Solzhenitsyn

“Los dirigentes bolcheviques que tomaron Rusia no eran rusos, ellos odiaban a los rusos y a los cristianos. Impulsados por el odio étnico torturaron y mataron a millones de rusos, sin pizca de remordimiento… El bolchevismo ha comprometido la mayor masacre humana de todos los tiempos. El hecho de que la mayor parte del mundo ignore o sea indiferente a este enorme crimen es prueba de que el dominio del mundo está en manos de sus autores“. Solzhenitsyn

Izquierda-Derecha

El espectro político Izquierda-Derecha es nuestra creación. En realidad, refleja cuidadosamente nuestra minuciosa polarización artificial de la sociedad, dividida en cuestiones menores que impiden que se perciba nuestro poder - (La Tecnocracia oculta del Poder)

jueves, 15 de octubre de 2015

El desfondamiento moral de Occidente

JUAN MANUEL DE PRADA
Los Estados Unidos pugnan con malas artes por seguir imponiendo su poderío militar, tecnológico y económico.

En un célebre discurso pronunciado en Valdai, Putin afirmaba que 
«un país tiene que poseer fortaleza militar, tecnológica y económica; sin embargo, lo que determinará su éxito es su fortaleza espiritual y moral». 
Es una verdad que recorre implacablemente la Historia: todas las potencias que dejaron que esa fortaleza espiritual y moral se gangrenase sucumbieron, a veces de manera fulminante, pero más a menudo en procesos largos y ruinosos. Ocurrió, allá en la Antigüedad, con Roma, cuando decidió enterrar las viejas virtudes republicanas y se entregó a las delicuescencias imperiales. Ha ocurrido en muy diversos momentos de la Historia a las más grandes potencias, que infatuadas de su supremacía militar o económica se dejaron desnaturalizar por modas extranjeras, sobornar por el Dinero o corromper por el vicio. Hoy le ocurre de forma lastimosa a los Estados Unidos, inmersos en un penoso desfondamiento moral mientras pugnan con malas artes por seguir imponiendo su poderío militar, tecnológico y económico… sin entender que una gran nación sólo lo es mientras la nutre un brío espiritual pujante.

Ashton Carter
John McCain
Señales del desfondamiento moral de los Estados Unidos las vemos por doquier, en su producción cultural cada vez más inane, en sus placeres cada vez más plebeyos o aberrantes, en sus apetitos de lucro cada vez más voraces; y son señales que se han transmitido a sus colonias, y muy especialmente al pudridero europeo. Se perciben, incluso, en las declaraciones de sus gerifaltes, cada vez más desnortadas y miserables, como si se refocilasen en los miasmas de su abyección. Ashton Carter, el jefe del Pentágono, auguraba con secreto regocijo que el ejército ruso empezaría pronto a padecer bajas en Siria. Y el senador John McCain, para hacer honor a su apellido maldito, proponía que se aumentasen las sanciones y el aislamiento internacional contra Rusia. Son expresiones ambas de una bajeza abisal, que denotan un alma muy renegrida y purulenta: vaticinan por un lado que la campaña rusa en Siria sufrirá pronto un revés importante y que sus tropas serán diezmadas por los orcos mahometanos (¿acaso estará insinuando Carter que los orcos van a recibir en los próximos días armamento que les permita repeler los ataques aéreos?); por otro lado exigen que Rusia sea castigada por combatir a los orcos mahometanos que están vaciando el país, degollando cristianos y reduciendo a escombros el riquísimo patrimonio sirio.
El otro día, la organización militar que agrupa a los Estados Unidos y a sus colonias denunciaba que, durante los ataques a los orcos mahometanos, dos aviones rusos habían «violado el espacio aéreo turco»; y aventuraba que tal vez los rusos podrían recibir «un fuerte mensaje» disuasorio, para evitar otro incidente similar. ¿Será este «fuerte anuncio» un aumento de las sanciones y el aislamiento internacional, como reclamaba McCain? ¿O tal vez las «bajas» que vaticinaba Carter? Mientras la organización militar que agrupa a los Estados Unidos y a sus colonias denunciaba esta fruslería, calla (y ya se sabe que quien calla otorga) sobre un hecho clamoroso: los orcos mahometanos a los que la aviación rusa está golpeando se están refugiando como cucarachas en Turquía, que los acoge muy benévolamente, en parte para criarlos a sus pechos (como ya hizo antes de que se dedicaran a arrasar Siria), en parte para repartirlos por Europa, camuflados entre la muchedumbre de los refugiados de guerra.
El espectáculo del desfondamiento moral es siempre nauseabundo; pero en su decrepitud los Estados Unidos parecen dispuestos a ahogarse en su vómito.


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