“¿Un ajuste de cuentas entre servicios secretos? Solo un analista de inteligencia, de extraordinaria finura es capaz de elegir el 11-M como fecha idónea, susceptible de provocar el vuelco político ocurrido en España el 14-M. El 11-M. Ni antes, ni después. Esta ha sido una operación de inteligencia, en realidad terrorismo de Estado, ejecutada por mercenarios marroquíes”.
“A las 24 horas de que los españoles desalojasen a los infantes de marina marroquíes instalados en el islote Perejil, el 17 de julio de 2002, el Rey Mohamed VI envió a París a su hermana, la princesa Lalla Mariam, con un mensaje urgente para Jacques Chirac”. Jesús Cacho, director de El Confidencial, nos recuerda en su columna Con Lupa que así comenzaba la noticia del periodista Ignacio Cembrero el jueves pasado, 30 de noviembre, en el El País.
Cembrero ha sido durante muchos años del diario de Prisa en Rabat. La noticia está fechada en Madrid y perdida en la página 28. La fuente de esta información, según el periodista de El País es Taieb Fassi-Firhi, número dos de la diplomacia marroquí, aunque su verdadera ocupación es la de dirigir la política exterior alauita.
Según recoge la noticia, la respuesta que Mohamed VI recibió de París fue esta: “Es ahora o nunca cuando hay que actuar para oponerse a la penetración española en Marruecos”. El periodista asegura que Chirac“prodigó varios consejos” al rey de Marruecos, para añadir que “a continuación se puso en marcha una estrategia para alcanzar este objetivo”.
“Sus reflexiones íntimas sobre las relaciones con España, y las de otros dos altos cargos marroquíes -Ahmed el Harchi, entonces jefe de la inteligencia exterior, y Noureddin Benbrahim, número dos de la policía secreta- figuran en una nota de cuatro folios elaborada en octubre de 2002 por la antena en Rabat de la Dirección General de la Seguridad Exterior (DGSE), el principal servicio secreto francés”, dice el texto de El País.
“Este y otros documentos de la inteligencia francesa sobre Marruecos serán desvelados en un libro, Quand le Maroc sera islamiste (Cuando Marruecos sea islamista, editorial La Découverte), escrito por los periodistas Catherine Graciet y Nicolas Beau, que se presentará el 7 de diciembre”.
Sigue así,
"Es evidente que nos hallamos ante una pieza informativa de enorme importancia para conocer lo que ocurrió de verdad el 11-M y para intuir quiénes fueron los verdaderos responsables, los autores intelectuales, de la masacre, lo cual no hace sino agrandar la estupefacción que produce constatar el escaso, por no decir nulo, eco que la información de Cembrero ha tenido en nuestro país, incluso entre gente que lleva años enredada en teorías conspirativas, alguna de ellas ciertamente pintoresca."
Y, autocitándose, Jesús Cacho recoge un extracto de una columna suya publicada el 28 de marzo de 2004, en el diario El Mundo.
“¿Un ajuste de cuentas entre servicios secretos? Solo un analista de inteligencia, de extraordinaria finura es capaz de elegir el 11-M como fecha idónea, susceptible de provocar el vuelco político ocurrido en España el 14-M. El 11-M. Ni antes, ni después. Esta ha sido una operación de inteligencia, en realidad terrorismo de Estado, ejecutada por mercenarios marroquíes”. De ahí el interés de la mano negra por reivindicar inmediatamente la autoría para el fundamentalismo islámico, y la evidencia de las pistas servidas a la policía casi en bandeja.Y la pregunta que se hacen algunos hombres del antiguo CESID: ¿Sólo los servicios secretos iraquíes? Una pregunta que nos remite al clásico quid prodest? Difícil imaginar en la ribera del Tigris o las montañas de Afganistán análisis tan fino del inconsciente colectivo hispano como para preparar ese golpe en día tan señalado. Más fácil intuirlo en un despacho a orillas del Sena. ¿Han tenido algo que ver los servicios secretos franceses? Ahí está la posición de Aznar y del PP, contraria al nuevo reparto del poder en la UE que franceses y alemanes pretenden implantar en la futura Constitución europea. Sacando al PP del poder, se acaba la dureza española sobre el Tratado de Niza.El caso es que la CIA está volcada en el descubrimiento de la mano negra, y otro tanto ocurre con los servicios secretos británicos. ¿Consentirá el pueblo español tan brutal castigo sin tratar de descubrir, cueste lo que cueste, a los responsables finales de la matanza? Una prioridad absoluta del Gobierno Zapatero. Mas que de seguridad, se trata de una cuestión de dignidad. La dignidad de un pueblo libre, al que no se le puede masacrar impunemente”.
Y concluye Cacho su columna en El Confidencial planteando una serie de dudas:
"¿Terminaremos algún día por saber qué salió del baño que Chirac y Mohamed VI se dieron en La Piscina de la DGSE francesa? ¿Hará algo nuestro Gobierno al respecto? Atentos, pues, a la publicación del libro Quand le Maroc sera islamiste, de los periodistas Catherine Graciet y Nicolas Beau."
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