Claves para entender los sucesos de Irak.
Alfredo Embid
Probable remodelación de la zona
Mapa de Peters. Leyenda del mapa: en negro los países que ganan territorio, en rojo los que pierden y en gris los que no cambian.
- Un estado sunnita
- Un estado chiita
- Un estado kurdo, que incluiría una porción de territorio sirio, iraní y turco. Esta es la parte más conflictiva.
Gráfico: The economist[1]
La discusión del mapa de remodelación de Oriente Medio del teniente coronel Peters en una reunión de la OTAN en Roma dio lugar a una gran indignación entre los militares turcos pues suponía para Turquía la pérdida de una buena parte de su territorio para la creación de un estado kurdo.
Aunque el mapa no refleja la doctrina oficial del Pentágono, como inmediatamente este se apresuró a declarar, lo cierto es que sí se ha discutido en diversos foros militares en la Academia de Guerra Nacional de EE.UU. y ha sido utilizado en un programa de entrenamiento de la Escuela de Defensa de la OTAN para oficiales.
Este descontento turco es lógico ya que Turquía es miembro de la OTAN con uno de sus ejércitos más poderosos y alberga armas nucleares, aunque no es un país nuclear, lo cual es ilegal.
Últimamente la tensión se ha agravado con la toma de rehenes turcos en Irak por parte del Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIL) que incluían a diplomáticos turcos con sus familias, miembros de las fuerzas especiales turcas y a varios chóferes turcos de transportes pesados.
Y todavía mas con el intento de apoderarse de la tumba de Solimán Schah, un santuario propiedad de Turquía, desde 1921 en el distrito sirio de Raqqa, y han prometido que no lo devolverán. Todo esto después de que desde el comienzo Turquía esté ayudando activamente a los mercenarios terroristas en su agresión a Siria orquestada por Occidente. Incluyendo a los del Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL) en sus ataques a Siria.[4]
Durante los 3 años de la agresión a Siria les ha estado proporcionando armas, una base de retaguardia segura, logística integrada junto a la de la OTAN, etc.
“Turquía se siente traicionada y no se sabe –al menos por el momento– si esa traición es cosa de Washington, de Riad, de París o de Tel Aviv” [5], [6]Un hecho reciente está probablemente en relación con ese descontento. En junio los mercenarios del Frente al-Nusra (afiliados a al-Qaeda) y del Ejército del Islam (pro-saudita) que habían penetrado en territorio sirio en compañía del ejército turco, cuando fueron derrotados en Kassab, cerca de la frontera turca, intentaron huir hacia Turquía pero fueron rechazados en la misma frontera por el propio ejército turco. Hasta ahora apoyo activo y fundamental en todos los sectores del ejército turco a los mercenarios incluyendo el Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL) en territorios sirios ha sido la norma de acuerdo con Estados Unidos pero eso parece haber cambiado.[7]
En los últimos años han intentado hacer lo mismo con los de Siria aunque han fracasado en convencer a la población Kurda que vive en el país, testigo de las atrocidades que han cometido los mercenarios que apoyan y conocedores de que la revolución pacífica de ciudadanos, como la propaganda la presentó inicialmente era mentira. Gran parte de los problemas no son nuevos y se solucionarían en parte si no se incluyese la parte turca del Kurdistán en la remodelación, pero solo respecto a Turquía.
Restarle terreno a Siria, y todavía más a Irán, por el momento son utopías que ignoran la derrota de los planes de atacar Siria de otoño pasado y el apoyo internacional que tienen.
Aparentemente Washington sigue apoyando a Irak pero simultáneamente apoya al Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL) como ha quedado bien claro en Siria.
Pero la estrategia clásica de dividir para vencer o al menos debilitar, tiene prioridad y no es la primera vez que Irak sufre las consecuencias. Durante la guerra Irán – Irak, aunque oficialmente Estados Unidos apoyaba a su “amigo” Saddam Hussein, el escándalo Irán/Contra demostró que también armaba a los iraníes.
El protegido de Rockefeller y futuro premio Nobel de la paz Henry Kissinguer declaró cínicamente que el objetivo era que se mataran unos a otros.
Como ya explicamos en el boletín anterior el objetivo oculto de esta operación desborda ampliamente la zona de Oriente Medio y llega hasta China cuyas relaciones con Irak eran cada vez mas estrechas. REF [8]
Pero hay otros importantes en la zona aparte de la operación siria dando sus últimos coletazos. En el mapa de Peters Arabia Saudita socio incondicional hasta ahora de Estados Unidos no se libra de la remodelación. Dos zonas le son segregadas, un estado islámico sagrado y el norte que pasa a ampliar Jordania.
Thierry Meyssan plantea la posibilidad de que también esté incluido de paso el objetivo anacrónico de remodelar el reino saudita [9]. Arabia Saudí esta agitado últimamente por diferencias domésticas internas dentro del poder en la casa de Saud. Es significativo el hecho de que una de sus piezas claves; el príncipe Bandar Ben Sultan, destituido hace unos meses por su fracaso en Siria sea repuesto ahora para dirigir las operaciones en Irak.
El primer ministro de Irak ha acusado a Arabia Saudita de "genocidio" contra el pueblo iraquí por apoyar militar y financieramente a las milicias del Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL) que se está apoderando de territorios crecientes y destruyendo el país.[10]
Por su parte Arabia Saudí acusó al presidente iraquí, Maliki de haber conducido a Irak al borde del abismo con su política de exclusión de los suníes.[11] Una hipocresía porque el enfrentamiento entre Sunnies y Chiies no existía antes de la agresión Estadounidense y es una iniciativa de Washington muchas veces repetida en Siria y en Libia. En estos países tampoco existían antes de la injerencia de occidente, según la táctica de exacerbar las divisiones sectarias.
En mayo las Fuerzas Armadas sauditas reconocieron que el EIIL ya estaba operando en Arabia Saudí reclutando a sus simpatizantes y se emitió un comunicado para que la gente los denuncie. Puedes preguntarte si se trata de un simple maquillaje de su apoyo o un cambio de estrategia motivado por las circunstancias y por el miedo a que sean utilizados en contra del actual gobierno saudí para desestabilizarlo. No sería extraño que en el futuro el terrorismo hiciera un retorno del boomerang contra el país que es una de sus fuentes.
La imagen de Arabia Saudí es ampliamente cuestionada en todo el mundo y no solo por su actitud con la mujer. Su apoyo manifiesto al movimiento yihadista internacional estimulado por Washington desde los años 80 se ha vuelto descarado con la creación y el armamento de los grupos de mercenarios terroristas de Siria. Aproximadamente 2.000 ciudadanos sauditas estaban involucrados en la lucha en Siria [12] que ha llegado a indultar presos y condenados incluso a la decapitación para que fueran a combatir a Siria, como puedes ver en nuestro vídeo. [13]
En febrero 2014 el gobierno de Arabia Saudita emitió un decreto real prohibiendo a los sauditas combatir en los conflictos extranjeros [14] Demasiado tarde, su participación fundamental en la agresión a Siria es ya pública y las personas mejor informadas saben que también ha financiado el terrorismo internacional, no solo en Afganistán con Estados Unidos sino también en Asia central, Chechenia, Irán, Yugoslavia, Libia, Yemen, Libia, Nigeria, Somalia, Mali, Republica Central Africana y Pakistán.
El objetivo es el mismo que confesaba Kissinguer conseguir que se maten todos, destruir y desestabilizar Irak como nación, aunque de hecho fue creado por los británicos como estado en 1930 en el reparto de la tarta del Imperio Otomano tras la primera guerra mundial.
“Es parte de una operación de inteligencia, un proceso de ingeniería de transformar países en territorios. La ruptura de Irak a lo largo de líneas sectarias es una larga política de los Estados Unidos y sus aliados.” como explica el Profesor Michel Chossudovsky.[15]
Los pueblos que viven en las regiones codiciadas por sus recursos deben someterse a divisiones sectarias para debilitarse, que no persistan en disponer de lo que es suyo y sobre todo que no formen alianzas, como Irak estaba haciendo con China que puedan competir con el imperio hegemónico como está sucediendo.
La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe del Estado iraquí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y organizado por Washington pueda desmoronarse en una semana ante un grupo yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria realmente condenan su acción en Irak? Thierry Meyssan revela el lado oculto de las cartas.
Desde el año 2001, el estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos ha venido tratando de dividir el «Medio Oriente ampliado» en una multitud de pequeños Estados étnicamente homogéneos. El mapa del Medio Oriente rediseñado por Washington se publicó en julio de 2006 [1]. Y según ese mapa Irak debía dividirse en 3 partes: un Estado sunnita, un Estado chiita y un Estado kurdo.
El fracaso de Israel ante el Hezbollah libanés, en el verano de 2006 [2], y el de Francia y el Reino Unido ante el Estado sirio, en 2011-2014, podían hacer pensar que aquel plan había quedado en el olvido. Pero no ha sido así. El estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos está tratando de reactivarlo a través de los condottieri de hoy: los yihadistas.
Esa es la perspectiva que permite analizar correctamente los acontecimientos de la semana pasada en Irak. A la hora de explicarlos, la prensa internacional insiste en la ofensiva del Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL, también conocido en árabe como Daesh), ofensiva que en realidad sólo es parte de una operación mucho más amplia.
Ofensiva coordinada del EIIL y los kurdos
En sólo una semana, el EIIL ha conquistado lo que podría convertirse en un emirato sunita mientras que los kurdos conquistaban lo que debería pasar a ser un Estado kurdo independiente.
El ejército iraquí, entrenado y armado por Washington, simplemente dejó en manos del EIIL toda la región de Ninive. Pero también abandonó la región de Kirkuk, que rápidamente cayó bajo el control de los pershmergas del Kurdistán iraquí. La estructura misma de la cadena de mando iraquí facilitó el derrumbe de sus fuerzas: los oficiales superiores estaban obligados a obtener la anuencia de la oficina del primer ministro antes de realizar cualquier movimiento de tropas, condición que les impedía dar prueba de iniciativa a la vez que los llevó a acomodarse como reyezuelos en las zonas bajo su mando. En tales condiciones, resultaba extremadamente fácil para el Pentágono comprar a ciertos oficiales para que se encargaran de incitar a sus soldados a desertar.
También desertaron los parlamentarios al ser convocados por el primer ministro, impidiendo así que el parlamento votara la proclamación del estado de urgencia… por falta de quorum, lo cual dejó al gobierno sin posibilidades de responder rápidamente ante la grave situación.
Ya sin otra opción para salvar la unidad del país, el primer ministro al-Maliki recurrió a todos sus posibles aliados. Se dirigió, en primer lugar, al pueblo iraquí en general y, en particular, a la milicia chiita de su rival Moqtada al-Sadr (el Ejército del Mahdi), así como a los Guardianes de la Revolución iraníes (el general Qassem Suleimani, comandante en jefe de la fuerza al-Qods, se encuentra en Bagdad en este momento). Y finalmente recurrió a Estados Unidos pidiéndole que inicie bombardeos aéreos contra las fuerzas del EIIL.
La prensa occidental está señalando, no sin algo de razón, que la manera de gobernar del primer ministro al-Maliki ha sido a menudo lesiva tanto para la minoría sunnita como para los laicos del Partido Baas ya que se ha mostrado principalmente favorable a los chiitas. Se trata, sin embargo, de un argumento que debe ser relativizado y llevado a sus justas proporciones ya que, en las recientes elecciones legislativas del 30 de abril, los iraquíes acaban de reiterar su respaldo a la coalición de Nuri al-Maliki, que obtuvo un 25% de los votos, o sea 3 veces más sufragios que el movimiento de Moqtada al-Sadr, mientras que el resto de los votos se diluía al dividirse entre una multitud de pequeños partidos.
La preparación de la ofensiva contra la autoridad de Bagdad
La ofensiva del EIIL, por un lado, y la de los Pershmergas por el otro venía preparándose desde hace tiempo.
El nacimiento del Kurdistán iraquí se inició bajo la protección de Estados Unidos y de Gran Bretaña, con la imposición a Sadam Husein de la zona de exclusión aérea decretada entre las dos invasiones occidentales desatadas contra Irak (1991-2003). A partir del derrocamiento de Sadam Husein, el Kurdistán iraquí adquirió un alto nivel de autonomía y ha caído en la esfera de influencia israelí.
Resulta por consiguiente impensable que Tel Aviv no haya intervenido en la toma de Kirkuk. En todo caso, el hecho es que el actual gobierno regional de Erbil ha extendido su jurisdicción a todo el conjunto del territorio iraquí que los planes del estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos habían asignado a la formación del Kurdistán independiente.
El EIIL es una milicia tribal sunnita a la que se integraron los combatientes de al-Qaeda en Irak al términar el mandato de Paul Bremer III en Irak y con el traspaso del poder político a los iraquíes. El 16 de mayo de 2010, un responsable de al-Qaeda en Irak, Abu Bakr al-Baghdadi, liberado en circunstancias aún desconocidas, es nombrado emir. Este personaje se esforzará posteriormente por poner el EIIL bajo la autoridad de al-Qaeda.
A inicios de 2012, combatientes del EIIL crean en Siria el grupo conocido como Jabhat al-Nusra –o sea, Frente de Apoyo al Pueblo del Levante– como rama siria de al-Qaeda. Durante julio de 2012, Jabhat al-Nusra se desarrolla al calor de la reanudación de la ofensiva franco-británica contra Siria. Pero a fines de 2012, Washington decide finalmente clasificarlo como «organización terrorista», a pesar de las protestas del ministro francés de Relaciones Exteriores, quien llega a declarar públicamente que los “chicos” de al-Nusra «están haciendo un buen trabajo» (sic) [3].
Los éxitos de los yihadistas en Siria, hasta el primer semestre de 2013, modificaron el nivel de atracción que podían ejercer sus diferentes grupos. El proyecto oficial de revolución islamista global promovido por al-Qaeda comenzó a verse rápidamente como algo utópico mientras que la creación de un emirato o Estado islámico en algún territorio bajo control yihadista parecía mucho más realista, e incluso al alcance de la mano. Esto último es lo que da lugar a la idea de confiar a los defensores de ese proyecto el rediseño de Irak que las fuerzas armadas de Estados Unidos no lograron concretar cuando invadieron y ocuparon ese país.
El cambio de imagen del EIIL se produce durante la primavera de 2014, con la liberación de los prisioneros occidentales que ese grupo tenía en su poder –alemanes, británicos, daneses, españoles, estadounidenses, franceses e italianos. Las primeras declaraciones de los liberados confirmaban punto por punto las informaciones de los servicios de inteligencia de Siria: el EIIL está bajo la dirección de oficiales estadounidenses, franceses y sauditas. Sin embargo, los prisioneros liberados daban rápidamente marcha atrás y contradecían después sus primeras declaraciones sobre la identidad de los individuos con quienes habían tenido contacto durante su cautiverio.
En ese contexto se produce la ruptura entre el EIIL y al-Qaeda, en mayo de 2014. A partir de ese momento, el EIIL adopta una postura de rivalidad mientras que al-Nusra se mantiene como rama oficial de al-Qaeda en Siria. Pero todo eso no es más que una cuestión de apariencias. En realidad, esos grupos cuentan, desde su creación misma, con el respaldo de la CIA, que los utiliza contra los intereses de Rusia –como ha podido verse en Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Chechenia, Irak y Siria.
En mayo, habiendo dejado de ser la representación regional de una organización mundial (al-Qaeda) para convertirse por sí mismo en una organización regional, el EIIL se preparó para desempeñar el papel que desde hace tiempo se le había asignado.
Aunque está encabezado en el terreno por el ya mencionado Abu Bakr al-Baghdadi, el EIIL se halla en realidad bajo la autoridad del príncipe saudita Abdul Rahman al-Faisal, hermano de los príncipes Saud al-Faisal –ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita desde hace 39 años– y Turki al-Faisal –ex director de los servicios secretos y actual embajador de Arabia Saudita en Washington y Londres.
En mayo pasado, los príncipes al-Faisal compraron una fábrica de armamento en Ucrania. A partir de entonces, importantes cargamentos de armamento pesado han estado llegando por vía aérea a un aeropuerto militar turco. Y desde ahí, el MIT (los servicios secretos de Turquía) ha estado enviando ese armamento al EIIL en trenes especiales. Es prácticamente imposible que semejante cadena logística haya podido montarse sin la OTAN.
La ofensiva del EIIL
El pánico que se ha apoderado de la población iraquí ante el avance del EIIL tiene que ver con la envergadura de los crímenes que esa organización ha cometido en Siria, como degollamientos públicos de «musulmanes renegados» e incluso crucifixión de cristianos. Según William Lacy Swing –ex embajador de Estados Unidos en Sudáfrica y posteriormente en la ONU y actual director de la Oficina de Migraciones Internacionales (OMI)–, al menos 550 000 iraquíes han preferido huir ante la ofensiva de los yihadistas.
Esas cifras demuestran cuán errados están los estimados occidentales que afirman que el EIIL sólo dispone de 20 000 combatientes en total, en Siria e Irak. La verdadera cifra es probablemente tres veces más alta, o sea unos 60 000 combatientes. La diferencia entre ambas cifras corresponde exclusivamente a la cantidad de extranjeros, reclutados en todo el mundo musulmán y muchos de los cuales ni siquiera son árabes. El EIIL se ha convertido por lo tanto en el principal ejército privado del mundo y su papel recuerda el de los célebres condottieri del Renacimiento europeo.
Y es probable que el EIIL siga desarrollándose, gracias al botín de guerra que está reuniendo en Irak. En la ciudad de Mosul, el EIIL se apoderó de los fondos del distrito de Ninive, 429 millones de dólares en dinero contante y sonante, suma que le permitiría pagar a todos sus combatientes por espacio de un año. También se apoderó de numerosos Humvees [Vehículo militar multipropósito de fabricación estadounidense corrientemente utilizado por las fuerzas armadas de Estados Unidos] y de al menos 2 helicópteros de combate que incorporó de inmediato a su equipamiento. Como los yihadistas no tienen posibilidades de formar pilotos, la prensa internacional da por sentado que esos helicópteros serán utilizados por ex oficiales baasistas formados en tiempos de Sadam Husein, lo cual es altamente improbable en el contexto de guerra entre baasistas laicos y yihadistas que sirve de telón de fondo a la guerra en Siria.
Reacciones internacionales
Los partidarios de Arabia Saudita en la región ya estaban a la espera de la ofensiva de los peshmergas y del EIIL. En Líbano, el presidente Michel Sleiman, quien en enero pasado concluía una alocución lanzando un sonoro «¡Viva Arabia Saudita!» en lugar de un «¡Viva el Líbano!», trató por todos los medios de lograr una prórroga de 6 meses de su mandato presidencial –que ya expiró el 25 de mayo– para estar aún al mando cuando se presentara la actual crisis.
En todo caso, es la incoherencia lo que está caracterizando las reacciones internacionales ante la crisis iraquí. Todos los Estados, sin excepción alguna, condenan las acciones del EIIL en Irak y se pronuncian contra el terrorismo. Pero algunos –como Estados Unidos y sus aliados– ven en el EIIL un aliado objetivo contra el Estado sirio, y varios (Estados Unidos, Arabia Saudita, Francia, Israel y Turquía) son incluso gestores de su actual ofensiva en Irak.
En Estados Unidos, el debate público muestra una oposición entre los republicanos –que están exigiendo un redespliegue militar en Irak– y los demócratas –que denuncian la grave inestabilidad suscitada por la intervención militar de George W. Bush contra Sadam Husein. Toda esa batalla oratoria permite ocultar el hecho que los actuales acontecimientos responden a los intereses estratégicos del estado mayor estadounidense y que este último está además directamente implicado en ellos.
Es también muy posible que Washington no haya jugado limpio con Ankara ya que el EIIL parece haber tratado de apoderarse de la tumba de Solimán Schah, en el distrito sirio de Raqqa. Ese santuario es propiedad de Turquía, que incluso dispone de una pequeña guarnición en el lugar, en virtud de la cláusula de extraterritorialidad incluida en el Tratado de Ankara, impuesto por los colonizadores franceses en 1921. Pero tampoco sería imposible que esa supuesta acción del EIIL haya sido en realidad una provocación orquestada por Turquía, cuyo gobierno ya había estudiado en otro momento esa variante para utilizarla como justificación de una intervención abierta del ejército turco en Siria [4].
Más grave resulta el hecho que durante la toma de Mosul el EIIL tomó prisioneros a 15 diplomáticos turcos con sus familias y a 20 miembros de las fuerzas especiales turcas en el consulado de Turquía, lo cual provocó la cólera de Ankara. El EIIL arrestó además a varios chóferes turcos de transportes pesados, quienes fueron posteriormente liberados. Resultado: después de haber garantizado la logística de la ofensiva del EIIL, Turquía se siente traicionada y no se sabe –al menos por el momento– si esa traición es cosa de Washington, de Riad, de París o de Tel Aviv. Esa situación recuerda lo sucedido el 4 de julio de 2003, cuando el ejército estadounidense arrestó a 11 miembros de las fuerzas especiales turcas en Sulaimaniyeh (Irak), incidente popularizado por el film turco El valle de los lobos [5]. Aquel episodio dio lugar a la crisis más importante de los 60 últimos años entre Turquía y Estados Unidos.
En este caso, la hipótesis más probable es que Ankara no tenía previsto participar en una ofensiva tan amplia y que fue sólo con la operación ya en marcha que descubrió que el objetivo de Washington era la creación del Kurdistán. Lo cual probablemente no entraba en los planes de Ankara ya que –según el mapa publicado en 2006 por el Pentágono– el Kurdistán incluiría una porción de territorio turco. En efecto, las “amputaciones” previstas en el plan estadounidense no sólo son para los enemigos de Washington. También afectan a los “amigos” y todo ello parece indicar que el arresto en Mosul de los diplomáticos turcos y de los miembros de las fuerzas especiales de Turquía tuvo como objetivo impedir que Ankara tratara de sabotear la operación.
Al llegar el jueves a Ankara, proveniente de Amman, la representante especial de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Samantha Power, condenó hipócritamente las acciones del EIIL. La presencia en el Medio Oriente de esta ardiente promotora del intervencionismo moral de Washington hace pensar que se ha previsto algún tipo de reacción de Estados Unidos en ese escenario.
Irán anunció por su parte que está dispuesto a ayudar a salvar el gobierno del chiita al-Maliki con el envío de armas y consejeros militares, pero sin implicar combatientes. Un posible derrocamiento del Estado iraquí favorecería a Arabia Saudita, gran rival regional de Teherán, en momentos en que el príncipe saudita Saud al-Faisal –hermano del verdadero patrón del EIIL– acaba de invitarlo a negociar.
Thierry Meyssan
El pedido de la Casa Blanca de tener a su disposición 500 millones de dólares para apoyar la «oposición siria moderada», la misma que el presidente Obama había calificado de «incapaz de derrocar al presidente Assad», ha sido presentado como una implicación tardía de Washington en Siria. Para Thierry Meyssan, Siria no es el verdadero blanco. Estados Unidos está instalando importantes ejércitos alrededor de Irak pero amenaza un tercer objetivo.
Durante su estancia en Moscú, la ministra siria de la presidencia Buthaina Chaabane fue invitada por el ministro de Relaciones Exteriores de Noruega a participar en un foro internacional. Al igual que más de 170 altos responsables sirios, la señora Chaabane figura en la lista de personalidades sirias que son actualmente objeto de diversas sanciones, entre ellas la prohibición de viajar.
Antes de volver a Damasco, la señora Buthaina Chaabane viajó directamente a Oslo. Allí se reunió, los días 18 y 19 de junio de 2014, con el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter; con el diplomático estadounidense Jeffrey Feltman, actual número 2 de la ONU, y con el director de la oficina del presidente iraní Hassan Rohani.
¿A qué se debe esta iniciativa de Noruega, país miembro de la OTAN? ¿Qué mensajes quería transmitir Estados Unidos? ¿Qué quería negociar con Siria?
Ninguna de las partes se ha referido públicamente a esos encuentros y el sitio web del Foro de Oslo se mantiene desesperadamente mudo al respecto.
El presupuesto para las operaciones estadounidenses en el extranjero
Unos días después, el 25 de junio, el presidente Obama presentaba al Congreso su proyecto de presupuesto para las operaciones diplomáticas y militares en el exterior (Overseas Contingency Operations, OCO) para el año 2015. De un total de 65 800 millones de dólares se destinarán 5 000 millones a la creación del Fondo de Asociación Antiterrorista (Counterterrorism Partnerships Fund, CTPF), ya anunciada por el presidente en su discurso de West Point, el 28 de mayo de 2014 [1].
Según un comunicado de la Casa Blanca, esa asignación se dividirá entre el Pentágono y el Departamento de Estado: 4 000 millones para los militares y 1 000 millones para los “diplomáticos”.
3 000 millones se destinarán simultáneamente a la formación de las fuerzas antiterroristas locales, a la lucha contra las ideologías radicales, la lucha contra el financiamiento del terrorismo y la promoción de modos «democráticos» de gobernar.
1 500 millones serán utilizados para evitar que el conflicto sirio se extienda a los países vecinos de Siria, lo cual debería lograrse destinando ese dinero a la formación de los servicios de seguridad –para que cierren eficazmente las fronteras– y prestando ayuda a los refugiados.
500 millones se utilizarán en «formar y equipar elementos controlados de la oposición armada siria para ayudar a defender al pueblo sirio, a estabilizar las zonas bajo control de la oposición, facilitar la prestación de servicios esenciales, contrarrestar las amenazas terroristas y favorecer las condiciones de un arreglo negociado».
Y se conservarán 500 millones para enfrentar nuevas situaciones de crisis.
¿Qué quiere decir para la Casa Blanca «estabilizar las zonas bajo control de la oposición»? No puede ser crear embriones de Estados ya que esas zonas son demasiado pequeñas y dispersas, sin comunicación entre sí. Así que probablemente se trata de crear zonas de seguridad para Israel, la primera en la frontera israelo-siria y la segunda en la frontera turco-siria, creando así la posibilidad de disponer de una tenaza sobre Damasco en caso de conflicto. Esas zonas serían confiadas a los «elementos controlados de la oposición armada siria», lo cual confirma la idea de que el objetivo del respaldo de Washington a los Contras ya no es derrocar el Estado sirio sino proteger la colonia judía de Palestina.
Esa táctica corresponde a lo que declaró el presidente Obama al programa CBS This Morning el pasado 20 de junio:
Si se aprueba, la ayuda de Estados Unidos a los yihadistas que operan en Siria pasaría a formar parte de un programa secreto de la CIA y a un gran programa público del Pentágono. Pero eso entraría en contradicción con los principios básicos del derecho internacional, que prohíbe estrictamente proporcionar apoyo financiero y formación militar a una fuerza opositora de otro país, sobre todo tratándose –como en este caso– de un evidente intento de dividir ese país en dos Estados. El simple anuncio de tal objetivo, aún en caso de que el Congreso lo rechazara, constituye para Siria una amenaza violatoria del derecho internacional.
No cabe la menor duda de que Siria lograría una condena contra Estados Unidos si llevara el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CJI), o sea ante el tribunal interno de las Naciones Unidas. Incluso existe un precedente ya que, en 1984, la pequeña Nicaragua logró una condena de la Corte Internacional de Justicia contra Estados Unidos por su apoyo oficial a los Contras. Habría que contar con un plazo de 2 años para que la CJI pronuncie su veredicto.
No tiene por consiguiente nada de extraño que el tímido secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, haya publicado recientemente un extraño artículo de opinión donde, a pesar de retomar toda una serie de acusaciones contra Siria, también califica de
Es evidente que Washington no habría optado por esa vía sin haber obtenido previamente de Buthaina Chaabane la garantía de que Siria no recurrirá a la CJI contra Estados Unidos. Pero, ¿a cambio de qué obtuvo esa garantía? También es evidente que, aunque el discurso estadounidense sigue estando dirigido contra Siria, su verdadero blanco –en este momento– es otro. Y no es simplemente Irak.
La continuación de la desestabilización de Irak
En Irak, se mantiene el avance del EIIL (Emirato Islámico en Irak y el Levante, también conocido en árabe como «Daesh»). Washington afirma que la ofensiva del EIIL fue totalmente sorpresiva y que su deseo es ayudar a mantener la integridad territorial de Irak, pero en realidad dirige a los yihadistas por debajo de la mesa y con ayuda de Francia y de Arabia Saudita.
La fábula del grupúsculo terrorista que conquista en 2 días un tercio del territorio de un país tan grande como Irak era tan difícil de tragar que los medios de prensa de la OTAN y del Consejo de Cooperación de Golfo afirman ahora que la población sunnita se ha unido al EIIL. No les importan los 1,2 millones de refugiados sunnitas y cristianos que huyen del avance de los yihadistas si la nueva mentira esconde un poco mejor el hecho que la invasión se preparó desde Washington.
Como estaba previsto, Estados Unidos confirmó que no intervendrá con tropas terrestres y está amenazando a los países que pudieran acudir en auxilio del gobierno federal iraquí del primer ministro Nuri al-Maliki. Así que, cuando este último agradeció a Siria por haber bombardeado columnas del EIIL en territorio iraquí, el secretario de Estado John Kerry frunció el ceño:
Irán ha enviado armas y consejeros, pero no combatientes, únicamente en ayuda de los chiitas. Todo parece indicar que entre Washington y Teherán existe un acuerdo –al menos tácito– para desmantelar Irak. Sería interesante saber lo que el embajador estadounidense Jeffrey Feltman y el director de la oficina del presidente Hassan Rohani dijeron sobre eso a la ministra de la presidencia siria Buthaina Chaabane.
Por el momento, sólo es posible deducir –cuando más– que Irán y Siria pueden haber condicionado su propia pasividad, o incluso su contribución al plan estadounidense, al mantenimiento de un corredor de circulación entre ambos países, actualmente interrumpida por el EIIL.
En todo caso, el plan de rediseño del «Medio Oriente ampliado» (Greater Middle East) parece comenzar a concretarse en Irak, a pesar de los fallidos intentos de 2003 y 2007. Después de todo, hay que reconocer que el desmantelamiento de un Estado generalmente no es una cuestión de días sino que exige como mínimo un decenio de caos previo.
Los turcos, que son los más perjudicados –o más bien estafados–, recibieron en Ankara a Nechirvan Barzani, el primer ministro del gobierno regional del Kurdistán, quien les hizo saber que nunca devolverá Kirkuk al gobierno federal de Bagdad y que ese territorio se plantea la independencia como objetivo, aunque también les garantizó que no tratará de sublevar a los kurdos de Turquía. Así que Ankara cuenta con un periodo de gracia, aún cuando la lógica de los acontecimientos indica que Turquía tendrá que enfrentar a la larga un inevitable peligro de explosión. Viéndose ya acorralado, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha cerrado su frontera con Siria y también ha cortado abruptamente su apoyo a los mercenarios extranjeros que estuvo armando durante 3 años y a los que además garantizaba una segura base de retaguardia. Ahora teme no sólo una rápida sublevación de los kurdos de Turquía sino también que su propio ejército se aproveche de la situación para derrocarlo.
La alianza de ex oficiales y soldados de la guardia presidencial de Sadam Husein con el EIIL viene a modificar la distribución de las cartas del juego. Se trata de hombres que quieren, en primer lugar, vengarse del gobierno de al-Maliki por haberlos apartado del poder y que atribuyen el ascenso de al-Maliki a Estados Unidos, a Irán y a Arabia Saudita simultáneamente. Por tratarse de hombres que ya han ejercido responsabilidades, no tendrán escrúpulos en trabajar nuevamente para Washington, como lo hizo en su momento el propio Sadam Husein. Y saben que las ambiciones iraníes no irán más allá de las poblaciones chiitas, así que sus deseos de venganza se dirigen contra Arabia Saudita.
Arabia Saudita como blanco
Ante ese panorama, Washington considera que ha llegado el momento de remodelar el reino saudita, conforme al plan de Laurent Murawiec. En 2002, ese estratega francés concluía su presentación en el Pentágono con las siguientes tres frases:
Conscientes de que son el próximo blanco, los Saud han dejado de lado sus rencillas familiares para dedicarse a la defensa de sus intereses comunes.
Después de un largo descanso en Marruecos, el rey Abdallah regresó recientemente a Riad. Y en el viaje de regreso su avión personal hizo escala en El Cairo. Debido a sus problemas físicos, el monarca no puede desplazarse, así que recibió al general al Sissi en su avión [6], le confirmó que Estados Unidos no logrará deshacerse de la familia Saud tan rápidamente como cree y, para asegurarse de que al-Sissi entendiera bien sus palabras, le garantizó que Arabia Saudita controla y seguirá controlando siempre el EIIL. Por esa razón, el rey Abdallah ha decidido recurrir nuevamente a los servicios del príncipe Bandar ben Sultan, quien incluso viajaba con él en el avión.
Desde la verdadera muerte de Osama ben Laden –en 2001–, el príncipe Bandar fue siempre el verdadero jefe del movimiento yihadista internacional. A pesar de ser un verdadero maestro de la guerra secreta, el príncipe Bandar fracasó en sus intentos de derrocar al presidente sirio Bachar al-Assad, protagonizó una grave disputa con Estados Unidos en el momento de la crisis de las armas químicas y fue destituido a petición del secretario de Estado John Kerry. Su regreso es la principal carta de los Saud: Washington no puede contar con la posibilidad de lanzar los yihadistas al asalto del reino mientras Bandar esté activo.
Furioso, el secretario de Estado John Kerry viajó inesperadamente a El Cairo para advertir personalmente al presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi que no debe poner todos sus huevos en la misma canasta. Y el régimen militar egipcio se ha vuelto ahora totalmente independiente de las donaciones sauditas. John Kerry liberó 572 millones de dólares –una tercera parte de la ayuda habitual de Estados Unidos a Egipto, bloqueada a raíz del golpe de Estado– y anunció la inminente entrega de 10 helicópteros Apache prometidos desde hace tiempo al Cairo para estabilizar el Golán, y garantizar por consiguiente la seguridad de Israel.
En la continuación de sus viajes de preparación de la desestabilización de Arabia Saudita, John Kerry participó el 25 de junio en la cumbre de la OTAN, en Bruselas. Allí subrayó que la situación en Irak debía estimular a «ver bajo una perspectiva estratégica la recolección de datos de inteligencia, los preparativos, la respuesta, los tiempos de reacción, la naturaleza de la respuesta». En otras palabras, la «disponibilidad operacional», que estará en la agenda de la cumbre a celebrarse en Gales, los días 4 y 5 de septiembre.
Al día siguiente, el 26 de junio, el secretario de Estado se reunió en París con sus homólogos de Arabia Saudita, de los Emiratos Árabes Unidos y de Jordania. Según la agencia Associated Press, Washington espera que Arabia Saudita y Jordania utilicen las tribus beduinas que transitan constantemente a través de las fronteras para transportar armas y dinero como apoyo a los sunnitas iraquíes (léase apoyar al EIIL) [7].
Prosiguiendo su viaje, John Kerry llegaba a Arabia Saudita el 27 de junio. Allí se reunió con el presidente de la Coalición Nacional Siria, Ahmad Jarba. Subrayó que el señor Jarba es miembro de la tribu beduina de los Chammar –a la que también pertenece el rey Abdallah–, tribu que también se desplaza por Irak, y agregó que la «oposición siria moderada» podría ayudar militarmente a estabilizar Irak [8].
Al igual que nosotros, ustedes deben estar preguntándose cómo es posible que los mismos elementos que fueron «incapaces» de derrocar el Estado sirio –a pesar de toda la ayuda que recibieron del exterior– sean ahora capaces de desempeñar un papel militar en Irak. Y también por qué el señor Jarba, personalmente vinculado al EIIL, se animaría a combatirlo.
La respuesta saudita
Justo antes de recibir al secretario de Estado, el rey Abdallah decidía
«tomar todas las medidas necesarias para proteger los logros de la nación y su territorio, así como la seguridad y la estabilidad del pueblo saudita (…) en caso de que organizaciones terroristas o de otro tipo sean susceptibles de atentar contra la seguridad de la patria» [9].
Al mismo tiempo, el rey Abdallah decidía confiar el manejo del tema iraquí… al príncipe Bandar Ben Sultan, a quien había marginado el 15 de abril… a petición de John Kerry, y también en castigo por su fracaso en derrocar al presidente sirio Bachar al-Assad y por su repentina hostilidad contra la administración Obama.
Lectura: Riad está dispuesto a ayudar a Washington a desmantelar Irak pero no piensa permitirle extender ese plan a Arabia Saudita.
Mostrando que ha captado el mensaje, el «Gobierno Provisional» sirio –creado por la Coalición Nacional– ha destituido al general Abdel Ilah al-Bashir, junto con todo su estado mayor. Al no disponer ya de tropas ni de oficiales, la Coalición Nacional de la oposición exterior siria puede tener la certeza de que los 500 millones de dólares prometidos acabarán casi directamente en manos del EIIL.
Thierry Meyssan
Foto: niños en Irak años 50
Foto: niños en Irak hoy
Notas |
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[1] The Engineered Destruction and Political Fragmentation of Iraq. Towards the Creation of a US Sponsored Islamist Caliphate By Prof ichel Chossudovsky, June 14, 2014 http://www.globalresearch.ca/the-destruction-and-political-fragmentation-of-iraq-towards-the-creation-of-a-us-sponsored-islamist-caliphate/5386998
[2] Boletín 134.- Remodelación de Oriente Medio según USA. Avance del despliegue militar hacia la guerra contra Irán y Siria. Alfredo Embid.
Remodelación de Oriente Medio: Dividir Irak. Robar a Irán y a Siria. La autopista energética Baku-Tiflis-Ceyhan- Eilat. Despliegue naval en el Este del Mediterráneo. Los 4 frentes de la próxima guerra contra Siria e Irán. Despliegue naval creciente en el Golfo Pérsico http://ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol134.htm Boletín 145 - Remodelación de Oriente Medio según USA. Avance del despliegue militar hacia la guerra contra Irán y Siria. Alfredo Embid. http://ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol145.htm
[4] «El ejército turco ayuda a los mercenarios extranjeros a entrar en Siria»http://www.voltairenet.org/article182884.html
[5] Washington reactiva su proyecto de división de Irak. Thierry Meyssan
Al-Watan (Siria) Red Voltaire. http://www.voltairenet.org/article184299.html
[6] «Turquía derriba un avión sirio de combate», RedVoltaire, 22 et 24 de marzo de 2014. http://www.voltairenet.org/article182919.html
[7] ¿Cambió de estrategia el ejército turco? Red Voltaire 17 de juniohttp://www.voltairenet.org/article184322.html
[8] Boletín nº 540
Claves para entender los sucesos de Irak. La mierda del diablo* y otras desobediencias Irakíes. La Cooperación con Irán La Cooperación con China La “china” gorda en el zapato yanki es China. Alfredo Embid. Yihadismo e industria petrolera Thierry Meyssan La balcanización de Irak Manlio Dinucci
[10] Irak acusa a Arabia Saudita de "genocidio" por su apoyo a las milicias violentas del EIIL18 jun 2014 | 3:24GMT 4084
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/131381-irak-acusa-arabia-saudita-genocidio-eiil
[11] Irak acusa a Arabia Saudí de apoyar elterrorismo. HispanTV, 17 de junio 2014.
http://www.voltairenet.org/article184339.html
[12] Arabia Saudita, ¿la próxima conquista de los yihadistas del EIIL?
Publicado: 26 jun 2014 | 23:18 GMT
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/132233-arabia-saudita-conquista-yihadistas-eiil
[13] Boletín nº 527
¿Qué está pasando realmente en Siria? Parte LXVI Lo que no te han contado sobre los "rebeldes" en Siria [VIDEO] Enlace para este boletín: http://ciaramc.org/ciar/boletines/cr_bol527.htm
[14] Arabia Saudita, ¿la próxima conquista de los yihadistas del EIIL?
Publicado: 26 jun 2014 | 23:18 GMT
http://actualidad.rt.com/actualidad/view/132233-arabia-saudita-conquista-yihadistas-eiil
[15]The Engineered Destruction and Political Fragmentation of Iraq. Towards the Creation of a US Sponsored Islamist Caliphate By Prof ichel Chossudovsky, June 14, 2014 http://www.globalresearch.ca/the-destruction-and-political-fragmentation-of-iraq-towards-the-creation-of-a-us-sponsored-islamist-caliphate/5386998
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Washington reactiva su proyecto de división de Irak
Thierry Meyssan
La prensa internacional está presentando el repentino derrumbe del Estado iraquí como resultado de la ofensiva del grupo terrorista conocido como EIIL. Pero, ¿quién puede creerse que un Estado poderoso, armado y organizado por Washington pueda desmoronarse en una semana ante un grupo yihadista oficialmente independiente de otro Estado? ¿Y quién puede creer que los mismos que apoyan las acciones del EIIL contra Siria realmente condenan su acción en Irak? Thierry Meyssan revela el lado oculto de las cartas.
El «Medio Oriente ampliado» (Greater Middle East), según el estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos. Mapa publicado en 2006 por el coronel estadounidense Ralph Peters.
Desde el año 2001, el estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos ha venido tratando de dividir el «Medio Oriente ampliado» en una multitud de pequeños Estados étnicamente homogéneos. El mapa del Medio Oriente rediseñado por Washington se publicó en julio de 2006 [1]. Y según ese mapa Irak debía dividirse en 3 partes: un Estado sunnita, un Estado chiita y un Estado kurdo.
El fracaso de Israel ante el Hezbollah libanés, en el verano de 2006 [2], y el de Francia y el Reino Unido ante el Estado sirio, en 2011-2014, podían hacer pensar que aquel plan había quedado en el olvido. Pero no ha sido así. El estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos está tratando de reactivarlo a través de los condottieri de hoy: los yihadistas.
Esa es la perspectiva que permite analizar correctamente los acontecimientos de la semana pasada en Irak. A la hora de explicarlos, la prensa internacional insiste en la ofensiva del Emirato Islámico en Irak y el Levante (EIIL, también conocido en árabe como Daesh), ofensiva que en realidad sólo es parte de una operación mucho más amplia.
Ofensiva coordinada del EIIL y los kurdos
En sólo una semana, el EIIL ha conquistado lo que podría convertirse en un emirato sunita mientras que los kurdos conquistaban lo que debería pasar a ser un Estado kurdo independiente.
El ejército iraquí, entrenado y armado por Washington, simplemente dejó en manos del EIIL toda la región de Ninive. Pero también abandonó la región de Kirkuk, que rápidamente cayó bajo el control de los pershmergas del Kurdistán iraquí. La estructura misma de la cadena de mando iraquí facilitó el derrumbe de sus fuerzas: los oficiales superiores estaban obligados a obtener la anuencia de la oficina del primer ministro antes de realizar cualquier movimiento de tropas, condición que les impedía dar prueba de iniciativa a la vez que los llevó a acomodarse como reyezuelos en las zonas bajo su mando. En tales condiciones, resultaba extremadamente fácil para el Pentágono comprar a ciertos oficiales para que se encargaran de incitar a sus soldados a desertar.
También desertaron los parlamentarios al ser convocados por el primer ministro, impidiendo así que el parlamento votara la proclamación del estado de urgencia… por falta de quorum, lo cual dejó al gobierno sin posibilidades de responder rápidamente ante la grave situación.
Ya sin otra opción para salvar la unidad del país, el primer ministro al-Maliki recurrió a todos sus posibles aliados. Se dirigió, en primer lugar, al pueblo iraquí en general y, en particular, a la milicia chiita de su rival Moqtada al-Sadr (el Ejército del Mahdi), así como a los Guardianes de la Revolución iraníes (el general Qassem Suleimani, comandante en jefe de la fuerza al-Qods, se encuentra en Bagdad en este momento). Y finalmente recurrió a Estados Unidos pidiéndole que inicie bombardeos aéreos contra las fuerzas del EIIL.
La prensa occidental está señalando, no sin algo de razón, que la manera de gobernar del primer ministro al-Maliki ha sido a menudo lesiva tanto para la minoría sunnita como para los laicos del Partido Baas ya que se ha mostrado principalmente favorable a los chiitas. Se trata, sin embargo, de un argumento que debe ser relativizado y llevado a sus justas proporciones ya que, en las recientes elecciones legislativas del 30 de abril, los iraquíes acaban de reiterar su respaldo a la coalición de Nuri al-Maliki, que obtuvo un 25% de los votos, o sea 3 veces más sufragios que el movimiento de Moqtada al-Sadr, mientras que el resto de los votos se diluía al dividirse entre una multitud de pequeños partidos.
La preparación de la ofensiva contra la autoridad de Bagdad
La ofensiva del EIIL, por un lado, y la de los Pershmergas por el otro venía preparándose desde hace tiempo.
El nacimiento del Kurdistán iraquí se inició bajo la protección de Estados Unidos y de Gran Bretaña, con la imposición a Sadam Husein de la zona de exclusión aérea decretada entre las dos invasiones occidentales desatadas contra Irak (1991-2003). A partir del derrocamiento de Sadam Husein, el Kurdistán iraquí adquirió un alto nivel de autonomía y ha caído en la esfera de influencia israelí.
Resulta por consiguiente impensable que Tel Aviv no haya intervenido en la toma de Kirkuk. En todo caso, el hecho es que el actual gobierno regional de Erbil ha extendido su jurisdicción a todo el conjunto del territorio iraquí que los planes del estado mayor de las fuerzas armadas de Estados Unidos habían asignado a la formación del Kurdistán independiente.
El EIIL es una milicia tribal sunnita a la que se integraron los combatientes de al-Qaeda en Irak al términar el mandato de Paul Bremer III en Irak y con el traspaso del poder político a los iraquíes. El 16 de mayo de 2010, un responsable de al-Qaeda en Irak, Abu Bakr al-Baghdadi, liberado en circunstancias aún desconocidas, es nombrado emir. Este personaje se esforzará posteriormente por poner el EIIL bajo la autoridad de al-Qaeda.
A inicios de 2012, combatientes del EIIL crean en Siria el grupo conocido como Jabhat al-Nusra –o sea, Frente de Apoyo al Pueblo del Levante– como rama siria de al-Qaeda. Durante julio de 2012, Jabhat al-Nusra se desarrolla al calor de la reanudación de la ofensiva franco-británica contra Siria. Pero a fines de 2012, Washington decide finalmente clasificarlo como «organización terrorista», a pesar de las protestas del ministro francés de Relaciones Exteriores, quien llega a declarar públicamente que los “chicos” de al-Nusra «están haciendo un buen trabajo» (sic) [3].
Los éxitos de los yihadistas en Siria, hasta el primer semestre de 2013, modificaron el nivel de atracción que podían ejercer sus diferentes grupos. El proyecto oficial de revolución islamista global promovido por al-Qaeda comenzó a verse rápidamente como algo utópico mientras que la creación de un emirato o Estado islámico en algún territorio bajo control yihadista parecía mucho más realista, e incluso al alcance de la mano. Esto último es lo que da lugar a la idea de confiar a los defensores de ese proyecto el rediseño de Irak que las fuerzas armadas de Estados Unidos no lograron concretar cuando invadieron y ocuparon ese país.
El cambio de imagen del EIIL se produce durante la primavera de 2014, con la liberación de los prisioneros occidentales que ese grupo tenía en su poder –alemanes, británicos, daneses, españoles, estadounidenses, franceses e italianos. Las primeras declaraciones de los liberados confirmaban punto por punto las informaciones de los servicios de inteligencia de Siria: el EIIL está bajo la dirección de oficiales estadounidenses, franceses y sauditas. Sin embargo, los prisioneros liberados daban rápidamente marcha atrás y contradecían después sus primeras declaraciones sobre la identidad de los individuos con quienes habían tenido contacto durante su cautiverio.
En ese contexto se produce la ruptura entre el EIIL y al-Qaeda, en mayo de 2014. A partir de ese momento, el EIIL adopta una postura de rivalidad mientras que al-Nusra se mantiene como rama oficial de al-Qaeda en Siria. Pero todo eso no es más que una cuestión de apariencias. En realidad, esos grupos cuentan, desde su creación misma, con el respaldo de la CIA, que los utiliza contra los intereses de Rusia –como ha podido verse en Afganistán, Bosnia-Herzegovina, Chechenia, Irak y Siria.
En mayo, habiendo dejado de ser la representación regional de una organización mundial (al-Qaeda) para convertirse por sí mismo en una organización regional, el EIIL se preparó para desempeñar el papel que desde hace tiempo se le había asignado.
Aunque está encabezado en el terreno por el ya mencionado Abu Bakr al-Baghdadi, el EIIL se halla en realidad bajo la autoridad del príncipe saudita Abdul Rahman al-Faisal, hermano de los príncipes Saud al-Faisal –ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita desde hace 39 años– y Turki al-Faisal –ex director de los servicios secretos y actual embajador de Arabia Saudita en Washington y Londres.
En mayo pasado, los príncipes al-Faisal compraron una fábrica de armamento en Ucrania. A partir de entonces, importantes cargamentos de armamento pesado han estado llegando por vía aérea a un aeropuerto militar turco. Y desde ahí, el MIT (los servicios secretos de Turquía) ha estado enviando ese armamento al EIIL en trenes especiales. Es prácticamente imposible que semejante cadena logística haya podido montarse sin la OTAN.
La ofensiva del EIIL
El pánico que se ha apoderado de la población iraquí ante el avance del EIIL tiene que ver con la envergadura de los crímenes que esa organización ha cometido en Siria, como degollamientos públicos de «musulmanes renegados» e incluso crucifixión de cristianos. Según William Lacy Swing –ex embajador de Estados Unidos en Sudáfrica y posteriormente en la ONU y actual director de la Oficina de Migraciones Internacionales (OMI)–, al menos 550 000 iraquíes han preferido huir ante la ofensiva de los yihadistas.
Esas cifras demuestran cuán errados están los estimados occidentales que afirman que el EIIL sólo dispone de 20 000 combatientes en total, en Siria e Irak. La verdadera cifra es probablemente tres veces más alta, o sea unos 60 000 combatientes. La diferencia entre ambas cifras corresponde exclusivamente a la cantidad de extranjeros, reclutados en todo el mundo musulmán y muchos de los cuales ni siquiera son árabes. El EIIL se ha convertido por lo tanto en el principal ejército privado del mundo y su papel recuerda el de los célebres condottieri del Renacimiento europeo.
Y es probable que el EIIL siga desarrollándose, gracias al botín de guerra que está reuniendo en Irak. En la ciudad de Mosul, el EIIL se apoderó de los fondos del distrito de Ninive, 429 millones de dólares en dinero contante y sonante, suma que le permitiría pagar a todos sus combatientes por espacio de un año. También se apoderó de numerosos Humvees [Vehículo militar multipropósito de fabricación estadounidense corrientemente utilizado por las fuerzas armadas de Estados Unidos] y de al menos 2 helicópteros de combate que incorporó de inmediato a su equipamiento. Como los yihadistas no tienen posibilidades de formar pilotos, la prensa internacional da por sentado que esos helicópteros serán utilizados por ex oficiales baasistas formados en tiempos de Sadam Husein, lo cual es altamente improbable en el contexto de guerra entre baasistas laicos y yihadistas que sirve de telón de fondo a la guerra en Siria.
Reacciones internacionales
Los partidarios de Arabia Saudita en la región ya estaban a la espera de la ofensiva de los peshmergas y del EIIL. En Líbano, el presidente Michel Sleiman, quien en enero pasado concluía una alocución lanzando un sonoro «¡Viva Arabia Saudita!» en lugar de un «¡Viva el Líbano!», trató por todos los medios de lograr una prórroga de 6 meses de su mandato presidencial –que ya expiró el 25 de mayo– para estar aún al mando cuando se presentara la actual crisis.
En todo caso, es la incoherencia lo que está caracterizando las reacciones internacionales ante la crisis iraquí. Todos los Estados, sin excepción alguna, condenan las acciones del EIIL en Irak y se pronuncian contra el terrorismo. Pero algunos –como Estados Unidos y sus aliados– ven en el EIIL un aliado objetivo contra el Estado sirio, y varios (Estados Unidos, Arabia Saudita, Francia, Israel y Turquía) son incluso gestores de su actual ofensiva en Irak.
En Estados Unidos, el debate público muestra una oposición entre los republicanos –que están exigiendo un redespliegue militar en Irak– y los demócratas –que denuncian la grave inestabilidad suscitada por la intervención militar de George W. Bush contra Sadam Husein. Toda esa batalla oratoria permite ocultar el hecho que los actuales acontecimientos responden a los intereses estratégicos del estado mayor estadounidense y que este último está además directamente implicado en ellos.
Es también muy posible que Washington no haya jugado limpio con Ankara ya que el EIIL parece haber tratado de apoderarse de la tumba de Solimán Schah, en el distrito sirio de Raqqa. Ese santuario es propiedad de Turquía, que incluso dispone de una pequeña guarnición en el lugar, en virtud de la cláusula de extraterritorialidad incluida en el Tratado de Ankara, impuesto por los colonizadores franceses en 1921. Pero tampoco sería imposible que esa supuesta acción del EIIL haya sido en realidad una provocación orquestada por Turquía, cuyo gobierno ya había estudiado en otro momento esa variante para utilizarla como justificación de una intervención abierta del ejército turco en Siria [4].
Más grave resulta el hecho que durante la toma de Mosul el EIIL tomó prisioneros a 15 diplomáticos turcos con sus familias y a 20 miembros de las fuerzas especiales turcas en el consulado de Turquía, lo cual provocó la cólera de Ankara. El EIIL arrestó además a varios chóferes turcos de transportes pesados, quienes fueron posteriormente liberados. Resultado: después de haber garantizado la logística de la ofensiva del EIIL, Turquía se siente traicionada y no se sabe –al menos por el momento– si esa traición es cosa de Washington, de Riad, de París o de Tel Aviv. Esa situación recuerda lo sucedido el 4 de julio de 2003, cuando el ejército estadounidense arrestó a 11 miembros de las fuerzas especiales turcas en Sulaimaniyeh (Irak), incidente popularizado por el film turco El valle de los lobos [5]. Aquel episodio dio lugar a la crisis más importante de los 60 últimos años entre Turquía y Estados Unidos.
En este caso, la hipótesis más probable es que Ankara no tenía previsto participar en una ofensiva tan amplia y que fue sólo con la operación ya en marcha que descubrió que el objetivo de Washington era la creación del Kurdistán. Lo cual probablemente no entraba en los planes de Ankara ya que –según el mapa publicado en 2006 por el Pentágono– el Kurdistán incluiría una porción de territorio turco. En efecto, las “amputaciones” previstas en el plan estadounidense no sólo son para los enemigos de Washington. También afectan a los “amigos” y todo ello parece indicar que el arresto en Mosul de los diplomáticos turcos y de los miembros de las fuerzas especiales de Turquía tuvo como objetivo impedir que Ankara tratara de sabotear la operación.
Al llegar el jueves a Ankara, proveniente de Amman, la representante especial de Estados Unidos ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Samantha Power, condenó hipócritamente las acciones del EIIL. La presencia en el Medio Oriente de esta ardiente promotora del intervencionismo moral de Washington hace pensar que se ha previsto algún tipo de reacción de Estados Unidos en ese escenario.
Irán anunció por su parte que está dispuesto a ayudar a salvar el gobierno del chiita al-Maliki con el envío de armas y consejeros militares, pero sin implicar combatientes. Un posible derrocamiento del Estado iraquí favorecería a Arabia Saudita, gran rival regional de Teherán, en momentos en que el príncipe saudita Saud al-Faisal –hermano del verdadero patrón del EIIL– acaba de invitarlo a negociar.
Thierry Meyssan
Notas |
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[1] «Blood borders: How a better Middle East would look», por Ralph Peters, Armed Forces Journal, edición de junio de 2006.
[2] Ver L’effroyable imposture: Tome 2, Manipulations et désinformations, por Thierry Meyssan, éd. Alphée 2007. [3] Citado in «Pression militaire et succès diplomatique pour les rebelles syriens», por Isabelle Mandraud (con Gilles Paris), Le Monde, 14 de diciembre de 2012. [4] «Complot turco para entrar en guerra abierta contra Siria», Red Voltaire, 28 de marzo de 2014. [5] «El anti Hollywood turco denuncia los crímenes estadounidenses», por Mireille Beaulieu,Red Voltaire, 5 de mayo de 2006. |
Fuente |
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Washington reactiva su proyecto de división de Irak. Thierry Meyssan
Al-Watan (Siria) Red Voltaire. http://www.voltairenet.org/article184299.html |
Después de Irak, ¿quién será el próximo blanco?
Thierry Meyssan
Barack Obama hace una declaración sobre la invasión de Irak por parte del EIIL.
Durante su estancia en Moscú, la ministra siria de la presidencia Buthaina Chaabane fue invitada por el ministro de Relaciones Exteriores de Noruega a participar en un foro internacional. Al igual que más de 170 altos responsables sirios, la señora Chaabane figura en la lista de personalidades sirias que son actualmente objeto de diversas sanciones, entre ellas la prohibición de viajar.
Antes de volver a Damasco, la señora Buthaina Chaabane viajó directamente a Oslo. Allí se reunió, los días 18 y 19 de junio de 2014, con el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter; con el diplomático estadounidense Jeffrey Feltman, actual número 2 de la ONU, y con el director de la oficina del presidente iraní Hassan Rohani.
¿A qué se debe esta iniciativa de Noruega, país miembro de la OTAN? ¿Qué mensajes quería transmitir Estados Unidos? ¿Qué quería negociar con Siria?
Ninguna de las partes se ha referido públicamente a esos encuentros y el sitio web del Foro de Oslo se mantiene desesperadamente mudo al respecto.
El presupuesto para las operaciones estadounidenses en el extranjero
Unos días después, el 25 de junio, el presidente Obama presentaba al Congreso su proyecto de presupuesto para las operaciones diplomáticas y militares en el exterior (Overseas Contingency Operations, OCO) para el año 2015. De un total de 65 800 millones de dólares se destinarán 5 000 millones a la creación del Fondo de Asociación Antiterrorista (Counterterrorism Partnerships Fund, CTPF), ya anunciada por el presidente en su discurso de West Point, el 28 de mayo de 2014 [1].
Según un comunicado de la Casa Blanca, esa asignación se dividirá entre el Pentágono y el Departamento de Estado: 4 000 millones para los militares y 1 000 millones para los “diplomáticos”.
3 000 millones se destinarán simultáneamente a la formación de las fuerzas antiterroristas locales, a la lucha contra las ideologías radicales, la lucha contra el financiamiento del terrorismo y la promoción de modos «democráticos» de gobernar.
1 500 millones serán utilizados para evitar que el conflicto sirio se extienda a los países vecinos de Siria, lo cual debería lograrse destinando ese dinero a la formación de los servicios de seguridad –para que cierren eficazmente las fronteras– y prestando ayuda a los refugiados.
500 millones se utilizarán en «formar y equipar elementos controlados de la oposición armada siria para ayudar a defender al pueblo sirio, a estabilizar las zonas bajo control de la oposición, facilitar la prestación de servicios esenciales, contrarrestar las amenazas terroristas y favorecer las condiciones de un arreglo negociado».
Y se conservarán 500 millones para enfrentar nuevas situaciones de crisis.
¿Qué quiere decir para la Casa Blanca «estabilizar las zonas bajo control de la oposición»? No puede ser crear embriones de Estados ya que esas zonas son demasiado pequeñas y dispersas, sin comunicación entre sí. Así que probablemente se trata de crear zonas de seguridad para Israel, la primera en la frontera israelo-siria y la segunda en la frontera turco-siria, creando así la posibilidad de disponer de una tenaza sobre Damasco en caso de conflicto. Esas zonas serían confiadas a los «elementos controlados de la oposición armada siria», lo cual confirma la idea de que el objetivo del respaldo de Washington a los Contras ya no es derrocar el Estado sirio sino proteger la colonia judía de Palestina.
Esa táctica corresponde a lo que declaró el presidente Obama al programa CBS This Morning el pasado 20 de junio:
«Pienso que esa noción según la cual había una fuerza siria moderada capaz de vencer a Assad simplemente no es real y, como ustedes saben, hemos pasado mucho tiempo tratando de trabajar con una oposición moderada en Siria (…) La idea de que [esa oposición moderada] era capaz de derrocar bruscamente no sólo a Assad sino también a implacables yihadistas es una fantasía y pienso que es muy importante para el pueblo americano [estadounidense], y quizás mucho más importante aún para Washington y para la prensa, entender eso.» [2]Washington se expone a una condena de la Corte Internacional de Justicia
Si se aprueba, la ayuda de Estados Unidos a los yihadistas que operan en Siria pasaría a formar parte de un programa secreto de la CIA y a un gran programa público del Pentágono. Pero eso entraría en contradicción con los principios básicos del derecho internacional, que prohíbe estrictamente proporcionar apoyo financiero y formación militar a una fuerza opositora de otro país, sobre todo tratándose –como en este caso– de un evidente intento de dividir ese país en dos Estados. El simple anuncio de tal objetivo, aún en caso de que el Congreso lo rechazara, constituye para Siria una amenaza violatoria del derecho internacional.
No cabe la menor duda de que Siria lograría una condena contra Estados Unidos si llevara el caso ante la Corte Internacional de Justicia (CJI), o sea ante el tribunal interno de las Naciones Unidas. Incluso existe un precedente ya que, en 1984, la pequeña Nicaragua logró una condena de la Corte Internacional de Justicia contra Estados Unidos por su apoyo oficial a los Contras. Habría que contar con un plazo de 2 años para que la CJI pronuncie su veredicto.
No tiene por consiguiente nada de extraño que el tímido secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, haya publicado recientemente un extraño artículo de opinión donde, a pesar de retomar toda una serie de acusaciones contra Siria, también califica de
«irresponsable de parte de las potencias extranjeras seguir sosteniendo militarmente a partes que cometen atrocidades y violaciones flagrantes de los derechos humanos y de las normas fundamentales del derecho internacional. He solicitado encarecidamente al Consejo de Seguridad [de la ONU] que imponga un embargo sobre el armamento.» [3]
Es evidente que Washington no habría optado por esa vía sin haber obtenido previamente de Buthaina Chaabane la garantía de que Siria no recurrirá a la CJI contra Estados Unidos. Pero, ¿a cambio de qué obtuvo esa garantía? También es evidente que, aunque el discurso estadounidense sigue estando dirigido contra Siria, su verdadero blanco –en este momento– es otro. Y no es simplemente Irak.
La continuación de la desestabilización de Irak
En Irak, se mantiene el avance del EIIL (Emirato Islámico en Irak y el Levante, también conocido en árabe como «Daesh»). Washington afirma que la ofensiva del EIIL fue totalmente sorpresiva y que su deseo es ayudar a mantener la integridad territorial de Irak, pero en realidad dirige a los yihadistas por debajo de la mesa y con ayuda de Francia y de Arabia Saudita.
La fábula del grupúsculo terrorista que conquista en 2 días un tercio del territorio de un país tan grande como Irak era tan difícil de tragar que los medios de prensa de la OTAN y del Consejo de Cooperación de Golfo afirman ahora que la población sunnita se ha unido al EIIL. No les importan los 1,2 millones de refugiados sunnitas y cristianos que huyen del avance de los yihadistas si la nueva mentira esconde un poco mejor el hecho que la invasión se preparó desde Washington.
Como estaba previsto, Estados Unidos confirmó que no intervendrá con tropas terrestres y está amenazando a los países que pudieran acudir en auxilio del gobierno federal iraquí del primer ministro Nuri al-Maliki. Así que, cuando este último agradeció a Siria por haber bombardeado columnas del EIIL en territorio iraquí, el secretario de Estado John Kerry frunció el ceño:
«Hemos indicado claramente a todos los actores de la región que no necesitamos que se produzca algo que venga a exacerbar las tensiones sectarias, ya muy elevadas.» [4]Dando prueba de su enorme bondad, el presidente Obama accedió a enviar 300 militares, fundamentalmente para proteger los edificios estadounidenses, y dejando así el gobierno de Nuri al-Maliki solo ante su destino. Al verse abandonado a su suerte, el primer ministro iraquí se dio a la tarea de buscar nuevos aliados. Cansado de esperar inútilmente los F-16 prometidos por Washington, su gobierno acaba de comprar varios cazabombarderos a Bielorrusia y a Rusia.
Irán ha enviado armas y consejeros, pero no combatientes, únicamente en ayuda de los chiitas. Todo parece indicar que entre Washington y Teherán existe un acuerdo –al menos tácito– para desmantelar Irak. Sería interesante saber lo que el embajador estadounidense Jeffrey Feltman y el director de la oficina del presidente Hassan Rohani dijeron sobre eso a la ministra de la presidencia siria Buthaina Chaabane.
Por el momento, sólo es posible deducir –cuando más– que Irán y Siria pueden haber condicionado su propia pasividad, o incluso su contribución al plan estadounidense, al mantenimiento de un corredor de circulación entre ambos países, actualmente interrumpida por el EIIL.
En todo caso, el plan de rediseño del «Medio Oriente ampliado» (Greater Middle East) parece comenzar a concretarse en Irak, a pesar de los fallidos intentos de 2003 y 2007. Después de todo, hay que reconocer que el desmantelamiento de un Estado generalmente no es una cuestión de días sino que exige como mínimo un decenio de caos previo.
Los turcos, que son los más perjudicados –o más bien estafados–, recibieron en Ankara a Nechirvan Barzani, el primer ministro del gobierno regional del Kurdistán, quien les hizo saber que nunca devolverá Kirkuk al gobierno federal de Bagdad y que ese territorio se plantea la independencia como objetivo, aunque también les garantizó que no tratará de sublevar a los kurdos de Turquía. Así que Ankara cuenta con un periodo de gracia, aún cuando la lógica de los acontecimientos indica que Turquía tendrá que enfrentar a la larga un inevitable peligro de explosión. Viéndose ya acorralado, el gobierno de Recep Tayyip Erdogan ha cerrado su frontera con Siria y también ha cortado abruptamente su apoyo a los mercenarios extranjeros que estuvo armando durante 3 años y a los que además garantizaba una segura base de retaguardia. Ahora teme no sólo una rápida sublevación de los kurdos de Turquía sino también que su propio ejército se aproveche de la situación para derrocarlo.
La alianza de ex oficiales y soldados de la guardia presidencial de Sadam Husein con el EIIL viene a modificar la distribución de las cartas del juego. Se trata de hombres que quieren, en primer lugar, vengarse del gobierno de al-Maliki por haberlos apartado del poder y que atribuyen el ascenso de al-Maliki a Estados Unidos, a Irán y a Arabia Saudita simultáneamente. Por tratarse de hombres que ya han ejercido responsabilidades, no tendrán escrúpulos en trabajar nuevamente para Washington, como lo hizo en su momento el propio Sadam Husein. Y saben que las ambiciones iraníes no irán más allá de las poblaciones chiitas, así que sus deseos de venganza se dirigen contra Arabia Saudita.
El presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi junto al rey Abdallah de Arabia Saudita a bordo del avión del monarca.
Arabia Saudita como blanco
Ante ese panorama, Washington considera que ha llegado el momento de remodelar el reino saudita, conforme al plan de Laurent Murawiec. En 2002, ese estratega francés concluía su presentación en el Pentágono con las siguientes tres frases:
«Irak es el eje táctico.Dicho de otra manera, el derrocamiento de los Saud solamente es posible desde Irak. Y quien provoque su caída controlará Egipto.
Arabia Saudita es el eje estratégico.
Egipto será la recompensa.» [5]
Conscientes de que son el próximo blanco, los Saud han dejado de lado sus rencillas familiares para dedicarse a la defensa de sus intereses comunes.
Después de un largo descanso en Marruecos, el rey Abdallah regresó recientemente a Riad. Y en el viaje de regreso su avión personal hizo escala en El Cairo. Debido a sus problemas físicos, el monarca no puede desplazarse, así que recibió al general al Sissi en su avión [6], le confirmó que Estados Unidos no logrará deshacerse de la familia Saud tan rápidamente como cree y, para asegurarse de que al-Sissi entendiera bien sus palabras, le garantizó que Arabia Saudita controla y seguirá controlando siempre el EIIL. Por esa razón, el rey Abdallah ha decidido recurrir nuevamente a los servicios del príncipe Bandar ben Sultan, quien incluso viajaba con él en el avión.
Desde la verdadera muerte de Osama ben Laden –en 2001–, el príncipe Bandar fue siempre el verdadero jefe del movimiento yihadista internacional. A pesar de ser un verdadero maestro de la guerra secreta, el príncipe Bandar fracasó en sus intentos de derrocar al presidente sirio Bachar al-Assad, protagonizó una grave disputa con Estados Unidos en el momento de la crisis de las armas químicas y fue destituido a petición del secretario de Estado John Kerry. Su regreso es la principal carta de los Saud: Washington no puede contar con la posibilidad de lanzar los yihadistas al asalto del reino mientras Bandar esté activo.
Furioso, el secretario de Estado John Kerry viajó inesperadamente a El Cairo para advertir personalmente al presidente egipcio Abdel Fattah al-Sissi que no debe poner todos sus huevos en la misma canasta. Y el régimen militar egipcio se ha vuelto ahora totalmente independiente de las donaciones sauditas. John Kerry liberó 572 millones de dólares –una tercera parte de la ayuda habitual de Estados Unidos a Egipto, bloqueada a raíz del golpe de Estado– y anunció la inminente entrega de 10 helicópteros Apache prometidos desde hace tiempo al Cairo para estabilizar el Golán, y garantizar por consiguiente la seguridad de Israel.
En la continuación de sus viajes de preparación de la desestabilización de Arabia Saudita, John Kerry participó el 25 de junio en la cumbre de la OTAN, en Bruselas. Allí subrayó que la situación en Irak debía estimular a «ver bajo una perspectiva estratégica la recolección de datos de inteligencia, los preparativos, la respuesta, los tiempos de reacción, la naturaleza de la respuesta». En otras palabras, la «disponibilidad operacional», que estará en la agenda de la cumbre a celebrarse en Gales, los días 4 y 5 de septiembre.
Al día siguiente, el 26 de junio, el secretario de Estado se reunió en París con sus homólogos de Arabia Saudita, de los Emiratos Árabes Unidos y de Jordania. Según la agencia Associated Press, Washington espera que Arabia Saudita y Jordania utilicen las tribus beduinas que transitan constantemente a través de las fronteras para transportar armas y dinero como apoyo a los sunnitas iraquíes (léase apoyar al EIIL) [7].
Prosiguiendo su viaje, John Kerry llegaba a Arabia Saudita el 27 de junio. Allí se reunió con el presidente de la Coalición Nacional Siria, Ahmad Jarba. Subrayó que el señor Jarba es miembro de la tribu beduina de los Chammar –a la que también pertenece el rey Abdallah–, tribu que también se desplaza por Irak, y agregó que la «oposición siria moderada» podría ayudar militarmente a estabilizar Irak [8].
Al igual que nosotros, ustedes deben estar preguntándose cómo es posible que los mismos elementos que fueron «incapaces» de derrocar el Estado sirio –a pesar de toda la ayuda que recibieron del exterior– sean ahora capaces de desempeñar un papel militar en Irak. Y también por qué el señor Jarba, personalmente vinculado al EIIL, se animaría a combatirlo.
La respuesta saudita
Justo antes de recibir al secretario de Estado, el rey Abdallah decidía
«tomar todas las medidas necesarias para proteger los logros de la nación y su territorio, así como la seguridad y la estabilidad del pueblo saudita (…) en caso de que organizaciones terroristas o de otro tipo sean susceptibles de atentar contra la seguridad de la patria» [9].
Al mismo tiempo, el rey Abdallah decidía confiar el manejo del tema iraquí… al príncipe Bandar Ben Sultan, a quien había marginado el 15 de abril… a petición de John Kerry, y también en castigo por su fracaso en derrocar al presidente sirio Bachar al-Assad y por su repentina hostilidad contra la administración Obama.
Lectura: Riad está dispuesto a ayudar a Washington a desmantelar Irak pero no piensa permitirle extender ese plan a Arabia Saudita.
Mostrando que ha captado el mensaje, el «Gobierno Provisional» sirio –creado por la Coalición Nacional– ha destituido al general Abdel Ilah al-Bashir, junto con todo su estado mayor. Al no disponer ya de tropas ni de oficiales, la Coalición Nacional de la oposición exterior siria puede tener la certeza de que los 500 millones de dólares prometidos acabarán casi directamente en manos del EIIL.
Thierry Meyssan
Notas |
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[1] «Discurso de Barack Obama en la academia militar de West Point», por Barack Obama,Red Voltaire, 28 de mayo de 2014.
[2] «Obama: Notion that Syrian opposition could have overthrown Assad with U.S. arms a "fantasy"», CBS, 20 de junio de 2014. [3] «Syrie: mettre fin à l’horrible guerre», por Ban Ki-Moon, Le Temps, 27 de junio de 2014. [4] “Kerry issues warning after Syria bombs Iraq”, por Hamza Hendawi y Lara Jakes, Associated Press, 25 de junio de 2014. [5] El lector encontrará en este vínculo el texto de la exposición en Powerpointque un informante estadounidense me hizo llegar en aquel momento. Por desgracia he perdido las imágenes. El trabajo se titula Taking Saudis out of Arabia, por Laurent Murawiec, Defense Policy Board, 10 de julio de 2002. [6] “Saudi king makes landmark visit to Egypt”, Al-Arabiya, 20 de junio de 2014. [7] “US, Sunni States Meet on Mideast Insurgent Crisis”, por Lara Jakes, Associated Press, 26 de junio de 2014. [8] «Kerry, Syrian Coalition Leader During Their Meeting in Jeddah», Departamento de Estado, 27 de junio de 2014. [9] «Décret de la Cour royale: le serviteur des Deux Saintes Mosquées ordonne de prendre toutes les mesures nécessaires pour préserver la sécurité du royaume», Agencia de prensa saudita, 26 de junio de 2014. |
Fuente |
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Después de Irak, ¿quién será el próximo blanco? |
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