífico que impulsaban gran velocidad a los viajes de ida y regreso porque los galeones de la época no eran impulsados a vela solamente sino que su tracción era ocasionada por las corrientes marítimas de América a Filipinas a la ida y de Filipinas a América en el regreso.

-La navegación por el Pacífico era cuantiosa. El comercio muy intensivo. La razón se daba en que la moneda de Latinoamérica era la plata y la moneda del Asia también la plata. Esto agilizaba las transacciones por el pago de compensaciones en metal.

-La gerencia de los viajes por el Pacífico se hacía en Buenos Aires donde estaba radicada la Compañía de Filipinas.

4. Para equilibrar desde el inicio de su existencia en el año 1776 la geopolítica de Estados Unidos con la de Hispanoamérica, José de Gálvez el día 1 de agosto de 1776, es decir, 26 días después de la creación de los Estados Unidos, crea el Virreinato del Río de la Plata con una extensión de 7.200.000 kilómetros cuadrados en el extremo sur del hemisferio americano.

Por primera vez, en mi libro “La Involución Hispanoamericana (1711 – 2010)”, se transcribe en su integridad el acta de creación del Virreinato del Río de la Plata que le fue remitida al autor por el archivo de Indias en el año 2000.

Todo lo expuesto le otorga a Hispanoamérica una nueva dimensión y realza la misma en virtud del testimonio de Alexander Von Humboldt quien relata su visita a Hispanoamérica diciendo que no se vio en ningún lugar del mundo una felicidad y alegría de vivir como la que él con asombro constató en las posesiones españolas en Hispanoamérica sobre el Pacífico.

– Es importantísimo señalar que al tiempo de fundación, el Virreinato del Río de la Plata tenía 2 universidades: Córdoba y Charcas Chuquisaca. En esta última se enseñaban ciencias aplicadas a la técnica minera y astronomía referida a la navegación de ultramar por el Pacífico. [Nota: Por ese entonces los Estados Unidos de Norteamérica todavía no tenían ninguna universidad].

Balance geopolítico británico 1763-1783. Veinte años decisivos para el devenir del Planeta Tierra. En este período Gran Bretaña procedió a la conquista de los siguientes territorios del globo:

1. Canadá. Fue adjudicada por Francia a Gran Bretaña en virtud del tratado de París de 1763. Extensión: 9.000.000 kilómetros cuadrados.

2. Australia. Su conquista fue consumada en 1770. Los autóctonos sufrieron un genocidio en virtud del cual no quedó ninguno. Gran Bretaña le dio la categoría de colonia penitenciaria, es decir, que sería poblada por criminales y presos por otros delitos extraídos de las cárceles de Inglaterra. Superficie: 7.600.000 kilómetros cuadrados.

3. India. Conquistada con la batalla de Baksar en 1764, ganada por Lord Clive quien derrotó la última resistencia hindú a la conquista británica.

4. Brasil. Quedó unido económicamente y en cuanto a la política a Gran Bretaña por el Tratado de Methuen de 1703 celebrado con Portugal. En 1777 por el Tratado San Ildefonso, España cede a Brasil , Virreinato de Portugal, 6.000.000 kilómetros cuadrados. A raíz de esto, la superficie total de Brasil supera los 8.500.000 kilómetros cuadrados.

5. Estados Unidos. Renueva la vinculación con Gran Bretaña en 1783. En ese año se celebra en París la paz entre Gran Bretaña y Estados Unidos de Norteamérica, que son reconocidos como Estado independiente. Jay, asesorado por Adam Smith, firma el Tratado de Paz, desplazando a Lee y a Franklin, los otros representantes designados por el Congreso de los Estados Unidos. El Congreso de los Estados Unidos quería firmar la paz con Gran Bretaña simultáneamente con los representantes de España y de Francia, países cuya acción militar fue decisiva para la creación de los Estados Unidos.

La firma del Tratado de Paz únicamente entre Inglaterra y Estados Unidos, injertaron en el sistema americano original de economía político-productiva de Alexander Hamilton, Jorge Washington y Benjamin Franklin al sistema angloamericano de comercio internacional de Adam Smith. Los Estados Unidos pasaron así a constituir económicamente un sistema angloamericano quedando desplazados los cinco presidentes que representaban el genuino pensamiento americano de Alexander Hamilton. Estos fueron: George Washington (1789- 1797), Abraham Lincoln (1861-1865), William McKinley (1897-1901), Franklin Roosevelt (1933-1945) y John Kennedy (1961-1963).

IX. [H.U.]: ¿Por qué se separa, fragmenta y disgrega Hispanoamérica?

(J.C.G.): Para contestar a esta pregunta fundamental y determinar su importancia hay que remitirse a la tesis doctoral de Henry Kissinger publicada en 1968 con el título“Un mundo restaurado”. En ella el autor explica que para conocer en todos sus detalles la situación internacional actual es imprescindible conocer perfectamente las guerras napoleónicas. Henry Kissinger explica algo elemental, las guerras napoleónicas no eran por la posesión de los países europeos sino por sus posesiones de ultramar. Esto hace que en esas guerras se luchase por el futuro del Planeta Tierra.

En 1804, Napoleón Bonaparte, emperador vitalicio de Francia, domina toda Europa y cierra por consiguiente todos los puertos del continente europeo al tráfico comercial con Gran Bretaña. A raíz de esto la industria británica y el comercio exterior de Inglaterra cae en una paralización que lo lleva inexorablemente a una quiebra que se extenderá sobre toda Inglaterra.

Entonces William Pitt, Primer Ministro de Gran Bretaña, le encomienda al General Thomas Maitland la elaboración de un plan para capturar Buenos Aires y Chile y luego emancipar Perú y Quito. El plan consistía en lo siguiente:

Asalta Buenos Aires. Formar un ejército con hijos de españoles, mestizos, autóctonos o indios y negros esclavos. Que ese ejército formado en Buenos Aires acampe en Mendoza y se refuerce con personas de la misma etnia que las nombradas. Con este ejército asaltar Chile. Dominado Chile, con la flota británica, transportar ese ejército para la toma de Perú, y de Guayaquil (Audiencia de Quito) hoy Ecuador.

El Plan Maitland es el plan operativo de 1804 para desarrollar el plan estratégico de 1811. Para su efectividad dispone que toda Hispanoamérica se quede previamente sin moneda. Esto se lleva a cabo en las siguiente fechas:
  • 1806: Beresford, gobernador inglés de Buenos Aires, saquea el Tesoro de la Real Hacienda (organismo similar al Banco Central actual) y lo remite a Londres, donde es paseado por las calles en 8 carros que transportan cada uno cinco toneladas de oro amonedado. Total: 40 toneladas de oro. Esta cifra, según cálculo que hicimos en nuestra cátedra en la Universidad de Lomas de Zamora, ascendía en el año 2008 aproximadamente a 88 mil millones de dólares.
  • 1811: Pueyrredón, al mando del ejército del Norte que dirige Belgrano, saquea la Casa de Moneda de Potosí y destruye las prensas de acuñar moneda para toda Hispanoamérica. 500 mil barras de plata son enviadas de Buenos Aires y de ahí a Londres.
  • 1822: San Martín toma Lima y embarca el tesoro de la Real Hacienda en la Flota del Vicealmirante inglés Lord Thomas Alexander Cochrane, que se hace inmediatamente a la vela a Londres. Ese tesoro era el más grande de todo el continente de América del Sur.
  • 1822: Simultáneamente los británicos se apoderan del Tesoro de la Real Hacienda de Santa Fe de Bogotá (Virreinato de Nueva Granada, hoy Colombia) y se llevan 10 toneladas de oro.
  • Por esos años, ocurre exactamente lo mismo en México.
Hispanoamérica entonces declara una independencia en 1816 sin moneda. Por lo tanto estamos no frente a una independencia efectiva, sino una independencia simbólica, lógico formal.

Este es el origen de todas las crisis monetarias de Hispanoamérica.
Mapa extraído de la obra ‘La involución hispanoamericana…” en el que pueden verse las dos grandes estructuras económico-jurídicas y diplomáticas mundiales hasta 1810. Gran Bretaña destruyó la estructura hispánica.
X. [H.U.]: Ante la declaración de independencia de Hispanoamérica, ¿qué actitud asumió Gran Bretaña?

(J.C.G.): Partimos de una afirmación documental. En marzo de 1816 se convoca a un Congreso de la Provincias Unidas del Río de la Plata que se hayan desmembradas y anarquizadas en la ciudad de San Miguel de Tucumán (Norte de la Argentina) para dictar una Constitución. No para una secesión o independencia de España, sino que se trata de una Constitución dentro de la unidad Hispanoamericana-Ibérica que se admite. Intempestivamente, ese Congreso varía su objetivo y el 9 de julio de 1816 previa discusión de 4 días se declara la independencia del rey de España y su metrópoli.

Es importante acotar que las provincias reunidas en ese Congreso no incluían a las provincias del Litoral (Banda Oriental del Uruguay, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y las Misiones Orientales). Es decir que el país no se haya íntegramente representado ni el Congreso se reúne con el fin de dictar ninguna independencia. ¿Por qué? Porque la independencia intempestivamente se declara y dice que abarca a todo el continente por iniciativa de Francisco José de Alvear y Gaurú, conocido por el nombre de sus padres adoptivos como José Francisco de San Martín, quien ante la alianza de España con Rusia para reunificar las Españas de América con la España Ibérica se apresta a hacer declarar la independencia para que esa alianza no pudiera concretarse en territorio americano por ser estos independientes.

Coadyuvando a ello, James Monroe, Presidente de los Estados Unidos, dirá “América para los americanos”. Esto significa que ante cualquier injerencia europea en América, Estados Unidos hará causa común para rechazarla. La concepción anglo norteamericana queda así afirmada, en contra de lo que había propuesto Alexander Hamilton, uno de los fundadores de Estados Unidos en 1776.

XI. [H.U.]: Para mantener la economía hispanoamericana bajo su control absoluto, Gran Bretaña impuso algún tratado a Hispanoamérica?

(J.C.G.): Sí, categóricamente sí. Fue el tratado “de amistad, comercio y navegación” impuesto por Gran Bretaña a las Provincias Unidas del Río de la Plata (Argentina) el 2 de febrero de 1825.

En 4 meses ese tratado que de inmediato analizaremos se impuso a Chile, Perú, Gran Colombia (Ecuador, Colombia y Venezuela unidos), Guatemala (América Central Unida) y a México. Este tratado fue redactado por San Martín en Escocia en el castillo de Lord Duff con quien había estado a las órdenes de Beresford en la batalla de Bailén. Lord Duff era consejero del rey el tratado de 1825 que se impuso a toda Hispanoamérica debía mantener inalterable el dominio económico sobre las Españas de América.

Hispanoamérica continúa dividida por esa política. Desde 1825 Venezuela ha tenido 41 guerras civiles en el siglo XIX, se produjo una guerra entre la Confederación Peruano-Boliviana y Chile, así como entre Argentina y Brasil (el inglés Ponsonby le entrega al Brasil la banda oriental). En virtud de toda esa geopolítica, Estados Unidos tendrá un control sobre el mar Caribe y sobre algunos países del Pacífico. Respecto a Argentina, es Gran Bretaña quien comienza la base de operaciones para dominar Hispanoamérica desde Buenos Aires. En 1820 España tiene preparada la reunificación de Hispanoamérica con la toma de Buenos Aires en alianza con Rusia. El general designado es Rafael de Riego y Núñez. Este General en vez de cumplir su cometido intercontinental promueve una revolución contra el Rey Fernando VII. Por causa de ello la flota rusa regresa a su país y la posibilidad de reunificar las Españas americanas con la España Ibérica desaparece y España se desangra en una guerra civil de ocho años.

Hay siempre un interés de Gran Bretaña en que Hispanoamérica no se una. La América Central era un solo país (Guatemala), pero en 1840 es dividida en cinco pequeñas repúblicas; ahí fueron concurrentes los Estados Unidos y Gran Bretaña. En las islas del Caribe se formaron países absurdos, se hicieron de esas islas países soberanos que hoy son sólo paraísos fiscales (siglo XX).

¿Por qué se impidió que Hispanoamérica se uniera y en cambio se permitió la unidad del Brasil? En 1704 Gran Bretaña le impuso a Portugal/Brasil el tratado de Methuen, por el que tendrá el comercio exclusivo y excluyente con Portugal y con Brasil. El objeto es penetrar por Portugal a España y por Brasil a Hispanoamérica; ejercer el control económico sobre el comercio interno y externo de España.

XII. (H.U.): Usted, al igual que otros pensadores e historiadores, ha cuestionado que los llamados “próceres” (como Bolívar o San Martín) sean tales, ya que la evidencia histórica parece demostrar que podrían haber sido más bien agentes al servicio de Gran Bretaña y sus planes imperialistas sobre Hispanoamérica. ¿Por qué, entonces, Bolívar o Miranda defendieron en sus escritos la unidad hispanoamericana con tanta insistencia? ¿Qué hay de sincero en esa supuesta defensa de nuestra unidad?

(J.G.): La cuestión es que Gran Bretaña utilizó las utopías de Miranda y de Bolívar, a quienes incluso proveyó de los elementos de guerra para sus empresas de secesión o de ‘independencia’, aprovechándose de la ingenuidad (aunque esto último no lo sabemos) de ambas personas. Pudo haber sido una utopía, pero jamás se realizó. Bolívar y Miranda fueron alojados en Londres y ahí realizaron la propaganda para la independencia. A Miranda, los ingleses lo envían a Jamaica, en 1759 y en 1769, para que desde allí actúe contra España. Hay que tener en cuenta que la presencia de Gran Bretaña en el Caribe es importantísima. Esto ocurrió durante la república de Oliver Cromwell que se extiende en Inglaterra desde 1649 hasta 1659.

Miranda y Bolívar fueron utilizados. Bolívar entregó al final a Miranda a los españoles y Miranda muere en Cádiz en 1815. Bolívar murió mientras deambulaba por los valles de Venezuela/Colombia, y antes de morir expresa: “¿para qué habremos hecho la guerra a España? llega a un arrepentimiento: “he arado en el mar”. Posteriormente el general Páez separa a Venezuela de Colombia. En principio Miranda y Bolívar actuaron por buena fe o ingenuidad.

San Martín, en cambio, no estuvo en Londres sino que se alojó en la residencia de asesor del rey Jorge IV en política exterior. El objeto era redactar el estatuto por el que se tendría controlada a Hispanoamérica: el tratado de amistad, comercio y navegación de 1825 impuesto a toda Hispanoamérica en el término de cuatro meses. Bolívar muere en los llanos y Miranda en la cárcel, pero San Martín muere en una gran opulencia.

En Guayaquil se hace evidente que Bolívar creía en la utopía de su juventud, lo que le llevará a convocar el Congreso Anfictiónico de Panamá de 1826 para unir a todas las ex posesiones de España en América. Pero San Martín, antes de su regreso a Perú, coloca el tesoro de la Real Hacienda de Lima (en términos modernos, era el “banco central” más grande de todo el continente) en la flota de Lord Cochrane, quien lo había trasladado de Valparaíso a Callao. Cochrane inmediatamente puso vela a Londres y así el tesoro de la Real Hacienda de Lima fue a las arcas de Gran Bretaña. San Martín concerta el primer empréstito de cuatro millones de libras con la orden expresa de que los fondos no se remitan al Perú sino que queden en un banco de Londres a disposición de la delegación peruana ante el gobierno de Gran Bretaña.

XIII. (H.U.): Los mecanismos regionales de integración no han avanzado en la unión política. ¿Cree Ud. que organismos como el Mercosur (dominado por el Brasil) o la Alianza del Pacífico (según algunos, una estratagema geopolítica de Estados Unidos) entorpecen e imposibilitan la unidad hispanoamericana o por el contrario pueden acabar operando en su favor?
(J.G.): De ninguna manera [operan a favor]. Son organismos ocasionales y circunstanciales. Hay un hecho importantísimo: en 1777, por el tratado de San Ildefonso, Portugal (siempre aliado de Gran Bretaña por el tratado de Methuen de 1704) entrega a España la colonia de Sacramento en la banda oriental del Río de la Plata y España cede sus dominios en el Paraná hasta el Orinoco. A cambio de esto, Inglaterra/Brasil piden que se les conceda 6 millones de km2 al oeste de la línea del tratado de Tordesillas de 1494, y [de este modo] Brasil pasa de 3 a 9 millones de km2.

Brasil tiene una política hegemónica impuesta por Oliveira Salazar: el dictador que gobernó Portugal. Fue el más inteligente de todos los dictadores, porque creó el imperio de la lengua lusitana. Para conseguirlo, el nervio [fue] la expansión de la lengua portuguesa sin contención de fronteras y sin condicionamiento de ideologías. Por ejemplo, en la provincia [argentina] de Corrientes, que linda con Brasil, la opinión pública está manipulada a favor del Mercosur: [los brasileños] tienen delegaciones. Hay déficit en la balanza comercial con Brasil, que impone los artículos de vestimenta, calzado, [utensilios] de uso doméstico… brasileños.

Brasil tiene una diplomacia propia: la escuela de Itamaraty. El origen está en 1808: la Corte de Lisboa se traslada en buques británicos al Brasil ante el avance del general Murat, encargado por Napoleón de conquistar Portugal. Juan de Portugal viene [a Brasil] con toda la Corte, pero quedan los sabios y funcionarios de jerarquía en el manejo del crecimiento y desarrollo del país (de todas las ideologías). Cuando en 1820 Brasil le compra a Portugal su independencia, el precio es que [aquél] se haga cargo de la deuda externa que contrajo Portugal en las guerras napoleónicas. La mitad de la Corte se queda en Brasil (más o menos 500 personas), y forman la escuela de Itamaraty, para dirigir la economía y la política exterior de Brasil hasta nuestros días. Por ejemplo, Lula o Dilma provienen de la izquierda, pero su política exterior es inalterable.

No hay ningún Estado hispanoamericano que tenga diplomacia propia porque nunca tuvieron una política exterior propia; nunca tuvieron soberanía. [El ministro inglés] Canning dice en 1825: “Hispanoamérica es libre, y si nosotros no desgobernamos tristemente nuestros negocios, ella será inglesa”.

XIV. (H.U.): Ud. ha afirmado que para empezar a ser sujetos de nuestra propia política, no queda otro camino que fundar el Estado nacional argentino e hispanoamericano, definitivo e irreversible. Teniendo en cuenta que la mayoría de las grandes creaciones políticas estatales han sido fruto de la fuerza y de las guerras, ¿cree Ud. que en un futuro hipotético nuestra unidad sólo podría darse por la fuerza, a través de enfrentamiento bélico, o es factible un proceso pacífico de re-constitución?

(J.G.): Jamás [se conseguirá] por guerras o enfrentamientos bélicos, porque ahí perderemos todo.

[Debe ser] un proceso pacífico de reconquista y [realizado] todos los días, a través de las universidades, de los claustros de profesores que apliquen rigurosamente el concepto de “universalidad” de las Leyes de las Partidas de Alfonso X el Sabio (1055). La universidad será el estamento de maestros y estudiantes donde se enseñe y se aprenda enseñando. Que en todas las clases se explique el porqué y el para qué. Las fuerzas armadas deben ser la otra fuerza constitutiva. La esencia de este método está tomada de los mismos británicos.

[Recomiendo los libros]: “Malvinas, la trama secreta”, de Kirschbaum y Van der Kooy, “Argentina, gesta británica”, de Emilio Fernández Gómez, y “La colonia olvidada”, de Andrew Graham-Yooll. En el Martín Fierro se puede leer: “No son todos los que están ni están todos los que son”; [en Argentina] hay que diferenciar a los existentes de los publicitados: los primeros están [más allá de] un círculo de 200 kilómetros en torno a Buenos Aires, están en el interior del país.

Mapa extraído de la obra ‘La involución hispanoamericana…” en el que pueden verse las dos grandes estructuras económico-jurídicas y diplomáticas mundiales hasta 1810. Gran Bretaña destruyó la estructura hispánica.
XV. (H.U.): ¿De dónde puede surgir la fuerza económica, tecnológica y militar necesaria para fundar un gran Estado soberano?
(J.G.): La fuerza económico-militar tiene que surgir de las fuerzas de pensamiento. Primero, hay que sembrar una idea robusta de la necesidad de la unidad hispanoamericana, o de lo contrario nos aguarda la desaparición.

Recuerdo que en 1968 Perón me envió un ejemplar [de un libro] con toda su política exterior y me pidió un título para el mismo, [que fue]: “Latinoamérica: ahora o nunca”. [Esa unidad] no se dio por un montón de fracasos, pero estos tienen que enriquecernos, [servirnos] para trazar un camino nuevo, una finalidad nueva. La historia es el pasado, explica y enseña lo que ocurrió; no es una anécdota, es prognosis del futuro.

En consecuencia, lo fundamental es crear grupos en España e Hispanoamérica que breguen por la unidad hispano-americana; una Confederación hispano-americana como salvación para todo el mundo hispano, en base al conocimiento de unos pocos. Hace falta crear una voluntad de hierro colectiva, y se logrará.

XVI. (H.U.): ¿Usted incorporaría a España (europea) a Hispanoamérica? ¿O cree Ud. que esta última podría o debería formar por sí sola una Nación? ¿Qué forma de Estado cree que debería adoptarse: la República federal, la Monarquía…?

(J.G.): Hispanoamérica unida en el pensamiento unitivo con España, confederada con ésta, tendría más fuerza, una fuerza milenaria de una España que también fue triturada… y [además] España nos abriría las puertas del mundo europeo, etc. Como madre, nos da su experiencia, su consejo, y [la tradición] de los prohombres que crearon el mundo hispanoamericano. Es sobre todo un aporte intelectual.

Tenemos que organizar las fuerzas del pensamiento. [Hoy] con internet es muy fácil: en menos de un año [pueden crearse] grupos de españoles e hispanoamericanos que breguen por la unidad y [cumplan el destino] punto por punto.

[En cuanto a la] forma de Estado, tendría que ser una república federal, pero no una confederación, porque esta tiene el peligro de que, aunque agrupe a unidades geográficas, estas conservan su derecho de secesión. El Estado federal tendría que ser al estilo norteamericano y no sus copias ridículas que se hicieron. En la obra “El federalista”, Alexander Hamilton plantea: ¿qué forma de Estado vamos a buscar? Un Estado federal con un Gobierno federal [que dirija] coherentemente la política monetaria y exterior: el imán que permite mantener la federación.
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XIX. (H.U.): ¿Está llamada la Argentina a ser el país que unifique a Hispanoamérica? ¿O debería esta misión corresponder hoy a México, por su mayor peso demográfico y económico? ¿Cuál podría llegar a ser, según Ud., la “Prusia” de Hispanoamérica?

(J.G.): Debería ser México. ¿Por qué? Porque México tiene una coherencia demográfica, económica, étnico-racial… En cambio, Argentina es resultado de una constitución liberal de 1853 que establecía [como poder constituyente] a ‘Nos(otros), los representantes del pueblo…” (en vez de “nos, el pueblo” como establece la constitución norteamericana). Esto no es un juego de palabras sino que la Constitución Norteamericana una vez redactada se sometió a la ratificación de cada uno de los estados. En cambio en la República Argentina los que se autonombraron “representantes del pueblo” impusieron su voluntad e ideas excéntricas a todos los pueblos. Por eso en la Argentina no hay una conciencia jurídica nacional como la tienen los Estados Unidos. Argentina es una mezcla de razas (nacionalidades) que hizo imposible el tener una coherencia [nacional]. En México, lo primero es la mexicanidad.

XX. (H.U.): ¿Cuál fue el sistema monetario que creó o adoptó Hispanoamérica cuando se separó de España?

(J.G.): Ninguno. Se manejó con empréstitos, empréstitos y más empréstitos. Eso determinó una Hispanoamérica siempre deudora, siempre tributaria a la usura extranjera. Un ejemplo cabal de lo predicho ocurrió en la República Argentina. José A. Terry, que en su obra “Economía Argentina” de fines del siglo XIX, sienta este apotegma:
“La historia financiera argentina es la historia de los grandes escándalos provocados por los empréstitos únicamente concertados para el despilfarro”.
San Martín contrata la primera deuda externa de Hispanoamérica. En consecuencia, Hispanoamérica nace sin moneda. El tratado de 1825, de amistad, comercio y navegación [con Gran Bretaña] establece la perpetua amistad con el Reino Unido y sus “súbditos” [de las repúblicas]. [Habla de] “los territorios del Río de la Plata y sus habitantes” (no sus ciudadanos). El reconocimiento fue el de un pedazo de tierra con un montón de gente arriba. En materia de buques se estableció la ‘reciprocidad’, pero como en toda Hispanoamérica no se conocía la técnica de la navegación de ultramar, al final [esos tratados convirtieron a Hispanoamérica] en exportadora de materias primas, únicamente en buques ingleses, y tributaria de empréstitos. La situación se mantiene hasta 1943 en que se consigue la industrialización argentina y se rompe esa ecuación. George Marshall (1910), premio Nobel de economía, dijo que no había dos economías tan perfectamente complementarias como Gran Bretaña y Argentina. Por eso acuñó el vocablo “ecuación anglo-argentina”.
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El Dr. Julio C. González, leyendo un discurso en un acto público en favor de la recuperación de las Islas Malvinas.
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XXX. (H.U.):¿Cómo es posible luchar en pro de la unidad hispanoamericana en medio de un ambiente de profunda hispanofobia?

(J.G.): Sembrando la verdad, por internet o por otros medios.
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lunes, 6 de abril de 2015

Hueyatlaco: desenterrando artefactos y enterrando la ciencia

Introducción



Lamentablemente, la historia de la ciencia está llena de episodios oscuros de intransigencia, dogmatismo y acoso hacia ciertas opiniones minoritarias que no encajaban con lo que dictaba la ortodoxia del momento. El ámbito concreto de la historia y la arqueología no ha sido ajeno a este tipo de actitudes persecutorias, generalmente orientadas a desacreditar los trabajos de los investigadores independientes, también llamados outsiders. Sin embargo, esto sólo es una parte de un escenario mucho más amplio, que nos lleva a considerar que de hecho hay muchos más trapos sucios dentro de la propia institución científica.

Por supuesto, tales trapos muy raramente salen a la luz más allá de unos círculos muy restringidos, o sea, más o menos en el ámbito de los propios afectados. Todo lo más, se tiene noticia de la existencia de algunas personalidades o corrientes minoritarias que en su momento propusieron cosas quizá demasiado “arriesgadas” y no obtuvieron el apoyo de sus colegas y por tanto quedaron fuera del consenso científico, que de hecho no es más que un punto común de acuerdo, en modo alguno una verdad científica absoluta. En todo caso, en la universidad, al igual que en la escuela, se ofrece la versión estándar de la mayoría y todos aquellos que quedaron fuera del paradigma por diversos motivos simplemente no son citados; es como si nunca hubieran existido.

Ahora bien, dicho esto, no estamos ante una simple cuestión de quedarse al margen por ir a contracorriente. Evidentemente, la ciencia va ampliando horizontes y muchos conocimientos pueden resultar erróneos o quedar obsoletos por diversos motivos y por tanto se van quedando atrás. Admitiendo esta premisa, debe quedar claro que no se trata exactamente de esto; más bien estaríamos hablando de la aplicación de un patrón de pensamiento único que anula sistemáticamente determinadas visiones que no concuerdan con el marco teórico establecido. Esta situación fue perfectamente descrita en el libro de Michael Cremo y Richard Thompson Forbidden Archaeology(“Arqueología prohibida”), una obra alternativa que –a pesar de sus muchos prejuicios, errores y carencias de todo tipo– puso de manifiesto que cierta parte de la investigación arqueológica de los últimos 150 años fue condenada al ostracismo por contrariar las tesis imperantes, sobre todo en lo referente al evolucionismo darwiniano.

Hueyatlaco entra en la Historia


Plano de situación del embalse de Valsequillo (México)
Uno de los casos más paradigmáticos –y más citados– de esta situación es el del yacimiento prehistórico de Hueyatlaco, junto al embalse de Valsequillo, cerca de la ciudad de Puebla (México), en una antigua zona volcánica presidida por el gran volcán de La Malinche. Cabe precisar que en realidad Valsequillo engloba un conjunto de yacimientos (El Horno, Tecacaxco, El Mirador y el propio Hueyatlaco), todos ellos situados en la península de Tetela y sus cercanías, al norte del embalse.

Todo empezó en los años 30 del pasado siglo cuando un joven arqueólogo amateur local, Juan Armenta Camacho, encontró en la zona de Valsequillo muchos huesos de mamíferos extinguidos durante la última Edad de Hielo, así como herramientas de piedra. Juan Armenta estuvo explorando los aledaños del embalse durante muchos años y llegó a encontrar algunas piezas excepcionales, como por ejemplo un hueso fosilizado grabado con figuras de diversos animales o un hueso de mamut con una punta de lanza clavada en él.

Hueso grabado hallado por Armenta en 1959
Con estos hallazgos Armenta llegó a la conclusión de que la zona de Valsequillo había sido un rico coto de caza y lugar de despiece y consumo de presas en épocas prehistóricas, dada la gran cantidad de huesos que parecían haber sido incisos, golpeados o rotos con herramientas de piedra. Sin embargo, sus descubrimientos fueron ignorados por las autoridades arqueológicas mexicanas, que alegaron que tales trazas sobre los huesos se debían a factores geológicos, y no humanos.

La intervención de la Universidad de Harvard

Pese a esta reacción contraria por parte del estamento científico mexicano, Armenta creía que Valsequillo constituía una zona de excepcional interés arqueológico, y de este modo invitó a varios expertos internacionales para que examinaran por sí mismos los restos hallados. A raíz de este hecho, Valsequillo acabó por entrar en la agenda de los profesionales norteamericanos, que decidieron realizar una serie de excavaciones con gran despliegue de medios. Esta iniciativa, bautizada como Valsequillo Project, se puso en marcha en 1962 y corrió a cargo de la Universidad de Harvard. Para dirigir el proyecto se puso al frente a una joven antropóloga de Harvard, Cynthia Irwin-Williams, siendo co-director de los trabajos el propio Juan Armenta.

Cynthia Irwin-Williams
Irwin-Williams y Armenta llevaron a cabo tres campañas de excavación en Valsequillo (en 1962, 64 y 66) en las que delimitaron los cuatro yacimientos ya mencionados. Ya desde el principio se pudo comprobar que los resultados de las excavaciones sobrepasaban incluso las mejores expectativas. En 1962 se encontraron más de 80 localizaciones de huesos de mastodonte y mamut en todo el perímetro del embalse, aunque lo mejor sin duda fue la excavación de unos estratos de gravas en los que se encontraron juntos huesos y utensilios de piedra, mostrando que tales utensilios se habían utilizado para labores de despiece de los animales muertos. En lo que se refiere a los artefactos, los arqueólogos se quedaron muy sorprendidos por la presencia de un estilo de tipo bifaz (piedra trabajada por ambas caras), que era de una calidad semejante a la que se podía encontrar en las herramientas hechas por el hombre moderno en Europa en el Paleolítico Superior.

Virginia Steen-McIntyre en 1966, en las cercanías de Valsequillo 
Sin embargo, no todo eran parabienes, pues los huesos hallados estaban mineralizados y por este motivo no había forma de datarlos por el método del carbono-14. Por otra parte, la propia complejidad y riqueza de los hallazgos precisaba de estudios más profundos a cargo de otros especialistas. Así fue como a partir de 1964 entraron en liza, a petición de Cynthia Irwin-Williams, diversos técnicos en varias materias y entre ellos un equipo del USGS (United States Geological Survey, Prospección Geológica de los EE UU), liderado por el geólogo Harold (“Hal”) Malde. A este equipo se unió en 1966 una prometedora licenciada llamada Virginia Steen-McIntyre, especialista en tefrocronología, esto es, en datar los estratos de tefras (cenizas volcánicas).

Las polémicas dataciones

Lo cierto es que los primeros intentos de los geólogos para datar el yacimiento no dieron mucho fruto. No obstante, en un estrato de la Barranca Caulapán –en las cercanías del embalse– al fin se pudo relacionar fiablemente un objeto hecho por el hombre con huesos mineralizados y conchas, que se podían datar con las metodologías de las series de uranio y con el Carbono-14, respectivamente. Este fue el primer resultado asombroso, pues las fechas obtenidas en ambos casos, aun con sus márgenes de error, estaban alrededor de 22.000 AP (Antes del Presente). Esto era una pequeña bomba para las teorías académicas de aquel entonces sobre el poblamiento humano en América, pues según los axiomas ya aceptados, los primeros hombres –de origen asiático– llegaron al continente a través del estrecho de Bering cuando éste se podía cruzar a pie y la primera cultura humana americana identificada arqueológicamente era la llamada cultura Clovis [1], con una datación aproximada de 10.000 a. C.

Localización de un artefacto de piedra de tipo bifaz
Sin embargo, esto no fue más que la punta del iceberg, pues las dataciones posteriores, a partir de 1968, realizadas sobre diversos restos hallados en Hueyatlaco y el Horno dieron resultados aún más inesperados. Barney J. Szabo, geoquímico del USGS, analizó varias muestras mediante series de uranio y, para sorpresa de todos, la antigüedad que obtuvo quedaba fuera de cualquier pronóstico. Por ejemplo, una pelvis de camello se dató en 180.000 ó 245.000 ± 40.000 años, según el método empleado, y un diente de mastodonte, en 154.000 ó 280.000 años.

Reacciones adversas

En fin, aceptar una antigüedad de 20 ó 30 mil años para Valsequillo ya era poco menos que un anatema para el estamento académico, pero entraba en los límites de lo posible y aceptable, aún con las máximas cautelas. No obstante, hablar de 250.000 años ya era una herejía sin precedentes. Con todo, antes incluso de que apareciesen estas fechas tan extraordinarias, las autoridades arqueológicas mexicanas ya habían decidido tomar cartas en el asunto, lo que provocó la primera tormenta sobre el controvertido yacimiento.

José Luis Lorenzo
Así, José Luis Lorenzo, director del INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), al conocer en 1966 los primeros datos sobre dataciones demasiado antiguas puso en su punto de mira a los directores de la excavación. Lorenzo lanzó la grave acusación de que los mismos obreros habían introducido los objetos en los estratos excavados, a pesar de que para cualquier experto estaba claro que era casi imposible insertar artefactos en unos sedimentos extraordinariamente duros. Para fundamentar tal acusación, Lorenzo decidió enviar agentes federales armados a las excavaciones para intimidar a los obreros y obtener confesiones de fraude. En realidad sólo tres de los 60 trabajadores aceptaron firmar un papel conforme ellos (y los científicos) habían enterrado los artefactos. Lo cierto es que Cynthia Irwin-Williams rechazó firmemente estos ataques y, en su defensa, consiguió que varias personalidades académicas dieran fe de la integridad y competencia profesional del grupo de trabajo. Al final se tiró tierra sobre el asunto, pero el daño ya estaba hecho.

Sin duda, la principal víctima de esta tormenta fue Juan Armenta Camacho, al que no sólo se le retiró el permiso para practicar ninguna otra intervención arqueológica, sino que además se le confiscaron todas sus piezas. Toda su colección, más todos los hallazgos del Proyecto Valsequillo, que estaban depositados en la Universidad de Puebla, fueron trasladados a Ciudad de México. A su vez, Irwin-Williams no salió mucho mejor parada, pues Lorenzo dio por finalizadas las excavaciones del equipo estadounidense.

Los estudios geológicos confirman “lo peor”


Vista de los trabajos en Hueyatlaco (1973)
En 1973 las autoridades mexicanas permitieron al USGS realizar una intervención en Hueyatlaco de carácter exclusivamente geológico. De este modo, Malde y Steen-McIntyre, con la colaboración del experto en microestratigrafía Roald Fryxell, pudieron completar y ampliar los trabajos anteriores y confirmar así que los estratos con artefactos, por debajo de las cenizas volcánicas, se habían depositado en una secuencia natural, sin intrusiones de ningún tipo. Ello permitía afirmar con seguridad que dichos estratos eran más antiguos que las capas de ceniza y que por consiguiente datando éstas se podía obtener una fecha mínima para el yacimiento.

En este punto, una vez clausuradas las excavaciones, se siguió trabajando con las muestras disponibles extraídas durante ese periodo. Así pues, varios especialistas, como C.W. Naeser o la propia Steen-McIntyre, realizaron mediciones con otros métodos. En suma, aparte de las muy escasas pruebas realizadas con el método del carbono-14, se aplicaron hasta cuatro metodologías de tipo físico-químico diferentes para datar los estratos, a saber:
  • Series de uranio
  • Huellas de fisión en zircones
  • Hidratación de tefras
  • Meteorización de minerales
En el caso de las huellas de fisión, los resultados obtenidos por Charles Naeser se situaban en una horquilla de entre 370.000 y 200.000 años de antigüedad para los estratos de cenizas volcánicas de Hueyatlaco, mientras que la datación de los estratos de lodo y piedra pómez de la península de Tetela oscilaba entre 600.000 y 340.000 años. A su vez, Steen-McIntyre, mediante el método de hidratación de tefras, obtenía unas fechas de alrededor de 250.000 años, lo cual venía a coincidir aproximadamente con el horizonte cronológico aportado por las primeras dataciones “radicales” de B. Szabo.

¿Y qué tenía que decir la directora de las excavaciones a todo esto? Frente a la avalancha de pruebas, Cynthia Irwin-Williams se refugió en sus convicciones histórico-arqueológicas y miró para otra parte. Ya se había mostrado desde el principio bastante incómoda y reticente ante las dataciones obtenidas y a esas alturas seguía sin creer en estas fechas tan antiguas. Estaba convencida de que los nuevos métodos debían de estar produciendo resultados erróneos, ya que tales fechas eran “virtualmente imposibles”... Fue tal su enfado que llegó a acusar a los geólogos de ser unos “lunáticos”. Y no sólo eso, les amenazó con no publicar su extenso informe sobre el Proyecto Valsequillo hasta que no se retractasen de sus posiciones. Esa fue la gota que colmó el vaso, pues supuso la ruptura definitiva de la comunicación entre la antropóloga y los geólogos.

Se corre un tupido velo


Portada del libro de J. Armenta
Entretanto, ya bien entrada la década de los 70, casi todos los esfuerzos emprendidos por Steen-McIntyre y el resto de geólogos por publicar sus resultados en revistas científicas habían resultado estériles. Tan sólo había aparecido en 1969 un breve artículo firmado por Szabo, Malde e Irwin-Williams sobre los desconcertantes resultados de las dataciones de las series de uranio. De todas formas, tampoco se había publicado ningún material procedente de Irwin-Williams. Al menos, Juan Armenta consiguió por fin publicar en 1978 una monografía sobre los huesos grabados y otros hallazgos que había realizado en Hueyatlaco, pero la edición fue muy limitada (sólo 1.000 ejemplares) y tuvo una casi nula difusión entre los círculos científicos. Vale la pena reproducir aquí las últimas palabras de su libro en las cuales, a modo de testamento, dejó bien clara su posición sobre la enorme antigüedad y valor científico del yacimiento:
«La antigüedad de los materiales ha sido determinada por insobornables pruebas de laboratorio, cuya validez sólo podría ser descartada con otras pruebas científicas. Mientras eso no suceda, los descubrimientos de Valsequillo están calificados para establecer un nuevo precedente en la historia de la cultura y plantean la necesidad de revisar los conceptos, que hasta ahora se tenían, del pasado prehistórico.»[2]
A todo esto, Virgina Steen-McIntyre no sólo no conseguía publicar su material (le habían presentado múltiples excusas o rechazos [3]) sino que era objeto de todo tipo de críticas y maledicencias a sus espaldas, dándose entonces cuenta que todo el asunto de Valsequillo era un negro episodio de inquisición científica. Como resultado de todo ello, su reputación profesional cayó en picado. Así pues, fue perdiendo todas las opciones de desarrollar una carrera académica; no obtuvo empleos acordes a su categoría e incluso tuvo que salir del ámbito de sus estudios para trabajar como jardinera.

Hubo que esperar hasta 1981 para que viera la luz el primer artículo específico sobre los trabajos arqueológicos y geológicos en Hueyatlaco. Fue un artículo publicado por la revista Quaternary Research, titulado Geologic Evidence for Age of Deposits at Hueyatlaco Archaeological Site, Valsequillo, México (“Pruebas geológicas para la antigüedad de los depósitos del yacimiento arqueológico de Hueyatlaco”) y firmado por Steen-McIntyre, Fryxell y Malde. Es oportuno señalar que tal publicación fue posible gracias a la amistad que unía a Steen-McIntyre con el editor, el geólogo Steve Porter, ya que de otro modo hubiera sido casi imposible. De todos modos, el manuscrito original cumplió la reglamentaria revisión por pares.

Y llegados a este punto, aunque finalmente se habían podido publicar de forma detallada las dataciones extremadamente antiguas de Valsequillo, Virgina Steen-McIntyre comprobó con resignación que había llegado demasiado tarde y que sus esfuerzos por defender en el ámbito académico tales dataciones habían caído en saco roto. Así, a efectos oficiales, la datación de Hueyatlaco quedó fijada hacia 22.000 AP, según apareció por primera vez en un artículo de National Geographic de los años 70. Con todo, Steen-McIntyre jamás se desdijo de sus afirmaciones y su claro testimonio fue vuelto a escuchar en el libro de Cremo y Thompson ya citado y en el polémico documental “The mysterious origins of man”, a mediados de los años 90, que de alguna manera propiciaron que se volviera a hablar de Valsequillo y que se emprendieran nuevas iniciativas de investigación.

Dibujo de algunos artefactos hallados en las excavaciones
En todo caso Valsequillo siguió cerrado a cal y canto para cualquier tipo de actuación científica hasta 1997, cuando el INAH promovió al fin una nueva campaña de excavaciones. Entretanto, mucha gente se había quedado en el camino, por fallecimiento o jubilación. En 1990 murió Cynthia Irwin-Williams, al parecer de una sobredosis de su medicación, pues llevaba ya unos cuantos años de mala salud. Nunca llegó a publicar nada sobre sus trabajos en Valsequillo y la mayoría de sus papeles se perdieron inexplicablemente en algún momento indeterminado antes de 1997. Y lo que es más grave, en la misma época se perdió el rastro de todos los artefactos hallados durante las excavaciones y a día de hoy no se tiene noticia de su paradero, aunque –como veremos más adelante– alguien podría haber encontrado lo que queda de la colección. En definitiva, Hueyatlaco permaneció fuera de la agenda científica oficial durante nada menos que 24 años.

Otras explicaciones y nuevos datos

Por supuesto, no sería objetivo reducir todo el problema de Hueyatlaco a la única versión de los “defenestrados” (el USGS) por la ortodoxia. El yacimiento ha sido objeto de estudios geológicos y paleontológicos por parte de otros profesionales (sobre todo del INAH mexicano, pero también del Center for the Study of the First Americans, de Texas, EE UU y de la Universidad John Moore de Liverpool, Reino Unido) en la década de 2000. Con respecto a las polémicas dataciones del USGS, las versiones oficiales no omiten mencionarlas, pero suelen resaltar que se trata de fechas “controvertidas”. Los pocos expertos que han dado su opinión sobre los argumentos de los geólogos del USGS han incidido bien en la baja fiabilidad de esas dataciones, bien en una interpretación incorrecta de la estratigrafía.

En el contexto de esta controversia, ya a finales de la década de 1990, el empresario y arqueólogo amateur Marshall Payn quiso reabrir el caso de Hueyatlaco y para ello contó con la ayuda de la propia Virginia Steen-McIntyre, así como de un equipo de especialistas, creándose de este modo un Nuevo Proyecto Valsequillo, en colaboración con los técnicos del INAH. Su primer objetivo se centró en comprobar si los datos geológicos eran fiables. Para ello hizo revisar los antiguos informes por expertos, que le corroboraron que el trabajo parecía bien hecho, pero que sería aconsejable realizar nuevas pruebas con los medios más modernos disponibles.

Sam VanLandingham extrayendo muestras en el yacimiento
Así pues, el equipo de Payn extrajo unas muestras que luego fueron datadas en los EE UU por el Dr. Ken Farley (geoquímico) mediante una técnica más moderna, la del uranio-torio-helio. Los resultados se situaron entre 400.000 y 500.000 años de antigüedad. Además, el geólogo Sam VanLandingham realizó una nueva datación del yacimiento mediante el método de las diatomeas [4], que confirmó una enorme antigüedad para los estratos con artefactos en Hueyatlaco, entre un mínimo de 80.000 años y un máximo de 400.000 años. A su vez, el experto geólogo Robert McKinney, tras un minucioso trabajo de campo y el examen de algunos de los antiguos monolitos extraídos en 1973, llegó a la conclusión que no había rastro de ninguna intrusión en la estratigrafía observada que pudiera haber provocado un desplazamiento de materiales a capas más antiguas, lo que justificaría un posible error de datación. En definitiva, todo este cuerpo de pruebas, más otros estudios adicionales, daban cumplida respuesta a los críticos, a los que prácticamente ya no les quedaba nada por alegar.

Otra vez en el callejón sin salida

Payn había podido tomar parte en diversas intervenciones hasta 2005 con el beneplácito del INAH, pero su intención era realizar una campaña completa de excavación en Hueyatlaco para cerrar definitivamente el último elemento de la polémica: la ya mencionada inserción en la estratigrafía. No obstante, sus solicitudes de permiso oficial para excavar en Valsequillo fueron denegadas una tras otra desde 2006 hasta 2011. Para tratar de dilucidar cuál era el problema, Payn envió en su nombre al arqueólogo Neil Steede, que ya había trabajado para las autoridades mexicanas, para que se entrevistara con cuatro prominentes figuras académicas mexicanas. Pero llegado el momento los planes se torcieron, pues una de estas personas, Mario Pérez Campa, falleció dos días antes de producirse la entrevista, mientras que las otras tres rehusaron aduciendo que se les había prohibido conceder ninguna entrevista.

Único artefacto identificado procedente de Hueyatlaco
No obstante, y esto es quizá lo más interesante, Steede aprovechó sus viajes a México para indagar sobre el paradero de las piezas desaparecidas de Hueyatlaco y, según afirma, se enteró de que el edificio de Ciudad de México donde se guardaban los objetos había sido víctima de un terremoto y que más tarde todos los artefactos (de éste y de otros yacimientos) fueron guardados en cientos de cajas y trasladados a un almacén de muy difícil acceso y sin ningún tipo de cuidado ni señalización. Steede pudo llegar hasta allí y entrar pero no se le permitió realizar ninguna pesquisa. Así pues, actualmente, aparte de algunas fotografías, sólo se pueden estudiar los artefactos a través de las reproducciones que hizo Cynthia Irwin-Williams de unas pocas piezas. Según Virginia Steen, sólo se ha podido identificar fiablemente un objeto procedente de Hueyatlaco: se trata de un utensilio de piedra, de tipo bifacial, descubierto en 2003 en el Museo Antropológico de México. Está en un expositor sin ningún tipo de etiqueta, entre un conjunto de “típicos artefactos mexicanos.”

Aspecto del yacimiento de Hueyatlaco en 2011
Y ya en 2011 el nuevo equipo de Valsequillo pudo constatar que el yacimiento había sido alterado por la construcción de una gran casa, con un terreno adyacente delimitado por vallas y muros. Además, el paisaje se había llenado de vegetación y árboles en la antigua zona de excavaciones. En suma, prácticamente ya no quedaba nada útil que excavar en Hueyatlaco.

En cuanto al proceder del INAH en este embrollo, las palabras del geólogo Robert McKinney, en un correo electrónico aVirgina Steen-McIntyre (25 de julio de 2011)[5], son de una dureza concluyente:
«Mi posición es que a nosotros (todos los implicados) se nos ha apartado del descubrimiento de hechos significativos a causa de una actuación ilícita sistemática por parte del INAH y de otros intereses que, por alguna razón, no quieren que se descubra la verdad. Muchos intentos fallidos para obtener permisos, fósiles perdidos o destruidos, una interferencia directa en los intentos de llevar equipos de perforación y registro al yacimiento y otras cosas sin sentido han impedido a los investigadores rigurosos obtener datos vitales.»
Se pueden decir las cosas más alto pero no más claro.

Más allá de Hueyatlaco

Podríamos concluir aquí el texto y aceptar que el caso de Hueyatlaco fue un episodio aislado en la historia de la arqueología americana y que en él confluyeron diversos factores poco recomendables como los celos profesionales, las ansias de protagonismo, los posibles errores técnicos o ciertas posturas intransigentes propias de personas o estamentos con un alto ego científico. Sin embargo, y esto desde luego no se enseña en ninguna facultad de Historia, existe un largo y lamentable historial de casos parecidos a Hueyatlaco en los que la intransigencia y la hostilidad ante las nuevas ideas y pruebas provocaron la marginación y exclusión de tales aportaciones, llegando incluso a perjudicar gravemente muchas carreras profesionales.

Este historial contiene episodios tan oscuros como los hallazgos del arqueólogo canadiense Thomas Lee en el yacimiento de Sheguiandah, en la isla de Manitoulin (al norte del lago Hurón) a inicios de los años 50. Allí encontró artefactos líticos avanzados en unos depósitos que fueron datados geológicamente entre 65.000 y 125.000 años. Lee perdió su empleó público (fue despedido), no pudo publicar sus resultados y sus pruebas fueron rebatidas por otros expertos. Todos los artefactos encontrados se perdieron en arcones del Museo Nacional de Canadá. El Director del Museo, que había defendido los hallazgos de Lee y había propuesto publicar una monografía sobre éstos, fue a su vez apartado de su puesto. Sheguiandah se acabó convirtiendo en un centro turístico.

George Carter
Otro caso similar es el del arqueólogo George Carter, que en la misma época afirmó haber hallado unos bastos utensilios de piedra en el yacimiento de Texas Street (San Diego) con una datación de entre 80.000 y 90.000 años. Enseguida fue criticado por algunos expertos, que aseguraron que había confundido objetos naturales con herramientas hechas por el hombre. Al poco tiempo también perdió su empleo público. Sin embargo, Carter siguió defendiendo la validez de sus resultados y comprobó con resignación como algunos pocos colegas le daban la razón sólo en privado, pues tenían miedo de hacerlo en público, lo que podría arruinar sus carreras profesionales.

Y ni siquiera una figura tan destacada de la paleoantropología, como el mismísimo Louis Leakey, quedó al margen de la maquinaria del pensamiento único. El que fuera descubridor de excepcionales especimenes de homínidos en África estuvo excavando en los años 60 en el yacimiento de Calico (California), bajo la dirección de la arqueóloga Ruth Simpson. En este lugar se hallaron más de 11.000 artefactos de tipo eolito (tradicionalmente interpretados como piedras de sílex bastamente trabajadas, si bien la ciencia actual no reconoce estos objetos como piedras modificadas por el hombre sino por procesos naturales) en una serie de estratos, siendo los más antiguos datados por series de uranio en ¡200.000 años! Leakey defendió estas dataciones pero nuevamente los escépticos las rechazaron, recurriendo a la doble explicación de que, o los artefactos no eran tan antiguos, o en realidad eran naturales (“geofactos”). Con todo, algunos especialistas examinaron las piezas y afirmaron que algunas al menos sí serían de inequívoca factura humana. En todo caso, los años de Louis Leakey en Calico fueron “tristes y embarazosos”, según relata la biógrafa de Leakey.

El gran problema de fondo

Las investigaciones llevadas a cabo en Valsequillo pusieron de manifiesto que el equilibrio trilateral existente entre los hallazgos arqueológicos, las dataciones y la teoría sobre el poblamiento humano de América se había roto por algún sitio. Si examinamos el núcleo de la controversia, llegaremos a la conclusión que al menos uno de los tres elementos de este triángulo debe fallar.

La primera sospecha podría recaer sobre la práctica arqueológica, pero todo el mundo –empezando por los geólogos del USGS– coincide en afirmar que la metodología científica aplicada por Cynthia Irwin-Williams estaba fuera de toda duda. A pesar de su juventud, era una persona muy preparada, metódica, detallista y con un cierta experiencia en excavaciones, lo que se tradujo en un trabajo bien realizado y bien documentado, tomando buen registro de todos los hallazgos e interpretando correctamente la secuencia estratigráfica del yacimiento, labor en que sin duda la aportación de geólogos muy cualificados tuvo un papel determinante.

Trazas o huellas de fisión, a la vista de microscopio
En segundo lugar tenemos el tema de las dataciones. A este respecto, la presencia de tantos huesos mineralizados que no se podían datar por C-14 debía haber suscitado algunas preguntas que no se hicieron, pues los arqueólogos americanos estaban acostumbrados a utilizar este método (válido hasta unos 50.000 años de antigüedad como máximo) en sus modernos yacimientos del Nuevo Mundo, y en Valsequillo esta técnica prácticamente quedó inédita. En cuanto a las otras técnicas, se podría aducir que algunas de ellas, de reciente aplicación, habían fallado y que la falta de correlación entre las capas de tefra de Valsequillo y La Malinche no permitía extraer conclusiones claras. Sin embargo, cuando a los primeros datos extremos obtenidos por Szabo con las series de uranio se unieron los nuevos datos obtenidos por otros métodos en la década de los 70, todo empezó a cuadrar. A estas alturas ya resulta muy forzado mantener que todos los métodos empíricos de datación absoluta aplicados en el yacimiento fallaron estrepitosamente al no ofrecer las fechas “esperadas” por el estamento académico.

Por último, nos queda la teoría. Durante décadas se ha defendido la teoría de que los primeros humanos (desde luego, Homo sapiens) que llegaron al continente americano lo hicieron desde Asia cruzando el estrecho de Bering hacia el final de la última Edad del Hielo y que paulatinamente fueron extendiéndose hasta llegar al cono sur del continente. Con todo, la primera cultura humana identificada (la ya mencionada Clovis) se situaba poco más allá del 10.000 a. C. Y bien es cierto que con el paso de los años, diversos hallazgos reconocidos han permitido acuñar el concepto de una cultura “pre-Clovis”, pero que no se remontaría muchos miles de años atrás. En esta posición continúa enrocado el estamento oficial arqueológico, que dicta lo que es aceptable y lo que no, según sus pruebas. La cuestión, sin embargo, es que existen otras pruebas.

Como conclusión, vemos que el problema de Hueyatlaco es doblemente pertubador porque –dado un esquema teórico construido a lo largo de décadas sobre la evolución y distribución de los homínidos en el planeta– los restos físicos presentan una realidad bien diferente que obligaría a rescribir todos los libros de Historia. Hay que darse cuenta de que Hueyatlaco no sólo muestra el testimonio más antiguo de seres humanos modernos en el Nuevo Mundo sino que lanza un órdago a los esquemas evolucionistas más firmes. Así, frente a la teoría de que el Homo sapiens, en su variante más arcaica, apareció en África hace unos 200.000 años como máximo (según los recientes estudios llevados a cabo sobre el ADN mitocondrial), los utensilios hallados en Valsequillo se remontan a ¡250.000 años! En esa fecha, según todos los axiomas establecidos, no había ni por asomo ningún H. sapiens en América, pero tampoco en ninguna otra parte del mundo... Sea como fuere, el caso de Hueyatlaco plantea un grave choque entre la teoría y las pruebas objetivas de complicada –por no decir imposible– resolución. Y desgraciadamente, en vez de afrontar la controversia, el paradigma actual reaccionó ignorando o negando los hechos o, en el mejor de los casos, intentando darles una explicación rebuscada.

Visto todo este oscuro episodio, y si descartamos cualquier tipo de maquinación o maniobra siniestra, lo que queda tampoco es como para estar orgulloso del proceder del estamento científico. Más bien muestra una cerrazón y un claro prejuicio ante los hechos anómalos que desafían la solidez del paradigma establecido, utilizando los términos empleados por Thomas Khun al hablar de las revoluciones científicas. Por lo tanto, habría que dilucidar qué impide a la ciencia realizar una seria autocrítica cuando se producen situaciones de este tipo.

Finalmente, ya hemos visto que existieron varios casos similares a Hueyatlaco; no se trata pues de una rara excepción que confirma la regla. Entonces, ¿es razonable considerar que todos los profesionales que encontraron datos anómalos se equivocaron? ¿Cuántas pruebas extraordinarias se precisan para que la ortodoxia académica empiece a considerar que el paradigma actual debería revisarse completamente? Si en el método científico la hipótesis se somete a experimentación para ser validada y dicha experimentación –que está fundamentada en hechos observables y medibles– contradice la teoría, entonces se debe empezar otra vez desde el principio y replantear la hipótesis inicial. ¿Es esto tan inadmisible en el campo de la historia y la arqueología? ¿O es que cierta teoría científica más bien se ha convertido en un dogma de fe que no puede ponerse en duda aunque la evidencia objetiva no lo confirme e incluso lo descarte?

© Xavier Bartlett 2014










Referencias

Artículos

MALDE, H. E.; STEEN-MCINTYRE, V.; NAESER, C. W.; VANLANDINGHAM, S. L. “The stratigraphic debate at Hueyatlaco, Valsequillo, Mexico”. Palaeontologia Electronica Vol. 14, Issue 3; 2011.

STEEN-MCINTYRE, V., FRYXELL, R., MALDE, H.E. “Geologic evidence for age of deposits at Hueyatlaco archaeological site, Valsequillo, Mexico.” Quaternary Research, 16:1-17; 1981.

STEEN-MCINTYRE, V. “A review of the Valsequillo, Mexico early-man archaeological sites (1962-2004) with emphasis on the geological investigations of Harold E. Malde.” Presentation at 2008 Geological Society of America Joint Annual Meeting; 2008.

Libros

ARMENTA CAMACHO, J. Vestigios de labor humana en huesos de animales extintos de Valsequillo, Puebla, México. Consejo editorial del Gobierno del estado de Puebla, 1978. 

CREMO, M.; THOMPSON, R.L. Forbidden Archaeology: The Hidden History of the Human Race. Bhaktivedanta Institute, San Diego, 1993.

HARDAKER, C. The First American: The Suppressed Story of the People Who Discovered the New World. New Page Books, Franklin Lakes, New Jersey, 2007.

Páginas Web

http://earthmeasure.com

http://pleistocenecoalition.com/steen-mcintyre/index.html

Créditos / agradecimiento por las imágenes

Virginia Steen-McIntyre
Revista digital Pleistocene Coalition News


NOTAS

[1] Clovis es un yacimiento situado en New Mexico (EE UU), que fue excavado en la primera mitad del siglo XX y que fue un referente para fijar la antigüedad del primer poblamiento de las Américas durante mucho tiempo.

[2] ARMENTA CAMACHO, J. Vestigios de labor humana en huesos de animales extintos de Valsequillo, Puebla, México. Consejo editorial del Gobierno del estado de Puebla, 1978.

[3] Sobre el tema de las negativas se llegó a situaciones surrealistas: Steen-McIntyre relata que fue contactada en 1980 por una revista de divulgación científica llamada Science 80 para publicar su manuscrito, pero que después de meses sin ninguna noticia el editor se excusó diciendo que el manuscrito se había perdido al caer detrás del archivero...

[4] Las diatomeas son unos microorganismos unicelulares microscópicos fosilizados cuya diversa y extensa tipología desde hace millones de años hasta actualidad permite datar los estratos en que se depositaron.

[5] STEEN-MCINTYRE, V. “Bob McKinney 1933-2011, Classic Valsequillo Project colleague”Pleistocene Coalition News, volume 4 issue 2; 2012.