Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

jueves, 27 de agosto de 2015

“El sistema nos quiere disolver”. Entrevista de Alain de Benoist a Lucien Cerise



Por Alain de Benoist – El caos no es el mayor enemigo de las clases dominantes. El caos se ha convertido en la estrategia privilegiada por el sistema. Esta es la tesis desarrollada por Lucien Cerise, ensayista proveniente de la extrema izquierda y autor señalado de un ensayo, Gouverner par le chaos [Gobernar por el caos], que describe la orquestación racional y metódica de esta guerra de todos contra todos.

Alain de Benoist – Después de los estudios en el dominio de las ciencias sociales, en particular la comunicación y la semiótica, usted publicó en 2010, en Max Milo, un libro que no tenía firma: Gouverner par le chaos (del que una nueva edición debe aparecer estos días). El mismo está consagrado fundamentalmente a la aplicación de una serie de técnicas propias de la “ingeniería social”. ¿Qué entiende usted por eso? ¿Gobernar por el caos es el nuevo nombre del Sistema? ¿Qué lo diferencia de las antiguas teorías de la vigilancia, de Jeremy Bentham a Michel Foucault?

Lucien Cerise – En primer lugar, preciso que yo no inventé nada. La noción de ingeniería social aparece en el siglo XX de la pluma de investigadores anglosajones versados en las ciencias de la gestión (management, marketing, cibernética, sistémica, psicología del comportamiento), para designar un enfoque mecanicista y constructivista de la sociedad, y sobre todo orientado hacia la transformación de algo dado, como en la ingeniería genética, la construcción y las finanzas. Luego, la ingeniería social experimenta un segundo impulso venido de los círculos de la piratería informática en 2002, cuando el famoso hacker Kevin Mitnick le dedica un libro, modificando un poco la noción por la insistencia en el sigilo o la invisibilidad. Yo llego en tercer lugar para hacer la síntesis de las dos oleadas que me precedieron, explicitar la continuidad de la una a la otra y unificar el concepto.

Propongo pues la siguiente definición: la ingeniería social es la modificación planificada, sostenible y solapada del comportamiento. Se trata de transformar definitivamente la naturaleza de un ser social, individuo o grupo, y no solamente de manipularlo puntualmente. Para lograr esto, la mayor parte de las veces hay que piratear al ser social en cuestión, es decir, modificarlo sin su consentimiento informado, subliminalmente, solapadamente, de modo que él no sea consciente de la transformación. En efecto, la mayoría de los seres sociales se han adaptado a su medio ambiente como resultado de una evolución lenta y natural. Por lo tanto, no sienten ninguna necesidad de ver sus prácticas y valores modificados artificial y definitivamente desde el exterior por una injerencia exterior. Tan pronto como él siente que se le quiere hacer cambiar a la fuerza y ​​contra su naturaleza, el ser social se pone a la defensiva y su nivel de vigilancia aumenta; para eludir estos mecanismos de autodefensa y engañarlos, se debe pasar por la puerta de atrás, tomar una backdoor [1], y luego lanzar un anzuelo, hacer un phishing [2] en la jerga informática de la piratería. En todos los casos, el pirata no debe ser visto. La base del hacking es la disociación del par “ver” y “ser visto”. Piratear un cerebro, realizar una infiltración cognitiva, significa que yo veo las ideas a cambiar, pero sin ser visto mientras las veo. Esta estructura asimétrica de la percepción y de la recopilación de información es la del Panóptico estudiado por Bentham y Foucault, cuyas teorías de la vigilancia pueden ser consideradas como proto-teorías de piratería social. Estos autores expusieron bien esta nueva forma de control social ejercido por una instancia que lo ve todo, pero que uno no ve, de tal manera que uno ni siquiera sabe que existe. Esta invisibilidad del poder contemporáneo lo distingue de la figura tradicional del poder patriarcal y fálico que, al contrario, existe en la total visibilidad y en la simetría “ver” y “ser visto”.

Además, la ingeniería social no se limita a la vigilancia solapada y al robo de contenidos, sino que también procede a la transformación furtiva de la naturaleza de aquello que está vigilando. Sin embargo, se constata que la utilización de esta transformación es la mayoría de las veces hostil al ser social pirateado y apunta a su destrucción. ¿Cómo destruir solapadamente? Aumentando las contradicciones internas del sistema atacado mediante la triangulación de un conflicto entre dos de sus partes. Esta es la orquestación racional y metódica de la guerra de todos contra todos, el gobierno por el caos, expresión que encontré para calificar el ambiente general del Sistema.

Alain de Benoist – El capitalismo globalizado está en el centro de sus comentarios. Desde el siglo XVIII – afirma – el mismo funciona en el registro de la “destrucción creadora” y de la “demolición controlada”. Hoy es el mayor beneficiario de la manipulación de la opinión pública destinada a lograr el pleno consentimiento de las masas. ¿Para ir dónde?

Lucien Cerise – Lo que anima el capitalismo es una visión del mundo cabalística y numerológica, la gematría [3], donde la totalidad de la existencia puede ser reducida a números. Aquí, la sustancia del mundo es cuantitativa, las matemáticas son el lenguaje de Dios y los valores numéricos superan los valores éticos. Es el gran mercado cósmico, donde todo se vende y se compra, y donde usted es completamente reducible a su cuenta bancaria. Los medios cabalistas neoyorquinos de Wall Street, que Darren Aronofsky pone en escena en su primera película llamada Pi (del número 3,14) [4], estos medios ven una continuidad perfecta entre su mística y el capitalismo financiero más inmundo. Para ellos, la especulación bursátil es una forma de oración. El presidente de Goldman Sachs llegó a decir un día que los banqueros estaban haciendo la obra de Dios. En cuanto a Christine Lagarde, directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), se dedica a “recortes numerológicos” y habla del “Magic 7” en conferencias públicas y en platós de televisión donde también se refiere a un “reset”de la economía mundial, una reinicialización, un reinicio desde cero. Esta asociación del esoterismo y de la robótica también aparece en Norbert Wiener, el matemático fundador de la cibernética, que publicó en 1964 God & Golem, Inc. [5], con el subtítulo: “Un comentario de ciertos puntos en los que la cibernética choca con la religión”.

La oligarquía capitalista necesita un suplemento del alma, que va a buscar en este espiritualismo numérico que suprime las diferencias cualitativas para dejar subsistir sólo las diferencias cuantitativas. La Cábala consiste en adoptar el punto de vista de Dios, es decir, situado antes de las diferencias. Realizar este punto de vista divino en el mundo consiste en destruir el mundo dado y sus diferencias naturales para volver a la “sopa primordial” indiferenciada, el caos informe y primitivo, que es una masa plástica de modelar hecha de cifras. Es entonces lícito reconstruir el mundo sobre nuevas bases y nuevas diferenciaciones. Esta combinación tecno científica infinita impuso el fórceps, lo que Heidegger llama el Gestell [6], al que Peter Sloterdijk opuso el Gewächs, concepto ilustrado por el crecimiento de las plantas, proceso lento y discreto, pero natural y equilibrado.

En el mundo del Gestell, las formas sólidas se licuan, de forma que mezcla sus sustancias y luego las re-solidifica según una nueva síntesis y un nuevo plan. La máxima hermética “Disolver y coagular” resume bien esta gran obra de ingeniería mundial: reiniciar la Creación, hacer un reset ontológico global, recomenzar todo desde cero. Esta destrucción creadora del mundo supone una demolición controlada y racional, a fin de no ser destruido en el proceso. Hay que encontrar la distancia adecuada. Cuando dinamitamos los cimientos de un edificio, se tiene cuidado de no ser dinamitado uno mismo, el principio de la prueba de impacto en el retorno y del cálculo de contragolpe (efecto de retroceso en balística). ¿Por qué la Cábala persigue este programa de tabla rasa global? Porque el dinero no está en el origen del mundo. Por tanto, hay que destruir este mundo cuyo origen no debe nada al Capital para reemplazarlo por un mundo que deberá su origen al Capital. El dinero debe convertirse en el origen del mundo. En tiempos normales la cima del Capital no es la cima de la Creación, debido a que todavía debe someterse a lo Real, o a Dios. Pero después del reinicio global, una nueva jerarquía emerge. El Nuevo Orden Mundial es cuando el dinero lo decide todo, ya que se ha convertido en el origen de todo después de haber destruido el mundo dado naturalmente. De un mundo dado, pasamos a un mundo producido. ¿Producido por quién? Por la cima de la pirámide del Capital, que se convierte entonces en la cima de la pirámide de la Creación. El propietario del Capital se vuelve divino, es el productor demiúrgico del mundo. El dinero que maneja el mundo no basta, debe “hacer” el mundo totalmente, crearlo, producirlo desde el origen, por lo tanto definir la sustancia, la esencia, la naturaleza. Cuando absorbemos este pensamiento para comprenderlo desde el interior, se siente que la energía que lo anima es el odio. No hace falta decir que es la ideología más peligrosa de todos los tiempos.

Alain de Benoist – ¿Cuál es el tipo de hombre que se quiere promover cuando se trata de cambiar el comportamiento humano mediante la producción intencionada de la imprecisión identitaria? ¿La psiquiatría y el psicoanálisis tienen algo que decir sobre esto?

Lucien Cerise – De hecho, no se busca promover un tipo de hombre. Lo que se pretende es el fin de lo humano, por lo tanto lo post-humano, lo transhumano, etc. La imprecisión identitaria viene de que las diferencias son atacadas en favor de una mezcolanza generalizada, un tipo de hiper mestizaje cabalístico mucho más allá de razas y culturas. Ninguna diferencia debe existir, como lo estipula la teoría de género para los sexos e, incluso más allá, el anti-especismo y el veganismo, que niegan una diferencia sustancial entre los humanos y las otras especies para prepararnos para el mestizaje entre los seres humanos y los animales, las “quimeras” genéticas que pronto saldrán de los laboratorios. Un paso más allá son los juristas y los abogados (Alain Bensoussan, Anthony Bem) que trabajan sobre el derecho de los robots, para dar personalidad jurídica a las máquinas y abolir así la distinción entre vivos y no vivos. Los identitarios no siempre entienden que la Gran sustitución [7] no es la de una raza o la de una cultura por otra, sino la de los seres humanos por las máquinas. Por ejemplo, he visto en una página de Facebook expresarse en estos términos a un defensor de la ecología profunda (deep ecology), rama de la ultra-izquierda patrocinada por fundaciones estadounidenses: “El ser humano es tan malo para la naturaleza que tal vez valdría más confiar la gestión de los recursos de la tierra a una inteligencia artificial“. Razonamiento que reproduce “la voz de su amo”, la de la cibernética social de Wiener, que quería confiar la organización de las sociedades humanas a los ordenadores, o la del Club de Roma y sus programas de decrecimiento demográfico.

En este punto, largamos las amarras del principio de realidad para entrar en un estado donde todos los límites han caído, induciendo una interpenetración del interior y del exterior, una confusión entre el Yo y el Otro y una imprecisión identitaria global donde las formas fijas desaparecen en beneficio de flujos numéricos en recomposición constante. Clínicamente, hablamos de un trastorno psicótico que se instala, una bouffée delirante crónica. De hecho, la psiquiatría y el psicoanálisis muestran que la salud mental necesita tener una percepción estable de los límites identitarios, con una clara demarcación del interior, Yo, y del exterior, el Otro. La fluidez, el estado líquido e incluso gaseoso, no son viables cuando se trata de definir una identidad viva, que escapa a la disolución, la precariedad y el caos. Todo el mundo necesita saber quién es, simplemente, lo que requiere una cierta permanencia y fijeza. Si yo soy un hombre, no soy una mujer; si soy el padre, no soy el niño, y viceversa. Este esquema a cuatro espacios distintos articulados por conectores booleanos “y/o” es el complejo de Edipo de Freud y Lacan, es decir, la matriz identitaria universal impuesta por el logos, la cuadrícula lógica, política, legalista y lingüística del Padre, quien nos arranca del ethnos, del mundo carnal, pre-político, fusionado y cambiante de la Madre.

Alain de Benoist – ¿Podemos decir que la derecha liberal y la izquierda libertaria aspiran, la una y la otra, a promover la entropía? ¿Qué es lo que las aproxima fundamentalmente?

Lucien Cerise – Lo que identifica definitivamente a la derecha liberal y a la izquierda libertaria es que ambas trabajan para abrir los sistemas al máximo hasta su disolución entrópica y su muerte. Para entender bien la política, podemos traducirla en términos de cibernética y sistémica. La división fundadora en estas disciplinas se sitúa entre el sistema abierto y el sistema cerrado. Para mantener su estructura en el tiempo, un sistema necesita el intercambio de información con su entorno, por lo tanto ser abierto, pero también necesita del cierre, si no se disuelve en este entorno. La apertura alimenta, el cierre protege. Son el cierre completo y la apertura total lo que aumenta la entropía de los sistemas. En contraste, el buen equilibrio entre una semi-apertura y un semi-cierre aumenta la negantropía [8] y la organización, lo que es el principio de las “estructuras disipativas” observadas por Prigogine ya en la materia inanimada. Este justo medio en el control y la selección de los flujos entrantes y salientes es la condición para una buena gestión energética y de la información. Así es como un sistema conserva su estructura, su identidad, su forma típica y perdura. En la geopolítica, a esto se le llama las fronteras y los principios westfalianos. En biología, es la piel, la membrana epidérmica, necesaria para la integridad del ser vivo. En la psicología o en la ecología, hablamos de límites identitarios y comportamentales a interiorizar para no desarrollar una patología. Hay pues que relanzar la idea de un “cierre positivo”, lo que hará aullar a todos los liberales-libertarios que juran por la apertura completa a los cuatro vientos y nos ordenan abrirnos siempre más al mundo, al Otro, a los romaníes, a las minorías, a los capitales extranjeros, a la competencia… Su táctica es maligna, porque es más fácil destruir un sistema abriéndolo por completo que cerrándolo totalmente. La apertura levanta las defensas del sistema, pero posee una connotación positiva que logra hacer de este debilitamiento algo atractivo, siendo el cierre más difícil de justificar moralmente. Pero debemos quitarnos los complejos sobre estas cuestiones y saber atacar el imperativo morboso de la apertura total de la derecha liberal y de la izquierda libertaria, porque no hay vida sin cierre y proteccionismo en un momento u otro.

Alain de Benoist – ¿Qué representa a sus ojos internet? ¿Un nuevo espacio de libertad o un nuevo método de vigilancia encubierta?

Lucien Cerise – Durante una época, yo era completamente refractario a Internet, apoyado en una posición neo-ludita un poco primaria. Hoy creo que es salvador. El Pentágono considera Internet como parte del campo de guerra (war domain). Así es como hay que verlo. En efecto, es una herramienta de vigilancia encubierta, pero en ambas direcciones. Los servicios de inteligencia pueden espiarnos, pero a cambio también nosotros podemos hacerlo, y sin necesidad de ser un genio de la informática. De hecho, con una conexión a Internet y un buen método de búsqueda por palabras clave, cualquiera puede estar mejor informado que un jefe de Estado. El número de informaciones hoy en fuentes abiertas es increíble, basta con saber buscar. Operaciones clandestinas importantes, como los ataques terroristas bajo bandera falsa o los golpes de estado disfrazados de revolución popular (Libia, Siria, Ucrania), que antes engañaban a todo el mundo, hoy son desmontadas en directo. Por ejemplo, un memorando de la CIA filtrado por WikiLeaks mostró que el Presidente de Ucrania desde el golpe de Estado, Petro Poroshenko, trabajaba para los EEUU por lo menos desde 2006 (calificado como insider). Por lo tanto, Internet es un espacio de libertad y de democracia, ya que restablece la simetría de la información entre el poder y el pueblo.

Alain de Benoist – No sería difícil hacer una interpretación conspiracionista de sus comentarios. Esto plantea el problema de la eficacia real de la ingeniería social, y también el de sus límites. ¿Qué podemos atribuirle con certeza? ¿Qué es lo que se le escapa?

Lucien Cerise – Las conspiraciones que salpican la Historia del Mundo obedecen todas a los métodos de información [inteligencia] profesionales, que se resumen así: disociación del par ver/ser visto y asimetría de la percepción y de la información. Estos métodos son aplicados en la seguridad de sistemas (vigilancia, piratería), en la inteligencia económica, la guerra cognitiva, las técnicas de influencia, el soft power, la consultoría de gestión, el marketing, los medios de comunicación, la política, etc. Mi lema es “Democratizar la cultura de la información”, porque tan pronto como uno se familiariza con este marco conceptual y sus métodos de trabajo, estos adquieren relieve en la vida diaria y nos saltan a la vista. Podemos entonces distinguir lo que está pirateado de lo que no lo está y protegernos contra los intentos de infiltración cognitiva (neuro-piratería).

Dos profesores universitarios estadounidenses, Cass Sunstein y Adrian Vermeule R., publicaron en 2008 un artículo titulado Conspiracy Theories : Causes and Cures [“Teorías de la conspiración: causas y soluciones”] recomendando trabajar la infiltración cognitiva de los medios conspiracionistas a fin de neutralizarlos. Los anti-conspiracionistas conspiran por lo tanto ellos mismos, y a veces abiertamente, como H.G. Wells tituló su libro The Open Conspiracy: Blueprints for a World Revolution [“La conspiración abierta: planes detallados para una revolución mundial”]. Las operaciones de infiltración cognitiva de masas mejor documentadas son aquellas que utilizan la sensibilidad identitaria. Desde hace décadas, los grandes servicios de inteligencia anglosajones emplean a antropólogos, etnólogos, sociólogos, psicólogos, historiadores para elaborar culturalmente anzuelos narrativos adaptados a las mitologías identitarias culturales de los pueblos que quieren piratear y controlar. La ingeniería social es en cierto modo la metodología raíz de la información, que expone cómo piratear un ser social (Ucrania, el Islam) después de haber dibujado el modelo detallado, el blueprint, la maqueta 2D. Podemos por lo tanto atribuir a este método los fenómenos de piratería comportamental, que son legión en nuestro tiempo, pero que no podemos discernir caso por caso, así como los efectos sociales de cosificación inducidos por el trabajo de modelización esquemática de los comportamientos a piratear. Lo que escapa a la ingeniería social es dado forma ahí. Sin esto, tomamos por espontáneos fenómenos y acontecimientos que fueron en realidad orquestados, puestos en escena, provocados, hechos construidos de manera completamente artificial: crisis económicas, guerras, golpes de estado disfrazados de revoluciones… ¿No habló Camille Desmoulins en 1793 de “maquinistas” de la Revolución?

Alain de Benoist – El sistema – declaró usted – “es todo lo que causa el desorden, la anomia, la entropía. El sistema busca disolvernos y desestructurarnos. Por lo tanto, resistir significa coagular, reestructurar, reordenar“. ¿Puede haber una ingeniería social positiva?

Lucien Cerise – En este momento pienso en una ingeniería social positiva, que abrevio como IS+, para distinguirla de una IS-. En términos de sistémica, es el combate de la homeostasis contra el desequilibrio. Si las palabras clave de la IS- son desorden, anomia, entropía, desestabilización y producción de caos controlado, entonces las de la IS+ serán orden, regulación, negantropía y estabilidad. La negantropía en política, la IS +, se resume en una palabra: “cuidar”. Aquí, me dejo inspirar de buena gana por la teoría del cuidado, del inglés to take care, fundada por Carol Gilligan. En mi opinión, todo está aquí en política, en el “cuidado”, particularmente del país en el que se vive, lo que se llama también nacionalismo, soberanismo, patriotismo. De hecho, el individuo es una abstracción en el plano político, sólo los colectivos, las redes, las organizaciones pueden algo. El individuo existe sólo en las relaciones, en los vínculos. La IS- es un trabajo entrópico del vínculo social para disolver. La IS+ es un trabajo negantrópico del vínculo social para coagular. Ahora bien ¿cuál es la buena medida de coagulación del vínculo social? Sin lugar a dudas, la del Estado-nación, que ahora es la forma óptima de organización colectiva anticapitalista.

Entrevista publicada originalmente en la revista Éléments nº 153 (octubre-diciembre 2014).

(Traducción de Página Transversal).

Fuente: Égalité et Réconciliation.

Notas de la traducción:

[1] En informática: Puerta trasera.

[2] En informática, suplantación de identidad.

[3] Gematría: método y una metátesis (alternación del orden de las letras en una palabra) que depende del hecho de que cada carácter hebreo tiene un valor numérico.

[4] Darren Aranofsky, Pi, fe en el caos en España.

[5] Dios y Golem, S.A., en su edición española (pdf).

[6] Sobre el Gestell: Heidegger, Martin La pregunta por la técnica (pdf).

[7] La “Gran sustitución”, expresión derivada de Le Grand Remplacement, obra del escritor y poeta francés Renaud Camus, una de las voces más escuchadas de la comunidad homosexual en los años 80/90 y políticamente situado en las cercanías del Frente Nacional, en la que ataca la inmigración masiva, fenómeno calificado por él de invasión y colonización. “La Gran sustitución” haría referencia al proceso de sustitución del pueblo francés (y, en general, del europeo), por pueblos extranjeros y al cambio de civilización que se derivaría de ello, con la complicidad de las élites políticas, financieras y mediáticas.

[8] Negantropía o neguentropía, también llamada entropía negativa o sintropía, de un sistema vivo, es la entropía que el sistema exporta para mantener su entropía baja; se encuentra en la intersección de la entropía y la vida. Para compensar el proceso de degradación sistémica a lo largo del tiempo, algunos sistemas abiertos consiguen compensar su entropía natural con aportaciones de subsistemas con los que se relacionan. Si en un sistema cerrado el proceso entrópico no puede detenerse por sí solo, en un sistema abierto, la neguentropía sería una resistencia sustentada en subsistemas vinculados que reequilibran el sistema entrópico.

domingo, 23 de agosto de 2015

Washington financia la inmigración masiva hacia Europa



La llegada masiva a Europa de refugiados que proceden de Africa y el Oriente Medio no es un hecho surgido con motivo de conflictos o insurrecciones locales, ni tampoco es ese mantra que ha hecho fortuna en los últimos tiempos denominado “efecto llamada”. Detrás de las avalanchas de subsaharianos y de refugiados procedentes de países que están en “guerra” hay un patrocinador: EEUU. Así lo afirma una publicación cercana a las Fuerzas Armadas de Austria (InfoDirekt) que señala el sitio Voltaire, quien, a su vez, cita una nota del Österreichischen Abwehramts (el servicio de inteligencia militar de Austria, sobre esta cuestión. Asimismo, en Voltaire se hacen eco de una reflexión que hizo precisamente, sobre ese asunto, el periodista Thierry Meyssan, ya hace unos meses. Meyssan afirmaba que la oleada de inmigrantes que tratan de alcanzar Europa no es una consecuencia accidental de los conflictos que sacuden el Medio Oriente ampliado y África sino «un objetivo estratégico de Estados Unidos.

La tan cacareada copla, que todos “sabemos” (ya sea por los medios hegemónicos, ONG’s o determinada progresía perroflautera del “papeles para todos”), de que el factor “guerra” o la situación de extrema pobreza (nacidos, ambos, como hechos característicamente propios de la naturaleza de aquéllas regiones siempre azotadas por dictadores, hambrunas y luchas tribales) es el factor determinante de la llegada masiva de inmigrantes, no se corresponde con la realidad. Con otra realidad que no te van a contar nunca en Falsimedia. Hay en juego demasiados intereses y cartas geopolíticas imperiales sobre la mesa, en aquella zona del planeta, como para no tener en cuenta la certeza del análisis político hecho por el periodista francés exiliado en Damasco.

El caos no es fortuito, es el objetivo, dice Thierry Meyssan. Y uno de los ideólogos de ese “caos” que cita el francés, y de los que la Administración norteamericana ha tomado buena nota a lo largo de su historia, es Leo Strauss (un tipo cuya filosofía ultraconservadora-imperialista fue la inspiradora de la “estrategia del Pentágono”). Los discípulos de Strauss aplicaron su “teoría del caos”, primero contra el bloque soviético (a su manera) y, finalizada la guerra fría, contra los territorios que seguían siendo hostiles al imperio o, simplemente, formaban parte de su tablero geoestratégico. Según Meyssan El principio de esa doctrina estratégica puede resumirse de la siguiente manera: la manera más fácil de saquear los recursos naturales de un país por largo tiempo no es ocupar ese país sino destruir el Estado. Sin Estado, no hay ejército. Sin ejército enemigo, no hay riesgo de ser derrotado. Así que el objetivo estratégico del ejército de Estados Unidos y de la alianza que dirige –la OTAN– es única y exclusivamente la destrucción de los Estados. Y lo que suceda con las poblaciones de los países que son blanco de esa estrategia… no preocupa a Washington.

Quizás Meyssan tenga razón cuando expone las claves de esa inmigración masiva refiriéndose a que ningún dirigente de Europa occidental, absolutamente ninguno, se ha atrevido a mencionar públicamente que los refugiados provenientes de Irak, Libia, Siria y del Cuerno de África, Nigeria y Mali pueden no estar huyendo de las dictaduras sino del caos en el que nosotros, voluntaria pero inconscientemente, hemos sumido sus países. Tal vez habría que decir, más exactamente, que voluntaria y conscientemente. No seamos ingenuos. Otra cosa es que Europa no desee tal catástrofe humanitaria y pérdida de vidas humanas en sus costas (porque no la haya “previsto”) y EEUU (que es más listo que el hambre) aprovechando su estrategia política en esos países se la esté metiendo “doblada” a sus socios europeos. Aunque alguien se preguntaría ¿Qué necesidad tiene EEUU de jugar a dos bandas, en contra y a favor de sus colegas “otánicos” europeos?. Pues sencillamente porque a EEUU le importa exclusivamente, y en primer lugar, “él mismo” y luego dejará a los demás que recojan las migajas que sobren, aunque sean aliados tan firmes como los europeos.

Meyssan acierta, parcialmente, cuando dice que ningún dirigente de Europa occidental, absolutamente ninguno, se ha atrevido a mencionar públicamente que los atentados «islamistas» que están teniendo lugar en Europa pueden no ser la extensión de las guerras del «Medio Oriente ampliado» sino que son obra de los mismos que ya orquestaron el caos en esa región. Como europeos preferimos seguir creyendo que los «islamistas» odian a los judíos y los cristianos, y nos negamos a ver que la inmensa mayoría de las víctimas de esos islamistas no son ni judíos ni cristianos sino… musulmanes. Pero es que respecto de esos “atentados islamistas” que han tenido lugar en Europa no hay que olvidar que gozan del “status” de “falsa bandera”. Por tanto, el error de base de Meyssan es pretender que Europa va a reconocer “públicamente” que ellos están generando el “terrorismo islámico” (incluido el ocasionado en países como Siria o Irak). Ellos trabajan a las órdenes de la Casa Blanca. Son aliados estratégicos en cuestiones políticas y en manejar asuntos terroristas de inteligencia, como en su momento ocurrió con Gladio y ahora con las falsas banderas islámicas…En economía es otro cantar, el imperio es el imperio y no va a permitir que nadie le pise su supremacía en este terreno, y menos Europa.

La estrategia de la OTAN y la CIA es clara, según Meyssan: la próxima etapa será la «islamización» de las redes de distribución de drogas –como ocurrió en su día en el caso de los Contras en Nicaragua, con la venta de droga a la comunidad negra de California, con ayuda y bajo las órdenes de la CIA-. Hemos decidido, en Europa, ignorar que la familia Karzai (Afganistán) retiró la distribución de cocaína de las manos de la mafia kosovar para ponerla bajo el control del Estado Islámico. Y es que Afganistán y su opio tenían mucho que decir cuando EEUU y sus aliados intervinieron militarmente en ese país (después de ejecutar el montaje terrorista del 11-S y el de Bin Laden). Financiar las guerras y su Gladio B islámico con el dinero resultante de la venta de droga. ¿Cómo? Del mismo modo (o parecido) que financiaron, en el pasado, el Gladio anticomunista, es decir, allí pactaron con la mafia marsellesa y la siciliana la creación de “factorías” del narcotráfico, por la década de los años cincuenta, y luego, más tarde, el apaño lo hiceron con los clanes de la droga colombianos. Después, la CIA, se encargó de distribuir la heroína en la costa californiana, con destino a los barrios marginales negros y los clubes de jazz.

¿Alguien sabe, por seguir el hilo conductor anterior, qué hace la agencia antidroga DEA norteamericana y sus sucursales europeas, incluida la española, después de las redadas donde, con gran aparato publicitario, incautan grandes alijos de cocaína, tabaco y heroína? ¿Por qué no hay transparencia y se procede a la quema pública del contrabando intervenido? ¿Dónde va a parar esa droga? ¿Acaso se revende de nuevo a los “camellos” y demás traficantes para financiar guerras o falsas banderas?

Ni siquiera, volviendo al eje central Europa-USA, en Europa comentan (y menos en Falsimierda), con sonrojo, la jugosa conversación que fue intervenida a la Subsecretaria de Estado norteamericano, Victoria Nuland y al embajador de la CIA en Kiev, Geoffrey R. Pyatt, a propósito del golpe de Estado en Ucrania, cuando la funcionaria estadounidense precisó que el objetivo de aquellas revueltas golpistas era “darle por el culo a la Unión Europea”. Así de claro piensa el imperio, en la intimidad, de sus serviciales asociados. Con la inmigración está sucediendo otro tanto.

El crecimiento desordenado de inmigrantes sin duda que va a acarrear graves problemas estructurales (de hecho ya los está provocando), sobre todo de tipo económico, pero también de convivencia, en detrimento de la disminución de derechos laborales y sociales para los ciudadanos de los países objeto de la inmigración masiva. Además, de incrementar artificialmente el racismo y la xenofobia. Se dice que las mafias mueven alrededor de 100 millones de euros con la inmigración “ilegal”. Los inmigrantes son víctimas, en primer lugar, de un drama (por las consecuencias que les puede acarrear) y, sobre todo, de un engaño. Dicen que suelen pagar hasta 7000 euros por el “viaje al cuerno de oro europeo”. Algo que es absolutamente imposible de creer, si tenemos en cuenta que proceden de lugares donde la extrema pobreza es moneda de curso común y, además, normalmente, suele ser zona de conflicto armado.

Las preguntas, llegado a este punto, y que pocos suelen hacerse, son: ¿Quién, en primer lugar, da protección e impunidad a esas mafias para que operen libremente? Se habla de mafias como quien habla de repartidores de gas butano, de “personajes” a quien nadie conoce y están ahí, entre bambalinas.…pero nadie dice nada de sus financiadores y sostenedores que podrían ir hasta las estructuras políticas del país de origen (se quitan de en medio un problema) y, por supuesto, en la teoría avalada por Meyssan, sus hilos estarían movidos por el imperio.

En segundo lugar, ¿cómo es posible que unos desarrapados cualesquiera, que vienen con lo puesto, puedan abonar 7000 euros si ni siquiera muchos trabajadores en España podrían gastarse esa cantidad para cubrir sus deudas? ¿Quién les facilita ese dinero si en sus países de origen la mayoría de esos inmigrantes no tienen oficio conocido, normalmente viven en la miseria absoluta y el sueldo que pudieran ganar no les generaría en un año ni la quinta parte de lo que, dicen, abonan a esas mafias, además arriesgándose a ser deportados de nuevo y sin perspectivas de tener un empleo estable en El Dorado europeo? ¿Quién maneja todo este sucio negocio? La clave la ha puesto sobre el tapiz Meyssan.

Aunque no lo parezca y a muchos les “suene” a especulación “conspirativa”, lo cierto es que, el análisis de Meyssan va en la dirección correcta. La «Doctrina Wolfowitz» explicaba que la supremacía de Estados Unidos exige imponer riendas a la Unión Europea. En 2008, durante la crisis financiera en Estados Unidos, la historiadora Christina Rohmer, presidenta del Consejo Económico de la Casa Blanca, explicó que la única manera de sacar a flote los bancos estadounidenses era cerrar los paraísos fiscales en los demás países y provocar después desórdenes en Europa para que los capitales fluyesen hacia Estados Unidos, sentencia Meyssan.

Y esos “desórdenes” qué mejor que provocarlos creando guerras en el Oriente Medio y África promoviendo, al mismo tiempo, la huida de refugiados hacia Europa. Se vacían los países africanos o del Oriente Medio de potenciales opositores a un régimen títere de EEUU y el equilibrio económico de Europa (que no el capitalismo) se hunde con la llegada masiva de inmigrantes en favor del reforzamiento de la economía estadounidense. Pero, dirán algunos…si los europeos son aliados de EEUU..a éste país no le interesaría una Europa debilitada ¿no?. Políticamente NO, aquí prietas las filas, pero económicamente cuando hay una pugna intercapitalista, como diría la Nuland, “que le den por el culo a Europa”.

Fuente.