Viene de aquí.
Capítulo 3: La Doble Extorsión
El término “superviviente del Holocausto” originalmente designó a quienes sufrieron el singular trauma de los ghettos judíos, los campos de concentración y los campos de trabajos forzados; frecuentemente en esa secuencia. El número de estos supervivientes al final de la guerra se calcula generalmente en unos 100.000.[135] La cantidad de supervivientes actualmente vivos no puede ser hoy más que una cuarta parte de esa cifra. Dado que el haber soportado los campos confiere una corona de mártir, muchos judíos que habían pasado la guerra en otros lugares se hicieron pasar por supervivientes de los campos. Aparte de ello, el otro motivo para esta impostura fue material. El gobierno alemán de postguerra pagaba compensaciones a judíos que habían estado en los ghettos o en los campos. Muchos judíos se fabricaron un pasado acorde con los requerimientos de este beneficio.[136] Mi madre solía exclamar: “Si realmente son supervivientes todos los que dicen serlo, ¿a quién mató Hitler?”De hecho, muchos académicos han manifestado dudas sobre la confiabilidad del testimonio de los supervivientes. “Una gran cantidad de errores que descubrí en mi propio trabajo”, recuerda Hilberg, “podía ser atribuido a testimonios”. Aún dentro de la industria del Holocausto Deborah Lipstadt, por ejemplo, observa secamente que los supervivientes del Holocausto manifiestan con frecuencia haber sido examinados personalmente por Josef Mengele en Auschwitz.[137]