Supresión de la Energía Libre
Escrito por Joe Mackem y traducido por Javier Gil, Diciembre 2006
Fuente original:www.befreetech.com/inventors_beware.htm
Fuente de la traducción:Fuentes Positivas, para aquellos que construyen un mundo positivo.
En los últimos 20 años ha habido un movimiento de revolución energética en todo el mundo del que los medios de comunicación, las publicaciones universitarias y las revistas científicas de la clase dirigente no han informado.
La mayoría de los descubrimientos en este sentido han sido efectuados por mentes curiosas e ingeniosas, que en muchas ocasiones han observado resultados experimentales en cuestiones como la fusión fría, la superconductividad, y los motores magnéticos que parecen violar las leyes actuales de la física, la química y la electrodinámica. Para describir este fenómeno, se ha adoptado un término, la energía libre, que en muchos casos significa obtener más energía de un sistema o de una reacción (como un motor magnético o una reacción de fusión fría) que la que parece haberse aportado. Una mejor explicación de este fenómeno es que se accede a un excedente de energía a partir de una fuente cuyo origen aún sigue sin conocerse completamente (nota: una bomba atómica es un dispositivo de energía libre que es capaz de liberar una enorme cantidad de energía sucia, a través de una radiación nociva que es necesaria para desencadenar dicha reacción).
La primera pregunta que le viene a la cabeza a un escéptico en esta materia es que si la tecnología realmente existe y los descubrimientos efectivamente se han llegado a hacer, como es el caso de la celda de fusión fría de Pons y Flieschman o el motor magnético de Rory Johnson, ¿por qué no se han dado a conocer ni se han fabricado de forma masiva en un mundo tan ávido de energía como el actual? La respuesta a esto es la supresión. ¿Qué queremos decir cuando hablamos de supresión? La supresión puede ser activa o pasiva.
Supresión activa como cuando una multinacional o una petrolera o la propia OPEP, que no quiere que dicho invento se comercialice, destruya o vuela por lo aires el laboratorio en cuestión o el invento y amenaza al inventor con matarle si vuelve a intentar comercializar el revolucionario dispositivo.
El otro tipo de supresión, la supresión pasiva, se produce cuando una empresa competidora y con gran cantidad de dinero, como pueda ser una de las grandes petroleras multinacionales, compra la patente sin ninguna intención de sacar la tecnología al mercado hasta que la demanda del petróleo sea enormemente superior a la oferta y los precios del combustible se pongan por las nubes; será entonces cuando comience a comercializar un carburador de 42 kms/litro para motores de combustión interna.
Otros tipos de supresión pasiva incluyen universidades que están recibiendo una gran financiación de parte de fuentes petrolíferas o nucleares de la clase dirigente, oponiéndose a la realización de investigaciones o amordazando a brillantes profesores universitarios (con amenazas a sus puestos de trabajo) para que no publiquen sus teorías o resultados acerca de los pormenores de estos motores de energía libre o reacciones de fusión fría.
Sirva también el ejemplo en el que una Oficina de Patentes rechace la concesión de la patente a una tecnología revolucionaria aduciendo que las máquinas que implican un movimiento perpetuo no son patentables, o en caso de ser patentables, imponen una orden de secreto profesional o un secreto de sumario que prohíbe al inventor la divulgación de información al respecto por razones de que dicha divulgación podría ir en detrimento de la seguridad nacional.
A continuación se muestran una serie de historias y casos de supresión que son verdaderos, según nuestro leal saber y entender; sin embargo, hemos cambiado los nombres y los lugares para proteger a las personas inocentes que los protagonizan. Esperamos que esta información le proporcione al lector una serie de razones por las que esta tecnología de energía libre no ha alcanzado la atención del mundo entero.
Quizá de esta manera quienes han perpetrado estas terribles historias de supresión consideren dar marcha atrás a sus planes e incorporen estas tecnologías a sus negocios dándoles un uso rentable en el futuro.
Estas tecnologías pueden recuperar a la Madre Tierra, la cual parece agonizar en este momento por culpa de los productos derivados de la fusión caliente (centrales nucleares), las explosiones y las radiaciones que van a parar a los niveles freáticos de regiones como el ártico ruso o a Hanford, Washington, en donde parece que terminan los residuos radioactivos (en el Río Columbia). En el caso de los vertidos petrolíferos, tales como el del buque cisterna Exxon Valdez o del petrolero británico, estos desastres medioambientales han destruido lugares de cría de peces y otros seres vivos. Lo que es bueno para las multinacionales petroleras, para la OPEP o para las centrales nucleares no necesariamente lo es para la Madre Tierra, la salud animal y humana de nuestro país ni de los países emergentes cuyos recursos energéticos están siendo explotados, ni tampoco para el medio ambiente, como es el caso de la tundra del ártico ruso ni de las selvas sudamericanas, que están siendo destruidas por nuestros arrebatos consumistas de energía.
Por estas razones, el desarrollo de la tecnología energética ha llamado la atención de los inventores inconformistas e ingeniosos. Entre los pioneros a los que han admirado se encuentran Nicola Tesla, John Keely, y T. Henry Moray, entre otros.
El foco de atención se centrado en dos áreas fundamentales de I+D: 1) la fusión fría y limpia, en contraposición de la fusión caliente y sucia (energía nuclear), y 2) la energía magnética de punto cero. Como hemos dicho, estas tecnologías han sido suprimidas de forma activa y pasiva. Esperemos que las siguientes historias les aporten más detalles con respecto a la citada supresión.