Alfredo Embid
El papel de los diagnósticos y de las drogas psiquiátricas
Como ya vimos en el boletín anterior el caso de Adam Lanza, autor de la masacre de Newton en Connecticut, no es excepcional y muchos lo ligan con el uso creciente de drogas psiquiátricas, además de con la campaña del gobierno para desarmar a la población Boletín 189 [1]
En esta segunda parte añadimos más datos sobre los efectos tóxicos de las drogas psiquiátricas y sobre los diagnósticos que llevan a su prescripción.
Dirás que Adam no tomaba drogas. ¿Cómo lo sabes?
– Bueno, lo han dicho en los medios
Cierto, pero ¿cuales son sus fuentes? Responderás que el jefe médico de la investigación el Dr. H. Wayne Carver que declaró que Adam no tomaba fármacos cuando cometió la masacre. Solo que su credibilidad es nula. Pero, no me creas.
Mira sus declaraciones que hemos traducido en un vídeo “La máxima autoridad médica se burla de las víctimas y de los familiares” Boletín 190 [2]
Y hazte tu propia opinión...
¿Coincidencias?
Foto: Cho Seung Hui
Cho Seung Hui, el tirador en la masacre de Tech en Blacksburg, Virginia, tomaba medicamentos antidepresivos. Resultado: treinta y tres muertos y muchos otros heridos, antes de suicidarse [3].
Foto: Eric Harris en 1998 Columbine High School yearbook
Eric Harris, uno de los asesinos en escuela secundaria de Columbine, en Littleton, Colorado, tomaba antidepresivos en el momento de efectuar la matanza de 14 personas con su compañero de clase, Dylan Klebold tras lo cual se suicidaron [4].
Foto: Matti Juhani Saari
Matti Juhani Saari, el tirador de la Universidad de Finlandia, tomaba antidepresivos (SSRI) y tranquilizantes (benzodiacepinas) cuando disparó matando a 10 personas antes de suicidarse.[5]
Foto: Kip Kinkel
Kip Kinkel, el tirador de quince años en Thurston High School en Springfield, Oregon, tomó antidepresivos semanas antes de matar a sus padres y luego a dos personas hiriendo a otras 25 [6].
¿Crees que se trata solo de coincidencias? No. Numerosos investigadores en salud mental han llegado a la conclusión de que las drogas psiquiátricas son un factor importante en estos comportamientos.
Los expertos incapaces de explicar las masacres
A pesar de los muchos estudios de especialistas que se han dedicado al tema y de las especulaciones que se ofrecen regularmente en los medios de comunicación inmediatamente después de las masacres, los estudiosos honestos suelen reconocer los límites del conocimiento existente [7].
En un artículo sobre la naturaleza de las masacres masivas y autógenas, los autores revisan la literatura existente y concluyen que:
"Los incidentes de asesinato en masa han ganado considerable atención de los medios, pero no se entienden bien en las ciencias del comportamiento” [8].
Otro trabajo sobre este tipo de violencia reconoció que requería un nuevo tipo de investigación:
“Para comprenderla y prevenirla, tenemos que reconocer que la actual disciplina basada en la investigación de la violencia no se adapta bien a este desafío específico” [9].
El trabajo de investigación "Armas de fuego y violencia: una revisión crítica" ha encontrado que
“las respuestas a algunas de las preguntas más apremiantes no se pueden abordar con los datos existentes y los métodos de investigación, por muy bien diseñados que estén” [10].
Otros estudios se han centrado en estupideces como las diferencias entre las opiniones de los menos y los más educados, los republicanos y los demócratas [11]. No es extraño, ya que buscan motivos omitiendo una de las causas principales: los diagnósticos y las drogas psiquiátricas.
Censura sobre los efectos de las drogas psiquiátricas
La psiquiatría mata
Llevamos décadas denunciando documentadamente que los medicamentos psiquiátricos pueden producir accesos de locura violenta y un amplio abanico de efectos tóxicos incluyendo la adicción. Pero no se trata sólo de los medicamentos psiquiátricos mayores usados para la psicosis o la esquizofrenia. Algunos tan comunes como los tranquilizantes o los somníferos (benzodiacepinas) pueden tener estos efectos paradójicos produciendo accesos de violencia. Estos efectos tóxicos (incluyendo los paradójicos y los efectos adictivos), están descritos en la literatura científica desde hace décadas [12].
Censura sobre los efectos de las drogas psiquiátricas
La psiquiatría mata
Llevamos décadas denunciando documentadamente que los medicamentos psiquiátricos pueden producir accesos de locura violenta y un amplio abanico de efectos tóxicos incluyendo la adicción. Pero no se trata sólo de los medicamentos psiquiátricos mayores usados para la psicosis o la esquizofrenia. Algunos tan comunes como los tranquilizantes o los somníferos (benzodiacepinas) pueden tener estos efectos paradójicos produciendo accesos de violencia. Estos efectos tóxicos (incluyendo los paradójicos y los efectos adictivos), están descritos en la literatura científica desde hace décadas [12].
Estos hechos han sido sistemáticamente ocultados por los fabricantes y sus secuaces en los ministerios y por los medios de comunicación. Así, amenazaron con poner una querella criminal contra el periódico el Día de Tenerife que estaba publicando mis artículos. Mi sección fue inmediatamente suprimida.
Más tarde, en 1980, en la revista Ciudadano de Madrid fue el ministerio de sanidad directamente quien intentó suprimir mi sección “Sabe usted lo que le recetan”. No lo consiguió, seguimos publicándola pero unos meses después toda la revista desapareció.
Estos efectos paradójicos se comprobaron espectacularmente en los años 80 con el caso del somnífero Halzión (una benzodiacepina de vida media corta) cuando precisamente fueron los jueces holandeses quienes dieron la voz de alarma tras comprobar que en una serie de comportamientos violentos “inexplicables” en personas normales hasta el momento, la constante era que lo habían tomado. Mi artículo documentándolo “Halzión un medicamento que le volverá loco”, ocasionó un escándalo en España y fue el último que se me permitió publicar en esa nueva fase de la revista Ciudadano.
Los antidepresivos y otros medicamentos psiquiátricos también pueden producir suicidios, inducir actos de violencia extrema incluyendo asesinatos, automutilaciones o canibalismo. Ver al respecto por ejemplo mi artículo “Prozac panacea o asesinato” [13] .
A pesar de que las empresas de drogas farmacéuticos han estado negando la toxicidad de sus psicofármacos y utilizando sus enormes influencias para acallar a los críticos, desde el siglo pasado las evidencias han ido acumulándose y son aplastantes.
Observa que lo mismo sucedió con los medicamentos a base de drogas derivadas del opio que se comercializaron desde finales del siglo XIX, como hemos documentado en varios boletines, artículos Boletín 91 [14] y conferencias Boletín 174 [15]. En el colmo del cinismo la heroína fue comercializada por las compañías farmacéuticas incluso para curar a adicción a la morfina, que anteriormente había sido presentada como cura de la opiomanía. Y ambos “medicamentos” se recomendaban tranquilamente para niños confirmando el carácter criminal de sus vendedores.
Evidencias científicas del aumento de suicidios y violencia
Desde la década de 1930 hay trabajos que describieron el riesgo de activar el suicidio y la violencia con los antidepresivos basados en anfetaminas. Ahora estas han sido recicladas y se utilizan para tratar la hiperactividad entre otras “nuevas enfermedades” como el síndrome de déficit de atención y la hiperactividad. Ver mi análisis de sus efectos secundarios en el Boletín 9 [16].
En la década de 1980, un fenómeno similar fue reconocido con los antidepresivos tricíclicos, que substituyeron a los anteriores antidepresivos a base de anfetaminas en la década de 1970. Lo mismo sucedió luego con los inhibidores de la recaptación de serotonina (SSRI por sus siglas en inglés) en la década de 1990 [17]. Presentados como una nueva panacea, están lejos de serlo.
El Dr. Joseph Glenmullen, un médico con credenciales impecables de la Facultad de Medicina de Harvard, bien documentado y con amplias fuentes científicas, describe en su libro [18] los efectos secundarios a largo plazo asociados a los medicamentos que aumentan la serotonina. Estos efectos secundarios incluyen trastornos neurológicos, como la desfiguración facial y del cuerpo entero, tics, daño cerebral, disfunción sexual en hasta un 60 por ciento de los usuarios, la relación directa entre estas drogas y el suicidio y la violencia. Además del síndrome de abstinencia cuando se suprimen que incluye alucinaciones visuales, sensaciones de choque eléctrico en el cerebro, mareos, náuseas y ansiedad.
Pero quizás el error más peligroso es la creencia de que las personas deprimidas pueden prevenir el suicidio tomándolos. No sólo no existen pruebas de ello, sino que sí las hay de lo contrario. Los antidepresivos ISRS en realidad aumentan pensamientos y comportamiento suicidas en algunos pacientes. Tengo lamentables ejemplos de personas que lo hicieron. ¿Crees que exagero? No. Es lo que explica Bruce E. Levine [19] y muchos otros.
La revista Psiquiatría y Neurociencia publicó un estudio ya en 2001 mostrando que un antidepresivo moderno se asociaba con actos de violencia [20].
Los investigadores David Healy y David Menkes de la Universidad de Cardiff y Andrew Herxheimer del Centro Cochrane del Reino Unido, publicaron un estudio en 2006 mostrando que los antidepresivos pueden causar violencia grave [21]. Estudiaron la relación entre los actos agresivos y los antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina (ISRS). Su investigación demostró que los individuos que toman Paxil y Paroxetina, tienen dos veces más riesgo de conductas violentas, agresión y hostilidad que los que no toman antidepresivos ISRS [22].
Numerosos expertos en salud mental dicen que los antidepresivos pueden ser un factor sustancial en los tiroteos escolares y en otros actos de violencia relacionados con armas [23].
Pero la prueba más concluyente es que en 2004, la propia agencia Food and Drugs Administration (FDA), el organismo gubernamental de control de alimentos y drogas en EEUU, no ha tenido más remedio que admitirlo.
La FDA ordenó que los antidepresivos ISRS debían llevar una advertencia al respecto llamada caja negra, "black box" que es la advertencia más fuerte del gobierno. La caja negra alerta a los consumidores del riesgo de incremento de pensamientos y comportamientos suicidas entre niños y adolescentes que los toman [24]. Así pues, los funcionarios de la agencia acabaron por emitir advertencias tardíamente, sobre el aumento de pensamientos suicidas relacionados con estas drogas. Estas precauciones llegaron demasiado tarde para evitar muchas tragedias terribles, incluyendo también muchos casos de suicidio y homicidio que llevan produciéndose desde hace dos décadas [25] .
Esto es insuficiente y así en 2008, las organizaciones de defensa de los consumidores pidieron al Congreso que explorase el vínculo entre los efectos de medicamentos psicotrópicos, medicamentos psiquiátricos y tiroteos escolares. Pidieron que se aumentaran las advertencias de la «caja negra» e incluir manía, psicosis, hostilidad, alucinaciones y comportamiento homicida a las actuales advertencias sobre el suicidio [26].
Lo mismo está sucediendo con los medicamentos para tratar la hiperactividad y el déficit de atención. La FDA se ha visto abocada ante las crecientes evidencias a obligar a que los fabricantes incluyan nueva información sobre los peligros potenciales de estos medicamentos en sus prospectos. Hice un estudio detallado de ello mostrando cronológicamente la evolución de los efectos secundarios crecientemente admitidos por la FDA en el Boletín 9 [27] y en una conferencia Boletín 84 [28].
El Washington's Blog, tras la matanza de Coneticut, incluyó 3 vídeos en un artículo titulado ¿Es la nueva generación de medicamentos antidepresivos lo que contribuye a tiroteos en las escuelas? (puedes verlos en el enlace de la siguiente nota) [29]. El primero es del veterano psiquiatra Dr. Peter Breggin.
VIDEO: El Dr. Peter Breggin testifica sobre los antidepresivos y el suicidio ante el Comité de Asuntos de Veteranos de la cámara de representantes de Estados Unidos el 24 de febrero de 2010 (en inglés). [30]
El testimonio escrito del Dr. Breggins al Congreso fue publicado en una revista científica revisada por pares, con referencias a los estudios citados en su testimonio oral [31]. Puedes ver también mas detalles sobre otros anteriores en la página del Dr. Breggin [32].
Esto es insuficiente y así en 2008, las organizaciones de defensa de los consumidores pidieron al Congreso que explorase el vínculo entre los efectos de medicamentos psicotrópicos, medicamentos psiquiátricos y tiroteos escolares. Pidieron que se aumentaran las advertencias de la «caja negra» e incluir manía, psicosis, hostilidad, alucinaciones y comportamiento homicida a las actuales advertencias sobre el suicidio [26].
Lo mismo está sucediendo con los medicamentos para tratar la hiperactividad y el déficit de atención. La FDA se ha visto abocada ante las crecientes evidencias a obligar a que los fabricantes incluyan nueva información sobre los peligros potenciales de estos medicamentos en sus prospectos. Hice un estudio detallado de ello mostrando cronológicamente la evolución de los efectos secundarios crecientemente admitidos por la FDA en el Boletín 9 [27] y en una conferencia Boletín 84 [28].
El Washington's Blog, tras la matanza de Coneticut, incluyó 3 vídeos en un artículo titulado ¿Es la nueva generación de medicamentos antidepresivos lo que contribuye a tiroteos en las escuelas? (puedes verlos en el enlace de la siguiente nota) [29]. El primero es del veterano psiquiatra Dr. Peter Breggin.
VIDEO: El Dr. Peter Breggin testifica sobre los antidepresivos y el suicidio ante el Comité de Asuntos de Veteranos de la cámara de representantes de Estados Unidos el 24 de febrero de 2010 (en inglés). [30]
El testimonio escrito del Dr. Breggins al Congreso fue publicado en una revista científica revisada por pares, con referencias a los estudios citados en su testimonio oral [31]. Puedes ver también mas detalles sobre otros anteriores en la página del Dr. Breggin [32].
El testimonio del Dr. Breggins es especialmente importante porque él mismo es psiquiatra experto en psicofarmacología clínica formado en Harvard con más de cuatro décadas de experiencia en Ithaca, Nueva York. Fue consultor a tiempo completo en los Institutos nacionales de salud (NIMH). Ha sido profesor en numerosas universidades incluyendo la Johns Hopkins y George Mason y es miembro vitalicio de la Asociación Psiquiátrica Americana. Fundó el Centro Internacional para el estudio de la psiquiatría (ICSPP.org) y ha participado en los consejos editoriales de varias revistas científicas.
Además ha sido médico experto en muchos casos de juicios penales contra los fabricantes de las drogas psiquiátricas lo que le ha valido el apodo del Ralph Nader [33] de Psiquiatría. Ha sido médico experto en innumerables casos judiciales relacionados con el uso o mal uso de medicamentos psicoactivos como Prozac, Paxil, Zoloft, Zyprexa, Xanax, Ritalin y Risperdal. Esta situación de experto judicial le ha dado un acceso sin precedentes a la investigación farmacéutica privada y a sus archivos. Por ejemplo en las audiencias públicas de 2004, por un creciente número de reclamaciones de que los antidepresivos alteran la mente (incluyendo Prozac), estaban causando pensamientos suicidas y otros comportamientos perjudiciales, Breggin demostró que el laboratorio Lilly continuó ocultando los documentos y los datos sobre suicidio pediátrico causado por antidepresivos. Mientras en las mismas audiencias del 2004 Tom Laughren de la FDA pretendía que no conocía ningún dato que vinculase los antidepresivos ISRS a suicidio u hostilidad [34].
Es autor de decenas de artículos y más de veinte libros científicos y populares en los que Breggin ha informado de sus investigaciones privilegiadas sobre cómo funcionan estas drogas en el cerebro, de cómo producen efectos tóxicos y problemas cuando se retiran. En su último libro “Abstinencia de drogas psiquiátricas: una guía para los prescriptores, terapeutas, pacientes y sus familias”, el Dr. Breggins describe métodos para retirar con seguridad las drogas psiquiátricas [35].
Pionero en denunciar la nocividad de psicofármacos en el cerebro y la mente, muchas de sus observaciones inicialmente controvertidas han sido progresivamente confirmadas por otros científicos y han tenido que ser admitidas por la propia FDA.
En su sitio puedes ver muchos de sus informes científicos sobre las drogas psiquiátricas y otros temas relacionados.
Contacto: Dr. Peter R. Breggin
www.breggin.com
101 East State Street, No. 112, Ithaca, NY 14850, USA
http://www.breggin.com/31-49.pdf
Dos de sus libros más recientes tratan el tema de la violencia inducida por drogas psiquiátricas y sobre la alteración inhabilitante cerebral a causa de los tratamientos en psiquiatría [36] .