La versión unilateral de la historia es tóxica
Colón no descubrió América
Por Alfredo Embid
Si cualquier niño responde esto en cualquier escuela será automáticamente suspendido y ridiculizado por contradecir el dogma histórico ortodoxo. Sin embargo es él quien tiene razón en contra del sistema educativo que sirve de correa de transmisión del pensamiento único.
En primer lugar porque evidentemente ya había gente allí que no eran salvajes y habían desarrollado altas culturas, superiores a la occidental en algunos aspectos, tanto materiales como espirituales, que se omiten. Conocer todo esto permitiría a los niños cuestionarse la versión unilateral de la historia que, no debes olvidarlo, está escrita siempre por las élites europeas. Pero la versión única, convenientemente expurgada de todos los ejemplos de solidaridad, tiene la ventaja de ser profundamente autojustificadora del genocidio perpetrado por Occidente en todo el mundo, y en concreto en América, para robar sus recursos. Desgraciadamente por eso mismo es tóxica para la mente de los niños, que son adiestrados desde su infancia, en creer que “el hombre siempre es un lobo para el hombre” y que “siempre fue así”. Esta deformación de la psicología conduce a un grave estreñimiento emocional en los “adultos” y justifica los genocidios en curso, preparando la aceptación de los futuros. Pero este no es el objeto de este trabajo si no de otro y aquí me limitaré a las pruebas científicas de que el “descubrimiento” de América por Colón y la civilización occidental es un fraude histórico. Conocerlas evidentemente llevaría a que los niños desarrollasen su capacidad crítica y no un pensamiento único aborregador que es lo que el adiestramiento denominado educación implanta en sus frágiles mentes.
Los historiadores chinos y muchos occidentales reconocen que hubo contactos entre Asia y América antes de que llegase Colón a “descubrirla”
Es un hecho reconocido que la ciencia y la tecnología chinas tenían un avance sobre las occidentales en todos los campos, de milenios en muchos casos concretos, como ya demostré documentadamente hace 20 años en un trabajo anterior [1] y sigo siempre recordando al inicio de mis cursos de medicina china en mi presentación sobre la medicina oriental. En este marco es un hecho demostrado que la tecnología naval China estaba mucho mas avanzada que la europea en la época precolombina[2].Los astilleros de Cantón fabricaban en el siglo II barcos de 4 mástiles de 100 toneladas con los que los Chinos efectuaban viajes de mas de 12 meses en alta mar. Por otra parte los navegantes chinos utilizaban posiblemente la brújula magnética desde el siglo IX, que reconocidamente fueron los primeros en descubrir.
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Pacey[3] y Needham[4] han demostrado que los astilleros chinos entre 1403 y 1419 construían barcos de 100 m. y 1500 toneladas especialmente concebidos para los viajes oceánicos. Ten en cuenta que cuando Vasco de Gama llegó a Calcuta en 1498 las carabelas portuguesas pesaban 300 toneladas como máximo. Ten en cuenta también que a comienzos del siglo XV los barcos chinos tenían 122 m. lo que comparado con la carabela Santa Maria de Colon, que era la más grande de las tres y medía 26 m., convierte a esta última en un cascarón de nuez como puedes ver en la siguiente ilustración[5].
Existen pruebas desde los comienzos de nuestra era de estos contactos entre China y América. En el documento chino del siglo II Chun chu i o historia de las 10 islas y en Shan Hai Jing, clásico de las montañas y de los mares, se describe un continente llamado Fusang más allá del gran mar oriental (océano Pacífico) incluyendo una descripción de la fauna probablemente perteneciente a América del norte[7]. En el siglo VI un documento archivado en la biblioteca imperial describe el viaje de un monje Hui Chan que visitó el continente americano durante unos 40 años. Esta expedición habría llegado siguiendo la corriente de Kuroshivo, recorrió América Central y América del Sur volviendo a China por el sur del Pacífico y trayendo una seda muy especial[8].
La catedrática de Oxford Louise Levathes “When China ruled the seas” (“Cuando China gobernaba los mares”), publicado en 1994 da detalles de la potencia naviera china de la época y de sus expediciones en las que los chinos no buscaban conquista ni ocupación si no comercio. África era la tierra de cosas raras y preciosas, de misterios insondables[9]. No solo esto es de común acuerdo para los historiadores chinos[10] si no también para investigadores occidentales como Bernal Diaz del Castillo[11].
Numerosos antropólogos y etnohistoriadores occidentales serios han documentado los repetidos contactos asiático–americanos como veremos a continuación. Pero entonces te preguntarás ¿por qué los españoles no encontraron expediciones chinas o asiáticas? Esta es una pregunta interesante que tiene respuesta si se conoce la historia.