Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

jueves, 7 de noviembre de 2013

La amenaza del marxismo cultural

“Una nación puede sobrevivir a sus propios imbéciles e incluso a sus ambiciosos. Pero no puede sobrevivir a la traición interna. Un enemigo a las puertas es menos formidable, pues es conocido y enarbola sus estandartes abiertamente. Pero el traidor, se mueve libremente entre los que guardan esas puertas, su maquinación se expande como el viento por los callejones, hasta hacerse oír en los salones del mismo gobierno. Pues el traidor no se muestra como un traidor; él habla con el acento que les es familiar a sus víctimas, y se muestra con sus mismas caras y argumentos, haciendo referencia al poso profundo del corazón de los hombres. Él pudre el alma de la nación; él trabaja secretamente y amparado en la noche para debilitar los pilares de la ciudad; él infecta el cuerpo político para que no pueda resistir. Un asesino es menos de temer. El traidor es la plaga”. 
                          Marco Tulio Cicerón (106 a.C.- 43 a.C.)

El concepto de Marxismo cultural es a menudo criticado por izquerdistas y radicales, alegando que es una especie de "teoría de la conspiración", pero eso no es más que una exageración por su parte. Nadie está sugiriendo que haya una cábala de mentes maestras izquierdistas alrededor de una mesa en un cuarto lleno de humo en Suecia, dirigiendo esta campaña de manera conspirativa. Realmente, es más un movimiento cooperativo no centralizado, que opera en abierto, y que usa métodos, y enseña teorías, que son claramente de naturaleza marxista.

En esencia, lo que ha pasado en Occidente en las pasadas décadas, es el resultado de la comprensión por parte de la izquierda radical entre comienzo y mitad del siglo XX, de que la campaña para radicalizar al proletariado y movilizarlo contra la burguesía no iba a tener éxito a gran escala en Occidente. La comprensión de ésto les llevó a una nueva estrategia. La dialéctica marxista a nivel económico, de oposición entre poletarios y burgueses, se retuvo en forma de partidos socialistas o socialdemócratas en muchos países occidentales, usando la legislación, en lugar de la acción revolucionaria, como medio de hacer avanzar su plan.

Mientras, la izquierda radical miraba a otras categorías para crear una nueva dialéctica revolucionaria que pudiera impactar en la sociedad de un modo más amplio, y más fundamentalmente revolucionario. El teórico comunista italiano Antonio Gramsci, fue fundamental en conducir esta linea de Teoría Marxista, desde una perspectiva intelectual y teórica. La aportación de Gramsci fue la idea de que un cierto conjunto de estructuras y conceptos culturales establecidos, sustentaban el sistema capitalista, y debían ser socavadas o directamente suprimidas para que la revolución finalmente triunfe en cambiar el orden establecido.

Siguiendo las aportaciones de Gramsci, los filósofos de la izquierda radical, especialmente los de la Escuela de Frankfurt, comenzaron a examinar diferentes criterios que pudieran ser usados para crear el tipo de desorganización social y ruptura que Gramsci describía. Varias teorías y corrientes intelectuales izquierdistas fueron desarrolladas a partir de este grupo, pero una fuerte linea de pensamiento fue que una vez que la izquierda dividiera y pusiera en conflicto:
  • todo aquello que no fuera heterosexual, blanco y masculino;
  • contra todo aquello que fuera heterosexual, blanco y masculino
podría ser creada una dialéctica mucho más poderosa y visceral, que podría ser aprovechada para destruir lo que los marxistas veían como una profunda y estructural resistencia cultural al cambio revolucionario que buscaban.

Este enfoque probó ser más eficaz que la "clásica" dialéctica económica marxista, porque aprovechaba sentimientos y odios viscerales ancestrales, que ciertos segmentos de la población tienen contra el Hombres blanco heterosexual debido a inequidades atávicas. Como resultado, los radicales necesitaban menor esfuerzo para "radicalizar" a este nuevo "proletariado" (e.g., mujeres, minorías étnicas y gays), porque el odio visceral emocional ya estaba allí, y en gran medida se podría aprovechar fácilmente como impulso para el cambio revolucionario en el plano cultural. 

Básicamente, era necesario volver a escribir la historia viéndola desde la perspectiva de que casi todo el mundo ha sido cruelmente oprimido por hombres blancos heterosexuales durante toda la historia, y reducir nuestra comprensión de las estructuras de la sociedad, tanto pasadas como actuales, a una visión que observa toda la narrativa como una prolongada campaña de hombres blancos violando y dominando a todos y a todo lo demás.

Una vez que esta narrativa revisionista fue completada y difundida, proporcionó el combustible para los movimientos que caracterizaron la revolución cultural que tuvo lugar en Occidente en las década de 1960s y 70s y sus secuelas. 

La visión revisionista proporcionó una rígida, reduccionista narrativa que podría servir como un léxico para explicar todo en el pasado y el presente, tal y como los marxistas económicos habían tratado de hacer con la "clásica" dialéctica económica marxista en el siglo XX. 

El atractivo de una narrativa que presenta a todo el mundo aparte del Hombre blanco heterosexual como víctimas pasadas y presentes, es bastante obvio: libera a los de las clases "preferidas" de asumir la responsabilidad de sus propios problemas, y en su lugar, les permite culpar a los hombres blancos heterosexuales por todo lo que encuentran mal en sus vidas y en el resto del mundo. Y esto es precisamente lo que se ha hecho, y se sigue haciendo, por un número desproporcionado de personas en las clases "preferidas" (es decir, mujeres, minorías y gays).

La mejor parte fue que no era necesario en absoluto que este marxismo fuera predicado conscientemente. Aunque algunas feministas y activistas por las minorías creyeran promover otra corriente ideológica y rechazaran abiertamente las ideas marxistas, la mayoría en el fondo no lo hacía, dado que no obstante bebían de la interpretación marxista cultural de la historia. Que no es otra cosa que la dominación por el Hombre blanco heterosexual en detrimento de mujeres, minorías étnicas y gays. En otras palabras, incluso aquellos activistas que no admiten ser marxistas, e incluso los que sinceramente niegan creer en ideas marxistas, sin embargo, se inspiraron en la historia revisionista que era, en sí, completamente marxista en contenido.

El principal éxito del movimiento marxista-feminista radica en su éxito en la introducción de esta historia revisionista a la cultura en su conjunto. En muchos círculos, por ejemplo, se da ahora por sentado que la historia no es más que un catálogo de crímenes del Hombre blanco heterosexual, contra todos lo demás. Esta es la versión de la historia que domina en nuestras universidades, y la que se introduce sin cesar por los medios de comunicación. Esto crea una atmósfera de animadversión que hace creer a amplios sectores tener derecho o sentirse justificados para odiar a los hombres blancos heterosexuales, y para apoyar leyes y costumbres sociales que están diseñadas para quitarle "poder" (incluso en una época en que los hombres se ven desproporcionadamente afectados por la recesión) a los hombres blancos heterosexuales, y redistribuirlo a todos los demás, por una cuestión de "justicia social".

Por supuesto, debido al "poder estructural" de hombres en las más altas esferas de la sociedad, ningún cambio cultural y jurídico podría haber tenido lugar sin su colaboración. Así que, ¿por qué iban a colaborar? La razón principal es que los "hombres-en-el poder" en la parte superior de cualquier sociedad siempre han considerado a la gran masa de los hombres con una mezcla de desprecio y miedo. Los hombres, en general, compiten en las jerarquías y los que están en la parte superior de la jerarquía, generalmente saben que están bajo alguna amenaza de los hombres del resto de dicha jerarquía. Históricamente esto ha sido manejado por los que están en la cúspide a través de una combinación de lealtades feudales y prácticas diseñadas para matar selectivamente parte de los rangos inferiores de los hombres, por ejemplo con la guerra prolongada, y la creación de una clase eunuca. 

El marxismo cultural de finales del siglo XX dio a los "hombres-en-el poder" una poderosa herramienta para mantener a los hombres de menor rango a raya, más o menos permanente, mediante la organización de todo el resto de la sociedad en contra de ellos.De esta manera, los "hombres-en-el poder" redujeron la amenaza a su propia posición que representaban los demás hombres. 

Mayormente, este grupo no temía ser sustituido por personas que no fueran en su mayoría hombres blancos heterosexuales, precisamente de ahí la creación de estructuras culturales que impidieran esto de otros hombres. Esta clase ciertamente no teme ser reemplazada por las mujeres en la parte superior de la jerarquía, probablemente debido a que los hombres en este nivel están en la cola derecha de la curva de algunos rasgos relacionados con la consecución del poder, de manera que ser suplantado por mujeres no es percibido como un riesgo real.

Eso no quiere decir que hubiera, o haya, una "conspiración" entre la izquierda radical y los "hombres-en-el poder". Más bien, los "hombres-en-el poder" han colaborado con las ideas de la izquierda radical, ya que éstas sirven a sus propios intereses: es decir, la preservación de su propio poder en las alturas de la sociedad socavando a la mayoría de hombres, a través de una maraña de derechos y privilegios al resto de colectivos; y discriminación pura y dura hacia los hombres, diseñada para desplazar a estos hombres por personas menos amenazantes, que no sean heterosexuales, blancas y masculinas. 

Es precisamente este alineamiento entre nuestras élites (todavía hombres blancos en su mayoría) y los izquierdistas radicales lo que permitió la revolución cultural, y que tuviera semejante impacto en la cultura, y que opera para mantener la mayoría de los hombres hundidos, deliberadamente.

Creo que es imposible entender lo que realmente ha sucedido en Occidente desde 1960 sin comprender la base marxista cultural subyacente. Esto también explica por qué el sistema creado a raíz de la revolución cultural ha sido tan resistente y fuerte: cuenta con el respaldo de casi todas nuestras élites, de una forma u otra. 

Por supuesto, a largo plazo, las élites serán apuñaladas por la espalda por la izquierda radical, en caso de que el programa revolucionario alguna vez llegue a buen término. Pero por el momento, hay un muy fuerte alineamiento de intereses entre las élites y los radicales, así que toda la sociedad ha sido reformulada de un modo tal que en realidad sirve para preservar el poder de las élites actuales dividiendo al resto de la población contra sí misma.

El camino a seguir para los hombres pasa por reconocer este marxismo cultural y su demonización deliberada de nuestro sexo, a menudo con la colaboración dispuesta por "idiotas útiles" de sexo masculino (no los llamaré "hombres", porque, francamente, creo que no merecen ese término). Pero también debemos reconocer que nuestro camino es, no obstante, un camino revolucionario, uno que nos llevará hacia nuevas direcciones, en lugar de las antiguas. 

Nosotros somos los dueños de nuestro propio destino, si nos permitimos ser lo que somos: hombres. Y podemos ir por sorprendentes direcciones si simplemente tenemos la voluntad de hacerlo.

Un pre-requisito para ello, es la comprensión de este aparato marxista cultural que ha sido creado para jodernos, y el hecho de que los conservadores, también están colaborando con él. El siguiente paso es elevar nuestro dedo del medio a ese aparato y sus cómplices necesarios los conservadores y alejarnos de ellos.

El paso más allá de eso es la verdadera liberación masculina. Vendrá a nosotros, como individuos, si tomamos estos pasos, con integridad y confianza. Y con un completo y saludable desprecio a lo que las mujeres piensan de esto. Este es nuestro juego, y son también nuestras vidas.

Por NOVASEEKER, para the-spearhead.com, Octubre de 2009
The Menace of Cultural Marxism - The Spearhead



lunes, 4 de noviembre de 2013

Plantas contra el cáncer

Hace siglos que la medicina está buscando un remedio eficaz para combatir la terrible enfermedad del cáncer, en sus diversos tipos. Algunos de los mejores remedios conocidos, como en tantos otros casos, provienen del reino vegetal.

Pero lo más sorprendente es que se trata de especies que llevan siendo utilizadas durante siglos en diversas regiones de Sudamérica, de forma tradicional, para tratar el cáncer y otras muchas afecciones, pero que, de manera vergonzante para la estirpe humana, se han venido ocultando durante muchos años, pese a los numerosos estudios científicos que avalan sus propiedades y su eficacia ¿Por qué? El motivo hay que buscarlo, una vez más, en la codicia y los intereses de las grandes empresas multinacionales que dominan el mercado y la industria farmacéutica, las cuales han tratado de sintetizar los principios activos de estas plantas de manera artificial, y, al haber fracasado en el intento, han tratado por todos los medios de ocultar la información obtenida, ya que las plantas silvestres están en la naturaleza, no pueden patentarse y pueden ser utilizadas por todo el mundo que las recolecte o las cultive, siempre que no exista una normativa legal que lo prohíba o que regule su uso y aprovechamiento (como veremos al final).

La planta que tiene propiedades más potentes contra el cáncer es un pequeño arbolillo frutal de la familia de la Chirimoya (Annonaceae) conocido como Graviola, Guanábana, Huanábano, Catuche, Catoche, Anona de México, Masasamba, Corosol o Chirimoya brasilera (Annona muricata L.). Es un árbol pequeño, de unos 8 a 10 m. de altura, que crece cultivado en casi toda la América tropical. Tiene unos frutos carnosos de 15 a 20 cm. de largo, de sabor agradable, que se industrializan para la preparación de zumos, néctares, mermeladas y helados.

En la medicina tradicional sus frutos se usan para combatir el raquitismo. La corteza, la raíz y las hojas se usan para tratar la diabetes (en infusión) y también como antiespasmódico. Las hojas machacadas con sal, aplicadas como emplastos, se usan para tratar los tumores. Y las hojas son también útiles, en cocimiento, como antidisentérico.

Pero su mayor importancia radica en su uso para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, por la presencia en las hojas de acetogeninas, unas sustancias 10.000 veces más potentes que la adriamicina, que es lo que se usa actualmente en la quimioterapia para el control del crecimiento de las células cancerígenas, y que, además carecen de los perniciosos efectos colaterales de esta sustancia química.

Las acetogeninas son sustancia cerosas que resultan de la combinación de ácidos grasos de cadena larga (C32 ó C34), con una unidad de 2-propanol en el carbono 2, para formar una lactona terminal. Un estudio realizado en la Universidad de Pardue (California), demostró que las acetogeninas inhiben selectivamente el crecimiento de células cancerígenas y de los tumores resistentes a la adriamicina, respetando la integridad de las células de los tejidos sanos. Estudios realizados entre los años 1998 y 2000, por McLaughlin han revelado que las acetogeninas son inhibidores del complejo I de la cadena de fosforilación oxidativa, de manera que bloquean la formación de ATP, la molécula que aporta la energía que necesita la célula cancerosa para poner en funcionamiento su bomba mediada por P-glucoproteína, que le permite mantenerse activa. Las acetogeninas también inhiben la ubiquinona oxidasa, enzima dependiente del NADH, que es propia de la membrana plasmática de la célula cancerosa. McLaughlin realizó sus investigaciones con las acetogeninasBullatacin y Bullatacinone.

Sin embargo, estudios en el Caribe sugieren una conexión entre el consumo del fruto de la guanábana y formas atípicas de la enfermedad de Parkinson, debido a la muy alta concentración de annonacina. La concentración de esta sustancia en la fruta (15 mg/fruta) o en el néctar comercial (36 mg/lata) es cien veces mayor que en el té elaborado a partir de sus hojas (140 mg/taza). Por eso, es importante tomarla en forma de infusión con las hojas y sólo 2 tazas al día, para no sobrepasar la dosis deannonacina que podría producir formas atípicas de Parkinson.

Utilizada de esta forma, la Graviola o Guanábana destruye las células malignas en 12 tipos de cáncer, incluyendo el de colon, de pecho, de próstata, de pulmón y de páncreas, sin afectar a las células sanas.

Otro género de plantas con efectos probados sobre el cáncer son diversas especies de Kalanchoe (en la foto el "Espinazo del Diablo" (K. daigremontiana)), de la familia de las Crasuláceas, también originarias de Sudamérica, donde se utilizan tradicionalmente en uso interno (ingesta) contra diarreas, fiebres y para curar el cáncer, debido a que uno de sus principios activos, los bufadienólidos, tienen acción antitumoral, eliminando las células cancerosas y los tumores.

En forma externa, emplasto con las hojas machacadas o mezclando el jugo de las hojas con aceite vegetal o vaselina, se usa contra hinchazones, tumores, abscesos, quemaduras y heridas de difícil tratamiento. El ungüento detiene hemorragias, es antiinflamatorio, astringente y cicatrizante. También se usa el jugo de la planta como colirio para los ojos. Es una planta de amplio espectro que puede sanar daños celulares en muchos órganos como: diabetes, afecciones a los pulmones, riñones, aparato urogenital, aparato digestivo, la piel y afecciones de la mujer (pechos, útero, fertilidad, etc.) y problemas circulatorios, entre otros.

En Europa se usa para tratar enfermedades psicológicas como la esquizofrenia, las crisis de pánico y los miedos.

Las partes utilizadas son principalmente las hojas, que tienen un gusto acidulado. Se pueden tomar de forma externa o interna según lo que queramos tratar:

  • Externamente: Hojas machacadas en forma de cataplasma, compresa o emplaste, jugo de las hojas con aceite o vaselina para usar como ungüento. Usada así, la planta es antiinflamatoria, antihemorrágica, astringente y cicatrizante.
  • Internamente: Hojas crudas en ensalada o zumo fresco u hojas en infusión. Dosis para uso interno: Una hoja grande o 3-4 hojas pequeñas al día, que en peso equivalen a unos 50 gramos diarios de planta fresca.

Contraindicaciones: No tomarla durante el embarazo, ya que pueden estimular el útero. No conviene usar la planta de forma continuada por largos períodos de tiempo, debido a cierta acción inmunodepresora. Su composición incluye compuestos como los bufadienólidos, que son glucósidos cardíacos, por lo que en pacientes afectados por cardiopatías hay que consultar con el médico. La investigación clínica efectuada sobre las Kalanchoe indica que puede haber toxicidad si se abusa de la planta y señala que hasta dosis de 5 gramos de planta por kilo de peso no hay toxicidad (esto equivale a unos 350 g. de hoja para una persona de 70 kg., que es una dosis siete veces superior a la aconsejada).

Casualmente, a partir del 1 de abril de 2011, el uso de plantas medicinales no sujetas al negocio de las empresas farmacéuticas -las mismas que sacaron pingües beneficios del fraude de la gripe A por ellas generado- será ilegal en la Unión Europea, en virtud de una directiva de 2005 que entra en vigor ese día.

En el año 2005 se aprobó la Directiva Europea de Medicamentos a base de Plantas Tradicionales, que es una subdirectiva de la Ley europea de Medicamentos. Esta directiva exige a todas las preparaciones herbolarias los mismos procedimientos que los utilizados por los productos farmacéuticos, incluso si la hierba ha sido utilizada como remedio durante miles de años. Los gastos para conseguir esta aprobación son tan altos, que sólo las grandes empresas pueden pagar (del orden de £80.000 a £120.000 libras por hierba), y cada hierba que forme parte de un compuesto tiene que ser tratada por separado. Esta ley exige, para poder vender una planta en un herbolario, al menos una historia de 30 años de uso seguro de los cuales al menos 15 en algún país de la Unión Europea. Esto significa que las plantas descubiertas hace menos de 15 años no podrán venderse, y las demás solo se permitirá su venta si están incluidas en una Lista Positiva de Plantas Medicinales tradicionales "seguras". El periodo de transición para ir retirando productos concluye el 2011, año en el cual tienen que estar retirados todos los extractos y plantas ilegalizados por esta nueva legislación.

Esta ley se quiere imponer en todo el mundo, al ser una medida auspiciada por las grandes multinacionales farmacéuticas, a través de un acuerdo mundial llamado Codex Alimentarius.

Como hemos visto, los principios activos de las plantas, aunque naturales, no dejan de ser sustancias bioquímicas y medicamentos que hay que tomar con precaución y respetando las dosis, ya que también existen contraindicaciones y riesgos, pero entiendo que éstos pueden ser perfectamente asumibles, cuando su eficacia está avalada por una investigación científica razonable, y su uso está basado en una praxis tradicional secular. Máxime cuando de lo que estamos hablando es de la posibilidad de salvar millones de vidas.

Por eso, creo que merece la pena ayudar a difundir esta información, y deberíamos exigir a los poderes públicos que deroguen o modifiquen la Directiva Europea de Medicamentos a base de Plantas Tradicionales, estudien más estas platas y todas aquellas que puedan ser útiles a la sociedad, y si sus efectos son tan buenos como parece, debería promocionarse su cultivo, comercialización y su uso adecuado, sin ningún tipo de cortapisas, y si para ello es necesario o se estima justo y conveniente indemnizar a las empresas farmacéuticas por las investigaciones que realizaron y financiaron inicialmente ¡Hágase! Aún así estoy seguro que nos ahorraríamos miles de millones de euros en la investigación y en el tratamiento de los casos de cáncer, tanto en la sanidad pública como en la privada, y sobre todo liberaríamos a millones de personas del suplicio que supone la quimioterapia actual.

Fuente.