LOS ROCKEFELLER Y LOS ROJOS
Los americanos más importantes entre aquellos personajes "distintos" que manejan el mundo desde detrás del telón, son los Rockefeller.
El clan Rockefeller ha trabajado con los Rothschild y sus agentes desde 1880, cuando el original John D. se ingeniaba para obtener una rebaja en cada barril de aceite que él y sus competidores embarcaban en los ferrocarriles Pennsylvania, Baltimore and Ohio, que eran controlados por la Kuhn, Loeb y Cía. Ha sido una sociedad exitosa desde entonces, a pesar que parece haber habido áreas en las cuales las dos dinastías financieras competían.
La implicación de los Rockefeller con sus supuestos enemigos sangrientos, los comunistas, data de la revolución bolchevique. Durante 1920, Lenin estableció su Nueva Política Económica (el mismo nombre que el señor Nixon aplicó a su control de precios y salarios) cuando los supuestamente odiados capitalistas fueron invitados de vuelta a Rusia.
Los Privilegiados de la Reserva Federal —C.R.E.— empezaron a presionar para abrir la Rusia comunista a los comerciantes de Estados Unidos poco después de la revolución. Pero en ese momento la opinión pública estaba tan en contra de los bolcheviques por su barbarie, que fue política oficial del gobierno de los Estados Unidos no negociar con el gobierno fuera de la ley. Estados Unidos no reconoció oficialmente a los bolcheviques hasta 1933. Mientras tanto, la economía soviética estaba bamboleante y la gente se moría de hambre.
El comunismo hubiera sufrido un colapso de no ser ayudado por los Privilegiados. Los bolcheviques fueron originalmente salvados del colapso por Herbert Hoover (C.R.E.), quien juntó dinero para comprar alimentos que habían sido apropiados por Lenin y sus gangsters. Lo usaban como instrumento para someter a los hambrientos campesinos, que habían estado resistiendo a sus recientemente impuestos amos esclavistas.
Mientras el gesto “humanitario” de Hoover salvó el régimen soviético, la economía rusa aún estaba en completo caos. Ahí entraron los Vanderlip, Harriman y Rockefeller.
De los primeros en entrar fue Frank Vanderlip, agente de los Rockefeller y uno de los conspiradores de la Isla Jekyll, presidente del First National City Bank de Rockefeller, que comparaba a Lenin con George Washington. (Louis Budenz, The Bolshevik Invasion of the West, Bookmailer, p. 115.)
Los Rockefeller confiaron a su agente de relaciones públicas, Ivy Lee, la tarea de vender al público americano la idea que los bolcheviques eran meramente idealistas incomprendidos, en realidad bondadosos benefactores de la humanidad.
El profesor Anthony Sutton, de la Institución Hoover, de la Stanford University, anota en su autorizada obra Western Technology and Soviet Economic Development:
"Con muy buen pronóstico, en las últimas 180 páginas, Lee concluye que el problema comunista es solamente psicológico. Cuando llega a este punto, él habla de los 'rusos' (no de los comunistas) y concluye diciendo 'que están muy bien'.
Sugiere que Estados Unidos no se debe comprometer en propaganda; hace un llamado a la coexistencia pacífica, y aconseja a los Estados Unidos que sería una buena política reconocer a la URSS y dar créditos anticipadamente".
(Anthony Sutton: Western Technology and Soviet Economic Development, 1917-1930, Hoover Institution on War, Revolution and Peace, Stanford UniversitY, Calif., 1968, p. 292.)
Después de la revolución bolchevique, la Standard de Nueva Jersey compró el 50 por ciento de los enormes campos petrolíferos de Nobel, en el Cáucaso, aunque la propiedad había sido teóricamente nacionalizada (O'Connor, Harvey, The Empire of 0il, Monthly Review Press, New York, 1955, p. 270).
En 1927, la Standard Oil de Nueva York construyó una refinería en Rusia, ayudando así a los bolcheviques a levantar su economía.
El profesor Sutton manifiesta:
"Esta fue la primera inversión de los Estados Unidos en Rusia desde la revolución"
(Ibid., Vol. I, p. 38).
Poco después de eso, la Standard Oil de Nueva York, y su subsidiaria, la Vacuum Oil Company, hicieron un trato para enviar petróleo soviético a los mercados europeos, y se informó que un préstamo de US$ 75.000.000 fue concedido a los bolcheviques (National Republic, Set. 1927).
No hemos podido saber si la Standard Oil fue teóricamente expropiada por los comunistas.
Sutton escribe:
"Sólo las concesiones del telégrafo danés, las concesiones japonesas de pesca, carbón y petróleo y el arriendo de la Standard Oil quedaron después de 1935"
(Ibid., Vol. II, p. 17).
Dondequiera que fuera la Standard Oil, el Chase National Bank de seguro la seguía.(El Chase Bank de los Rockefeller más tarde se combinó con el Manhattan Bank de Warburg, para formar el actual Chase Manhattan Bank.)
Para rescatar a los bolcheviques, que supuestamente eran un demonio, el Chase National Bank influyó en el establecimiento de la Cámara de Comercio Ruso-Americana en 1922. El presidente de la Cámara era Reeve Schley, un Vicepresidente del Chase National Bank (Ibid., Vol. II, p. 288).
De acuerdo al profesor Sutton:
"En 1925, las negociaciones entre el Chase y el Prombank se extendieron más allá del financiamiento de materias primas, y se planeó un programa completo para financiar las exportaciones de materias primas soviéticas a Estados Unidos y las importaciones de algodón y maquinaria desde los Estados Unidos" (Ibid., Vol. II, p. 226), Sutton también informa que "el Chase National Bank y la Equitable Trust Company eran líderes en el negocio del crédito soviético"
(Ibid., p. 277).
El Chase National Bank, de los Rockefeller, también estaba involucrado en la venta de bonos bolcheviques en los Estados Unidos, en 1928. Organizaciones patrióticas denunciaron al Chase como una "cerca internacional".
El Chase fue llamado,
"una deshonra para América... Llegarían a cualquier extremo por ganarse unos pocos dólares"
(Ibid., Vol. II, p. 291).
El Congresista Louis MacFadden, presidente del Comité de la Comisión Bancaria, sostuvo en un discurso a sus camaradas:
“El gobierno soviético ha recibido fondos de la Tesorería de los Estados Unidos a través del Consejo de la Reserva Federal y de los Bancos de la Reserva Federal, los que han actuado por intermedio del Chase Bank, del Guaranty Trust Company y otros bancos en la ciudad de Nueva York...“
..."Abra los libros de Arntorg, la organización mercante del gobierno soviético en Nueva York, y de Bostorg, la oficina general de la organización Mercantil Soviética, y del State Bank de la Unión de las Repúblicas Soviéticas Socialistas, y estará impresionado de ver cuánto dinero norteamericano ha sido sacado desde la Tesorería de los Estados Unidos a beneficio de Rusia. Trate de encontrar qué negocio ha sido transaccionado para el State Bank de la Rusia Soviética por su correspondiente, el Chase Bank de Nueva York..."
(Registros del Congreso, 15 de junio de 1933).
Pero los Rockefeller aparentemente no estaban solos en el financiamiento del brazo comunista de la conspiración de los Privilegiados.
De acuerdo al profesor Sutton:
"... hay un informe en los archivos del Departamento de Estado, que nombra a Kuhn, Loeb y Compañía (la importante casa financiera en Nueva York), como financiero del Plan de Los Cinco Primeros Años. Ver: Departamento de Estado de Estados Unidos, registro decimal 811.51/3711 y 861.50. Plan de Cinco Años 236"
(Sutton, op. cit., Vol. II, p. 340 n).
El profesor Sutton prueba concluyentemente, en su historia de tres tomos sobre el desarrollo tecnológico soviético, que la Unión Soviética casi fue fabricada literalmente por los Estados Unidos.
Sutton cita un informe de Averell Harriman al Departamento de Estado, en junio de 1944, manifestando:
“Stalin pagó tributo a la ayuda rendida por Estados Unidos a la industria soviética antes y durante la guerra. Él dijo que cerca de dos tercios de la gran organización industrial de la Unión Soviética habían sido construidos con la ayuda o asistencia técnica de los Estados Unidos”
(Sutton, op. cit., Vol. II, p. 3).
Recuerden que esto era en el momento que los soviéticos ya habían establecido una extensa red de espionaje en los Estados Unidos, y el Daily Worker, diario comunista, llamaba constantemente a la destrucción de nuestra libertad y a la sovietización de América.
Sutton muestra que no hay un segmento de la economía soviética que no sea el resultado de la transferencia de la tecnología occidental, particularmente de la americana.
Esto no puede ser enteramente el resultado de un accidente. Por cincuenta años, el grupo de la Reserva Federal —C.R.E.-Rockefeller-Privilegiados— ha abogado y llevado a cabo políticas que aspiran al crecimiento del poder de su satélite, la Unión Soviética. Mientras tanto, América dedica US$ 75 billones al año en su defensa, para protegerse de un enemigo que está siendo construido por los Privilegiados.
Lo que ha sido verdadero en el pasado hoy es aún más válido. El líder en promover esta transferencia de tecnología y el incremento de ayuda y comercio con los comunistas, es el Consejo de Relaciones Exteriores.
El 7 de octubre de 1966, el Presidente Lyndon B. Johnson, un hombre que había asignado a un miembro del C.R.E. en prácticamente toda posición estratégica durante su administración, manifestó:
"Pretendemos presionar a la autoridad legislativa para negociar convenios de comercio que extiendan un tratamiento de tarifas de naciones-más-favorecidas a los Estados comunistas europeos..."
"Reduciremos los controles de exportación en el Comercio Oriente-Occidente, con respecto a cientos de ítem no estratégicos. . . "
El New York Times informó una semana después —el 13 de octubre de 1966:
"Estados Unidos puso en práctica hoy una de las proposiciones del Presidente Johnson para estimular el comercio Oriente-Occidente, quitando las restricciones en la exportación de más de cuatrocientos artículos de primera necesidad a la Unión Soviética y Europa Central...
"Entre las categorías de ítem que han sido seleccionadas para exportación, están las verduras, cereales, forraje, cueros, caucho crudo y manufacturado, pulpa de papel y papel de desecho, textiles y fibras textiles, fertilizantes crudos, minerales y desecho, petróleo, gas y sus derivados y compuestos químicos, anilinas, medicinas, fuegos artificiales, detergentes, materiales plásticos, productos metálicos y maquinaria e instrumentos profesionales y científicos".
Virtualmente, cada uno de estos ítem "no estratégicos" tiene un uso directo o indirecto en la guerra.
Más tarde, ítem como compuestos para limpiar rifles, equipamientos electrónicos y radares eran declarados como "no estratégicos" y absueltos para su envío a la Unión Soviética. El truco está en simplemente declarar, casi todo como "no estratégico". Un arma de fuego todavía es considerada estratégica y, por lo tanto, no puede ser enviada a los comunistas, pero los instrumentos para hacer las armas y los elementos químicos para impulsar las balas han sido declarados "no estratégicos".
Mientras tanto, cerca de 50.000 americanos han muerto en Vietnam.
El Vietcong y los norvietnamitas reciben el 85 por ciento de sus materiales de guerra desde Rusia y naciones del bloque soviético. Como sus economías son incapaces de apoyar una guerra, el brazo comunista de la conspiración necesitó ayuda del brazo capitalista financiero. Los Estados Unidos han estado financiando y equipando a ambos lados de la terrible guerra vietnamita, matando, por poder, a nuestros propios soldados.
Nuevamente los paisajistas de la gran masa mantienen al público americano sin conocer este hecho comprobable.
No es sorprendente saber que los Rockefeller han sido los líderes en la defensa de este sangriento comercio. El 16 de enero de 1967, uno de los artículos más increíbles que nunca hayan aparecido en un periódico adornaba la primera página del diario del Establishment, el New York Times.
Bajo el titular "Eaton se Une a los Rockefeller para Estimular el Comercio con los Rojos" el artículo manifestaba:
"Una alianza de fortunas familiares, uniendo Wall Street con el Medioeste, tratará de construir puentes económicos entre el mundo libre y la Europa comunista".
"La International Basic Economy Corporation, controlada por los hermanos Rockefeller, y la Tower International Inc., encabezada por Cyrus S. Eaton Jr., financiero de Cleveland, tienen planes de cooperar en la promoción del comercio entre los países del Telón de Acero, incluyendo a la Unión Soviética..."
La International Basic Economy Corporation (IBEC) es manejada por Richard Aldrich, nieto del maquinador de la Reserva Federal, Nelson Aldrich, y de Rodman Rockefeller (C.R.E.), hijo de Rocky. El 20 de octubre de 1969, la IBEC anunció que, N.M. Rothschild e Hijos, de Londres, se habían asociado con la firma.
Cyrus Eaton Jr. es hijo del notorio pro-soviético Cyrus Eaton, quien inició su carrera como secretario de John D. Rockefeller. Se cree que el ascenso de Eaton al poder financiero resultó del apoyo de su mentor. El convenio entre la Tower International y la IBEC continúa siendo una vieja alianza. Aunque el nombre de Eaton no aparece en la lista de miembros del C. R. E., el Comité Reece, que investigó las fundaciones para el Congreso, en 1953, descubrió que Eaton era miembro secreto.
Entre los ítem "no estratégicos" que el eje Rockefeller-Eaton va a construir para los comunistas, se encuentran diez plantas de mercaderías de goma, incluyendo dos plantas de goma sintética cuyo valor es de US$ 200 millones.
Mr. Eaton explica en el artículo de Times:
"Esta gente está instalando plantas de automóviles, sabiendo que tienen que tener fábricas de neumáticos".
Bajo la Administración Nixon que, contrariando las promesas de la campaña, ha multiplicado el comercio con los rojos diez veces, empresas americanas están construyendo la fábrica de camiones más grande del mundo para los comunistas.
Los camiones son máquinas de guerra necesarias para la nación y las fábricas de camiones pueden ser convertidas en la producción de tanques, como se hizo durante la I Guerra Mundial. Estados Unidos dio a los soviéticos la posibilidad de hacer camiones y los neumáticos (o rodaduras de tanques) sobre los cuales ruedan.
Además, los Rockefeller y los Eaton están construyendo una planta productora de aluminio de US$ 50 millones para los rojos. Bajo la doctrina Johnson-Nixon, el aluminio para aviones jet es considerado "no estratégico".
Aún más increíble es lo que Times revela:
"El mes pasado, la Tower International llegó a una tentativa de acuerdo con la organización de patentes y licencias soviéticas, Licensintorg, cubriendo las futuras transacciones de licencias y patentes. Hasta ahora, dijo el Sr. Eaton, los rusos han dejado la compra y venta de licencias y patentes a la Amtorg Trading Corporation, agencia soviética oficial en este país para la promoción del comercio soviético-americano".
Nelson Rockefeller saluda a Khrushchev, el famoso “Carnicero de Budapest”.
Las familias Rockefeller y Eaton han reunido fuerzas Para construir plantas de producción bélica detrás del Telón de Acero, de manera que los comunistas puedan ser una mayor amenaza para la supervivencia de los Estados Unidos.
Aparentemente, América gasta US$ 70 billones anuales en defensa y luego los Rockefeller construyeron molinos de aluminio para los comunistas. Sólo la ausencia de una declaración formal de guerra en Vietnam deja a los Eaton y Rockefeller sin ser procesados por traición.
Ellos tienen en sus manos la sangre de 50.000 americanos en servicio.
Cuando los dictadores comunistas vienen a los Estados Unidos, ellos no visitan a los trabajadores o líderes de sindicatos, sino que se codean con los líderes industriales.
Existe muy poca intención, si alguna, por parte de los dictadores rojos por identificarse con la clase trabajadora. En la foto arriba, Nikita Khrushchev saluda al reconocido industrial pro-comunista Cyrus Eaton. Eaton inició su carrera en el negocio como secretario de John D. Rockefeller, y la familia Rockefeller es altamente responsable de su fortuna, según se cree.
Esto significa que los Rockefeller y los Eaton tienen un monopolio en la transferencia de capacidad tecnológica a los supuestos enemigos de los super-ricos, la Unión Soviética.
De acuerdo al Times:
"El Dr. Eaton reconoció las dificultades que los representantes de Arntorg habían encontrado aquí, tratando de arreglar los acuerdos sobre licencias con las compañías americanas. 'Como ustedes se pueden imaginar', dijo, 'es prácticamente imposible que un ruso entre al departamento de investigación de una compañía aeroespacial americana y trate de conseguir la compra de una patente'."
Seguramente que todo americano leal se dirá a si mismo:
"Bueno, espero en Dios que los soviéticos no puedan entrar a nuestras plantas de defensa y comprar una patente".
Los Rockefeller y los Eaton han resuelto ese problema a los comunistas. Ahora, en lugar de tratar con una agencia oficial del gobierno soviético, los negocios americanos serán preocupación de los Rockefeller.
Mientras tanto, cerca de 50.000 americanos han muerto en Vietnam, muchos de ellos asesinados por las armas que directa o indirectamente los Rockefeller han proporcionado a nuestros enemigos confesos. Sólo una técnica de ausencia de una formal declaración de guerra impide que los Rockefeller sean procesados por traición, por estar inmiscuidos en los sangrientos negocios de los americanos muertos en la guerra.
Así, a través de la adquisición de patentes para los comunistas, los Rockefeller están virtualmente a cargo de la investigación y desarrollo de la maquinaria militar soviética, permitiendo a los rusos la producción en masa de los desarrollos americanos. La transferencia de real conocimiento es aún más importante que la venta de armas.
Un proceso que le ha tomado una década a una corporación americana para su desarrollo es traspasado "en bandeja" a los comunistas. ¿Tiene sentido el gastar US$ 75 billones anuales en defensa nacional, para después aumentar deliberadamente él potencial de guerra de un enemigo confeso? Para el Sr. Rockefeller y los Privilegiados, esto si tiene sentido.
Desde el momento en que los Rockefeller pactaron con los soviéticos para el arreglo de las patentes, ellos son, por definición de diccionario, agentes comunistas. ¿O sería más adecuado definir a los comunistas como agentes de los Rockefeller?
Indicativo de esto fue el suceso que tuvo lugar en octubre de 1964. David Rockefeller presidente del Chase Manhattan Bank y del Comité del Consejo de Relaciones Exteriores, tomó sus vacaciones en la Unión Soviética. Este es un peculiar lugar para tomar las vacaciones al "imperialista " más grande del mundo, ya que mucha de la propaganda comunista habla de despojar a David de su riqueza y distribuirla entre "el pueblo".
Pocos días después del término de las "vacaciones" de Rockefeller en el Kremlin, Nikita Khrushehev fue llamado de vuelta de sus vacaciones en el Mar Negro e informado que había sido despedido. ¡Qué extraño! Por lo que el mundo sabía, Khrushchev era el dictador absoluto del gobierno soviético y, aún más importante, jefe del Partido Comunista, el cual maneja a la URSS.
¿Quién tiene el poder de despedir al hombre que supuestamente era el dictador absoluto? ¿Fue que David Rockefeller viajó a la Unión Soviética para despedir a un empleado? Es obvio que la posición de Premier de la Unión Soviética es sólo una figura cuyos poderes residen en otro lugar. Tal vez en Nueva York.
Por cinco décadas, los comunistas han basado su propaganda sobre el supuesto que ellos destruirían a los Rockefeller y otros super-ricos. No obstante, vemos que durante cinco décadas los Rockefeller han estado involucrados en la construcción del poder de los soviéticos. Se supone que nosotros creemos que estos cartelistas internacionales lo hacen por ser tontos o codiciosos.
¿Tiene esto sentido?
Si un criminal recorre las calles, gritando con toda la fuerza de sus pulmones que apenas se apodere de una pistola matará a Joe Doaks, y si usted sabe que Doaks le da armas secretamente al criminal, una de dos cosas tiene que ser verdad. Doaks es un tonto o los gritos son un simple "show", porque el criminal trabaja secretamente para Doaks. Los Rockefeller no son tontos.
Mientras David corre con el cabo financiero de la dinastía Rockefeller, Nelson corre con el político. A Nelson le gustaría ser Presidente de los Estados Unidos. Pero, desgraciadamente para él, la vasta mayoría de su propio partido no lo acepta. La próxima cosa conveniente, aparte de ser Presidente, es controlar al Presidente.
Se supone que Nelson Rockefeller y Richard Nixon son amargos competidores políticos. En cierto modo lo son, pero eso no impide que Rockefeller haga valer su dominio sobre el Sr. Nixon: Cuando el Sr. Nixon y el Sr. Rockefeller compitieron por la nominación republicana, en 1968, naturalmente que Rockefeller hubiera preferido ganar el premio, pero fuere quien fuere el vencedor, sería él quien controlaría el cargo supremo del país.
Ustedes recordarán que justo en medio de la redacción del programa republicano de 1960, el Sr. Nixon súbitamente dejó Chicago y voló a Nueva York, a reunirse con Nelson Rockefeller, en lo que Barry Goldwater describió como el "Munich del Partido Republicano". No había razón política por la cual el Sr. Nixon necesitara arrastrarse ante el Sr. Rockefeller. Tenía todo lo de la convención arreglado. El Chicago Tribune estalló, diciendo que era como Grant rindiéndose a Lee.
En The Making of the President, 1960, Theodore White anotó que Nixon aceptó todos los términos de Rockefeller para esta reunión, incluyendo disposiciones como que,
"Nixon telefoneara personalmente a Rockefeller pidiéndole una entrevista que 'se reunirían en el departamento de Rockefeller ... que la reunión sería secreta y luego anunciada en una sesión de prensa del Gobernador, no de Nixon; que la reunión sería claramente anunciada de haberse llevado a efecto a petición del Vicepresidente; que la declaración de política emanada de dicha reunión fuera larga, detallada, no un breve comunicado".
La reunión produjo el famoso "Convenio de la Quinta Avenida", en la cual el Programa Republicano fue descartado y reemplazado por los planes socialistas de Rockefeller.
El Wall Street Journal, del 25 de julio de 1960, comentó:
“ ...una pequeña banda de conservadores dentro del partido... son empujados hacia los lados..., los catorce puntos son muy liberales, en realidad; ellos contienen un programa, en muchos puntos afín con el programa Demócrata, y están muy lejos de ser lo que los conservadores piensan debería ser el Partido Republicano...”
Como Theodore White lo dice:
"Nunca el cuadrienal ataque liberal habla sido más crudamente dramatizado que con el pacto abierto de la Quinta Avenida. Cualquier honor obtenido por sus servicios en el Comité del Programa había sido borrado. Una simple reunión nocturna de dos hombres en el departamento Triplex de un millonario en Babilonia —junto al Hudson—, a ochocientas treinta millas de distancia, estaba por dominarlos; estaban expuestos como payasos para que el mundo entero los viera."
La historia completa de lo que sucedió dentro del departamento de Rockefeller, sin duda, nunca se sabrá. Sólo podemos hacer una buena suposición a la luz de los eventos subsiguientes.
Pero es obvio que desde ese momento el Sr. Nixon ha estado en la órbita Rockefeller.
Después de perder estrechamente con Kennedy, el Sr. Nixon, contra sus deseos y ante la petición (u orden) de Rockefeller, entró en la carrera gubernamental de California y perdió. (Para mayores detalles, ver el libro del autor Richard Nixon: The Man Behind the Mask.)
Después de perder ante Pat Brown, en la carrera gubernamental de California, en 1962, Nixon había sido universalmente relegado al montón de basura política. Dejó su práctica como abogado en California y se fue a Nueva York, donde se instaló como vecino de Nelson Rockefeller, el hombre que se supone es su enemigo a muerte, en un apartamento de US$ 100.000 anuales, de un edificio de propiedad de Rockefeller.
Luego el Sr. Nixon trabajó en el estudio del abogado personal del Sr. Rockefeller, John Mitchell, y durante los próximos seis años usó la mayor parte de su tiempo viajando por el país y por el mundo, primero reconstruyendo su reputación política, y, después, en campaña para sacar la nominación republicana de 1968. Al mismo tiempo, y de acuerdo a su propia declaración financiera, su valor neto se multiplicó muchas veces y llegó a ser bastante rico.
Nelson Rockefeller y sus colegas del Establishment Liberal del Este, que ayudaron a que Nixon fuera aceptado por los Conservadores, apareciendo como sus opositores, rescataron a Nixon de su olvido político y lo hicieron Presidente de los Estados Unidos.
¿No tiene sentido el que el Sr. Nixon, hombre de apasionada ambición, cuya carrera se había hundido muy bajo, haya tenido que hacer algunos tratos para lograr su objetivo? ¿Y no contrajo inmensas deudas políticas a cambio de ser hecho Presidente por el Establishment Liberal del Este?
Cuando Nixon dejó Washington, por declaración propia, tenía poco más que un automóvil Oldsmobile, el respetable abrigo de Tela Republicano de Pat y una pensión del gobierno. Mientras tanto, Nixon tenía un ingreso de US$ 200.000 al año, el ejercicio de su profesión de abogado, de lo cual más de la mitad era para pagar el apartamento en el edificio de Rocky.
Hacia 1968, informó que su valor neto era de US$ 515.830, asignándole sólo un valor de US$ 45.000 a su sociedad en el floreciente estudio de abogados.
Puede ser que el frugal Sr. Nixon haya hecho una inversión una vez pagados los impuestos, que hizo aumentar a US$ 858.190 su activo después de poner su cambio en su hucha. También pudo ocurrir que parte del Trato de Nixon con Rockefeller y los Privilegiados haya sido que los problemas personales de la pobreza de Nixon deberían ser resueltos.
El Presidente es, obviamente, un agente que no es libre.
La mayoría de los observadores están de acuerdo que el hombre más poderoso en la Administración, relacionado con los asuntos de política interna, es el Ministro de Justicia John Mitchell.
Mitchell, que había sido socio de Nixon en el estudio de abogados, sirvió de administrador en la campaña de 1968, volviendo a hacer lo mismo en 1972.
El Wall Street Journal, del 17 de enero de 1969, reveló que Mitchell era abogado personal de Rocky. Los paisajistas del Establishment pintan a Mitchell como un recio tipo de tendencia conservadora; parece que en la realidad Mitchell no es sino otro agente de Rockefeller.
Richard Nixon fue elegido Presidente bajo un programa que prometía parar el retiro de América ante el comunismo mundial. Sin embargo, asignó a Henry Kissinger, un hombre que representaba lo opuesto de la posición que el Sr. Nixon mantuvo durante su campaña, un cargo en el que es virtualmente Presidente Auxiliar.
¿Es sorprendente, entonces, que el Sr. Nixon haya hecho justo lo contrario de lo que prometió hacer durante su campaña de 1968? ¿Cómo es que el Sr. Nixon ha elegido a un ultraliberal para que sea su consejero número uno en política exterior?
La revista Time nos cuenta que el Sr. Nixon conoció a Kissinger en un cóctel ofrecido por Clare Boothe Luce, durante las festividades de Navidad de 1967. Se supone que el Sr. Nixon quedó tan impresionado con el cóctel que dio en respuesta el Sr. Kissinger, que lo nombró en la posición más poderosa de la Administración. El Sr. Nixon tendría que ser estúpido para haber hecho eso, y el Sr. Nixon no es estúpido.
El nombramiento de Kissinger fue arreglado por Nelson Rockefeller (Deseret News, Salt Lake City, 27 de marzo de 1970). Kissinger había sido, durante cinco años, consejero personal de Rockefeller en asuntos exteriores, y, en el momento de su nombramiento, servía al Consejo de Relaciones Exteriores como miembro pagado de la plana mayor.
El fantástico cambio de frente de Nixon fue aplaudido por Lyndon B. Johnson, en el Washington Star, el 1º de diciembre de 1971.
El periódico dice:
“El anterior presidente Lyndon B. Johnson reconoce que Richard Nixon, como Presidente Republicano, ha sido capaz de lograr algunas cosas que un Presidente Demócrata no hubiera podido ...”
“'¿Pueden imaginarse el revuelo', preguntó durante una reciente entrevista, 'si yo hubiera sido responsable de echar a Taiwan fuera de las Naciones Unidas? ¿O si yo hubiera impuesto arrolladores controles nacionales sobre precios y salarios?' ”
“'Nixon ha sabido salir del paso', observó con apreciativo tono de voz. 'Si yo hubiera tratado de hacerlo, o Truman, o Humphrey, o cualquier Demócrata, hubiéramos sido apaleados.'”
Nelson Rockefeller y Richard Nixon son teóricamente enemigos políticos, pero Rocky arregló la elección de 1968 de tal manera que, de no ser él elegido Presidente, saliera alguien a quien él pudiera controlar.
La familia Rockefeller, a través de su Chase Manhattan Bank y otras entidades. ha sido gran benefactora de la Unión Soviética desde la revolución comunista en Rusia. Durante la campaña, Nixon prometió parar el embarque de materiales de guerra desde América a Vietnam del Norte por vía del bloque comunista europeo, porque estas provisiones estaban siendo usadas para matar soldados americanos. Pero mucho de este comercio del bloque es controlado por los Rockefeller y, por el contrario, Nixon ha cambiado y ha multiplicado ampliamente este comercio. La prensa. de modo muy natural, permanece en silencio acerca de la matanza de soldados americanos.
El jefe y sus empleados —los tres mosqueteros del C. R. E.—, Rocky, El Presidente Nixon y Henry Kissinger, conferencian.
Kissinger, de Harvard fue hecho virtual Presidente Auxiliar por Rockefeller, en cuya plana había trabajado por una docena de años. Justo antes de unirse a la Administración Nixon, Kissinger había estado en la plana del C.R.E. Kissinger era la misma encarnación de todo lo que Nixon denunciaba durante su campaña del 68.
Esto explica porqué las posiciones de Nixon han variado tanto. Entre aquellos que empujan al Sr. Nixon a moverse hacia la izquierda está Alger Hiss, el espía comunista que Nixon ayudó a condenar (Chicago Tribune, 25 de octubre de 1971)
Fue el caso Hiss que lanzó a Nixon desde la oscuridad al Senado, a la Vicepresidencia y, eventualmente, a la Casa Blanca.
Continúa aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario