Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

jueves, 3 de abril de 2014

Nuevas revelaciones sobre la implicación del Rey en el 23-F

LIBERTAD DIGITAL 2014-03-30

El diario El Mundo publica este domingo un avance del nuevo libro de Pilar Urbano, La gran desmemoria. Lo que Suárez olvidó y el Rey prefiere no recordar, donde hace públicas sus conversaciones con Adolfo Suárez y el monarca. La gran revelación que da la periodista es que el Rey, según le confesó el difunto Suárez, fue el "Elefante blanco" del golpe de Estado del 23-F. 
"Para Suárez, estaba clarísimo que el alma de la Operación Armada era el Rey, que nace en Zarzuela, que Don Juan Carlos es el muñidor para colocar al general Alfonso Armada al frente de un Gobierno de concentración", asegura Urbano.
El libro abunda en una teoría una y mil veces apuntada desde que se produjera el golpe de Estado: que el golpe contra Suárez estuvo dirigido por el Rey. De hecho, incide en conclusiones y revelaciones que ya señalaron otros autores como como Luis Herrero en Los que le llamábamos Adolfo, Jesús Palacios El Rey y su secreto, el propio Alfonso Armada Al servicio de la Corona, o Abel Hernández, en Suárez y el Rey.

Con las aportaciones de Urbano, cobra especial relevancia la frase que le dice Suárez a Luis Herrero y éste recoge en su libro:
No descarto la posibilidad de que, muy pronto, me toque ir al despacho del Rey para decirle: Majestad, no tiene usted más remedio que abdicar por el bien de España.
Lo que hasta ahora era un secreto a voces, la implicación del Rey en el 23-F como muñidor e impulsor de la 'Operación Armada', adquiere una nueva dimensión con el relato, cargado de datos y detalles, de Pilar Urbano. Tal y como ya se había publicado anteriormente desde el segundo semestre de 1980 ya se estaba fraguando una operación para, con una falsa apariencia democrática, echar a Adolfo Suárez del Gobierno y colocar al general Alfonso Armada al frente de un Gobierno de coalición nacional, inspirado en la Grosse Koalition alemana, con Felipe González de vicepresidente. Armada era íntimo amigo y colaborador del Rey, al que el gobierno de Suárez había enviado lejos de Madrid, a Lérida, junto con otros generales considerados golpistas.

Urbano detalla en su libro el durísimo enfrentamiento que mantiene Suárez con el Rey para defender el régimen constitucional en los meses previos al 23-F. Lo que empieza como un desencuentro, termina en violentas broncas cuando Suárez asume que Alfonso Armada siempre ha actuado al servicio del Rey.

Uno de los dos sobra

La periodista abunda en los choques que tuvieron el Rey y Adolfo Suárez, detallados en el libro. El 10 de enero de 1981, cuando el Rey coge la moto y se presenta en Moncloa. Según su relato, Don Juan Carlos le pide al entonces presidente del Gobierno, que traslade a Armada de Lérida a Madrid, a lo que Suárez se niega porque no quiere "la bicha" cerca. La periodista relata el encuentro como un enfrentamiento casi violento, en el que en un momento dado el Rey coge del codo al presidente Suárez, que se zafa de un tirón. Desde entonces, Pilar Urbano asegura que la relación entre ambos es tensa, porque "uno de los dos sobra".

Según el relato de Urbano, el 22 de enero, Suárez, que no está dispuesto a transigir con la 'Operación Armada', va a Zarzuela y se ve obligado a recordarle al Rey que fue elegido democráticamente con 6.280.000 votos en les elecciones de 1979. La respuesta del Rey:
Tú estás aquí porque te ha puesto el pueblo con no sé cuántos millones de votos... Yo estoy aquí porque me ha puesto la Historia, con setecientos y pico años. Soy sucesor de Franco, sí, pero soy el heredero de 17 reyes de mi propia familia. Discutimos si OTAN sí u OTAN no, si Israel o si Arafat, si Armada es bueno o peligroso. Y como no veo que tú vayas a dar tu brazo a torcer, la cosa está bastante clara: uno de los dos sobra en este país. Uno de los dos está de más. Y, como comprenderás, yo no pienso abdicar.
El rey y la moción de censura

Suárez está dispuesto a dimitir pero quiere, de acuerdo con las reglas de la democracia, disolver las Cortes, convocar elecciones y que sea el pueblo el que decida el nuevo Gobierno. Pero el Rey se opone frontalmente porque eso haría inviable la 'Operación Armada'. Es cuando al Rey se les escapa la posibilidad de la moción de censura, que nadie había planteado, y que sería la fórmula de darle apariencia democrática al golpe de Armada. Suárez ya sabía que estaba en marcha una moción de censura promovida por Alfonso Armada y respaldada por diputados de la UCD, como Herrero de Miñón.

El Rey se niega en redondo a firmar el decreto de disolución de las Cortes, pese a que es una competencia que la Constitución atribuye en exclusiva al jefe de Gobierno. La discusión alcanza tal grado de violencia que el perro del Rey - un pastor alemán llamado Larky- se arrojó sobre Suárez.

La pistola de los generales

El 23 de enero, justo un mes antes del golpe, el Rey interrumpe una cacería porque se presentan en Zarzuela cuatro tenientes generales y un almirante: Elícegui, Merry Gordon, Milans del Bosch y Campano López, de las regiones de Zaragoza, Sevilla, Valencia y Valladolid. El Rey llama a Suárez para que acuda a Zarzuela y es ahí cuando se produce uno de los episodios más escalofriantes de los que relata Pilar Urbano. El Rey dice a Suárez "realmente estos que hay dentro quieren verte a ti" y le deja con los militares. Así lo relata la periodista:
Milans dice a Suárez que por el bien de España debe dimitir ya, cuanto antes. Y es cuando Suárez pide al luego golpista que le dé una razón para ello. En ese momento, Pedro Merry Gordon saca del bolsillo de su guerrera una pistola Star 9 mm, se la pone en la palma de la mano izquierda y mostrándola dice al presidente: '¿Le parece bien a usted esta razón? '. El Rey, en la escalera, le advierte: '¿Te das cuenta de hasta dónde me estás haciendo llegar?'. Y le reitera que la solución para evitar el golpe militar pasa por un cambio de Gobierno.
Suárez, al Rey: "Nos la mas metido doblada"

Pero el enfrentamiento más duro vendría el día después del 23-F. Para entonces Suárez ya está absolutamente convencido de que el rey estaba detrás de la Operación Armada y le dice que quiere revocar su dimisión. "Nos la has metido doblada" le dice el presidente al Rey "alentando a Armada y a tantos otros, jaleándoles, dándoles la razón en sus críticas, diciéndoles lo que querían oír de boca del Rey, tú mismo alimentaste el malestar militar", le dice. Según la autora del libro, el Rey contestó: 
"De qué me hablas. ¿Me estás amenazando, so cabrón? ¿Todavía no te has enterado de que ha sido a tí a quien han dado el golpe? Políticamente estás muerto", le dice.
Calvo Sotelo y el golpe del Cesid

Urbano también relata como Calvo Sotelo convence al Rey para ser él quien sustituya a Suárez, dándole una salida 'constitucional' a la 'Operación Armada'.

Según la periodista es el comandante Cortina, de acuerdo con Armada, quien desde el CESID (actual CNI) pone en marcha el 23-F tal y como lo conocemos, la entrada de Tejero en el Congreso y el secuestro de los diputados durante toda la noche. Para que luego apareciera Armada como el "salvador" de los diputados.

La metedura de pata del Rey y el "Elefante blanco"

Además, respecto a la cuestión de 'El Elefante blanco', Urbano recuerda que fue el propio Rey quien "metió la pata en el libro de Vilallonga (una biografía del Rey, basada en varias conversaciones con el protagonista), cuando dijo que él 'sabía, desde el primer momento, quién era el Elefante Blanco'. Suárez también dijo que 'sólo dos personas saben quién era el Elefante Blanco,y yo soy una'. Si Suárez lo sabía, y desde luego él no lo era, y el Rey también lo sabía, según él mismo le dijo a Vilallonga, y está en la edición francesa y en la inglesa. Ergo... Después, en la versión española eso se corrigió, porque se hubiese tenido que reabrir el sumario del 23-F". Y lo que es todavía mas grave, Urbano señala quelas conversaciones entre el Rey y Armada la noche del 23-F desaparecieron del sumario del caso. 
"No aparece en las actas, como si se hubiera pasado un típex: en lugar del Rey aparece Sabino", dice Urbano.
Por otro lado, el diario El Mundo aclara en el editorial que no asume "íntegramente" lo expuesto por Urbano: "El Mundo no asume en su integridad las afirmaciones de la periodista, ya que algunas de ellas pueden poner en cuestión la lealtad constitucional del jefe del Estado", señalan. No obstante, defiende su publicación: 
"Sin embargo, consideramos que su relato supone una contribución relevante al conocimiento de un periodo oscuro que ahora hemos revivido tras la muerte del hombre que, junto al Rey, hizo posible la instauración de una democracia en España".

lunes, 31 de marzo de 2014

Los Estados han caído en manos de psicópatas

Dr. Soler Montagud
El médico Alberto Soler Montagud confirma que el Estado ha caído en manos de “psicópatas”

El doctor Alberto Soler Montagud, médico y escritor, asegura que en las altas esferas del poder en España abunda “un estereotipo de individuos que, aunque simulen tener conciencia social, sólo actúan por sus ansias de acumular dinero y poder. La psiquiatría los llama psicópatas aunque la inmensa mayoría nunca mata (al menos directamente) como sucede con los asesinos en serie de la ficción”. Y añade: “Se caracterizan por ser mentirosos y narcisistas, manipuladores con gran encanto en apariencia aunque por dentro sean gélidos y ajenos a los afectos que fingen”.

Rajoy y Rubalcaba

“Adictos al poder y al dinero, son impacientes, buscan recompensas inmediatas a sus anhelos, se creen inmunes a las consecuencias de sus tropelías, rechazan normas y leyes, delinquen con facilidad sin mostrar vergüenza o arrepentimiento, carecen de emociones (que no obstante fingen), muestran una nula ansiedad ante el peligro (circunstancia que les impele a actuar con premeditación y una falsa valentía que no es mas que irresponsabilidad debida a su incapacidad para sentir temor) y eluden con frecuencia a la justicia falseando creíblemente la realidad y negando lo que se les imputa”, señala el doctor.
Rajoy y Cayo Lara

Como la psicopatía es cuatro veces más frecuente en los estamentos sociales que ostentan el poder, “hay quienes deducen que el capitalismo se habría convertido en una fuente de psicopatía social al premiar ciertas características de la personalidad psicopática. No obstante, la realidad pone en evidencia que también el comunismo y otros totalitarismos dan cobijo a líderes, altos cargos y funcionarios con rasgos similares a los descritos y cuya única meta es su enriquecimiento personal.”

Rato (PP) y Botín (Banco Santander)
Aunque hay muchos tipos de psicópatas, basta sólo con dos para la reflexión que este artículo del doctor Soler Montagud, pretende promover: “a) los políticos con rasgos psicopáticos, son unos presuntos servidores públicos que sólo trabajan para sí mismos (a pesar de fingir un interés social) y que se aferran patológicamente al poder, les cuesta delegar y son reacios a dimitir si se les descubre en una ilegalidad; b) los psicópatas de cuello blanco, son individuos no muy distintos a los anteriores (con quienes suelen relacionarse) que desde bancos, empresas, iglesias y organizaciones sin ánimo de lucro, amasan inmensas fortunas sin importarles perjudicar a pequeños ahorradores y hasta organismos oficiales corrompiendo a funcionarios proclives al cohecho con tentadoras ofertas”.
Toxo (CC.OO), Rajoy (PP) y Méndez (UGT)

“Nuestro país sufre los desmanes de políticos de distintas ideologías, empresarios, banqueros, representantes sindicales y miembros de una familia aparentemente intocable, y la culpa de ello, además de la imputable a los presuntos psicópatas, la tiene la resignada apatía de la ciudadanía y los políticos que les protegen al considerarlos ciudadanos ejemplares y un modelo a seguir”, prosigue Soler Montagud.

Juan Carlos con 4 de los presidentes del régimen
Y concluye: “Es deber de todos no elegir en las urnas a quienes exhiban comportamientos psicopáticos como los descritos, ni tolerar su presencia en las instituciones públicas y/o privadas, tarea harto difícil habida cuenta de que es muy difícil conseguir que los especímenes de esta calaña abandonen el poder una vez acceden al él“.