Un fracaso del gangsterismo económico en Irak
Mis funciones como presidente de IPS durante la década de 1980, y como asesor de SWEC a finales de ese decenio y durante buena parte de los años 1990, me permitieron acceder a informaciones acerca de Irak no disponibles para la mayoría. A decir verdad, durante la década de 1980 pocos estadounidenses sabían nada de dicho país. Sencillamente, no aparecía en su pantalla de radar. Por mi parte, yo estaba fascinado con los acontecimientos.
Me mantenía en contacto con viejos amigos, en la época empleados del Banco Mundial, de USAID, del FMI o alguna otra organización financiera internacional, y también con gentes de Bechtel (como mi suegro, sin ir más lejos), de Halliburton y de las demás grandes contratistas de ingeniería y construcción. Muchos de los técnicos que empleaban las subcontratistas de IPS y de otras eléctricas independientes intervenían al mismo tiempo en proyectos del Oriente Próximo. En consecuencia, estaba al tanto de la intensa actividad de los EHM (gangsters económicos) en Irak.