La semana pasada hemos leído acerca del asalto del AIPAC contra el Presidente Obama. Se informó de que el lobby judío en Estados Unidos se quitó sus guantes. En la apertura, el AIPAC decidió incrementar la presión sobre el liderazgo estadounidense y el presidente Obama en particular.
"Las recientes declaraciones del gobierno de Obama sobre la relación de EE.UU. con Israel es un asunto de grave preocupación," dijo la AIPAC en su declaración. La reacción del AIPAC se produjo después de un fin de semana de recriminaciones y demandas de EEUU, tras el anuncio provocador de Israel de que había dado su aprobación preliminar para la construcción de 1.600 apartamentos más para colonos judíos en un barrio palestino de la Jerusalén oriental ocupada. A diferencia del presidente Obama, quien parece priorizar los temas de salud y la recuperación económica de Estados Unidos, el AIPAC dice saber lo que “realmente” interesa a los Estados Unidos y la forma de alcanzarlo. "La administración debería hacer un esfuerzo consciente para alejarse de las demandas del público y dejar de fijar plazos unilaterales a Israel, con quien los Estados Unidos comparte intereses básicos, fundamentales y estratégicos". El AIPAC sugiere también que el liderazgo estadounidense debe concentrarse en un enfrentamiento con Irán. "La escalada de la retórica de los últimos días sólo sirve como una distracción de la labor sustantiva que se debe hacer con respecto a la cuestión urgente que es la búsqueda rápida de Irán de armas nucleares".