Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

sábado, 7 de octubre de 2017

EL MOVIMIENTO SEPARATISTA "CATALÁN" LLEVA LA CARA DE GEORGE SOROS

Estrategia de tensión y debilitamiento

Para conseguir sus fines, el clan capitalista predominante en Cataluña no tiene reserva moral alguna en apoyarse en una de las facciones del Poder Global del Dinero.Todo sea, dicen sus miembros, por alcanzar la libertad y en  contra de un estado español que algunos, narcotizados por  el odio y la propaganda, asimilan al mal absoluto. La ideología separatista catalana que por estos días impele un ataque a toda España ha encontrado en George Soros un gran aliado. El arquitecto globalista nacido en Hungría vio en la cuestión del separatismo catalán un gran medio para poder seguir operacionalizando su función geopolítica.
A él no le interesa la demanda de libertad y de justicia que exclaman las bases ideologizadas de la plataforma separatista, ni tampoco el beneficio exclusivo de los miembros del agrupamiento crematístico que hoy detenta el poder en Cataluña. Cabe decirlo, tampoco le preocupan los españoles no separatistas enrolados en torno a la Moncloa.
A unos y a otros les considera elementos necesarios porque poseen un cero sentido de Dios, de la Patria y de la Justicia. Por codicia y ambición son maleables y funcionales  para el desarrollo tanto del juego doméstico español como del  regional europeo que han ideado George Soros y sus compañeros del clan Globalista. Para que, efectivamente, el 1% de la Humanidad pueda realmente controlar el mundo, es primordial avanzar rápidamente en la erosión de las soberanías nacionales y en la licuación  de la capacidad de poder de los pueblos, mediante la división nacional, la confrontación horizontal entre los componentes de un mismo pueblo y la pérdida del sentido integral de la persona humana.
Disponen en el campo fáctico del país escogido estrategias de distracción y de tensión, las cuales no siempre tienen como objetivo inmediato la fragmentación territorial o la aniquilación de un país. Es imperioso mencionar que el Poder Mundial está segmentado en clanes que coinciden en principios y metas pero difieren entre sí en la preferencia de compañeros de ruta –aliados coyunturales-, en la velocidad en el cumplimiento de los planes, en los alcances temporales y en la efectividad. Es por todo ello –y no por filantropía- que George Soros viene aupando desde hace poco tiempo la causa del secesionismo que propone la camarilla capitalista de Cataluña.

El secesionismo catalán en clave sorosiana

Más allá de la vocinglería discursiva pro secesionista y pro La Moncloa, es innegable la participación de Soros en vertientes, colectivos e individuales, que incitan al separatismo. En su momento, Artur Mas buscó respaldo decisivo  en las redes del Poder Mundial y contrató al Grupo Independent  Diplomat para darle mayor vigor al secesionismo.
La empresa fundada por el británico Carne Ross recibe apopo financiero y soporte cultural-político de la Open Society Foundations. Independent Diplomat, entre otros trabajos, asesoró y articuló las  exigencias de autodeterminación del Sahara Occidental, como así también, desde marzo de 2013, tuvo a cargo la gestión de establecer relaciones  diplomáticas y políticas para la coalición de rebeldes sirios con la estructura de la ONU y con muchos miembros del organismo internacional. De la GeneralitatIndependent Diplomat cobró durante dos años 1,6 millones de euros, pero sus servicios fueron cancelados cuando sucedió la investidura de Puigdemont.
Pero que nadie se llame a error pensando que el actual presidente de la Generalitat está en línea opuesta de su predecesor mencionado y que salió de la esfera de los satélites de Soros. Todo lo contrario. En el año 2016, contrató al sociólogo y escritor Jeremy Rifkin para que dictase una conferencia, pagándole la friolera suma de 50 mil euros. Rifkin es otro habitual de los foros de la Open Society Foundation.
Puigdemont no es el poder mismo en Cataluña. Es sólo una pieza de ese poder detentado por otros, quienes pretenden sumar más aliados dentro de los círculos del internacionalismo del Dinero. Durante el 2016, la Generalitat le concedió a la Academia Catalana de Gastronomía y Nutrición un poco más de 7 mil euros en concepto de “fomento a las academias”.Esta entidad  fue elevada al rango de corporación de derecho público por Artur Mas. Recordamos que la ACGN es presidida por Carles Vilarrubí Carrió, empresario que es vicepresidente de la Banca Rothschild en España y del club de fútbol Barcelona [Recientemente cesado y dimitido respectivamente].
Carles Villarrubí también integra la Fundación separatista CATmón que considera como principales aliados naturales de una Cataluña independiente a Israel, Estados Unidos y Alemania. Está casado con la empresaria Sol Daurella Comadrán, presidenta de Coca-Cola European Partners y accionista del Banco Santander. Sol Daurella integró hasta el mes de enero  del presente año, un Consejo Consultivo creado por Diplocat para colaborar en la inserción de Cataluña en el plano mundial. En los registros de la Open Society Foundations figura Diplocat como uno de las entidades que percibió dinero del circuito Soros.
Ya que CATmón ha mencionado como principal aliado a Israel, apuntamos que durante el reinado de la facción del pujolismo, las múltiples relaciones con Israel se incrementaron. Incluso Banca Catalana comenzó a funcionar con el aporte monetario de Moisés David Tenennbaum, notorio traficante de diamantes y amigo del padre de Jordi Pujol.
Artur Mas, desde el inicio, buscó su apoyo total en todo el Proceso. Diferencia de perspectiva en élites israelíes le obstaculizaron el objetivo principal que el dirigente secesionista buscaba; no obstante, el gobierno de Israel nunca se expresó en contra del separatismo catalán y, aun con divergencia al respecto, sus élites hacen negocios con Cataluña (Al igual que con La Moncloa).
El año pasado, después de 19 años, se reabrió el consulado honorario israelí en Barcelona. Los Mossos d'Esquadra han recibido asesoramiento del Mossad e incluso ACCIÓ – la agencia para la competitividad de la Generalitat- ha intensificado la relación y  firmado acuerdos con actores israelíes. Como observadora internacional del referéndum, marcó presencia en tierras catalanas  la legisladora israelí Ksenia Svetlova. Esta parlamentaria es integrante de la Unión Sionista, alianza política de centro izquierda que busca eyectar del gobierno a Netanyahu.
Muchos miembros de la Unión Sionista tienen simpatía por la figura y por la labor de George Soros. Pero así como ocurrió en la administración de Mas, hoy, siguen subsistiendo diferencias entre las facciones israelíes  respecto de la cuestión de Cataluña.
Otra de las organizaciones separatistas catalanas es el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCBC), think tank que guarda estrechas relaciones de cooperación con Jordi Vaquer, Director regional para Europa de la Open Society Foundations y codirector de la Open Society Initiative for Europe.
Vaquer anteriormente fue presidente –del 2008 al 2012-  del Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona (CIDOB), think tank que también receptó dinero de Soros.
Promediando la mitad del año 2017, el Parlamento catalán aprobó la ley que regula las asociaciones de consumidores de cannabis, su cultivo y distribución por parte de esas asociaciones. La medida encaja perfectamente con la agenda internacional de Soros sobre el consumo del cannabis (marihuana) y esos clubes catalanes mayoritariamente tienen como referencia a los estudios y campaña de la Open Society Foundations.
Uno de los personajes que desde hace años está detrás del proceso independentista es David Madí, nieto del empresario catalán Joan Baptista Cendrós, fundador de la asociación Omnium Cultural, fanáticamente secesionista. Esta organización fue creada por el alto empresariado de Cataluña y entre sus fundadores tuvo a Lluís Carulla, representante de los intereses de Rockefeller en la región. David Madí, hombre de Convergencia Democrática de Jordi Pujol, fue el ideador del lema “Derecho a decidir” que despertó la histeria de la base secesionista y agradó a los burgueses pro secesionistas. Cuando Artur Mas estaba en el gobierno, lo tenía como uno de sus asesores predilectos y sigue siendo  uno de los interlocutores válidos que tiene la élite separatista con sus pares del resto de España y del extranjero. Madí es considerado muy allegado a Tatxo Benet, mano derecha de Jaime Roures  en  Mediapro.
El empresario catalán Jaume Roures es socio empresarial del Grupo británico WPP y de George Soros (Gala Capital) en Mediapro. Podemos seguir suministrando más información sobre el vínculo real de personalidades, organismos, entidades y empresas catalanas secesionistas con Soros, pero para no saturar al lector, nos detenemos aquí para hablar, brevemente,  de los no catalanes contradictores de la Unidad de España.

Aliados de la táctica secesionista por dictado plutocrático

En el 2013, un estudio exhaustivo del Club de Izbork, un influyente think tank ruso, expuso el origen y la complicidad internacionalista-globalista del 15-M y de su subproducto, el partido Podemos. Al respecto tenemos que evitar ser cautivos de la ingeniería atlantista/globalista: El 15-M y Podemos jamás tuvieron como fundamento ser gobierno nacional. La matriz oligárquica internacional que los creó nunca pensó en asignarle ese rol.
Sólo son elementos de discordia, confusión y desviación de la masa crítica de los españoles de a pié para poder controlar el disenso de tal modo que la plutocracia internacional realmente existente pueda seguir gozando del usufructo del trabajo y el capital genuinos del pueblo español. Pablo Iglesias es sindicado como receptor –por no decir otro calificativo- de la influencia de las redes europeas de Soros.
El portal Geopolitica.ru publica en marzo de 2017 que son 24 los diputados españoles que están en la esfera sorosiana. Allí nos informan que los parlamentarios son “de todo el arco político, desde partidos separatistas hasta el partido Popular, pasando por socialistas, de Ciudadanos, de Izquierda Unida o miembros de Podemos. Entre los nombres destacan los de Pablo Iglesias (Podemos), Elena Valenciano (PSOE), Santiago Fisas (PP), Javier Nart (Ciudadanos), Maite Pagazartundúa (UPyD), Javier Couso (IU), Juan Fernando López Aguilar (PSOE), Teresa Rodríguez (Podemos), Izaskun Bilbao (Partido Nacionalista Vasco), Jordi Sebastiá (Compromís), Josep Maria Terricabras (Esquerra Republicana de Catalunya), o Ramon Tremosa (Convergencia Democrática de Catalunya)”.
Ello es lógico porque el Internacionalismo del Dinero se sirve por igual de derechistas e izquierdistas, de catalanes y españoles. Pablo Garzón, dirigente de Izquierda Unida, que promueve un referéndum catalán pero “pactado” es otro personaje que admira a Soros. Veamos qué dice del gurú financiero: “Soros es también un filántropo, es decir, una persona que dona gran parte de sus ingresos y riqueza a causas solidarias. Al estilo Bill Gates”.
Devoción pública que, obviamente, tiene su reciprocidad. Garzón es muy elogiado por Acces Info Europe, organización que dice ser defensora de los derechos humanos, y cuenta entre sus donantes a: Open Society Health Program, Open Society Human Rights Initiative, Open Society Information Program, Open Society Media Program…es decir: dinero globalista.

Finalizando

De todo lo anterior podemos pensar y decir que ¿indefectiblamente habrá secesión formal y total de Cataluña en el tiempo inmediato? No.
El análisis que efectuamos nos permite afirmar que el reimpulso del movimiento separatista catalán tiene la cara de George Soros pero que ello ni significa que habrá desmembración territorial y establecimiento de un estado catalán independiente del resto de España. Porque así como la élite secesionista catalana dominante en la actualidad buscó aliarse a las redes del Poder Global del Dinero, del mismo modo la élite que apoya la perspectiva actual de La Moncloa también lo hizo. De hecho,  el actual gobierno nacional español existe porque así lo quisieron Grupo Bilderberg, Comisión Trilateral y el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR), entre otros organismos mundialistas.
El trilateralista Antonio Garrigues Walker, se opone al secesionismo como tal y como lo presenta la plataforma catalanista Postura también compartida por los bilderbergerianos Javier Solana, Ana Botín, Juan Luis Cebrián y Luis de Guindos, entre otros. The Economist, medio perteneciente a la rama inglesa de los Rothschild, en sendos artículos de opinión marcó su oposición contraria al referéndum catalán. Libération, diario de la rama francesa de los Rothschild, también sentó posición contraria al separatismo catalán.
Los órganos oficiales de la Unión Europea salieron a apoyar a La Moncloa. Entonces, vemos que no hay unanimidad en el Poder Global del Dinero respecto del separatismo catalán, como tampoco en la oligarquía española. En cualquier caso, se despliega una estrategia de tensión para dividir en espíritu y debilitar aún en lo geoeconómico  pero sin que se llegue, siempre por ahora, a la secesión formal e integral.
Se causan conflictos horizontales y presiones máximas para obtener mayores concesiones y también para ocupar mejores espacios de Poder en disputa permanente entre los clanes catalanes, españoles e internacionales. Se brega por una España con modelo federal dentro de una Unión Europea sólida y también con esquema federal, intrusiva y totalitaria, pero siempre sin romper con el Atlantismo y la Globalización.
Todo a costa del pueblo y la geografía española.

domingo, 1 de octubre de 2017

Razones por las que Estados Unidos querría balcanizar España



En una anterior entrada dedicada a Julián Assange, anarcocapitalista fundador de Wikileaks, analicé las posibilidades que habría detrás de su reciente posicionamiento a favor del neofeudalismo catalanista sumiso al bloque hegemónico anglogermánico en Europa. Se analizaron las posibilidades de que detrás de él estuviese el DIPLOCAT pagado por George Soros, Rusia, la CIA o que, simplemente, fuese idiota. Puede leerse dicha entrada aquí.

Quizás en el futuro analice la línea rusa, aunque la postura oficial, ya oficializada por el Embajador ruso en España, Yuri Korchagin, y por la Ministra de Asuntos Exteriores rusa, María Zajárova, es la de respetar la soberanía nacional española y su actual orden jurídico-constitucional. El comunicado de Zajárova puede leerse aquí.

La reciente visita del Presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, a Washington para entrevistarse con el Presidente estadounidense, Donald Trump, parecía que no iba a dejar dudas sobre el apoyo incuestionable del Imperio Realmente Existente (por ahora) a su fiel aliado, España, respecto al secesionismo catalanista. Las frases de Trump durante la rueda de prensa conjunta de ambos mandatarios fueron, no obstante, dignas de controversia. Y lo siguen siendo. Bien por ignorancia yanki respecto de la política fuera de sus fronteras, bien porque haya algo más, desde mencionar que el problema catalán “ha durado siglos” (comprando el argumentario falso del catalanismo sobre la Guerra de Sucesión Española y el mito oscuro de 1714), y las alusiones a que los catalanes “se van a quedar en España”, obviando que la soberanía nacional reside en el conjunto del pueblo español y no solo en los españoles residentes en Cataluña, colocan a Trump y a los Estados Unidos de (Norte)América en una posición que podríamos describir de “apoyo tibio”, menos claro que el aparentemente desconfiable posicionamiento ruso respecto a España (las palabras de Trump pueden leerse aquí.

24 horas después de que Rajoy abandonara el Imperio, Heather Nauert, portavoz de la Casa Blanca, anunció que el Gobierno de los Estados Unidos trabajaría “con cualquier entidad que resulte” del referéndum catalán, aunque admitió que se trataba de un “asunto interno” español (las palabras de Nauert, según la visión de El País, pueden leerse aquí. El diario El País se ha apresurado a manifestarse como defensor de la tibieza estadounidense, y como crítico y propagador de la sospecha ante una Rusia que, hasta ahora, ha sido más contundente que Estados Unidos respecto al tema catalán.

Es cierto que, basándonos en la Historia, uno no puede confiar en nadie. No en vano, Napoleón y Alejandro I, zar de Rusia, pactaron en el Tratado de Tilsit de 7 de julio de 1807 un “pacto de no agresión” que retrasó las hostilidades rusas hasta 1812, y por el que Rusia y Francia se repartieron Europa, dejando a Francia vía libre para conquistar España y Portugal. Un antecedente del “pacto de no agresión” entre la Unión Soviética y la Alemania nazi en 1939, previo a la invasión nazi de Polonia y que dio tiempo a la URSS para prepararse contra la Operación Barbarroja, de invasión nazi del país de los soviets. Pero también es cierto que no podemos, basándonos en la Historia, fiarnos de Estados Unidos. El autohundimiento del USS Maine, el 15 de febrero de 1898, culpando a España, permitió el inicio de la Guerra Hispanoestadounidense por la que España perdió Puerto Rico, Cuba y Filipinas. Previo a lo del Maine, la prensa burguesa estadounidense desarrolló una campaña mediática antiespañola, hispanófoba, dirigida por los magnates Joseph Pulitzer y William Randolph Hearst. Tras la propagación de la Leyenda Negra antiespañola desde el siglo XV por las aristocracias y grandes burguesías europeas, católicas y protestantes, que fueron dominadas bajo el Imperio Español, en 1898 Estados Unidos siguió fortificando dicha Leyenda Negra acusando a España de los crímenes más abominables en las Antillas. Todo con vistas a la propaganda de guerra y a la victoria de los anglosajones sobre España.

La dialéctica de Estados, tomada en serio, debería hacernos ver que no podemos fiarnos de nadie. Pero ahora estamos hablando de Estados Unidos y del “apoyo tibio” que está brindando a España estos días. ¿Qué razones tendría el imperio depredador estadounidense para querer la balcanización de España? Podemos dar las siguientes, ya mencionadas en algunos medios de comunicación.

1.- Estados Unidos querría balcanizar las naciones de la Unión Europea para frenar su resistencia al TTIP, su unificación comercial y legislativa y la posibilidad de un ejército Europeo alternativo a la OTAN. Esta idea es manejada por personas tan dispares como el socialdemócrata Germán Gorraiz, de ATTAC (cuyos análisis, datados del año 2015 pueden leerse aquí, el conservador Kenneth Clarke, tory y ministro británico en varias carteras, y recientemente el politólogo mexicano Alfredo Jalife-Rahme. De esta manera, EEUU debilitaría su “patio trasero rico” (el “patio trasero pobre” es Latinoamérica), dividiéndolo.

Sin embargo, aunque pueda tener visos de verdad, este tipo de balcanización europea podría ser contenida cambiando la legislación constitucional de diversas naciones como España, centralizando competencias autonómicas y anulando la idea de nacionalidad, por lo que el artículo 2 y todo el Título VIII octavo de la Constitución Española habrían de ser sensiblemente modificados. Pero si España acabara balcanizada, el resto de naciones europeas reforzarían sus legislaciones constitucionales con tal de evitar procesos similares, tras ver las barbas recortadas del vecino ibérico.

Quien más saldría beneficiada de una balcanización europea, en Europa, sería Alemania. De esta manera, se convertiría en la dueña y señora indiscutible del continente, quizás por siglos. Y Estados Unidos necesitaría contrapesos al hegemón alemán frente a su también palpable pérdida de hegemón universal. Esos contrapesos podrían ser la Francia de Macrón o la España del Partido Popular. Pero una España destruida, un Reino Unido fuera del Brexit y una Francia con desórdenes internos debidos al salafismo patrio serían lo mejor que podría pasarle a Alemania, quien reforzaría su unidad federal recortando más competencias a sus Lander, sobre todo a la católica Baviera. Con lo cual, esta posibilidad, aunque probable, tiene sus contraargumentaciones. Bien es cierto que Alemania es la nación europea con más bases estadounidenses. Se trata de un gigante económico pero un, por ahora, enano militar. Su reforzamiento en Europa, balcanizando al resto de naciones, aseguraría su dominio incólume, un IV Reich más poderoso que todos los anteriores, y una alianza estratégica con Estados Unidos de dominio continental europeo para Alemania y EEUU para América, copiado del modelo planificado por Hitler tras su hipotética victoria en la Segunda Guerra Mundial.

2.- España está conectada a China por vía terrestre gracias a la línea férrea euroasiática que conecta a ambas naciones en la Nueva Ruta de la Seda. Dicha nueva Ruta conectaría Madrid con la ciudad China de Yiwu, y pasaría por ciudades como Moscú, Astaná (capital de Kazajistán), Sofía o Estambul. El volumen de capital que discurriría por la Nueva Ruta de la Seda superaría, según estimaciones, los 900.000 millones de euros. Y lo que sería más importante, y preocupante para Estados Unidos a escala geopolítica, pues todos los motivos por los que Estados Unidos querría balcanizar España son geopolíticos: la República Popular China es el mayor enemigo geopolítico del Imperio en tanto que Estado unificado; al convertirse China en la próxima primera potencia económica e industrial del Planeta, la presencia de China en el Océano Pacífico la acercaría a las naciones hispanoamericanas que tienen costa con dicho océano y dificultaría la acción depredadora estadounidense, la cual se ha apresurado a facilitar la organización de la Alianza del Pacífico con Estados aliados (Chile, Perú, Colombia, México), tanto para torpedear la integración latinoamericanista comandada por el bolivarianismo (ALBA) y la socialdemocracia suramericana (MERCOSUR, UNASUR) como la presencia en la zona. Pero, mediante la conexión con España a través de la Nueva Ruta de la Seda, China, a través de España, se conectaría con Iberoamérica por el Océano Atlántico. La visita de Mariano Rajoy a China en mayo de este año intranquilizó, por todo esto, al “amigo americano”, EEUU. Más, incluso, de lo que ha podido perturbar a Rusia que Zapatero permitiera la instalación del Escudo Antimisiles antirruso en suelo español.

De esta manera, nos encontraríamos con movimientos propios de la Nueva Guerra Fría que vive el mundo entre Estados Unidos y China, siendo el mundo hispano (España e Iberoamérica) campo de batalla total de esta guerra. ¿Qué tendría que ver Cataluña en todo esto? La Nueva Ruta de la Seda que conectaría China con España pasa por Irún, en el País Vasco, y no por Cataluña. Por lo que el “corredor mediterráneo” que tanto interesa a la burguesía española con sede en Cataluña, de la cual parte es abiertamente separatista, no se conectaría con China y no obtendría los beneficios directos de dicha conexión. Estados Unidos podría romper España por ahí para debilitar la conexión española de China con el Atlántico y con Iberoamérica.

3.- El tercer motivo, que no he visto comentado en ningún lado, tiene que ver también con la geopolítica, pero también con la ya mencionada hispanofobia. Hispanofobia no es, como con éxito logró propagar en redes sociales el Partido Popular hace unos días, el miedo, odio o aversión a España. No solo. La hispanofobia es, también, el miedo, odio o aversión, a todo lo derivado de España. Y ahí se contempla todo lo hispanoamericano, iberoamericano o latinoamericano. Se trata de un racismo sin complejos ante lo derivado de España, principalmente la inmigración hispana en Estados Unidos y el idioma español. Hay que recordar que el español, hoy, es el idioma nativo más hablado del Mundo tras el chino mandarín, y el tercero, tras este y el inglés, en número de hablantes totales. Más de 500 millones ya, y creciendo. El idioma español, a juicio de muchos grandes burgueses WASP estadounidenses (acrónimo de White Anglo Saxon Protestants), es una amenaza a la integridad e identidad del Imperio. Los hispanos son los nuevos bárbaros que amenazan la estabilidad de la nueva Roma, cuyo Mare Nostrum es el Atlántico. Y España, que ya no es el centro del mundo hispano, es, sin embargo, su raíz o núcleo. Y, a través de instituciones como la RAE, ampliada en la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española, de escala universal), la rectora del idioma que atenta contra la identidad anglosajona (y germánica) protestante de los “padres fundadores” del Imperio Estadounidense.

El éxito del DIPLOCAT pagado por Soros entre senadores republicanos estadounidenses como Dana Rohrabacher se explica por la hispanofobia furibunda de buena parte del Partido Republicano yanki. Pero, también, en las filas del democratismo estadounidense puede verse esta hispanofobia, como prueban las numerosas entrevistas a separatistas catalanistas en el demócrata The New York Times.

¿Cómo se conectaría el separatismo catalanista con la hispanofobia yanki? El idioma español amenaza a Estados Unidos con una hipotética partición del mismo, que recuerde a los tiempos previos del Tratado de Guadalupe-Hidalgo de 1848 por los que, tras la Guerra Hispanomexicana, Estados Unidos se quedó con más de la mitad del territorio mexicano. Aunque hay dificultades para que el español crezca en Estados Unidos (diferencias entre generaciones a la hora de entenderse en el mismo idioma, abuelos hispanoparlantes con nietos angloparlantes y la generación de en medio de intérprete; expansión del inglés de manera acusada en el mundo hispanoparlante, incluida España), se calcula que para 2050 Estados Unidos podría ser el primer país hispanoparlante, por delante de México. Y la lengua trae tradiciones sociales, culturales, religiosas y (lo más peligroso para el Imperio) políticas distintas a las suyas tradicionales.

Una Cataluña separada de España, además de protectorado alemán, sería un miniEstado que, necesariamente, para insertarse en el mundo y separarse más de España, debería hablar inglés. Así pues, con la balcanización de España en miniEstados ibéricos, desconectados del mundo hispano, se conseguiría desconectar a España de la amenaza hispanoamericana a los Estados Unidos, en tanto España es la raíz o núcleo del cuerpo iberoamericano universal. De lo que se trataría es de alterar su curso para debilitarlo, minimizarlo. Por eso se fomenta desde universidades yankis (y, por tanto, desde el Estado y sus agencias de Inteligencia) el indigenismo, el izquierdismo postmoderno y las políticas de identidad, también étnicas, tanto en España como en Hispanoamérica. Balcanizando España, Estados Unidos desconectaría Iberoamérica de su principal conexión con Europa, y allanaría el camino para futuras balcanizaciones en naciones hispanoamericanas, buscadas desde hace tiempo (Balcanización de México; Balcanización de Bolivia; Balcanización de Venezuela; Balcanización de Brasil.

Los anglosajones consiguieron balcanizar el Imperio Español (y la nación española “de ambos hemisferios” de la Constitución de Cádiz de 1812) a comienzos del siglo XIX. Con proyectos como el separatismo catalanista, profundizarían en lo comenzado hace más de 200 años.

Si bien Rusia sigue siendo enemiga de Estados Unidos por la asunción en las elites imperiales de la teoría del Área Pivote de Mackinder, y China es el gran enemigo de Estados Unidos (más que el Islam) de cara a perder su hegemonía imperial por lo ya mencionado más arriba, el enemigo demográfico, cultural, social, y a la larga hipotéticamente también geopolítico-imperial, más peligroso para el Imperio sería el mundo hispano en general, y México en particular. Los hispanos en Estados Unidos son un peligro para lo que desde su independencia ha sido, y es, el Imperio. Por ello, minar todo aquello que pueda reforzar la posición hispana en el Mundo, incluido minar a España, interesaría a los Estados Unidos. Y por eso, la hispanofobia no es solo el miedo, odio o aversión de los separatistas catalanistas, y de otras autonomías, hacia España. Es, también, el muro que Trump quiere construir en la frontera con México o los campos de detenidos inmigrantes que el sheriff de Arizona, Joe Arpaio, ha mantenido durante 23 años.

El Imperio tiene claro su enemigo común. Los iberoamericanos, donde hay que incluir a los iberófonos europeos, asiáticos, africanos y oceánicos, parece que todavía no. Si hay un Risorgimento ameribérico en el futuro, este podría ser más duro de lo esperado, si la estrategia balcanizadora en España, México, Brasil, Chile, Bolivia o Venezuela triunfa, y si la población hispana en Estados Unidos es anglosajonizada y reducida a la misma posición socioeconómica y cultural tradicional de los afroamericanos.

Fuente.