65 años después del fraude de Hiroshima y Nagasaki
En el 65 (escrito el 19 Agosto 2010) aniversario del primer crimen nuclear contra la humanidad me complace ver como muchos artículos hacen referencia al hecho de que los argumentos esgrimidos hipócritamente por el gobierno norteamericano para tirar las 2 bombas nucleares son falsos, como he reiterado en varios artículos anteriormente. Algo que es fundamental para entender los siguientes crímenes radiactivos que se perpetraron luego.
Aún sin hongos atómicos los efectos de la contaminación radiactiva de las armas empleadas en las siguientes guerras son los mismos, se extienden a todo el planeta y permanecen para siempre deteriorando nuestra herencia.
Alfredo Embid
Entre los muchos artículos publicados he seleccionados tres. Los dos primeros son breves ycontienen enlaces a dos vídeos traducidos al español que resumen bien lo esencial. El tercero de Mondialisation – Global Research está escrito por Jacques R. Pauwels, autor del libro “El mito de la Guerra Buena: América en la Segunda Guerra Mundial” (James Lorimer, Toronto, 2002), está bien documentado y presenta el contexto histórico del crimen.
Foto: Hiroshima
El objetivo que realmente buscaba Estados Unidos con el lanzamiento de las bombas atómicas, sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, no era el de la rendición de Japón, pues éste ya llevaba tiempo buscando una salida negociada a la guerra. El verdadero objetivo del gobierno yanqui no era otro que intimidar a la humanidad, en especial a la Unión Soviética, mostrándole la capacidad destructiva de la que eran poseedores y de su total falta de escrúpulos para utilizarla contra población civil indefensa. El lanzamiento de las bombas era la forma de decirle al mundo que, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se había convertido en el nuevo Imperio y que nadie debía de entrometerse en su camino expansionista.
Hoy como entonces, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, junto a sus aliados, sigue haciendo gala de la misma falta de escrúpulos y de humanidad desarrollando guerras atómicas de baja intensidad en Afganistán e Irak, haciendo uso de explosivos de uranio empobrecido y fósforo blanco que tendrán a la larga unas consecuencias desastrosas para la población y el medio ambiente de Oriente Medio. Un genocidio sólo denunciado y combatido con firmeza por un puñado de naciones dignas como Cuba, Venezuela o Irán, ésta última, paradójicamente acusada de construir armas nucleares, por quienes precisamente las han usado y las siguen usando en sus criminales guerras de rapiña.
Fuente: antimperialista #. BARBARIE CAPITALISTA. 05/08/2010 15:50.
http://antimperialista.blogia.com/
Julio de 1945: Japón agotado militar, económica y moralmente buscaba una salida negociada a la guerra y una paz honrosa. Estos deseos fueron ignorados por Estados Unidos que se hallaba impaciente por mostrar al mundo el nuevo arma nuclear, desarrollada a partir del Proyecto Manhattan. Por eso impuso al Japón unas condiciones inaceptables para cualquier país: la rendición incondicional y la renuncia a su soberanía. Unas condiciones que sabía, de antemano, no serían aceptadas, y que supondría la excusa perfecta, para lanzar las bombas atómicas (lanzadas sin previo aviso).
Las más de 250.000 víctimas mortales (500.000 según algunas fuentes), no sirvieron sólo para hacer que Japón se sometiera a los intereses de Washington, sino para que también lo hiciera la gran mayoría del planeta, por miedo a la amenaza atómica.
Siempre se ha puesto como pretexto, para justificar los genocidas bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, que Japón no quería la paz, algo que no es más que otra mentira del Imperio. Según muchos de los protagonistas implicados en el conflicto, y del propio bando norteamericano, Japón estaba apunto de rendirse; hacia tiempo que venía expresando sus deseos en este sentido. Lo que Estados Unidos no quería era un prolongado proceso de paz, que permitiera a otros agentes, como la Unión Soviética, intervenir en el mismo. Además, con este salvaje acto de crueldad, Estados Unidos convirtió a las islas japonesas en un especie de protectorado yanqui, durante décadas y, lo más importante de todo, el lanzamiento de las bombas atómicas tenía como principal objetivo advertir al resto de pueblos del mundo, el destino que les podía esperar a aquéllos que no se sometieran a la voluntad de Washington.
Fuente: antimperialista #. BARBARIE CAPITALISTA. 04/08/2010 http://antimperialista.blogia.com/
Foto: Nagasaki
Entre los muchos artículos publicados he seleccionados tres. Los dos primeros son breves y
Foto: Hiroshima
Bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki: La espada de Damocles yanqui contra la humanidad.
Antiimperialista
El objetivo que realmente buscaba Estados Unidos con el lanzamiento de las bombas atómicas, sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki, no era el de la rendición de Japón, pues éste ya llevaba tiempo buscando una salida negociada a la guerra. El verdadero objetivo del gobierno yanqui no era otro que intimidar a la humanidad, en especial a la Unión Soviética, mostrándole la capacidad destructiva de la que eran poseedores y de su total falta de escrúpulos para utilizarla contra población civil indefensa. El lanzamiento de las bombas era la forma de decirle al mundo que, tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se había convertido en el nuevo Imperio y que nadie debía de entrometerse en su camino expansionista.
Hoy como entonces, el gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica, junto a sus aliados, sigue haciendo gala de la misma falta de escrúpulos y de humanidad desarrollando guerras atómicas de baja intensidad en Afganistán e Irak, haciendo uso de explosivos de uranio empobrecido y fósforo blanco que tendrán a la larga unas consecuencias desastrosas para la población y el medio ambiente de Oriente Medio. Un genocidio sólo denunciado y combatido con firmeza por un puñado de naciones dignas como Cuba, Venezuela o Irán, ésta última, paradójicamente acusada de construir armas nucleares, por quienes precisamente las han usado y las siguen usando en sus criminales guerras de rapiña.
Fuente: antimperialista #. BARBARIE CAPITALISTA. 05/08/2010 15:50.
http://antimperialista.blogia.com/
Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945): El genocidio nuclear
Antiimperialista
Julio de 1945: Japón agotado militar, económica y moralmente buscaba una salida negociada a la guerra y una paz honrosa. Estos deseos fueron ignorados por Estados Unidos que se hallaba impaciente por mostrar al mundo el nuevo arma nuclear, desarrollada a partir del Proyecto Manhattan. Por eso impuso al Japón unas condiciones inaceptables para cualquier país: la rendición incondicional y la renuncia a su soberanía. Unas condiciones que sabía, de antemano, no serían aceptadas, y que supondría la excusa perfecta, para lanzar las bombas atómicas (lanzadas sin previo aviso).
Las más de 250.000 víctimas mortales (500.000 según algunas fuentes), no sirvieron sólo para hacer que Japón se sometiera a los intereses de Washington, sino para que también lo hiciera la gran mayoría del planeta, por miedo a la amenaza atómica.
Siempre se ha puesto como pretexto, para justificar los genocidas bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, que Japón no quería la paz, algo que no es más que otra mentira del Imperio. Según muchos de los protagonistas implicados en el conflicto, y del propio bando norteamericano, Japón estaba apunto de rendirse; hacia tiempo que venía expresando sus deseos en este sentido. Lo que Estados Unidos no quería era un prolongado proceso de paz, que permitiera a otros agentes, como la Unión Soviética, intervenir en el mismo. Además, con este salvaje acto de crueldad, Estados Unidos convirtió a las islas japonesas en un especie de protectorado yanqui, durante décadas y, lo más importante de todo, el lanzamiento de las bombas atómicas tenía como principal objetivo advertir al resto de pueblos del mundo, el destino que les podía esperar a aquéllos que no se sometieran a la voluntad de Washington.
Fuente: antimperialista #. BARBARIE CAPITALISTA. 04/08/2010 http://antimperialista.blogia.com/
Foto: Nagasaki