Hace ya dos años que entré en contacto con Alejandro López, coordinador de la Asociación de Afectados por Intervenciones de Cirugía Refractiva (Asacir) y en esta entrevista que le hago explica cuales son los daños y secuelas crónicas de intervenciones en la vista como la operación con láser o las lentes intraoculares. Es impresionante el negocio que hay montado también en oftalmología y sin evidencias (pruebas) científicas.
He de confesar que el caso de las personas afectadas por operaciones de vista con láser me ha tocado la fibra quizá más que ningún otro caso de los muchos que conozco desde que hace 17 comencé a investigar la corrupción en el ámbito de la salud.
Soy miope desde que en el colegio no veía bien la pizarra y durante estos años en ocasiones ha surgido la conversación sobre operarme con láser, lo que se conoce como cirugía refractiva.
El relato de las personas afectadas es escalofriante, como podéis leer en ese post de testimonios. A lo largo de estos dos últimos años he recibido bastantes más historias similares. Pienso, como he escrito en otras ocasiones, que no estamos ante un caso de negligencias concretas sino de un negocio impulsado con pocas pruebas científicas de su eficacia y seguridad y con evidente ocultamiento de información.
Las mayores quejas de estas personas con secuelas es la falta de información relativa a efectos secundarios de las operaciones. Por lo general, los oftalmólogos les ponen todo muy bonito, explicándoles los éxitos y beneficios de operarse pero minusvalorando las posibles reacciones adversas. Las secuelas son muchas más de las previstas. Por suerte, hay médicos que están denunciando este asunto:
Lo más común son córneas deformadas e irregulares que provocan visión borrosa y distorsionada, aberraciones de alto orden, fluctuación o inestabilidad, pérdida visual en ambientes de poca luz, etc. También es frecuente encontrarse con una superficie ocular comprometida que origina sequedad crónica, dolor ocular y dolores de cabeza crónicos“.Pese a encontrarse mal de la vista, en Asacir están haciendo un buen trabajo de divulgación del problema. Han llegado a denunciar a alguna clínica muy conocida por hacer publicidad encubierta de sus operaciones en una televisión pública. Y como también hemos publicado, algunas clínicas han optado por la intimidación y la “persecución” de quienes son sus víctimas.
Lo que más me ha llamado la atención de lo difundido por El Confidencial es esto, que me parece bárbaro y de una insensibilidad…:
La situación la describía, en el marco de una charla informal con otros médicos, el reconocido oftalmólogo Juan A. Durán durante el Congreso Facoelche de 2013: ‘Estamos haciendo más laxas alguna indicación, y esa laxitud va aumentando a lo largo del día cuando llevas 3 o 4 negativas; y al último, ‘lo siento, te ha tocado’ porque tengo que pagar a fin de mes”.Este comentario del director Médico del Instituto Clínico-Quirúrgico de Oftalmología y catedrático de la Universidad del País Vasco no parecía sorprender en una mesa redonda repleta de reputados oftalmólogos donde se hablaba sobre los efectos de la crisis económica en el día a día de sus clínicas privadas. Preguntado el aludido por sus palabras, declara en el periódico:
Es una manera de hablar y no es la práctica general, porque al final a una persona que haga eso muchas veces se le va al garete la consulta’.
Las operaciones de cirugía refractiva mediante láser o por implantación de lentes intraoculares tiene precios que oscilan entre 1.500 y 3.000 euros, claramente es un buen negocio y eso está llevando a que algunos médicos dejen la ética por el camino y pongan en riesgo a sus pacientes con operaciones en muchas ocasiones innecesarias.
No todo el mundo puede operarse pero, como cuentan en el reportaje los responsables de Asacir, en España se opera unas tres veces más que la media europea y, en algunos casos, sin ser del todo recomendable. La curvatura y el espesor de la córnea, la falta de suficiente lágrima en la superficie corneal (el ya citado ojo seco) o incluso la profesión a la que se dedica el paciente influyen a la hora de decidir si es apto o no para la intervención.
Estamos convencidos de que se opera a gente que no cumple estrictamente con los requisitos previos por cuestiones meramente económicas”, sentencia Vila.Los afectados están pidiendo que dejen de hacerse este tipo de operaciones y denuncian que es una “estafa generalizada”. Como mínimo lo que hay que hacer es garantizar que quienes deban operarse tengan TODA la información con anterioridad. En eso estamos.
Fuente.
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