La palabra "chemtrails" se basa en otra palabra "contrails." Los contrails son las marcas que se ven en el cielo producidas por la condensación producida por los aviones a reacción que vuelan por encima de los 30.000 pies de altura.
A esa altura, casi de 6 millas, el aire es poco espeso y es más frío -- muy frío. Las temperaturas exteriores pueden ser de menos 60º F y el aire a menudo está lleno de pequeños cristales de hielo suspendidos en el aire y no visibles por el ojo humano. Cuando estos cristales de hielo entran en el motor del avión se convierten en gas, parecido al vapor de agua, y puede verse entonces en el cielo como si se tratara de nubes hinchadas blancas formando líneas detrás del avión a reacción. Normalmente estas estelas se disipan y desvanecen como la niebla y vuelven de nuevo a su estado de cristal de hielo invisible.
La confusión de los dos fenómenos es lo que nos hace dudar en Viewzone sobre si escribir o no sobre ello. Pensábamos que con el incremento del transporte aéreo habría lógicamente más contrails en el cielo y preocuparse por ello es otra forma de paranoia moderna.
Todas las líneas blancas de la foto anterior no son "chemtrails." Probablemente la mayoría son contrails o "senderos de condensación" de aviones comerciales.
La conspiración, sin embargo, añade otro grado de complejidad al problema. Algunas marcas no son un subproducto de la aviación moderna sino un intento deliberado para introducir formaciones parecidas a las nubes en la atmósfera, limitando la luz solar y posiblemente envenenándonos con sustancias químicas. de ahí viene el término "chem"ical trails.
Los Chemtrails son reales
El término "chemtrail" fue introducido por primera vez por el periodista William Thomas en 1997. Escribió sobre algo que mucha gente estaba viendo en los cielos de toda América. Lo que llamó la atención de la gente no fueron tanto las marcas blancas que dejaban los aviones a reacción o que había muchas más marcas de las que recordaban en el pasado, sino el modo poco normal de volar de los aviones que dejaban esas estelas blancas -- a menudo en zig-zag o haciendo muchas líneas paralelas blancas que tendían a expandirse y finalmente cubrían el cielo con un dosel de nubes.
[Arriba: foto tomada en Kentucky; Medio: foto tomada en Washington;
Abajo: foto tomada en Portland, Oregón]
Inicialmente, la gente empezó a preguntar al gobierno, creyendo que se trataba de algún proyecto de control del tiempo meteorológico, pero la NASA y el NOAA e incluso los militares negaron cualquier conocimiento o responsabilidad en el fenómeno. Los investigadores independientes, convencidos de que algo estaba pasando han formulado teorías siniestras que han ido ganando aceptación debido a la aparente falta de interés gubernamental sobre el fenómeno y a la ridiculización de la idea de que está pasando nada anormal.
El análisis de las estelas es difícil, al menos en tierra. Pero en ocasiones las estelas han descendido lo suficiente como para condensarse formando extraños residuos que han podido recogerse de los árboles, tejados y estanques.
¡Los analísis de Laboratorio indican que los chemtrails contienen aluminio!
En otro estanque con agua filtrada y con "0" aluminio, los análisis revelaron 375.000 partes por millón de aluminio (375 veces el nivel máximo permitido) tras solo 18 meses de exposición al rociado aéreo.
¡El área de Ski Bowl en el monte Mt. Shasta mostró 61.000 partes por millón de aluminio!
¿Por qué aluminio? Los secretos se revelaron...
SUMARIO DE LA INVENCIÓN: Patente #5003186Para reducir el calentamiento atmosférico debido al efecto invernadero provocado por la capa de gases se propone un método. El método comprende sembrar la capa de gases del efecto invernadero con una cantidad de pequeñas partículas materiales caracterizadas por su emisividad o reflectividad dependiente de la longitud de onda, dichos materiales tienen altas emisividades en las regiones de longitudes de onda visibles y del infrarrojo más lejano y bajas emisividades en la región de longitudes de onda del infrarrojo cercano. Estos materiales pueden incluir la clase de materiales conocida como Welsbach. Los óxidos del metal, e.g., óxido de aluminio, también son apropiados para este propósito. La capa de los gases de efecto invernadero se extiende habitualmente entre 7 y 13 km de altura. La plantación de semillas en la estratosfera incluye esta capa. Las partículas suspendidas en la estratosfera procedentes de la plantación proveen de un mecanismo para convertir la radiación negra emitida por la tierra en longitudes cercanas al infrarrojo en una radiación visible o del infrarrojo superior, de manera que esta energía calorífica puede re-radiarse hacia el espacio exterior, reduciendo el efecto del calentamiento global producido por el efecto invernadero."
¡Pero un momento! Hay más.
Un uso más siniestro del aluminio
Podría pensarse que el gobierno estaría feliz anunciando tener un plan para ayudar a reducir el calentamiento global. Si el óxido de aluminio rociado por los aviones evitara las tempestades violentas, el derretimiento de los casquetes polares y la subida de los océanos, la mayoría de la gente probablemente aplaudiría los intentos. No habría necesidad de secretos y de negar lo que la gente ve en los cielos.
Entonces ¿hay alguna otra razón para los chemtrails? Sí.
Fue el difunto Edward Teller, miembro del proyecto Manhattan y padre de la bomba de Hidrógeno, co-fundador y director del laboratorio Lawrence Livermore National Laboratory, quien propuso esta técnica de geo-ingeniería junto con Roderick Hyde y Lowell Wood y quien diseñó una variedad de mezclas según las tareas específicas que debían realizarse, entre las que figuran el despliegue de una "capa conductora de la electricidad" o "redes metálicas ultra-finas en el espacio" situadas en la estratosfera.
Pero su interés no era el calentamiento global, sino la vulnerabilidad de los semiconductores.
En una entrevista en el 2009 con Ludwig Glinz sobre 'frecuencias esféricas, tecnologías de semiconductores y su preservación y protección efectiva,' Uwe Behnken, fundador de LiveNet Concept 2010 y veterano activista contra los Chemtrails, sugiere que la inyección masiva de sustancias tóxicas en la estratosfera desde los años noventa tiene una relación directa con la protección de tecnologías basadas en el semiconductor muy sensibles.
"Los pulsos electromagnéticos naturales son conocidos por todos gracias a la película 'El día después' en la que aprendimos lo que sucede si se crean por medios artificiales, como la explosión de una bomba atómica. Si una bomba atómica explota, el pulso electromagnético causa el fallo de las tecnologías semiconductoras. Los mismos pulsos electromagnéticos pueden producirse en el caso de altas frecuencias de radio o pulsos nucleares electromagnéticos procedentes de la actividad solar, y desde nuestro punto de vista esta es otra razón por la que se repelen estas frecuencias con la ayuda de sustancias tóxicas, tales como los óxidos de aluminio y los cloruros de bario, para proteger las tecnologías basadas en los semiconductores."[ver http://www.lnc-2010.de/Linkpool/Sfericstandard.wmv]
Nuestra vulnerabilidad a la radiación
Desde los años 1950 que se descubrieron "de repente" los transistores de silicio y germanio por los laboratorios Bell Laboratories, los circuitos electrónicos dependen totalmente de estos semiconductores. Las radios de tubo de vacío se sustituyeron por los transistores y computadores enormes y caros, que usaban relés magnéticos y solenoides, que posteriormente han sido reducidos y se usan en casi todos los hogares.
En el siglo XXI los micro-circuitos se hallan en nuestros celulares, satélites, coches y en casi todos los aparatos de comunicaciones usados en las instituciones financieras, empresariales y militares.
En solo 50 años desde su introducción, los semiconductores se han convertido en una parte de lo más vital en nuestras vidas y en una necesidad para sobrevivir.
Pero hay un problema que nadie previó. Como los circuitos son tan pequeños y funcionan a voltajes tan pequeños son muy vulnerables a la radiación exterior. Los rayos solares, la atmósfera e incluso los rayos cósmicos pueden provocar errores en estos circuitos que pueden tener un impacto en las vidas y seguridad de todos.
Uno de los problemas relativos a las tecnologías de semiconductor derivado de alguna de sus características específicas es que tras una exposición a varios tipos de partículas de la radiación atmosférica -- partículas alfa, varios iones, protones, y neutrones que pueden golpear el dispositivo -- puede cambiar su estado o alterar su salida, conduciendo a un error. Este fenómeno es conocido por los fabricantes y se le conoce por 'Efecto de suceso único' (SEE), que a su vez se clasifica en tres categorías básicas: Un error leve o 'perturbación de suceso único' (SEU), un error severo o 'suceso único de corto-circuito (SEL) y un error muy severo o 'suceso único de quemado' (SEB).
El SEU se produce cuando el flujo de datos ("1's" y "0's") se corrompe. Quizás se pierden o añaden bits al leer una memoria o un procesador. Esto sucede regularmente y se corrige en el mismo dispositivo mediante un código especial que cuenta el número de bits, y controla que se reciba el mismo número, y ordena la repetición en caso de discrepancia.
El SEL es más serio. La radiación externa provoca que un transistor funcione mal, permitiendo que el alto voltaje entre en el circuito e inutilizando el dispositivo temporalmente o permanentemente. El daño a menudo es localizado y muchos dispositivos cuentan con redundancias en sus circuitos más críticos para compensar estas situaciones.
El SEB se produce cuando la radiación causa que instantáneamente entre una alta tensión en el circuito, quemando los elementos internos de los transistores y los componentes externos conectados a ellos. Cuando esto sucede los circuitos electrónicos quedan permanentemente inutilizados.
Todos los problemas mencionados suceden cuando los circuitos semiconductores se exponen a la radiación. Los fabricantes de semiconductores comerciales no diseñan ninguna protección contra esto y por eso nuestra sociedad-- nuestro modo de vida -- es tan vulnerable. La protección contra estas cosas, radiaciones solares y cósmicas, se pretende hacer creando una capa conductora de partículas metálicas que cubren y disipan esta radiación.
En un informe sobre los efectos de la radiación atmosférica, de Ken Vranish, titulado "El creciente impacto de las radiaciones atmosféricas en los dispositivos semiconductores y el impacto asociado en los proveedores de la industria aeronáutica", el problema se pone en perspectiva. El diseño y fabricación de dispositivos complejos normalmente se hace de manera que se toleran fallos dentro de unos márgenes estadísticos. Un fallo o mal funcionamiento que se produce una vez cada 40.000 horas podría considerarse como despreciable. Pero si el fallo se produce en un sistema crítico vital, como en el de navegación o en el control del motor de un avión de pasajeros, entonces se podía producir una catástrofe mortal.
Además, los diseños complejos normalmente necesitan una década hasta que se llevan a producción. Los circuitos usados actualmente fueron diseñados antes de que el problema de la radiación fuera entendido. Por tanto no hay realmente ninguna protección individualizada para los circuitos. Esto desplaza la carga hacia una solución global, especialmente en relación a la electrónica aeronáutica, y de ahí el rociado atmosférico con sustancias metálicas. Todo esto es especialmente cierto para las aplicaciones militares con semiconductores.
¿Protesta pública?
Sin duda el público se sentirá despreciado cuando entienda que este hecho le ha sido ocultado. Quizás también se dará cuenta de que muchas tragedias aéreas son el resultado de repentinos fallos electrónicos. También quizás comprendan los fallos que se producen en los coches con control electrónico, como Toyota, los cuales necesitarían al menos protección Faraday.
Una historia de mentiras y más mentiras...
En el año 2001, ciudadanos enojados reunieron suficientes evidencias físicas y miles de fotos y vídeos que consiguieron que al menos un congresista, Dennis Kucinich, incluyera el fenómeno en una ley, (HR 2977) "El Acta de preservación del espacio, Acta del 2001" donde se debían prohibir los chemtrails como "sistema exótico de arma." Tras algunas discusiones a puerta cerrada, la ley fue re-introducida (HR 3615) pero sin la prohibición.
Un repaso de las temperaturas superficiales medias en la última década muestran un descenso de 0.5º F, mientras que las temperaturas atmosféricas han ido subiendo sin lugar a dudas. Los científicos lo atribuyen a los chemtrails.
los no científicos ven como un bello día soleado a menudo se convierte en un día nublado tras los alocados vuelos en zig-zag de los aviones a reacción, y se preguntan si esto no es lo que también está causando sequías o enfermedades respiratorias. Esto es una locura, y no parece que nadie en el gobierno vaya a solucionarlo.
La pregunta sigue sin contestarse: ¿por qué el gobierno no prohíbe los chemtrails? ¿Es porque el aluminio y otras sustancias metálicas también son responsables de envenenar nuestras aguas y el aire? ¿Es que la necesidad de proteger las comunicaciones militares, corporativas y empresariales es una prioridad superior al bienestar del ciudadano medio? Necesitamos respuestas y las necesitamos ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario