Según ha explicado Butkevičius, “decidí no crear un pequeño ejército, sino usar la guerra psicológica” para lograr la independencia de su país. “Las ideas tradicionales de defensa no iban a funcionar” y, por ello, creó “un grupo paramilitar de unos 500 hombres capaz de responder rápidamente a las crisis y varias unidades entrenadas en la guerra psicológica”.
Aquel día, una multitud intentó impedir al ejército soviético el acceso a la torre de la televisión de Kaunas. Según ha proseguido revelando Butkevičius, “la tropa especial del KGB no llevaba munición real en sus armas, solo en los bolsillos como reserva, nuestro objetivo era entrar en la sede de la televisión”. De repente, se escucharon disparos que abatieron a 14 personas e hirieron a varios centenares. A pesar de que todo el mundo acusó a los soldados rusos, los asesinos fueron las unidades de Butkevičius armados con fusiles de caza.
El dirigente político ha explicado que
“no puedo justificar mi acción ante los familiares de las víctimas, pero sí ante la historia, porque aquellos muertos infligieron un doble golpe violento contra dos bastiones esenciales del poder soviético: el ejército y el KGB. Así fue como los desacreditamos. Lo digo claramente: fui yo el que planeó todo lo que ocurrió. Había trabajado bastante tiempo en la Institución Albert Einstein con el profesor Gene Sharp, que entonces se ocupaba de lo que se definía como defensa civil, en otras palabras la guerra psicológica. Sí, yo programé la manera de poner en dificultades al ejército ruso, en una situación tan incómoda que obligara a cada oficial ruso a avergonzarse. Fue guerra psicológica. En aquel conflicto no habíamos podido vencer con el uso de la fuerza, eso lo teníamos muy claro, por eso trasladé la batalla a otro plano, el del enfrentamiento psicológico, y vencí”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario