Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

miércoles, 16 de enero de 2013

El darwinismo social; la mentira más útil del mundo

Cuando se constituye como moral capitalista, banqueros como Rockefeller o Rothschild afirman que sólo los mejores y más aptos han prosperado entre tantos cambios financieros: American Beauty.


Charles Darwin fue el primero en interpretar la "evolución" como un proceso mediante el cual las variaciones y la selección natural determinan la preexistencia o la desaparición de los individuos.
 
A este proceso lo denominó “selección natural”: El proceso de supervivencia de los organismos cuya variabilidad los hace más aptos para vivir en un medio particular, y que a través de este proceso, las poblaciones se alteran acaban apareciendo especies nuevas, adaptadas por las circunstancias que sus ascendientes tuvieron que capear.
 
Indudablemente, esta propuesta, a mediados del XIX, no pudo encontrar mejor público que el de los países imperialistas y colonialistas: Encontraron en Darwin, gracias a una extrapolación de su teoría, una justificación teórica magnífica a su dominio y reparto del mundo. Surge el darwinismo social.
 
Darwinismo social es una teoría pseudocientífica, inspirada o derivada de aquí, es decir, de la selección natural del naturalista inglés.
 
A diferencia del mecanismo evolutivo propuesto por Darwin, esta línea de pensamiento que imperó en estas las sociedades industriales del XIX tanto en Europa como posteriormente en Estados Unidos, traslada mecánicamente la teoría biológica, a los fenómenos sociales de la humanidad: La supervivencia del más apto es un elemento inseparable a las relaciones sociales.
 
De este modo, ignorando los aspectos que constituyen la complejidad de las comunidades humanas, no fueron considerados válidos científicamente, pero sí fueron socialmente muy aceptados.

Una mentira útil para los poderosos
 
No obstante tampoco hay que ignorar el hecho de que el poder, en este caso se trata ya de la clase burguesa, no trata más que de realizar fundamentos teóricos que den consistencia y estabilidad al orden social. En otras palabras: Dotar de justificación las desigualdades sociales, tanto dentro del país (con el abismo entre burgueses y proletarios, ricos y pobres) como en el exterior (con la dominación y colonización de pueblos en estadios más atrasados de civilización, tal y como lo entendería un europeo del XIX, por supuesto).
 
No es ningún descubrimiento, el hecho de deducir a partir de aquí, que más allá del campo teórico, la ideología que se desprende de esta visión de la sociedad del XIX, se encuentra a lo largo de la historia íntimamente relacionada con posturas sexistas, racistas y etnocéntricas. Huelga decir, que el naturalista inglés en ningún caso vino a confirmar desde ningún punto de vista tales afirmaciones.
 
El que sí que lo hizo fue Herbert Spencer, contemporáneo del propio Darwin, y más que conocedor de su obra. Spencer interpretó la selección natural en términos de la "supervivencia del más apto" y lo trasladó al campo de la sociología. De este modo, según su razonamiento, este señor dice que las características innatas o heredadas tienen una influencia mucho mayor que la educación o las características adquiridas. ¿Se imaginan lo que quiere decir eso? Adiós a siglos de avances en lo social: Por ese razonamiento, nada impediría a los nobles volver a justificar su posición porque Dios lo ha querido así. Por no hablar de los reyes y emperadores.
 
Y habría que puntualizar que aunque el mismo Darwin efectivamente pensase que los instintos sociales y morales habrían evolucionado a través de la selección natural, nunca llegó a explicar cómo la presión evolutiva sobre diferentes individuos podía afectar al colectivo de una sociedad.

Capitalismo salvaje: ese gran invento
 
Esta idea no hizo sino redundar en posteriores construcciones teóricas que tomaron, como consecuencia directa de la evolución histórica (estamos hablando del creciente nacionalismo, de la exclusividad racial, de la Europa colonial, y el progresivo odio hacia el pueblo judío por no “adaptarse” a la sociedad) a los postulados de Spencer como punto de encuentro para llegar a posiciones mucho más radicales y encaminadas a lo que, en palabras de André Pichot, sería una “guerra racial”.
 
Sin duda alguna, el panorama de los países europeos (y por qué no, EEUU también) es clave para dilucidar que el darwinismo social usó la teoría de la evolución de Darwin para explicar y defender "científicamente" las sociedades capitalistas.
 
A partir de aquí es fácil determinar el nivel de regresión social que ocasionó el capitalismo. Efectivamente, en su versión más dura, fue lo que caracterizó el mundo proletario del XIX: El eje Londres-París-Berlín industrializado (y en especial la Gran Bretaña victoriana) es prueba de ello. Como consecuencia de ello los seres humanos empezaron a perder esos conceptos introducidos por la religión, como los de filantropía, asistencia solidaria y cooperación, virtudes que fueron reemplazadas por el egoísmo, la perversidad y el oportunismo.
 
No es descabellado llegar a la conclusión de que el darwinismo social fue la cimentación teórica más potente de la moral capitalista en base a los cuales se modelaron todos los sistemas políticos afines.

Adiós a la religión: American Beauty
 
Unos fundamentos filosóficos, teóricos o como se prefiera llamarles, que son la razón por la cual los principales sostenedores fueron y son los dueños del capital. La aparición de los "poderosos" por medio de estrangular al débil. La ejecución de políticas económicas absolutamente alejadas de sentimientos de piedad, solidaridad y compasión… Se trata de aspectos por los cuales se deduce que surgió la “moral” capitalista en su forma más salvaje y desatada,  donde muchos aspectos antes condenables, se permiten y socialmente se adaptan y aceptan, en función de la "explicación científica" y de "las leyes de la naturaleza".
 
Esa es la razón por la que del darwinismo social se constituye como moral capitalista. Esa es la razón por la que en el XX, insignes banqueros como Rockefeller o Rothschild afirman que sólo los mejores y más aptos por medio de su adaptación a los cambios económicos de las revoluciones industriales han prosperado, en la célebre metáfora de la rosa americana: American Beauty.
A eso se debe que las personas con mentalidad capitalista no sientan ninguna obligación ética. A modo de anécdota: Uno de los pilares del “nuevo ocio” de la sociedad burguesa en el XIX pasó por todas las actividades de los antiguos aristócratas, excepto por la tradicional “labor de conciliación social” ejerciendo de protectores de los laboratores, organizando ciertas actividades de cristiana caridad. Se copió prácticamente todo, menos la caridad.
 
En las sociedades capitalistas cada vez se amplía más la brecha entre pobres y ricos: La existencia del abismo social es el resultado de la "moralidad" capitalista. Por supuesto, una sociedad fuerte podría poner cartas sobre el asunto y realizar planes de protección social que garantice una mínima cohesión social, pero es que debido a que la mentalidad prevaleciente no es ayudar sino obtener el máximo rendimiento para la obtención de mayores ganancias, no pueden prosperar: Situación que simplemente responde a “la naturaleza” de una selección natural extrapolada a la sociedad.

Ese es el resultado de la puesta en práctica de los supuestos del darwinismo social. Así, esta doctrina se opuso frontalmente a cualquier medida del gobierno que pudiera interferir en la economía natural del comercio (no es de extrañar que se trate de liberales, dado que es como si leyésemos directamente a Locke o Adam Smith).

Por ello, se abogaba a favor de la libertad sin límites y la desigualdad social, ya que eran garantía del progreso de los mejores y más dotados miembros de la sociedad. La mentira más útil del mundo.


Desmontando a Darwin:La mentira del Darwinismo según Máximo Sandín