Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

viernes, 25 de diciembre de 2009

La industria del Holocausto (IV)

Viene de aquí.
Capítulo 2: Fraudes, Mercachifles e Historia
“La conciencia del Holocausto” – según la observación del respetado escritor israelí Boas Evron – es, en realidad, “un adoctrinamiento propagandístico oficial, una agitación de consignas y una falsa visión del mundo, cuyo verdadero objetivo no es en absoluto una comprensión del pasado sino una manipulación del presente.” En sí mismo y por sí mismo, el holocausto nazi no sirve a ninguna agenda política en particular. Con la misma facilidad puede motivar disenso como apoyo frente a la política israelí. Sin embargo, refractada a través de un prisma ideológico, “la memoria del exterminio nazi” ha venido a ser – en las palabras de Evron – “una poderosa herramienta en las manos de la clase dirigente israelí y los judíos del extranjero”[63] El holocausto nazi se convirtió así en El Holocausto.
Hay dos dogmas centrales que sostienen la estructura del Holocausto: (1) El Holocausto marca categóricamente un hecho histórico único; y (2) El Holocausto marca la culminación del odio irracional, eterno, de los gentiles hacia los judíos. Ninguno de estos dogmas figuró en absoluto en los discursos públicos antes de la guerra de Junio de 1967 y, si bien se convirtieron en la pieza central de la literatura sobre El Holocausto, ninguno de los dos figura para nada en los trabajos académicos genuinos sobre el holocausto nazi. [64] Por el otro lado, ambos dogmas tocan importantes fibras del judaísmo y del sionismo.