Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

sábado, 3 de noviembre de 2018

CARTA TRIUNFAL A LOS ESPAÑOLES DE UN MIEMBRO DE LA OLIGARQUÍA GLOBALISTA

Habéis estado muy ocupados en simplezas durante los últimos 40 años que no os disteis cuenta de cómo os ganábamos una a una todas las partidas. No sois una comunidad organizada, carecéis de musculatura moral, despreciáis los valores naturales y negáis cualquier valor al patriotismo como ideal que os sublime ante los ojos de otras naciones. Lo teníais todo hace unos años. Fuisteis un país con notables recursos en un lugar geoestratégico único en el mundo.

Vuestro capital humano era tan valioso que hasta el mismo Kissinger nos alertó, en la primera mitad de los años 70, de que una España espiritualmente fuerte y socialmente unida sería una España demasiado peligrosa para nuestros intereses. He de admitiros que ese temor no era infundado. Aquella España organizada y orgullosa de sí misma, que ambicionaba objetivos que sólo les eran permitidos a unas pocas naciones, era un riesgo excesivo para nuestros planes en Europa. De ahí que no hubiese tiempo que perder y que tras la muerte de Franco emprendiésemos la tarea de segar el espíritu indómito del pueblo español, dejándolo en barbecho, hasta que viésemos oportuno sembrar en él los dogmas por los que hoy se rige el entero Occidente.

Pasasteis de tenerlo todo a dejarlo todo en manos de políticos insaciables entregados a nuestro dinero. Ya nada os queda de vuestro pasado. La legendaria rebeldía ibérica ha sobrevivido sin embargo en algunos, muy pocos, en comparación con los que han sucumbido a nuestros proyectos eugenésicos. Aunque los “rebeldes” son conscientes de la realidad, apenas representan lo que una hoja perdida en medio del bosque, en comparación con los que os combaten en nuestro nombre. La mayoría os habéis convertido en presa fácil de nuestros experimentos sociales. Por ejemplo, gastáis el dinero que no tenéis en cosas que no necesitáis, pero que nosotros hemos convertido en imprescindibles.

Es inútil la oposición de unos pocos que os reunís en medios como éste para cantarnos la palinodia. Disponemos de inagotables recursos humanos y económicos, controlamos gobiernos, productoras, bancos, multinacionales, imperios financieros… Marcamos tendencias, modas, modismos; os imponemos las preferencias vitales hasta en el más apartado campo de vuestra existencia. Nuestra corruptora influencia es tan grande que alcanza incluso el corazón de la Cristiandad. Nadie influyente en el mundo es ajeno a nuestros propósitos.

Mandamos en los mercados y en los principales grupos mediáticos. Nuestro poder ha logrado que subliméis la fealdad, ponderéis la cobardía y degradéis el concepto del honor y la dignidad personal. Los valores consustanciales a la civilización occidental han sido ampliamente suplantados. No son los tanques, son determinadas ideas, y su expansión a todo el espectro cultural de la vida de una sociedad desarrollada, las que han de conseguir la victoria. Por eso vamos implantando nuestras banderas en diferentes campos de batalla donde van dejando sus semillas, el ecologismo, el animalismo, el feminismo, el pacifismo…Todo lo que tenga un mensaje de trascendencia del hombre o de sentido religioso, hay que aniquilarlo. Hemos creado, a través de la educación y de los medios de comunicación, una sociedad dócil, volcada en el sentimentalismo, sin pensamiento crítico, sin pensamiento libre y sin pensamiento individual, y siempre preocupada por militar al lado de los buenos y nunca formar parte de los “malos”. Descarrilamos hace tiempo contra la razón y ahora, a través de las organizaciones progresistas que trabajan para nosotros, se están minando todas las defensas de la sociedad: los códigos de honor, la tradición, el reconocimiento de una historia exitosa… el español hoy es un producto de las circunstancias, es intercambiable y, en un último punto, es canjeable y prescindible.

España es apenas una marca sin peso propio. No tenéis soberanía económica y sí una deuda impagable. No tenéis un ejército que os proteja y disuada a vuestros enemigos. Ahora es la OTAN la que decide qué causas tienen que defender vuestros soldados y en qué escenarios del mundo. No tenéis industria armamentística ni sabríais manejaros en la era de los drones y los misiles guiados por láser y satélite. Os hemos reducido a la indigna tarea, que vosotros habéis aceptado muy solícitamente, de lucir tatuajes, echar unas cervecitas entre charlas insustanciales y compartir vacuidades por WhatsApp. Pronto pagaréis muy cara vuestra rendición. Lo teníais todo y en nombre de la internacionalización os lo hemos quitado todo. ¿Cómo exigir que os respetemos?

En realidad no sólo a vosotros. Europa es una pantomima creada para robar vuestros recursos y atrofiar la identidad y la fortaleza moral de sus naciones. Mientras llevábamos a cabo la gran tarea demoledora, os anestesiamos largamente con la telebasura. Vuestra insustancialidad es la mejor recompensa por tantos años de irreverente control y dominio de vosotros mismos.

Fuisteis un gran país cuando todas las regiones españolas, que en lo práctico eran solamente una, trabajaban codo con codo. Fuisteis un país fuerte y unido. Tan fuerte que obtuvo un imperio donde no se ocultaba el sol… desde Filipinas hasta el norte de California. Decidimos que nunca más os sería devuelta vuestra fortaleza ni vuestra unidad. Todos vuestros ancestrales enemigos se han conjurado contra vosotros desde 1975. Decidimos que todas vuestras referencias políticas y morales fueran destruidas y taladas las raíces culturales de las que emerge vuestra identidad colectiva. Colamos las urnas para que os tragaseis el cuento de que la soberanía nacional reside en el pueblo. Lo demás ya lo conocéis.