El servicio de seguridad interior israelí, Shin Bet, utilizó sistemáticamente la tortura contra los palestinos y regularmente mintió acerca de ello, según un informe del Gobierno israelí, que ha sido publicado cinco años después de que se escribiera.
El informe abarca el período 1988-1992, cuando jóvenes palestinos sostenían una revuelta conocida como la Intifada. En respuesta, el Shin Bet ignoró las directrices gubernamentales sobre interrogatorios que permiten la "presión física moderada", y fueron mucho más lejos, con los peores abusos cometidos en las prisiones a lo largo de la Franja de Gaza.
La organización de derechos humanos israelí, B'Tselem, calcula que miles de palestinos detenidos - un 85% - fueron sometidos a tortura. B'Tselem dijo que desde el comienzo de la Intifada, 10 palestinos habían muerto y cientos habían sido mutilado como consecuencia de la tortura del Shin Bet.
El Interventor del Estado de Israel, Miriam Ben-Porat, realizó un estudio de las prácticas del Shin Bet y emitió su informe en 1995, culpando a la cadena de mando bajo dirección de Yaakov Peri.
"Las irregularidades no fueron, en su mayor parte, el resultado de no saber el límite entre lo permitido y lo prohibido, sino que se cometieron a sabiendas", dice el informe. "Veteranos e incluso superiores de los interrogadores en la instalación en Gaza cometieron graves y sistemáticas desviaciones [de las normas]".
Pero el Sr Peri rechazó el informe, las críticas, diciendo que cualquier violación de las directrices por parte del Shin Bet fueron corregidas en el momento.
Gideon Ezra, miembro del Likud, el partido de la oposición de derecha, dijo: "El Interventor del Estado no tenía manera de saber la imposible tarea a la que se enfrentaba el Shin Bet durante ese período."
El informe Ben-Porat fue presentado en 1995 a una sub-comisión parlamentaria, que mantuvo en secreto hasta el miércoles, cuando una recomendación del Tribunal Supremo condujo a la publicación de un breve resumen.
Ningún oficial del Shin Bet fue procesado nunca por los abusos cometidos durante la Intifada.
El resumen publicado del Ben-Porat informe no entra en detalles acerca de los métodos de tortura del Shin Bet. Sin embargo, según B'Tselem, que ha entrevistado a cientos de ex detenidos, las técnicas más comunes fueron las sacudidas violentas, la inmovilización de los prisioneros en posiciones dolorosas, someterlos a frío o calor extremo, golpes y patadas.
Las reglas sobre "presión moderada en los interrogatorios" de la comisión Landau fueron anuladas el pasado mes de septiembre por el Tribunal Supremo israelí. Sin embargo, algunos miembros del Parlamento israelí están apoyando un nuevo proyecto de ley para restablecer el uso de "la presión moderada en los interrogatorios" para ayudar a las fuerzas de seguridad contra el terrorismo. El primer ministro, Ehud Barak, también ha expresado su apoyo a una ley de este tipo.