Muchos lo consideran un farsante o, si acaso, un loco. Para otros es un visionario. Daniel Estulin (Vilnus, Lituania, 1966), ex-espía y, ahora, periodista de investigación, dice cosas que resultan difíciles de creer pero, cara a cara, es extremadamente convincente. Se dio a conocer con el libro La Verdadera Historia del Club Bilderberg (Planeta, 2005), en el que desvelaba los entresijos de este poderosísimo lobby del que hasta entonces apenas se conocía su existencia. El libro se convirtió en un bestseller internacional y Estulin empezó a ser habitual en los medios de comunicación. Desde hace un año tiene un programa en Russia Today (el canal de televisión controlado por el Kremlin que emite en ruso, español, inglés y árabe), Desde la sombra, que asegura ven más de 7 millones de personas en todo el mundo. Es, en definitiva, una estrella de las conspiraciones.
En su nuevo libro, El Club de los inmortales (Ediciones B), Estulin continúa desarrollando sus ideas en torno a una élite financiera mundial que lo controla todo y cuyo objetivo, que es la tesis central de este libro, es, y ha sido siempre, preservar su situación privilegiada, aunque esto pase por arrollar al resto de la población.
En un rincón de una cafetería en el centro de Madrid, Estulin ha explicado a El Confidencial cuál es la estrategia de esta élite para seguir controlando el mundo en los años venideros.
1. Desindustrializar el mundo para crear pobreza extrema
“El plan de la élite siempre ha sido desindustrializar y despoblar el mundo”, asegura Estulin. “Somos 7.000 millones de personas en el planeta Tierra, un espacio reducido, pequeño y con recursos naturales limitados. Esto es algo que aunque esa gente no lo entiende –dice señalando las mesas que nos rodean en la cafetería–, porque no entienden nada de nada, los Rockefeller y la élite financiera mundial lo entienden perfectamente. Es muy muy sencillo, para que ellos coman nosotros tenemos que morir”.
es el ejemplo vivo de este plan de desindustrialización: “Una ciudad que ha sido el pulmón de la economía americana durante tantas décadas la han dejado en un estado lamentable al factor de 1.000. Ya no existe como ciudad, y es una muestra perfecta de lo que va a pasar con el mundo. ¿No sabe Obama que esto es malo? Por supuesto que lo sabe. ¿No sabe que la ciudad da de comer, a nivel económico, a todo el país? Por supuesto que lo sabe. Pero el plan de la élite es reducir la población mundial, de una forma u otra, y desindustrializar el mundo utilizando el crecimiento cero”.
Detroit, asegura,
“La pobreza va a ser tan profunda a nivel mundial y el desarrollo tecnológico va a aumentar tanto, que la separación entre el 99% de los pobres y los super ricos va a ser más grande que nunca”, aegura Estulin.
2. Acabar con los estados-nación
“La política nunca ha estado al servicio de los ciudadanos”, explica Estulin. “Es una mentira piadosa pensar que uno vota a Rajoy. ¿Quién es ese tipo? Es nadie. Porque viene la famosa troika, los men in black, que no han sido elegidos por nadie en el mundo y le dicen al presidente del Gobierno qué tiene que hacer”.
3. Controlarnos a través de la tecnología
“¿Hace 6.000 años quién dominaba el mundo? ¿Quién tenía el conocimiento?”, pregunta Estulin. “Los sacerdotes, que lo administraban con cuentagotas al resto de la humanidad”. Era un sistema piramidal del conocimiento que se ha invertido gracias a la reciente revolución tecnológica. “Ahora un indio sentado en la jungla de Bolivia con un ordenador y acceso a internet tiene más acceso al conocimiento que la humanidad entera hace 15 años”, asegura el escritor. “Para los poderosos es una putada, porque la gente tiene acceso al conocimiento que han tratado de proteger durante miles de años. Este modelo ya no funcionaba, necesitaban otro modelo, un modelo basado en la tecnología, pues si controlan la tecnología ellos vuelven a controlar el mundo”.
4. Apostar por la guerra cultural
Hasta hace muy poco la mejor herramienta que tenían los ricos para controlar la población, y que siguiera habiendo recursos para mantenerse en el poder, eran las guerras. Pero a día de hoy matar sale muy caro. Lo mejor, explica Estulin, es que la población acepte sin grandes pataletas el mundo que está por venir.
“Elysium está preparando el terreno para que cuando veas lo que pasa en realidad digas ‘ah sí, lo he visto en el cine’, asegura el escritor. La industria cultural, explica, tiene dos funciones claras: que cale el discurso que se quiere trasmitir –"somos muchos, no todos podemos sobrevivir, y es lógico"– y que la población no se preocupe por discutir sobre lo que realmente importa: qué va a ser de la humanidad.
5. Preparar la colonización del espacio
“La obligación del ser humano es descubrir y conquistar el espacio para que dentro de poco dejemos la Tierra, y vayamos a emigrar”, asegura con rotundidad Estulin. “Es algo que es normal. Aquí, además de ser prisioneros, estamos en peligro constante de los asteroides. ¿No has visto lo que pasó en Rusia? Esto no es nada, puede caer un asteoride grande en el Polo Norte y estamos muertos todos. Necesitamos llegar a Marte, que es una colonia avanzada, y por eso dentro de cuatro años enviaremos naves tripuladas allí”.
proyecto Mars One] igual va más gente y no lo sabes. Y si se van es porque saben algo que nosotros no sabemos. Hay una pregunta que todos tenemos que hacernos, si alguien muy importante se va y lo deja todo aquí ¿qué va a pasar?”.
El periodista vuelve a usar una película como analogía. “2012 era una mierda”, puntualiza, “pero hay una escena muy impactante donde la élite embarcaba al espacio para huir de la tierra. No lo sé, pero es muy lógico pensar que si esta gente va y no vuelve [dice en referencia al
6. Allanar el camino para la llegada de la transhumanidad
Oscar Pistorius, el atleta con dos piernas biónicas, fue, según Estulin, el primer transhumano. “Le estrenaron en los Juegos Olímipicos de Londres y le vieron 2.000 millones de personas. No es casualidad”. En su opinión, Pistorius es sólo un anuncio de lo que está por llegar: “Una pareja normal será un tipo con ojo de cyborg, una mano de Terminator y una tipa con piernas como las de Pistorius. Va a ser algo totalmente normal porque van a promoverlo los medios de comunicación, las noticias, los reportajes, las películas, las modelos… Va a ser lo último. Si tienes piernas normales vas a ser un gilipollas. Este es el futuro”.
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